Si bien el zorro cuida al gallinero...

Un informe federal pone en evidencia la brutalidad ilegal de los policías de Cleveland

Li Onesto | 5 de enero de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 3 de diciembre de 2014, el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ por las siglas en inglés) divulgó un informe sobre lo que muchas personal han experimentado directamente o han visto con ojos propios y ya saben: que tal como tantos otros departamentos de policía por todo  Estados Unidos, la División de Policía de Cleveland (CDP) asesina y trata con brutalidad a la gente todo el tiempo, sobre todo a los afroamericanos.

Después de una investigación de 20 meses y la investigación de 600 incidentes entre 2010 y 2013 en que se hizo uso de la fuerza, el DOJ dijo que la CDP había violado la Constitución de Estados Unidos en un porcentaje importante de esos encuentros.

Este es un caso en que el zorro que protege al gallinero tiene que admitir algo de la verdad, la cual es sin duda la punta del iceberg de los crímenes contra el pueblo. Este es el DOJ que supervisa toda la estructura de INJUSTICIA bajo la cual dos grandes jurados acaban de dejar salir impunes a los asesinos de Mike Brown y Eric Garner, y donde millones de personas negras y latinas —sobre todo la juventud— son víctimas del perfil racial, el parar y registrar, la brutalidad y la encarcelación injusta. En medio de un gran levantamiento popular en contra de todo eso de costa a costa y con un gran empeño de luchar por la justicia, el DOJ ha sacado este informe sobre estos grandes crímenes de la policía de Cleveland.

Los linchamientos de hoy día

Para ver este informe en un contexto, hay que comenzar con dos incidentes:

22 de noviembre de 2014. Millones de personas ya han visto este video escandaloso. Tamir Rice, de 12 años de edad, un afroamericano, juega con una pistola de juguete en un parque en Cleveland. Alguien llama al 911 diciendo que un muchacho tiene una pistola que “probablemente no es real”. Un coche patrulla llega y dos policías se bajan. Dentro de DOS SEGUNDOS, MATAN a tiros a Tamir Rice.

29 de noviembre de 2012. Más de 100 policías en más de 62 patrullas persiguen a Timothy Russell y Malissa Williams en su coche a alta velocidad durante 25 minutos. La escena evoca a los amos de las plantaciones que perseguían a sus esclavos. (Vea el video aquí.) Los policías dicen que creían haber oído un tiro proveniente del auto, pero ahora parece nada más que el motor del auto había petardeado. La persecución termina en un estacionamiento donde 13 policías disparan 137 veces al auto. Le dan a Russell 23 veces y a Williams 24 veces. Ambos se mueren. Un 37% de la fuerza policial activa participó en este asesinato. Pero un año y medio después, un gran jurado sólo presentó cargos a un solo policía de los 13 policías: dos cargos de homicidio voluntario pero no premeditado.

El informe del DOJ demuestra que el asesinato y brutalidad de la policía de Cleveland NO es ninguna anomalía. Y ADEMÁS, como dicen los que ya se toman las calles por todo Estados Unidos en reacción a la última decisión del gran jurado en el caso de Eric Garner, tales casos de asesinato policial ponen en evidencia que esto no se trata solamente de uno u otro departamento de policía. Este es un PROBLEMA NACIONAL — un problema del SISTEMA ENTERO, bajo el que la policía mata a personas, sobre todo a jóvenes negros y latinos, y sale impune una y otra vez.

La brutalidad: El procedimiento estándar

El informe de 59 cuartillas del DOJ incluye los siguientes hallazgos:

Aparte de matar a personas, la División de Policía trata con brutalidad a las personas —les golpean en la cabeza, les dan patadas, les pegan con la culata del fusil, con la pistola eléctrica Taser, con gas pimienta y con el puño— sin necesidad o en represalia, y muchas veces lo hacen a personas esposadas o ya sometidas de otra forma.

En muchos casos lo han hecho a los enfermos mentales o personas en crisis y cuando los familiares llamaron a la policía para acudir a ver cómo están.

Los policías de Cleveland “disparan sus armas con descuido, arriesgan sin necesidad y sin justificación lesiones graves o la muerte a sí mismos, a los sujetos y a los transeúntes”.

Además de repasar el asesinato de Timothy Russell y Malissa Williams, el informe da muchos ejemplos de abuso descarado, por ejemplo:

  • Un sargento dispara dos veces a un hombre vestido solamente de ropa interior después de huir con otros de una casa en la que estaban detenidos contra su voluntad. El sargento les dice a los investigadores policiales que le disparó al hombre porque éste había levantado el brazo y apuntó la mano hacia el oficial.
  • Un oficial estranguló a una mujer que estaba esposada a una silla. El informe federal dice que un capitán que revisó el caso justificó el uso de la fuerza, diciendo “aunque normalmente no justificaría sujetar a un detenido esposado por el cuello”, el espacio reducido del cuarto y el intento por parte de la mujer de patear al oficial justificó el uso de la fuerza por parte del oficial.
  • Detuvieron a un hombre que caminaba con una lata de cerveza abierta. Un policía le grita “pistola” y le apunta su revólver al hombre. El hombre levanta las manos por encima de la cabeza y dice que tiene un permiso para llevar un arma oculta. Otro policía comienza por esposar al hombre. El hombre se baja las manos justo debajo de las orejas, y el policía le dispara en el estómago.
  • Un automovilista detenido por la policía obedece cuando le digan que se acueste al suelo y que se extienda los brazos y las piernas. Un video de la policía demuestra que después de sujetarlo, boca abajo, los oficiales comienzan a patear y golpearlo.
  • Esposan y arrestan a un muchacho de 13 años de edad por hurto en una tienda. El muchacho comienza a patear la puerta de la patrulla y la pierna de un policía. Un policía de 300 libras de peso se sienta en las piernas del muchacho y le pega en la cara.
  • Un policía le da un choque eléctrico a un hombre sordo y de tendencias suicidas que no ha cometido ningún delito y posiblemente no hubiera oído las instrucciones de la policía.
  • Un oficial le dispara con la pistola Taser a un joven de 58 kilogramos de peso quien dos otros policías sujetaban en el suelo. En otro caso, llaman a la policía a la casa de un hombre con un desorden bipolar. El hombre se niega a salir del baño e intenta apartarse cuando un policía le agarra el brazo. Los policías le disparan con una pistola Taser.

El informe sostiene que todos estos incidentes indican un patrón de comportamiento que no es aislado ni esporádico y que es tolerado y apoyado por los supervisores. De hecho, el informe dice que los oficiales encargados de investigar tales casos, “nos admitieron que llevan a cabo sus investigaciones con la meta de poner al oficial bajo la luz más positiva posible”. Han suspendido a solamente seis oficiales por el uso inapropiado de la fuerza en tres años.

El informe también dice que existe una mentalidad de “nosotros contra ellos”. Señala un gran letrero colgado fuera de una comisaría de la policía que la identifica como una “base de operaciones de avanzada”, un término militar que describe las avanzadas en las zonas de guerra.

Todos estos incidentes subrayan la exigencia que la gente hizo suya en Ferguson, y que ahora se ha repercutido en Nueva York y en ciudades y pueblos de costa a costa. Que acusen, condenen y apresen a los policías asesinos. ¡Todo el maldito sistema es culpable, carajo!

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