Lo que motiva la negativa de Trump a comprometerse a aceptar los resultados de las elecciones

El fascismo de Trump, la negativa de Clinton de denunciarlo y la ilegitimidad del actual sistema entero

23 de octubre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El miércoles 19 de octubre en el debate presidencial, Donald Trump se negó a prometer que iba a reconocer los resultados de las elecciones. En los días desde ese entonces, ha habido un alboroto de los medios de comunicación y muchos políticos. "Esto va en contra de lo que hace grande a Estados Unidos", dicen. Cuando intentan explicar los motivos de Trump para lo que es, en muchos sentidos, una declaración sin precedentes, a veces dicen que él es un "narcisista" o que tiene un "temperamento malo", y en el debate, Hillary Clinton llegó a decir que se debe a que él es un mal perdedor y comparó las palabras de Trump en el debate con la forma en que él actuó cuando perdió el premio Emmy por su programa de televisión.

Se trata de algo mucho más profundo que eso, y de algo muy más grueso de lo que dan a entender.

Los elefantes en el salón: El desenfrenado racismo...

En primer lugar, veamos lo que ellos NO dicen. Una buena parte de la argumentación de Donald Trump de que las elecciones están supuestamente amañadas se reduce a la idea de que los negros y los inmigrantes cometerán fraude en las elecciones. Por lo que preguntemos lo siguiente: ¿dónde estaba la pregunta en el debate o la declaración de Clinton que llamaba la atención sobre la realidad de que Trump en los días previos al debate en esencia venía llamando a sus seguidores a impedir que los negros y los inmigrantes votaran al hacerles frente directamente en las urnas? ¿Dónde siquiera se mencionaba eso?

De hecho, ¿dónde durante o después de ese debate siquiera se mencionaba el hecho de que hace poco Trump a propósito llamó a volver a encarcelar a los 5 del Parque Central, a pesar de que las acusaciones falsas contra esos jóvenes negros y latinos eran una tristemente célebre farsa de juicio racista en la que el propio Trump era un jugador importante, y que han sido exonerados de manera convincente?1

La campaña entera de Trump ha normalizado los abiertos y virulentos ataques racistas a los mexicanos y chicanos, los negros, los musulmanes y los inmigrantes, con extremos mucho mayores que en los tiempos de Reagan y Bush padre. Y, por cierto, a pesar de que Obama y Clinton ahora quieren “adjudicarse” el estandarte de Ronald Reagan, éste no sólo llevó a cabo una campaña extremadamente racista, sino que tenía triste fama mientras contaba con vida debido a su agitación y acciones racistas2.

La tibia crítica de Hillary Clinton a Trump en el debate por su "persecución" de diferentes grupos de personas ni empieza a expresar el verdadero veneno que encarnan todos y cada uno de los mítines de Trump, los verdaderos términos reales de la campaña Trump y los verdaderos objetivos respectivos. Y ahora, el que Trump persistiera, existiría la verdadera posibilidad de que unos fascistas supremacistas blancos armados respondieran a su llamamiento a "vigilar" la votación en las grandes ciudades. (Lea "Trump extrema su abierta movilización de los fascistas supremacistas blancos".)

...Y el fascismo

Hay otro elefante en el salón, tan grande como en el primer caso: la campaña entera de Trump ha sido abiertamente fascista, con viles y agresivas expresiones de las tendencias más feas. ¿Dónde estaba y dónde está el político de peso de cualquiera de los principales partidos políticos que está dispuesto a decir que desde el principio, Trump ha venido azuzando un movimiento abiertamente fascista y analizando la respectiva amenaza a dicha luz?

Trump cuestiona las tradiciones de la democracia capitalista estadounidense desde un reaccionario punto de vista de hacer las cosas aún más represivas.

