De "Bombingham" y Selma a 2015

Entrevista a un revolucionario veterano

8 de julio de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

A continuación presentamos un pasaje de una entrevista a Hank, quien creció en el Sur, sobre su vida y lucha bajo el Jim Crow, de joven en la SCLC (Southern Christian Leadership Conference) a la edad de 11 a 12 años en Birmingham, Alabama en 1963; de irse de la casa de su familia a Atlanta a la edad de 15 y de unirse al SNCC (Student Non-Violent Coordinating Committee) y de convertirse en un revolucionario ahí; la manera en que posteriormente se transformó en un comunista revolucionario al buscar respuestas a la forma de eliminar la opresión de los negros y emancipar a toda la humanidad. Lo que él dice ofrece muchas lecciones para hoy. Lea la entrevista completa en inglés en revcom.us.

 

Hank: Crecí en Birmingham, Alabama, y algunos de ustedes quizá sepan que también se llamaba "Bombingham". Mi familia era dueño de una pequeña empresa. Vivíamos justo al otro lado de la calle de la Primera Iglesia Bautista, que fue la iglesia de A. D. King, el hermano de Martin Luther King, y en ese momento se daban muchos bombazos en la ciudad y esas cosas.

Había un barrio llamado Fountain Heights, que era un barrio blanco de clase trabajadora que la gente comenzó a integrar. Y a medida que los negros se mudaban ahí, empezaron los bombazos contra los hogares de la gente. Más tarde se apodó Dynamite Hill (Cerro de Dinamita), por todos los atentados, por lo que eso era casi como una constante en términos de algunas de las cosas que sucedían en la ciudad en ese momento y todos, el que uno era un niño pequeño o una persona mayor, vivían con ese tipo de miedo a que algo así podría suceder. Así que eso fue parte de la atmósfera en que crecíamos, por un lado, pero por otro lado, si bien fue muy turbulenta, era muy emocionante porque ocurrían todas estas cosas a que la gente oponía resistencia, por lo que en ese sentido, fue emocionante.

Para repetir, al crecer en Birmingham durante esa época, se veía la cuestión del miedo y la brutalidad, todo el tiempo. La mayoría de las personas conocían esas cosas en relación con las manifestaciones, con los perros, las mangueras de agua, cosas así, pero había también la brutalidad constante de las golpizas a la gente por parte de la policía. Solían llevar a los jóvenes a Fair Park, entre otros lugares. No era un fenómeno abierto, pero llevaban a la gente a Fair Park y en efecto daban las palizas ahí. Era parte de la atmósfera y por todo ello, en efecto se enseñaron a los negros la forma de responder a la policía y a la gente blanca. Los padres les advirtieron a sus hijos acerca de todo eso  y cuando los jóvenes hicimos cosas; una de las cosas que nunca olvidaré es que mi madre me decía: "Te mataré antes de dejar que estas personas blancas te maten". En ese momento yo lo entendía como que ella en realidad quería decir que desde el punto de vista de los jóvenes que crecían en ese momento, eso era la realidad....

Revolución: ¿Podrías describir qué era lo que te atrajo hacia el movimiento?

Hank: Eso ocurrió principalmente por medio de la iglesia. Vengo de una familia muy religiosa, y para repetir, al ser de una familia con una posición más acomodada, la gente tiene ciertas expectativas para uno. Hasta de joven, tan joven como 11 años de edad, yo era un maestro de escuela dominical. Una de las cosas en mi vida que era diferente a muchos de mis compañeros es que crecimos con los libros. Crecimos con enciclopedias. Empecé a leer desde muy joven. En cierto momento había leído la Biblia del comienzo al fin, y yo estaba muy informado por la religión y ciertas cosas sobre la lucha contra el mal, la lucha contra la injusticia. Para mí, me daba una idea de eso a partir de ese tipo de puntos de vista religiosos. La SCLC tenía una organización juvenil, y parte de lo que hicimos era que salimos en la comunidad. Íbamos de puerta en puerta para tratar de conseguir que la gente se empadronaba para votar. Eso era parte de lo que hacíamos y que nos divertíamos mucho. Recuerdo haber tocado a la puerta de una mujer, lo que también tuvo un impacto. Ella era una mujer negra mayor, y que de hecho me cerró la puerta en las narices. Pero antes de hacerlo, me dijo que me largara de su puerta, porque no quería que esas personas blancas bombardearan su casa. Y la forma en que lo dijo y la mirada en sus ojos era muy, muy preocupante porque se evidenciaba el miedo que ella tenía. Y en ese momento me decidí que yo nunca iba a vivir así. No puedo verme a mí mismo en una vida parecida a la de esa mujer con ese tipo de miedo....

