Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar:

Grecia:
"La nueva síntesis del comunismo ofrece una visión de la posibilidad de:
¡Zafarse del yugo del capitalismo y forjar un futuro diferente!"

Actualizado 12 de agosto de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

 

27 de julio de 2015. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. Lo que sigue es un volante distribuido por el Grupo del Manifiesto Comunista Revolucionario en Europa (contacto: rcmanifestogroup@gmail.com). Lo escribieron partidarios de la nueva síntesis del comunismo, incluyendo a KJA (contribuidor de la e-publicación Demarcations), Ishak Baran (participante de larga data en el movimiento maoísta en Turquía), partidarios del Partido Comunista de Irán (marxista-leninista-maoísta), y otros. Recibimos esta nueva traducción de unos colaboradores internacionales.

LA NUEVA SÍNTESIS DEL COMUNISMO: ORIENTACIÓN, MÉTODO Y ENFOQUE FUNDAMENTALES, Y ELEMENTOS CENTRALES

Bob Avakian, presidente, Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, verano de 2015

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Las crisis, como la que está viviendo Grecia estas semanas, aparecen como una fuerza de la naturaleza, un torbellino gigante que chupa la vida a millones de personas en un abismo oscuro y turbulento, arrojándolas con saña de un lado a otro, sofocándolas y cegándolas, abrumando a muchísimas personas con una sensación de desesperanza y desesperación. Pero esta misma turbulencia alberga también valiosas posibilidades que se puede aprovechar para un futuro radicalmente diferente.

Después de siete años de repetidas oleadas de más desangramiento del pueblo a nombre de la “austeridad”, luego de elegir a una autoproclamada izquierda radical que prometió rechazar el chantaje de las potencias europeas, e incluso después del referendo y sus claros resultados, una vez más han pisoteado los intereses y los reclamos de las masas populares. Los principales líderes del gobierno de Syriza se han convertido en agentes y víctimas de las mismas fuerzas impersonales que están causando estragos.

Frías y ciegas leyes se expresan en cifras impersonales generadas por hojas de cálculo financieras y proyecciones de ganancias. Pero esas fuerzas que aplastan al pueblo no tienen nada de sagrado o permanente. Detrás de esas leyes impersonales están las relaciones muy reales entre la gente, las divisiones en clases y un sistema mundial de propiedad privada y explotación.

El país es presa de una profunda crisis política. El sistema electoral, el supuesto medio para que el pueblo exprese su voluntad general, queda cada vez más desenmascarado como una farsa que tiene muy poco que ver con las relaciones de poder y con la toma de decisiones reales. El papel de las elecciones en legitimar las instituciones del Estado se ha deteriorado seriamente ante los ojos del pueblo, hasta en Europa donde por lo general prevalecen tales ilusiones.

Tras los gobiernos que pueden ir y venir continúan la policía, el ejército y la burocracia: la garantía fundamental del poder de un sistema presidido por una clase capitalista griega que no se puede derrocar y que no será derrocada mediante un proceso electoral. Una vez más se comprueba la veracidad de la observación de Marx de que no se puede utilizar el poder estatal existente para realizar un cambio revolucionario. Lo intolerable de las medidas que están exigiendo y el rechazo del pueblo a sacrificarse aún más se reflejan en la masiva oleada de resistencia, lo que incluye contra personajes a los que aclamaban como héroes hace tan solo unas semanas.

La gran interrogante que confronta cada vez más al pueblo griego es la misma interrogante que sigue latente en gran parte de Europa y el mundo: ¿Las personas están condenadas a estas condiciones, o existe una posibilidad de un camino completamente diferente, un sistema político, social y económico alternativo que pueda reemplazar al sistema capitalista-imperialista mundial existente y eliminar las penurias y los horrores que se derivan de éste?