Al contrario. Las elecciones no están "amañadas " en el sentido que insinúa Trump. Éste da a entender que al celebrar las elecciones según las reglas, pues todo estaría bien. Promueve la idea de que el sistema funciona a la perfección, pero que lo han roto las personas corruptas como los Clinton, y que ahora necesitamos a un "hombre fuerte" para que el sistema funcione. Al contrario. El presente sistema nunca ha "funcionado" para hacer nada salvo pulverizar y explotar a miles de millones de personas, desde la esclavitud y el genocidio sobre los que se fundó hasta su imperio en todo el mundo hoy día. Las elecciones en sí tienen el propósito de servir al dominio de los capitalistas imperialistas como una clase.

Pregúntese lo siguiente: si los capitalistas imperialistas NO controlaran las elecciones, pues ¿cómo diablos sería el que un ignorante como Trump recibiera tanto tiempo al aire y publicidad gratis? Ningún otro candidato ni siquiera se le acerca al respecto. ¿Cómo es que Trump vomitara tanta verborrea, en debate tras debate y una entrevista tras otra, sin que lo trituraran, o siquiera lo desafiaran, debido a su racismo, sus mentiras, sus puntos de vista sobre las mujeres y sus ataques a éstas, sus abiertos ataques al estado de derecho, y demás? ¿Qué nos enseña que todos los candidatos de los partidos Republicano y Demócrata lo trataron como "legítimo", cuando desde el principio, para repetir, ha quedado claro que él es un fascista brutal?

Que quede claro: tal vez Donald Trump nutra la imagen de una persona "que dice lo que piensa", pero al pregonar sus delirios fascistas, Trump representa a un sector importante de la clase dominante estadounidense. Para repetir, eso lo refleja la manera en que cada actor político importante del presente sistema todavía lo trata como legítimo y no denunciará su fascismo. Además, lo refleja la presencia de importantes políticos y fuerzas de la clase dominante que se encuentran en el bando de Trump, lo que incluye a gente como Rudolf Giuliani con sus vínculos con las fuerzas de policía y aparato represivo, Mike Pence con sus profundos lazos con los fascistas cristianos, Newt Gingrich con su trayectoria de presidente de la Cámara de Representantes y líder republicano de pesos pesados, el jubilado general Michael Flynn con sus antecedentes de posiciones militares de alto nivel, etc.

Desde hace mucho tiempo estas fuerzas han pregonado la idea de que para mantener unida a la sociedad, hace falta mucho mayor represión. Ellos ven a su alrededor la realidad de que para grandes sectores de la población se viene muriendo el llamado "sueño de la vida estadounidense", es decir la idea de que cada generación al menos llevaría una vida material mejor que sus padres. Por lo tanto ven el potencial para la desilusión, el cuestionamiento y el descontento, lo que no está de su agrado o quieren sacarle provecho para fines reaccionarios. Ven una necesidad y una oportunidad de encauzar el resentimiento de millones de los blancos hacia los negros y latinos y hacia los inmigrantes de color, y le sacan provecho. Ven las amenazas a la hegemonía estadounidense en el mundo (la base efectiva del "sueño" en primer lugar) y ven la necesidad de más militarismo y más represión para apuntalar esa dominación. Ven la forma en que los cambios en la economía vienen socavando las "relaciones tradicionales" e intentan aglutinar a los hombres y las mujeres en torno a la "familia tradicional" y, en el caso de Trump, en torno a las prerrogativas tradicionales de los hombres de victimar abierta y burdamente a las mujeres, de derribar los derechos de la mujer. Ven los derechos jurídicos por los que la gente ha luchado y ven obstáculos. En su opinión, si necesitaran el fascismo para hacer todo eso, que así sería.

¿Qué "alternativa" concreta a Trump ofrece Hillary Clinton?

Donald Trump es un misógino implacable, un racista descarado, un mentiroso compulsivo y sí, a cierto nivel, un maldito imbécil ridículo (aunque todo lo que él representa tiene una lógica fascista muy letal y un muy asqueroso movimiento popular que lo apoya). Él tiene un pasado asqueroso y un presente más asqueroso. Por lo tanto, en cierto sentido, en comparación a él, es relativamente fácil quedar bien. Pero, ¿qué programa concreto pregona Hillary Clinton en "oposición" a Trump? Y ¿cuál es la historia de ella?

