Informe del Departamento de Justicia:

La verdad condenatoria sobre el Departamento de Policía de Ferguson

9 de marzo de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El miércoles 4 de marzo, la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ por las siglas en inglés) publicó un informe acerca del Departamento de Policía de Ferguson (FPD). Sobre la base de una investigación de seis meses, el informe de más de 100 páginas documenta la flagrante discriminación racial que se somete a los negros en Ferguson, Misuri. Estas prácticas criminales de la policía, las que violan los derechos constitucionales de la gente, ocurren de rutina, son muy generalizadas y afectan “casi todo aspecto de las operaciones policiales y judiciales de Ferguson”. El informe también documenta la cultura cabalmente racista en el Departamento de Policía de Ferguson, así como entre los funcionarios municipales.

Hay que decir dos cosas básicas acerca de este reporte:

#1: El gobierno de Estados Unidos no hubiera publicado NADA de esta verdad condenatoria si no se hubiera levantado de modo tan poderoso la gente, en primer lugar en las protestas heroicas en las calles de Ferguson tras el asesinato policial de Michael Brown en agosto de 2014 y de ahí la difusión de este espíritu de rebelión contra el asesinato policial por todo Estados Unidos, decenas de miles de personas tomándose las calles en el otoño, el invierno y a principios de 2015, especialmente después de que los grandes jurados se negaron a acusar a los policías que asesinaron a Michael Brown y Eric Garner.

#2: El informe concluye que están bien fundamentadas la desconfianza y el temor que los negros de Ferguson se sienten para con la policía. El informe revela y arroja luz sobre una parte de lo que tantas personas negras viven cada día y ya saben que es la verdad de lo que hace la policía todo el maldito tiempo.

A cualquiera que considere el panorama completo, lo que se ha revelado y ha salido a la luz acerca de la policía de Ferguson DE NINGÚN MODO es una anomalía, y no se debe a “unas pocas manzanas podridas”, sino que a algo profundamente arraigado en la naturaleza esencial del papel de la policía y en la cultura que va con esa naturaleza. No hay duda que se puede encontrar la misma en los departamentos de policía de todo Estados Unidos. Y como se ha demostrado una y otra vez, en ciudad tras ciudad, los policías salen impunes después de sus crímenes contra las personas negras, incluidos la brutalidad y el asesinato. El mismísimo día en que se publicó este informe, el Departamento de IN-Justicia anunció que no presentará cargos de violación de derechos civiles contra Darren Wilson, el policía que asesinó a Michael Brown.

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Los investigadores federales llevaron a cabo cientos de entrevistas, revisaron 35.000 páginas de registros policiales, y analizaron los datos sobre la raza que se habían compilado acerca de cada parada policial. Tendremos más que decir sobre este informe, pero he aquí parte de lo que encontró:

Los afroamericanos constituyen el 67 por ciento de la población de Ferguson, pero representan el 85 por ciento de las personas sometidas a paradas de tráfico, reciben el 90 por ciento de las multas y el 93 por ciento de los arrestos.

La policía utiliza la fuerza casi exclusivamente en contra de los negros, a los que detienen de rutina sin causa probable. Casi el 90 por ciento de los casos documentados del uso de la fuerza por parte de los oficiales del FPD eran en contra de afroamericanos. En cada incidente en el que un perro policial mordió a alguien, en los incidentes en que se sabe la raza de la persona, la persona mordida era negra. En 2013, el perro de un oficial persiguió y mordió a un hombre a pesar de que el oficial ya le había registrado y sabía que no llevaba un arma.

Un conductor negro cuando sea detenido por la policía tiene el doble de probabilidades de ser registrado en comparación con un conductor blanco detenido, a pesar de que, como también encontró el informe, los registros de los conductores blancos tienen más probabilidades de encontrar drogas u otro contrabando.