EL COMUNISMO: EL COMIENZO DE UNA NUEVA ETAPA, Un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

EL COMUNISMO: EL COMIENZO DE UNA NUEVA ETAPA
Un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

Disponible en alemán, español, inglés, persa, portugués y turco, de RCP Publications, P.O. Box 3486, Merchandise Mart, Chicago, IL 60654

$5 + $1 envío. Consigue un borrador de una traducción en árabe en línea. Vea todas las traducciones aquí.

A pesar del sufrimiento que está soportando el pueblo, es necesario reconocer que Grecia está viviendo un momento poco común en el que podría desenmarañarse la actual estructura socio-económica, política y hasta cultural e ideológica. La misma situación lleva en sí misma la posibilidad de alternativas radicales, que liberen o sigan esclavizando. Es imposible predecir por cuánto tiempo bullirá esta confluencia de fuerzas y circunstancias, pero los que están en el poder en Grecia y Europa trabajarán desesperadamente imponer una reestructuración que no solo proteja sus intereses sino que aplaste las esperanzas y desactive el potencial revolucionario de los despertares iniciales de las masas. Por lo que es tanto más urgente que de este hervidero de contradicciones y lucha se forje un verdadero camino revolucionario.

Para que esto se dé tiene que surgir una fuerza consciente, armada con un análisis cabalmente comunista revolucionario de los verdaderos problemas fundamentales de la sociedad y de la solución que se requiere, y que esté decidida a asumir la responsabilidad de hacer una revolución. Existe mucha experiencia contemporánea e histórica en la que los líderes no reconocieron o desperdiciaron las posibilidades para hacer adelantos importantes quienes en algunos casos acabaron acudiendo al rescate del viejo sistema. Por otra parte también está el ejemplo sumamente valioso del liderazgo de Lenin, de aprovechar las intensas contradicciones que emergieron en Rusia en 1917 para forjar un camino a la toma revolucionaria del poder por parte del proletariado y de otros que trabajaban por la emancipación.

El gobierno de Syriza se queja del sistema capitalista pero también declara que el apabullante poder de las principales potencias imperialistas europeas le ata las manos a Grecia y no le dejan otra opción que la humillante rendición. Pero quedarse en recriminar la capitulación del liderato de Syriza es inútil a menos de que el rechazo a Tsipras pase a ser un rechazo a todo el proyecto de esperar negociar un lugar mejor para Grecia en un orden político y económico desigual. Es todo el proyecto de Syriza el que queda desenmascarado y al desnudo, y no solo la forma en que se ha llevado a cabo.

Los problemas fundamentales de Grecia, Europa y el mundo no se pueden resolver en el marco actual del capitalismo y del imperialismo. La cuestión de fondo es cómo sería una auténtica alternativa revolucionaria y qué se necesitaría para hacer posible tal alternativa.

Aunque muchos ven los sucesos de las últimas semanas y meses como evidencia de la apabullante fuerza del sistema mundial, ésta solo es una cara de la moneda. Sí, los enemigos son formidables. Pero las mismas contradicciones que exprimen al pueblo también llevan al pueblo a resistir. El mismo ritmo frenético de los acontecimientos políticos que puede ser tan vertiginoso y desorientador también significa que en un corto periodo de días o semanas las verdaderas características de los actores políticos pueden ponerse en gran relieve y que los diversos programas políticos en contienda se pueden examinar y comparar de una forma sumamente acelerada, especialmente si un fuerza revolucionaria consciente emerge y presenta su análisis y programa ante la sociedad. Grandes sectores de la población han estado despertados de su letargo por los mismos acontecimientos y están buscando respuestas. Y las mismas contradicciones económicas y políticas también se están intensificando y están revelando los conflictos hasta en el seno de los enemigos; nótese la grieta que se han abierto entre Francia y Alemania. Sí, las principales potencias están unidas para exigir su trozo de carne griega pero también les preocupa de verdad que se desenmarañe su sistema en su conjunto y están profundamente divididas sobre cuál es la mejor forma de conservarlo.

