Por qué decimos que "El sistema no tiene respuesta" al terror policial contra la gente negra

2 de junio de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Por qué decimos que “el sistema no tiene respuesta” al terror policial contra la gente negra:

En primer lugar, ¿cuál ES el sistema? Es el sistema económico y político que ha gobernado los Estados Unidos desde su fundación: primero, el capitalismo (junto con la esclavitud) y luego, al extender sus tentáculos por todo el mundo, capitalismo-imperialismo.

El capitalismo, como sistema, significa que la producción no existe para suplir las necesidades humanas. En cambio, las cosas sólo se producen como un medio para sacar ganancias para las pocas personas que poseen y controlan los medios para producirlas, los capitalistas. El capitalismo obliga a miles de millones de personas en el mundo a trabajar para hacer ganancias para los capitalistas, echándolos a un lado cuando ya no pueden explotarlos y no son rentables. El capitalismo obliga a los propios capitalistas competir despiadadamente uno contra el otro, y cada capitalista tiene que expandir o morir.

El capitalismo, como sistema, integra en su funcionamiento otras formas de opresión — la de la mujer por el hombre, la de una nacionalidad por otra. En Estados Unidos, este sistema capitalista se ha entretejido con la supremacía blanca desde su fundación y hasta la fecha. La supremacía blanca es la médula de los huesos de la sociedad capitalista-imperialista estadounidense.

En cada fase del desarrollo de este sistema, los gobernantes han explotado brutalmente al pueblo negro. Estos gobernantes desarrollaron leyes y códigos sociales para hacer cumplir esta explotación. En primer lugar los capitalistas / dueños de esclavos violentamente secuestraron generaciones de africanos, matando a millones de ellos al hacerlo. Obligaron a los esclavos a trabajar en las plantaciones y así acumular la base para la gran riqueza de los Estados Unidos. Luego, después de la Guerra de Secesión, limitaron a la gente negra a la aparcería en los campos del sur y utilizaron el linchamiento terrorista y la segregación para mantenerlos abajo. Tras mudarse mucha gente negra a las ciudades, estos capitalistas los súper-explotaron como trabajadores, siendo los trabajadores negros los últimos contratados y los primeros despedidos, y los segregaron en guetos y de nuevo los reprimieron con el terror y el asesinato, esta vez por la policía.

Además, toda una ideología del racismo fue desarrollada para justificar esto, y se ha entrelazado en el tejido de la cultura de este país. Demasiada gente blanca común y corriente fue corrompida y adormecida hasta ser cómplices y hacerlo cumplir. Este racismo ha pasado por cambios y adaptaciones con cada cambio que ha habido en el sistema económico, pero nunca ha sido eliminado. En cierto modo, hoy es más cruel e insidioso que nunca.

Hoy en día, el desarrollo de este sistema ha dado lugar a una situación en la que los capitalistas ya no pueden explotar de manera rentable a millones de gente negra. No hay empleo para millones y millones de personas —no porque no haya trabajo que la sociedad necesita llevar a cabo, sino porque hacer ese trabajo no rinde ganancias— y esto ha afectado de manera más dura al pueblo negro y a otros pueblos oprimidos. Así que las personas desempleadas se posan frente a sus casas, hospitales y escuelas destartalados, en parte porque los capitalistas imperialistas que gobiernan han decidido que no vale la pena —no es rentable— arreglar las cosas, y en parte para reforzar la idea que la gente negra no importa.

Pero lo mencionado sólo representa la mitad de la historia. El pueblo negro ha jugado un papel importante en toda la historia de este país. Ha despertado luchas con gran alcance que sacuden el sistema; cuando se ha puesto de pie, otros han seguido su ejemplo. La lucha contra la opresión del pueblo negro puede golpear este sistema poderosamente y puede inspirar a otras luchas como bien hemos visto esto en el último año. Los de abajo, los más marginados sin nada que perder, pueden llegar a ser emancipadores de la humanidad — y el potencial para esto también se ha destacado poderosamente en el período pasado.

Debido a esto, junto con el hecho de que los capitalistas ya no tienen una manera de explotar rentablemente a muchos millones de personas negras, los gobernantes de este país ven a estas masas de gente negra desempleadas y desechadas como “dinamita social” en potencia.1

Pero el capitalismo no puede cambiar esta opresión sistemática, y no la cambiará. Ellos han tenido cientos de años para hacer ese cambio, pero nunca lo han hecho. No lo hacen porque no pueden, por las razones que hemos citado anteriormente. En cambio, hoy en día, los gobernantes capitalistas imperialistas han desarrollado un programa violento y despiadado de la encarcelación en masa y el terror por la policía para hacerle frente a estas nuevas condiciones. Tratan a todo un pueblo como criminales. Ellos han fichado y tratado a generaciones enteras de jóvenes como nada más que “sospechosos” y los han almacenados en sus millones en las cárceles. Este programa es genocida y este genocidio podría “acelerarse” en un genocidio rápido si las condiciones cambian.

Para revertir esto, se necesitaría –y se necesitará— un cambio fundamental y masivo en la estructura económica. Y se necesitaría —y se necesitará— un desmantelamiento masivo en el sistema político y legal y en la propia cultura: una revolución concreta. Este cambio se PUEDE hacer, pero no dentro de un SISTEMA que se basa en las reglas del capitalismo-imperialismo y la dominación de la clase capitalista-imperialista.

¿Por qué decimos NECESITAMOS UNA REVOLUCIÓN? Porque es lo que necesitamos, porque lograr lo que se necesita lograr requiere nada menos que una verdadera revolución, que desmantele su sistema de dominación y lo reemplace con un nuevo poder estatal, que construya un nuevo sistema económico, y que defienda a las personas que están haciendo las transformaciones urgentemente necesarias en todas las esferas. Sólo una revolución de ese tipo puede eliminar no sólo la opresión del pueblo negro además de otras nacionalidades oprimidas (latinos, otros inmigrantes, los nativos americanos), sino también a la opresión de la mujer y cualquier otra opresión basada en el género, el saqueo del medio ambiente, la persecución de los inmigrantes, y los crímenes de guerra que este sistema realiza rutinariamente. Se PUEDE hacer — y depende de nosotros hacerlo.

 

1. Lo mismo pasa con las personas latinas y de otras nacionalidades oprimidas, como los indígenas — cada de estos pueblos tiene una historia particular, pero en todos los casos han sido brutalmente desposeídos y explotados por este sistema y victimizados nuevamente por la supremacía blanca y hoy en día, el sistema también ha desechado grandes cantidades de ellos. [regresa]

 

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