Revolución: ¿Puedes hablar sobre el bombardeo de la Iglesia Bautista de la Calle 16, que estaba al lado del parque Kelly y fue un gran centro de organización, como de los jóvenes que participaban en las manifestaciones? Ese fue el bombardeo de 1963 que mató a las cuatro niñas e hirió a muchos otros.

Hank: Mi recuerdo del atentado contra la iglesia fue que toda la comunidad estaba a la vez en estado de conmoción y el dolor y al mismo tiempo indignada por todo eso. Aun ahí en el lugar mismo se intensificaban las cosas entre la comunidad y la policía. Sé que en la comunidad en que crecí, la policía en efecto fue a la casa de A. D. King, supuestamente para protegerlo, y la gente de hecho prendió fuego a los coches de la policía.

Si bien hubo conmoción y dolor, había mucha ira, que se manifestó de diferentes maneras. No estoy seguro de todas las maneras diferentes, pero sí recuerdo que era una de las cosas que después de ocurrir, también se volvía a transmitir en las noticias. Y las personas tenían cierta determinación de que "estas porquerías tienen que terminar", "estas porquerías tienen que parar". Creo que eso envalentonaba a más personas, hasta a las personas que en un momento determinado se oponían a ese tipo de cosas. Cuando digo que se oponían a esta manifestación, generaba agitación para que más personas ya no pudieran sentarse de brazos cruzados y ver a los bombazos contra las niñas en la iglesia. Creo que eso tuvo un gran impacto en la activación de más gente en las cosas y también en la consolidación del compromiso de las personas que estas cosas en efecto tenían que terminar. Si se piensa en ese período y se piensa en lo que ocurrió después, creo que durante este período, la cuestión general era que las personas en concreto y muy pero muy en serio buscaban algo diferente. Y esa era la primera vez que empecé a cuestionar a dios.

Revolución: Cuando ocurrió el bombazo de la iglesia, ¿eso te hizo cuestionar a dios?

Hank: Yo me preguntaba, "¿por qué él deja que eso ocurra? Y esta es su casa, y estas chicas no habían hecho nada, así que ¿por qué usted hace esto?" Pues, yo nací en una familia religiosa, de modo que yo hasta solía tener pesadillas sobre la idea de cuestionar a dios. Yo no había desarrollado todas mis ideas al respecto, pero de plano sabía que algo estaba mal, y que él podía hacer algo al respecto si quisiera y yo no podía entender por qué él quería que eso ocurriera. Yo tenía quizás 11 o 12 años de edad. Estas cosas me causaban mucha preocupación, porque aun hasta el momento en que me fui de la casa de mi familia, iba en el camino a la iglesia cuando me fui de la casa. La iglesia era una constante. Independientemente de las cosas en que me metía, todos los domingos salimos de la casa para ir a la iglesia; esa fue una constante.

Revolución: ¿Puedes hablar un poco más sobre la cosa entre los jóvenes?

Hank: Hay muchas cosas que no mencionan muchos documentales y cosas por el estilo. Recuerdo haber visto una escena de Eyes on the Prize (El premio en la mira, del episodio 4 del documental que se puede ver en inglés en línea): uno de los organizadores del SNCC se preparaba para ir a una manifestación, misma en que participaban muchos jóvenes. Así que él les preguntó: "Antes de ir, que todos vacíen los bolsillos". Y una de las cosas que vi, algo sobre lo que me reí porque estaba muy, muy en consonancia con lo que pasaba ahí... Todos empezaban a vaciar los bolsillos y salían todas estas navajas en una fila en el suelo. Y algo que se ve en estas películas sobre los ataques contra los negros en particular, los perros y las mangueras de agua, pues nunca salen jamás las escenas en las que las personas en efecto les daban puñaladas a los perros, les cortaban a los perros y cosas por el estilo. Esas escenas no salen en las películas y yo sí considero que eso tiene algo que ver con no mostrar la manera en que la gente efectivamente se enfrentaba a los ataques y de lo que eso pudiera inspirar....

Revolución: ¿Cuándo te fuiste de Birmingham?

Hank: A los 15 años de edad, me fui de la casa de mi familia. Tenía a un amigo; yo siempre me juntaba con los chicos mayores. Él se había graduado de la escuela secundaria y trabajaba en Atlanta y él volvió a casa para las vacaciones del Día de Acción de Gracias, y yo me había decidido porque me habían expulsado de la escuela por tener patillas. Eso pasó en 1967 y la escuela era una escuela integrada en ese momento. Fue un poco irónico el de que por tener yo patillas, me expulsaron. En ese entonces, la onda de los Beatles estaba por toda la escuela y todos los chicos blancos andaban con pinta al estilo de los Beatles, pero nosotros tuvimos que cortarnos las patillas. Me expulsaron por no cortármelas. Había un montón de porquerías racistas, pero yo también estaba harto de todo lo que pasaba ahí.