El estrangulamiento del pueblo griego pone agudamente en el centro la relación entre los avances potenciales así como los límites en Grecia y la realidad de que el mundo entero está dominado por el sistema capitalista-imperialista. De hecho, es principalmente el funcionamiento de las contradicciones del sistema mundial lo que impulsa y da forma a los acontecimientos en Grecia y lo que genera la necesidad de un orden mundial completamente diferente. Las últimas décadas han presenciado un frenético ritmo de globalización y financiarización que ha terminado por intensificar las contradicciones subyacentes del capitalismo. Hace que el mundo entero se libere de las garras del capital financiero, pero esta verdad no se debe usar como una excusa para no desafiar al sistema actual. En vez de eso, es preciso transformar la crisis de Grecia en una oportunidad tremenda para ponerse en un camino revolucionario que pueda impactar al mundo entero.

A largo plazo, el éxito del proceso revolucionario se dará a escala mundial. Hace falta reemplazar al sistema capitalista-imperialista actual por el socialismo y a largo plazo por el comunismo; la superación total de las clases, las instituciones y las ideas que surgen con esas clases.

El fortalecimiento del control de la explotación capitalista en todo el mundo exacerba todo tipo de horrores y conflictos: nuevas formas de opresión y subyugación de la mujer además de las más “tradicionales”; el masivo desplazamiento y tráfico humano en una escala no vista desde el tráfico trasatlántico de esclavos; las guerras por imperio y los incontables conflictos sangrientos en los que no existen perspectivas emancipadoras; el encaminamiento del planeta hacia una catástrofe ambiental y un daño irreversible. La convocatoria a la revolución, a la revolución comunista, como única solución no es simple retórica. Es una verdad científica, se que se basa completamente en las realidades del mundo. Ahora mismo, muchas de esas realidades se están expresando de manera dramática en Grecia, donde se hace cada vez más evidente la necesidad de forjar una salida del mundo capitalista e imperialista.

Hace falta que el proceso revolucionario dé adelantos donde quiera y cuando quiera que sea posible, primero en uno o varios países. Los avances y triunfos en estos países tienen que servir de toque de clarín y peldaños en el camino para las batallas por venir también en otras zonas. En este momento Grecia está en el centro de las miradas y muchos millones de personas en Europa y en todas partes esperan ver una salida a la adversidad y al chantaje, además esperan que se pueda trazar un camino nuevo. Las grandes potencias imperialistas, especialmente Alemania, han dejado muy en claro que el pueblo griego tendrá que soportar un enorme peso. Evitar ese peso no es una de las opciones disponibles. Pero está la pregunta concreta de qué tipo de peso tiene que soportar el pueblo y con qué fin: el peso de ser desangrado durante una o dos generaciones más en función de los intereses del capital financiero occidental o el “peso” liberador de forjar un camino realmente opuesto, de resistencia seria a las “instituciones”. Grecia será un modelo, ¿pero qué tipo de modelo: un maltrecho ejemplo de castigo colectivo para amedrentar a todo el que pudiera salirse del redil en el futuro, o posiblemente un modelo y un llamamiento a otros en la región y por supuesto en todo el mundo a tomar un camino totalmente diferente?

El liderato de Syriza y la mayor parte de la izquierda griega han sostenido que el movimiento de masas generará una democracia de base, o radical, desde abajo que podrá, empezando por “espacios autónomos locales”, gestar una transformación radical del orden socioeconómico y político existente. Es de tremenda importancia el proceso mediante el que grandes sectores de la sociedad se levantan en resistencia y empiezan a vislumbrar la posibilidad de unas relaciones completamente diferentes entre las personas. Sin embargo, este momento emocionante lleno de potencial se está sofocando, cooptando y transformando en una democracia parlamentaria salvadora, el sistema de gobierno político que mejor sirve para conservar y disfrazar la dictadura real de la clase capitalista y sus conexiones internacionales.

