México arde
Que Estados Unidos se sienta el escozor

8 de diciembre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Nota de la redacción: Estamos posteando de nuevo este artículo que salió originalmente el 8 de diciembre, debido a la actual importancia de la lucha que ha surgido a partir del ataque policial contra los normalistas en Iguala en el estado mexicano de Guerrero. Hasta la fecha, los restos de uno de los 43 estudiantes desaparecidos han sido identificados oficialmente por medio de pruebas del ADN. Las protestas continúan en México. El 26 de diciembre, tres meses después de la desaparición de los estudiantes por la policía, los manifestantes cubrieron el muro de la base militar en Iguala con pintas que declaran, “Aquí están los asesinos”.

 

Relatives of the 43 missing students from the Isidro Burgos rural teachers college march hold pictures of their missing loved ones during a protest in Mexico City, December 26, 2014.

Una marcha de familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de la normal rural de Ayotzinapa, con imágenes de sus seres queridos desaparecidos, Ciudad de México, 26 de diciembre de 2014. Foto: AP

“Si no ardes, eres cenizas”, dice una pancarta casera de la marcha en la Ciudad de México. En otras palabras: ¿Cómo es posible que uno no arda de furia y dolor por la desaparición de 43 estudiantes a manos de la policía en el estado de Guerrero en el sudoeste de México; cómo es posible que uno no arda de furia y dolor por la desaparición de más de 25 mil personas y la muerte de más de 125 mil personas desde el comienzo en 2006 de la “guerra contra las drogas” orquestada por Estados Unidos? Tal vez pareciera (y las clases dominantes había esperado) que la enormidad y el horror de esta situación hubiera intimidado a muchas personas en México para que se quedaran en un silencio de cenizas, pero ahora la férrea lucha de los compañeros estudiantes y los padres de familia de los desaparecidos ha servido de chispa que se extiende como un reguero de pólvora.

Un “sismo político tal como México no ha visto durante generaciones” es como describió la crisis en México un editorial en el Los Ángeles Times de Rubén Martínez el 15 de noviembre. Cada día la crisis sigue intensificándose.

Echen un vistazo a este panorama de los acontecimientos desde el 26 de septiembre, cuando la policía mato a seis personas e hizo desaparecer a 43 normalistas en Guerrero, México:

  • Decenas de miles marchan en la capital el 20 de noviembre; los atacan y los dispersan camionadas de granaderos; se incendia por segunda vez la puerta del Palacio Nacional.
  • Cien mil estudiantes universitarios hacen paros el 20 de noviembre. Algunos colegios y escuelas han estado en paro continuamente.
  • Manifestantes toman el congreso del estado de Sonora y hacen agitación desde el podio – 20 de noviembre.
  • Estudiantes toman casetas de autopistas en varios estados.
  • Bloqueos de autopistas federales por estudiantes, maestros y grupos armados de autodefensa de comunidades rurales e indígenas.
  • Bloquean el aeropuerto internacional de Acapulco durante horas.
  • De los 81 municipios de Guerrero, de un cuarto a una mitad los han tomado los residentes que han sacado a los oficiales electos corruptos y represivos.
  • Padres de familia de los normalistas desaparecidos anunciaron que Consejos Municipales Populares ejercerán funciones administrativos en cinco de los municipios tomados.
  • Miles marchan con el rostro cubierto en comunidades chiapanecas afiliadas con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (los zapatistas).
  • 1.500 maestros y normalistas marcharon en la capital guerrerense de Chilpancingo, después se incendió la sede del gobierno estatal — 8 de noviembre.
  • Se destrozan oficinas del PRI (el partido que actualmente gobierna a nivel nacional) y el PRD “izquierdoso” (partido que gobierna en Guerrero) en la capital de Guerrero; se queman los curules de los legisladores en el congreso y sus carros afuera — 11 de noviembre.
  • El palacio municipal de Iguala es quemado y un centro comercial asociado con el ex alcalde es saqueado — 22 de octubre.

“Estamos dispuestos a agarrar las armas, más que nada, porque no nos va a quedar de otra manera”, dijo el padre de un normalista desaparecido en un documental de Vice News, Faltan 43: Estudiantes desaparecidos en México (en inglés). Este tipo de sentimiento se debate y se defiende acaloradamente en las redes sociales y en las calles.