Sí, Trump es un rabioso patriotero, tocando el tambor por la superioridad militar de Estados Unidos y su dominación, pero ¿cómo lo denunció y contrarrestó Clinton? ¡Denunció a Trump por ser un peso ligero muy blando como para encabezar el imperio estadounidense! Se burló de Trump como "títere de Putin" porque no es "lo suficientemente duro" contra Rusia. En vista de que él era el anfitrión de El aprendiz mientras ella estaba en la "sala de situaciones" supervisando el asesinato de Osama bin Laden. En vista de que él favorece "dar marcha atrás" y ceder Alepo, y Siria en su conjunto, a Rusia, mientras que ella está lista a escalar la guerra con una zona de exclusión aérea.

Clinton citó a diez sujetos, al parecer ex presidentes y vice presidentes, que han estado a cargo del arsenal nuclear de Estados Unidos, que han dicho "que no le iban a confiar a Donald Trump los códigos nucleares o tener el dedo en el botón nuclear". Pero ¿y qué de los dedos de Clinton? Las autoridades militares ahora advierten que la zona de exclusión aérea que ella propone en Siria podría conducir a una confrontación directa entre Estados Unidos y Rusia, con el potencial para un enfrentamiento nuclear. Y no olvidemos que era un presidente demócrata "liberal" muy pragmático y "sensible", Harry S. Truman, el que es la única persona en la historia que efectivamente utilizó dichas armas de incineración masiva. O que otro liberal con pretensiones intelectuales, John F. Kennedy, se acercó más, con mucho, a encender una guerra nuclear durante la crisis de los misiles en Cuba en 1962. Tal es la alternativa “realista” y "mal menor" del presente sistema a Trump en política exterior.

Clinton se jacta de sus credenciales. Pues bien, ¿cuáles son esas credenciales? Estar hasta el cogote en el primer embargo militar de la administración de Bill Clinton (o sea, las "sanciones") contra Irak, lo que resultó en la muerte de medio millón de niños3. Tomar la iniciativa en la decisión de hacer la guerra contra Libia, lo que llevó a miles de muertes directamente y que hizo que la crisis de refugiados fuera mucho peor, lo que lleva a un sufrimiento incalculable. En otras palabras, ella sostiene que sus credenciales son, y promete que serán, mucho más agresivas en el uso de la fuerza y la violencia de Estados Unidos en todo el mundo.

¿Qué es la alternativa que propone Hillary Clinton, en oposición al violento racismo e instigación contra los inmigrantes de Trump? Ella acepta la necesidad de la seguridad fronteriza. Ella considera que hay que levantar muros en lugares en los que es "apropiado". Y ella lo criticó por la contratación de inmigrantes indocumentados y por perjudicar a los trabajadores estadounidenses. Dijo todo lo anterior mientras no dijo nada sobre la realidad de que la administración de Obama de la que ella era parte y la que todavía apoya, ha deportado a 2.5 millones de personas, más que cualquier otro presidente en la historia de Estados Unidos.

Y ¿qué de las mujeres, un tema sobre el cual seguramente no hay comparación? El programa concreto de Hillary Clinton es fundamentalmente distinto a la asquerosa misoginia de Trump, ¿verdad? Algunas posiciones actuales de Clinton, como el aborto, no son idénticas a las de Trump. Pero ¿ella es una paladín la que "encontró su voz" para las mujeres? Como Sunsara Taylor señaló en Revolución, si bien Hillary Clinton y Michelle Obama fustigan a Trump por abusar de las mujeres, "Al mismo tiempo que Michelle Obama daba su discurso, Arabia Saudita, con el respaldo de Estados Unidos y con armas y demás suministrados por Estados Unidos, bombardeaba y volaban a pedazos a grandes cantidades de civiles en Yemen, entre ellos muchas mujeres y niñas; y la misma Arabia Saudita, un aliado clave de Estados Unidos, encarna la opresión de mujeres y niñas que está entre la más horrenda del mundo.