Todo intento concreto y serio de tomar un camino revolucionario tendría consecuencias inmediatas, no solo en Grecia sino en todo el mundo. Sí, el odio de las grandes potencias sería intenso y es de esperar que éstas no se detengan ante nada, lo que incluye el desencadenamiento de sus asesinas fuerzas militares y el estrangulamiento y el chantaje económicos fin de tratar de hacer que la gente dé marcha atrás. Pero estas mismas potencias no tienen la libertad de hacer simplemente lo que les plazca, y la cruel contrarrevolución, así como la inspiración de que se den adelantos revolucionarios concretos tendrán profundas repercusiones por toda Europa, tanto en Berlín como en Lisboa y hacia el oriente del Egeo. En estos meros momentos ya hay importantes muestras de apoyo y amplia simpatía por la resistencia de las personas en Grecia a la leonina “austeridad”. Desafortunadamente, hasta ahora se han canalizado y ahogado la perspectiva y las esperanzas de los simpatizantes de las masas griegas en apoyo a los mismos remedios ilusorios y maquinaciones electorales (por ejemplo, el partido Podemos, en España) que hoy están en completa ruina en Atenas.

Un enfoque auténticamente revolucionario generaría un apoyo y una solidaridad mucho más poderosos y significativos, especialmente entre los que tienen que formar, y pueden formar, la base para la revolución en otros países, junto con gente de todas las condiciones sociales que ansían una solución a los males de la sociedad capitalista.

Otra cuestión que se plantea agudamente es la relación entre Grecia y el resto de Europa, especialmente la Unión Europea. Europa, al igual que Estados Unidos, Japón y Rusia (y la China capitalista trepa para alcanzar un lugar en el club), son los pilares del brutal orden de explotación imperialista. Como se sabe, este club es desigual por naturaleza: el capitalismo no puede funcionar de otra manera. Por razones históricas, geográficas, económicas y políticas Grecia está amarrada a una posición claramente inferior en el orden europeo. Pero es imposible e inmoral proponerse una iniciativa prolongada para obtener o mendigar una posición mejor en este festín de ladrones.

Ya basta de prometerles a Merkel y Hollande que Grecia será la necesaria muralla de una Europa rica contra los masivos desplazamientos del Medio Oriente y los millones de personas desesperadas que obran para escapar de una creciente locura. En vez de un Estado griego que sirva de muro o un puesto de avanzada militar de la “fortaleza Europa” contra esos millones de personas o de jugador de segunda clase para apuntalar a déspotas, el proletariado y el pueblo de Grecia podrían mostrar un camino diferente y hacer un aporte bienvenido proporcionando ayuda política, moral y material a todos los que aspiran a la liberación. Los inmigrantes que hoy son víctimas de aborrecimiento y expulsión tendrán que tomar parte de hacer una revolución mañana. La orientación revolucionaria que se necesita seguramente intensificaría más la contradicción con las grandes potencias pero también activaría nuevas reservas de apoyo y, de más importancia, aceleraría el proceso mundial de la revolución socialista del que de fondo depende el futuro del pueblo de Grecia, junto con el de los oprimidos de todo el mundo.

La historia de las anteriores iniciativas de hacer una revolución tanto en Gracia como en el mundo entero ha tenido un fuerte impacto en Grecia. La revolución rusa, la construcción del socialismo en la Unión Soviética, el papel de los comunistas en la lucha contra la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial y la guerra civil griega han dejado una marca imborrable en la conciencia colectiva. Tanto los anteriores logros como las deficiencias de este proceso están llenos de lecciones que es necesario comprender.

La revolución proletaria mundial alcanzó su más grande cumbre en China bajo el liderato de Mao, especialmente durante la Revolución Cultural, que no solo defendió el poder proletario en ese país sino que dio pasos gigantes para atacar las desigualdades y marcas de nacimiento del viejo sistema de explotación y también en el avance hacia el comunismo. En las décadas de los 1960 y los 1970, cuando el carácter capitalista apenas oculto del bloque soviético proyectaba una funesta sombra, la China de Mao se constituyó en una inspiración poderosa y vibrante para muchas personas en Grecia y en todo el mundo. Desafortunadamente, muchísimos de los comunistas de ese tiempo, entre ellos los que apoyaban a la China en ese entonces revolucionaria por su resistencia al imperialismo y su apoyo a la lucha revolucionaria, no entendieron los importantes adelantos de Mao en la teoría y en la práctica de la revolución comunista.