Represión política descarada contra los estudiantes de una escuela normal rural

El 26 de septiembre, 150 estudiantes de la escuela normal rural para hombres en Ayotzinapa, Guerrero (a una distancia de tres horas y media en carro al sur de la capital), fueron a la ciudad de Iguala, Guerrero, para recaudar fondos para viajar al Distrito Federal capitalino el 2 de octubre para conmemorar el aniversario de la masacre de cientos de estudiantes y otros manifestantes por granaderos en Tlatelolco en 1968. Esa tarde, tomaron tres autobuses de la central de autobuses, convenciendo a los conductores a darles un aventón a casa.

El transporte a eventos mediante la toma de autobuses —al ganar el apoyo de los conductores o al manejarlos ellos mismos— es una tradición entre jóvenes pobres en México. Sin embargo, esta vez, la policía de Iguala les cortó el camino cuando iban de salida y les disparó indiscriminadamente; mataron a dos en el acto y torturaron a otro en el bosque arrancándole la cara y sacándole los ojos. Subieron a 43 normalistas a las patrullas, los llevaron a la delegación, y ahí los entregaron a los sicarios de un cártel del narco al cual lo presidieron el alcalde de Iguala y su esposa.

Muchos normalistas lograron huir, y regresaron unas horas más tarde con periodistas locales y más compañeros normalistas. De nuevo les dispararon hombres en furgonetas sin marcas, con tanta saña que mataron a tres personas que transitaban por ahí en otros vehículos. Uno de los sobrevivientes, Omar García, cuenta que cuando huían, cargando a un compañero herido de bala en la cabeza, se toparon con soldados de la base militar muy cerca de la escena del ataque. En vez de pedir una ambulancia, un capitán interrogó y sacó fotos a los normalistas, amenazándolos que si no le daban sus nombres correctos, iban a desaparecer y sus familias nunca iban a saber qué les pasó. Les dijeron a los normalistas: “Querían ser hombrecitos, ustedes se lo buscaron”.

Ahora el gobierno mexicano pretende echar toda la culpa de lo ocurrido al alcalde de Iguala y su esposa, ahora arrestados después de que el gobierno federal permitió que se escaparan durante 40 días. ¡Tonterías! En 2013, el alcalde ordenó el secuestro de seis opositores políticos suyos; uno de ellos logró escaparse y dio testimonio de que el alcalde participó personalmente en matar a las víctimas. El estado se negó a acusarlo. Su partido, el Partido de la Revolución Democrática, el partido de la “oposición de izquierda”, apoyó a su esposa en su campaña para ser la próxima alcaldesa, aunque sus vínculos a importantes capos del narco son un secreto a voces. ¿Y qué de los militares en el lugar del ataque? El gobierno federal mandó a 10.000 tropas a Guerrero supuestamente a buscar los restos de los desaparecidos, pero ni siquiera murmuran de investigar las amenazas de los militares a los estudiantes esa noche y su falta de siquiera cuestionar la lluvia de balas a su alrededor.

Lo que el gobierno encubre es que los estudiantes de Ayotzinapa ha sido una espina en el costado de las clases dominantes de México. Las escuelas normales rurales de México tienen una larga tradición de imbuir en los jóvenes de las comunidades muy pobres y a veces indígenas la ideología de izquierda y la acción dirección combativa. Por eso, además del programa económico “neoliberal” que en la actualidad el gobierno le mete por la garganta a la sociedad a instancias de los imperialistas estadounidenses, ha cerrado varias escuelas normales rurales. Los estudiantes de Ayotzinapa llevan años batallando contra los planes del gobierno de cerrar forzosamente su escuela mediante recortes presupuestarios que dejan solamente unas migajas. En 2011, la policía mató a balazos a dos estudiantes durante una marcha que bloqueó una carretera importante. Es un absurdo decir que este intenso conflicto entre estos normalistas y el estado no tenga que ver con el virulento ataque policial y la desaparición de 43 estudiantes.

El gobierno también quisiera dar carpetazo al hecho de que muchos miles de personas consideran que todos los niveles de gobierno son responsables y coludidos con los cárteles del narco que son extremadamente lucrativos. La policía municipal, estatal y federal, las fuerzas armadas, los partidos electorales rivales y los cárteles en su conjunto sirven para enriquecer los imperios capitalistas dentro y (especialmente) fuera de México, y para imponer su dominio explotando y aterrorizando a las masas, aunque lo hagan por medio de una dinámica compleja que incluye una rivalidad asesina en medio de todas esas fuerzas.