“Y hay más. La realidad es que el sistema que representan los Obama, los Clinton y los demócratas, así como los republicanos, se apoya de manera fundamental en una red mundial de maquiladoras que explotan brutalmente a masas de personas, de las que un gran número son mujeres y niñas”. (Lea “Las mujeres no son perras, putas ni sacos de boxeo... Las mujeres son plenos seres humanos”, Revolución #461, 19 de octubre de 2016)

En otras palabras, Hillary Clinton es tanto una representante del sistema del capitalismo-imperialismo como lo es Trump. Lo que los separa es que ella representa a un sector de la clase dominante que cree que se necesita un conjunto diferente de "normas aglutinantes" (lo que se acepta como "legítimo") para mantener a Estados Unidos como máximo dominador de un mundo que cambia rápidamente. Estas normas incluyen al menos la apariencia de "inclusividad" y "diversidad", una cierta forma de una red de seguridad social y la pretensión de acatar el estado de derecho (a la vez que seguir minando y triturando el actual estado de derecho y los derechos jurídicos de la gente tal como Obama ha hecho). Clinton y aquellos que ella representa creen que los conceptos tradicionales del bipartidismo son esenciales para mantener al presente monstruoso imperio a flote en un momento de grandes tensiones, presiones y desafíos. Ellos piensan que el programa del partido Republicano y Trump desestabilizaría, debilitaría y pondría en peligro al sistema opresor entero.

Los demócratas y la "pirámide del poder"

Es importante reconocer que Clinton y los demócratas también atraen a una base social que es distinta a la de los republicanos.

En “La pirámide del poder y la lucha por cambiar de base el mundo”, Bob Avakian explica:

¿Quiénes son las personas que los demócratas intenta atraer — no digo que los demócratas representan los intereses de tales personas, sino quiénes son las personas que los demócratas intenta atraer en la base, en el otro lado de esta pirámide, por decirlo así? A la gente que defiende toda suerte de cosas progresistas y a todas las personas que están oprimidas en la sociedad actual. En realidad una buena parte del papel de los demócratas es mantener a todas esas personas confinadas en el proceso electoral, tradicional, burgués y... hacer que vuelvan a dicho proceso cuando se hayan alejado de ese marco — o hayan roto con dicho proceso. Porque esa gente de la base siempre se siente alienada y encabronada ante lo que pasa en las elecciones, por las mismas razones que ya señalé: el partido Demócrata habla de gente común, de los pobres, de los que sufren discriminación, etc., pero siempre los traiciona. Hasta hace uso de la palabra “opresión”, pero de ahí los vende en cada oportunidad — dado que en realidad no representa sus intereses sino que representa los intereses del sistema y de su clase dominante, y desempeña cierto papel de siempre engatusar a los oprimidos, los descontentos y los alienados para que vuelvan al redil electoral. A todos ellos les dice: “Vénganse, vénganse — no es tan malo como parece. No olviden que tienen el voto. Tranquilos. Todo saldrá bien”. Para eso sirven principalmente los demócratas. Pero lo que pasa es que ellos tienen mucho miedo de movilizar en las calles a la base social que atraen, para que voten por ellos. Lo menos que quieren hacer es convocar a las masas populares a las calles para protestar y batallar contra esa fuerza de derecha que viene cobrando fuerza. [corregido]

Por lo anterior, entre otras razones importantes, Clinton y los demócratas NO quieren denunciar directamente a Trump por lo que representa en realidad, o sea, un fascista, y NO quieren armar mucho escándalo en torno a sus amenazas de desatar a unos racistas armados en las urnas. Como señala BA, los demócratas temen que de hacerlo, eso suscitaría y desencadenaría a su base social en confrontaciones con esos fascistas y que por lo tanto “se dejará salir el genio de la botella”. En otras palabras, a medida que las personas empezaran a cuestionar y oponer resistencia a lo que por lo normal aceptan, el movimiento para la revolución podría aprovechar la situación para hacer avanzar la revolución y expandir sus fuerzas organizadas.