Quería salir de la ciudad y de mi casa, y Atlanta era una oportunidad....

Revolución: ¿Cómo es que te pasaste de ser una persona de ideas nacionalistas revolucionarias en el SNCC a transformarse en un comunista revolucionario?...

Hank: El SNCC en sí era un revoltijo de diferentes filosofías. Y Atlanta era una especie de centro, sobre todo para las cosas culturales que ocurrían. En ese sentido, Atlanta se parecía a Harlem. Atlanta tenía una gran clase media negra, aun en ese momento, y había mucha influencia sobre el movimiento. Por ejemplo, había toda esa "negritud", ¿me entiendes?, la que resonaba de diferentes formas. Mucho de esa onda a mí me afectaba, y era necesario desmenuzar lo que era una porquería, lo que no lo era, lo que era bueno. Para repetir, había mucha lucha, y había personas clave que jugaban un papel importante en hacer que yo hiciera eso, de bregar por tener una idea de cuál era el problema, cuál era el problema concreto. ¿Nos hace falta una revolución? ¿Nos hace falta alguna especie de reforma?

Las muchas preguntas que surgieron en Ferguson eran semejantes a muchas preguntas que surgieron en ese entonces. Y se proponían muchas soluciones: veedurías ciudadanas en relación a la policía, más policías negros, más funcionarios negros. Se proponían muchas cosas así como formas de solucionar las cosas, y muchas porquerías así afectaban a los negros.

May 1963: Birmingham school kids are taken to jail for protesting discrimination against Black people.

Mayo 1963, Birmingham: La policía arresta y lleva a la cárcel a unos niños escolares por protestar contra la discriminación a los negros. Foto: AP

Revolución: ¿A ti qué te convenció? Pues, es cierto que algunas personas fueron por ese otro camino, por ejemplo, John Lewis dejó el SNCC para convertirse en un miembro del Congreso federal. ¿Qué es lo que te influenciaste para que decidieras que eso no era la respuesta?

Hank: De plano, yo consideraba que este sistema no era reformable. De plano creía que lo que el sistema hacía en concreto estaba muy jodido. Y sobre todo ese pensar provenía de una perspectiva negra: ¿cómo era la historia general de los negros en Estados Unidos? Que no me ha mostrado nada, en la historia de Estados Unidos, de que nada aparte de una revolución lo reformara. Bien, ¿qué tipo de revolución? Se trata de no ser científico y no tener un conocimiento acertado de las cosas. Aquí, para repetir, había el punto de vista, y BA lo recalca mucho [las limitaciones de dicho punto de vista]... de que "lo único que queríamos hacer era deshacernos de esta cosa, ¿de acuerdo? Deshacerse de esta cosa, y de ahí íbamos a estar en el poder". Me parece que eso tiene mucho que ver con dos cosas: la venganza, y en un sentido, es parte de las porquerías de la iglesia, lo de que "los últimos serán los primeros"....

Pero eso no abarcó la visión y análisis más visionario y pionero. Lo que debería dirigir es quién representa eso. El análisis que podría transformar las cosas en concreto para la humanidad. Con el tiempo, algunos de nosotros, una pequeña minoría, captamos eso en serio. Carl Dix, uno de los fundadores del Partido Comunista Revolucionario, quien también fue miembro del BWC (Black Workers’ Congress) en ese momento, a menudo habla de su conversación de toda una noche, su encuentro con BA. Y él fue un miembro fundador del Partido Comunista Revolucionario. Y otros de nosotros, posteriormente adoptamos el comunismo revolucionario....

Además, considero que por lo que se refiere a lo que BA y este partido [el PCR] representan y la necesidad de adentrársele más, algo de mi propia experiencia es que, mientras yo luchaba contra esta sociedad, sí seguí mis convicciones a donde quiera que me llevaran, carajo. Nada en mi vida decía que yo iba a terminar por ser un comunista revolucionario. Pero había cosas en el mundo que yo quería entender, que yo quería conocer. Además, no contábamos con un partido en la sociedad, pero sí teníamos ideas y elementos avanzados, y tales cosas me condujeron en concreto hacia donde me encuentro hoy. Y ahora EFECTIVAMENTE existe un partido, y de eso se trata BA y su manera de retar a las personas para que sigan sus convicciones hasta poner fin en serio a estos ultrajes.

 

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