La mayoría de las personas ve de manera distorsionada y desenfocada el revés de la primera etapa de la revolución comunista (la derrota del socialismo primero en la Unión Soviética y luego en China luego de la muerte de Mao). La falta de claridad sobre los logros históricos y los errores concretos y de una comprensión más profunda del carácter complejo del proceso de la revolución comunista por parte de los que hoy están luchando contra las actuales convulsiones y ataques del capitalismo constituye una gran carga ideológica y política que les impide elevar la lucha a un nivel completamente nuevo.

Tenemos la gran ventaja de que se ha hecho el trabajo para obtener esa claridad, una comprensión que redescubre y defiende los grandes logros de las anteriores generaciones al forjar brechas en el orden imperialista mundial y también explica de forma científica las razones de la derrota así como las deficiencias en concepción y práctica de esas primeras iniciativas de la revolución proletaria. Se ha profundizado y agudizado una comprensión científica de lo que se puede y debe hacer para desencadenar una nueva etapa de la revolución proletaria y hacer avanzar este proceso hacia el objetivo final de una sociedad comunista en todo el mundo. Hablamos de la nueva síntesis del comunismo desarrollada por Bob Avakian.

Esta nueva concepción avanzada del comunismo proporciona la visión para trascender todos los males fundamentales de la sociedad capitalista que aplasta la vida y el espíritu de miles de millones de personas, y para vislumbrar y avanzar hacia una sociedad humana verdaderamente emancipadora en todo el mundo, no solo un mundo más allá del actual orden decrepito, sino uno que sea mucho mejor, más dinámico y liberador que los más máximo adelantos de las anteriores revoluciones socialistas.

Esta nueva síntesis vuelve a ubicar los fundamentos de la revolución comunista en las condiciones materiales e históricas que la hacen posible y necesaria. La revolución proletaria se hace más urgente, más tangible y por tanto más deseable. La nueva síntesis del comunismo proporciona el marco crucial, un enfoque más cabalmente científico para conocer y transformar el mundo, para el renacimiento de un auténtico movimiento comunista revolucionario en Grecia y en todas partes.

Además de la rica historia de lucha está el legado de las oportunidades revolucionarias en Grecia y en otras partes en que se han descartado o desperdiciado. Las lecciones de estas experiencias deben aumentar nuestra determinación y capacidad de no permitir que se desperdicien las posibilidades revolucionarias que se desarrollan en este momento.

La situación en Grecia requiere con urgencia un verdadero movimiento para una auténtica revolución proletaria y clama por que los revolucionarios adopten las ideas revolucionarias más avanzadas y científicas. Decenas de personas se pueden y se deben convertir rápidamente en miles y esos miles deben dirigir a millones. Ante una situación difícil, compleja y contradictoria con gran potencial, es esencial armarse con el análisis más cabal de la sociedad y del proceso revolucionario de transformarla: el comunismo revolucionario. Adentrarse en la nueva síntesis del comunismo es un elemento crucial de ponerse a la altura de los desafíos del momento y de construir una fuerza de vanguardia que pueda satisfacer las necesidades del momento. La crisis y el levantamiento en Grecia constituyen un crisol en el que los revolucionarios conscientes pueden y deben dar un paso adelante como emancipadores de la humanidad, iniciadores de la nueva etapa de la revolución comunista junto con sus hermanas y hermanos en todo el mundo.

 

El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar es un servicio de Un Mundo Que Ganar, una publicación política y teórica inspirada por la formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista, el centro embrionario de los partidos y organizaciones marxista-leninista-maoístas.

 

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