Lea más información sobre la lucha en las normales en: “Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar: México: Crecen protestas tras el secuestro de 43 estudiantes”.

El Tío Sam es el titiritero que mueve a “El Barbie”

El gobierno estadounidense sigue apoyando en un 100 por ciento al presidente mexicano Enrique Peña Nieto, del cual los mexicanos se burlan llamándole “El Barbie”, por su parecido intelectual y físico al muñeco Ken. Aparte de ser un muñeco Ken, es un muñeco con certificación “Made in USA”. Sólo fíjense en cómo a los medios de comunicación estadounidenses se les aguaba la boca en diciembre de 2013, después de que él impusiera la privatización del petróleo mexicano, las reservas de quinto lugar en el mundo:

“Como la economía de Venezuela se derrumba y se estanca el crecimiento de Brasil, México se está convirtiendo en el productor de petróleo de América Latina al que hay para prestar atención, y un modelo de cómo la democracia puede servir a un país en desarrollo” (editorial de Washington Post, 15 de diciembre de 2013).

“Petróleo y gas mexicano: La Navidad llega temprano” (revista Forbes, 12 de diciembre de 2013).

Como es sabido, las maquinaciones estadounidenses en México se remontan a mucho antes de sus recientes planes de reestructurar la economía mexicana a su imagen. Según la página web tradingeconomics.com, las remesas a Estados Unidos de ganancias por sus inversiones en México eran de $14 mil millones en el año 2012 solamente.

Pero de aún más importancia que esa información financiera es la frontera de más de 3.000 kilómetros entre México y Estados Unidos y los millones de inmigrantes mexicanos que viven en Estados Unidos y quienes sirven de gran acicate para la economía estadounidense.

Por otra parte, eso no implica que Estados Unidos haga un buen trabajo al lidiar con el caos en la frontera sur.

La “guerra contra las drogas” que ha causado tan terrible pérdida de vidas desde 2006 la orquesta en gran medida Estados Unidos. Encubren el alcance de la intromisión yanqui para evitar el rechazo de la sociedad mexicana. Una descripción completa requeriría un artículo mucho más largo, pero, como notó John Ackerman, un profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México en ForeignPolicy.com: “Estados Unidos ha canalizado a por lo menos $3 mil millones de dólares de asistencia a México durante los últimos seis años, además de enormes cantidades de gastos secretos en apoyo directo a las fuerzas armadas y de seguridad. Agentes estadounidenses participan directamente en la guerra contra las drogas del gobierno mexicano. Varios ‘centros de fusión’ existen en México para compartir inteligencia directamente. Aviones no tripulados estadounidenses constantemente vuelan sobre territorio mexicano. En 2013, el gobierno de Obama ordenó al web host GoDaddy cerrar una importante página web de oposición en respuesta a una queja sin fundamento por parte del gobierno mexicano. Además el Wall Street Journal acaba de revelar que agentes estadounidenses se ponen uniformes militares mexicanos para participar directamente en misiones especiales”.

A luchar contra Estados Unidos, que es el verdadero poder detrás de la guerra contra el pueblo en México

Esos hechos recalcan la urgencia de que las personas de todas las nacionalidades en Estados Unidos se responsabilicen de apuntar la lucha directamente contra el gobierno estadounidense por su llamada “guerra contra las drogas” (en realidad una guerra contra el pueblo) y su apoyo al gobierno mexicano asesino, incluyendo todos sus partidos y ramas de gobierno.

Se han celebrado protestas en distintas ciudades de Estados Unidos en apoyo a la lucha de la gente en México en torno a la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa. La página web UStired2.com, entre otros, convocó a acciones del 3 al 6 de diciembre en protesta por el apoyo del gobierno estadounidense al presidente mexicano Enrique Peña Nieto. ¡EFECTIVAMENTE! ¡Apunten directamente a la fuente y peguen la mano que mueve el títere (o en este caso, el muñeco Ken)! En algunas ciudades, estas protestas se sumaron a las acciones contra la decisión del gran jurado de no presentar cargos contra el policía que mató a Eric Garner en Staten Island, Nueva York.

Es preciso que continúen y crezcan estas protestas. La gente en Estados Unidos tiene una responsabilidad especial de apoyar la lucha de la gente en México, y de denunciar y oponer resistencia a las maniobras de los gobernantes capitalistas imperialistas estadounidenses.

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