Los policías toman decisiones todo el tiempo acerca de quién van o no van a detener, acosar, brutalizar. Es casi seguro que un grupo de personas de raza blanca pasando un rato en una esquina tiene menos probabilidades de ser considerado “sospechoso” por la policía que un grupo de jóvenes negros que hace lo mismo. El informe encontró que implementan ese sesgo racial incluso con los delitos más leves. Por ejemplo, cruzar la calle donde o cuando no se debe — no hay duda que muchas personas en Ferguson lo hace, pero los negros reciben el 95 por ciento de las multas por ese “delito”. (Recuerde que Darren Wilson dijo que detuvo a Michael Brown por “caminar en la calle”.) Y también aplican tal sesgo a la infracción “perturbar la paz”, la que imponían casi exclusivamente a la gente negra. Además, cuando acusaron a una persona blanca ​​de estos delitos, tenía el 68 por ciento más probabilidades de que su caso fuera desestimado.

El Tribunal Municipal de Ferguson, dirigido por el jefe de policía, es la fuente de gran parte de los ingresos de la ciudad, y los funcionarios del tribunal rutinariamente imponían multas y tarifas excesivas y violaban los derechos de la gente. Los policías rutinariamente ponían múltiples multas durante una sola parada, a menudo por la misma infracción — a veces en algunos casos, ponían seis, ocho o, en al menos un caso, 14 multas durante una única parada.

Hable con los negros de Ferguson y le dirán que, cuando la policía los detienen, acosan ​​y golpean, tienen que soportar también los insultos más racistas por parte de la policía. El informe del DOJ describe toda una cultura de supremacía blanca en el Departamento de Policía de Ferguson y el gobierno municipal.

Se encuentran ejemplos feos de la cultura racista en el correo electrónico y comentarios casuales entre los supervisores de policía y los funcionarios judiciales. Un correo electrónico de un funcionario municipal etiqueta de monos a la gente negra. Otro dice que una forma de detener el crimen es que las mujeres negras tengan abortos. Otro dice que Obama no sería presidente por mucho tiempo porque “¿cuál hombre negro mantiene un trabajo durante cuatro años?” Un correo electrónico incluye una foto de un grupo de mujeres bailando de torso desnudo, al parecer en África, con la leyenda, “La reunión de ex alumnas de preparatoria de Michelle Obama”. Otro correo electrónico dice: “Admitieron a una mujer afroamericana en Nueva Orleans en el hospital por una interrupción del embarazo. Dos semanas después, ella recibió un cheque de $5.000. Llamó al hospital para preguntar de quién era el cheque. El hospital le dijo, ‘Crimestoppers’ [una organización que asevera que lucha para poner fin al crimen]”.

El informe del DOJ dice que no hay ninguna indicación de que se haya disciplinado a nadie que había participado en estas comunicaciones racistas, ni siquiera les haya pedido a abstenerse de tal actividad — de hecho por lo general remitían esos correos electrónicos a otros.

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Es un informe bien condenatorio. Pero al mismo tiempo, está claro que no tiene que ver —ni podría tener que ver— con realmente hacer algo para poner fin a estos crímenes contra el pueblo negro en Ferguson. En primer lugar, basta con considerar todo lo que está pasando al mismo tiempo que publican este informe: la continua brutalidad y asesinato policial de gente negra y el continuo funcionamiento del sistema para dejar libres a los policías asesinos. Además, el mismo día en que publicaron este informe, el DOJ anunció que NO iba a formular cargos de violación de derechos civiles contra el policía que mató a Michael Brown.

El informe sólo dice que los funcionarios de la ciudad en Ferguson deben reconocer que han creado desconfianza y violado los derechos civiles.

Ahora bien, el alcalde de Ferguson no tardó en responder. Convocó una rueda de prensa para declarar que el racismo “no será tolerado”. Entonces, como para asegurar a la gente de que el problema se está solucionando, anunció que han suspendido a dos personas y despedido a otra.

¡Qué mierda! La gente negra que ha sido y sigue siendo víctimas de la policía de Ferguson sabe que la podredumbre va mucho más profunda y mucho más alta. Y no se trata solamente de la policía, sino todo este sistema que necesita a estos policías para reforzar las condiciones opresivas del pueblo negro. Como lo expresó el grito que sonaba en las calles de Ferguson y luego en todo Estados Unidos: “¡Acusar, condenar, encarcelar a los policías asesinos! ¡Todo el maldito sistema es culpable, carajo!”

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