       

Es muy importante en la actual situación que toda persona progresista, todo aquel que quiere ver un cambio, que cree que los demócratas son “nuestra única esperanza”, reconozcan el siguiente punto esencial de Lo BAsico 3:11:

Estos políticos derechistas (en general agrupados en el Partido Republicano) pueden movilizar, movilizarán y sí movilizan enérgicamente a esta base social esencialmente fascista... pero, por otro lado, los sectores de la clase dominante que el Partido Demócrata en general representa están muy renuentes a movilizar y en efecto se resisten a movilizar a… la base de personas cuyo voto y apoyo en la arena política burguesa la quieren ganar los demócratas. Este lado (el Partido Demócrata) de la clase dominante generalmente no quiere movilizar a esa base en las calles y de hecho rehuye a la idea de llamar a esa base a las calles, a movilizarla para oponerse a las fuerzas opuestas en la clase dominante y su base social, o en general para luchar por los programas que el mismo Partido Demócrata dice que representa y que en cierta medida trata de implementar….

Como amplificación del punto básico en consideración, es importante reconocer lo siguiente: en el marco del sistema capitalista imperialista y con la dinámica subyacente de este sistema que en lo fundamental determinan las pautas y los límites de la política “oficial” y “aceptable”, el fascismo —o sea, la imposición de una forma de dictadura que se basa abiertamente en la violencia y el terror para mantener el dominio y los imperativos del sistema capitalista imperialista— es una posible resolución de las contradicciones que enfrenta este sistema, una resolución que en cierto momento podría corresponder más o menos a las necesidades imperiosas de este sistema y su clase dominante — mientras que la revolución y el auténtico socialismo que se proponen alcanzar el objetivo final del comunismo por todo el mundo también constituyen una posible resolución de estas contradicciones, ¡pero es una que muy claramente no será aceptable para la clase dominante capitalista imperialista ni compatible con los imperativos de este sistema!

Trump, “la mal menor” Clinton y la ilegitimidad del presente sistema entero

El fascismo de Donald Trump, la negativa de Hillary Clinton a denunciarlo o movilizar una seria oposición en su contra, y la realidad que ambos sujetos representan al mismo sistema asesino, opresor, ponen al desnudo el ruin argumento del “mal menor” y la ilegitimidad del sistema entero.

Tal como argumentamos en “La asesina lógica del mal menor”:

Y respecto al argumento, “Bueno, es cierto, Clinton no es lo que de veras queremos, en realidad ella es muy mala, pero es ‘el mal menor’, y hay solamente dos alternativas realistas —Clinton o Trump— por lo que al no votar por Clinton, usted ayudará a elegir a Trump”, lo que de hecho constituye nada menos que el argumento de que: “Siempre y cuando una persona acepte la lógica y las ‘opciones’ que dicta el presente sistema, tiene que aceptar la lógica y las ‘opciones’ que dicta el presente sistema”. ¿No demuestra poderosamente qué tan completamente ilegítimo que lo es el presente sistema entero el hecho de que el presente sistema ha engendrado a una persona como Trump para ser un candidato “legítimo”, al frente de uno de los dos partidos políticos grandes del presente sistema? Además, ¿no demuestra poderosamente qué tan urgentemente que lo es romper con la lógica y las suposiciones del presente sistema y levantarse contra el presente sistema y aquellos que lo representan, entre ellos Clinton al igual que Trump, el hecho de que Clinton y los demócratas se opondrán a Trump únicamente con argumentos de que ellos son los mejores representantes de este mismo sistema, y que podrán hacer el mejor trabajo para perpetrar sus crímenes? (3 de agosto de 2016)

Lo que va al punto muy esencial recalcado por Bob Avakian:

“La tan cacareada democracia bajo el presente sistema es una farsa y cosas peores — fomenta la ilusión de que expresa ‘la voluntad del pueblo’, pero en realidad incorpora a las personas en la ‘legitimación’ del dominio de una rapaz y asesina clase de capitalista-imperialistas, que domina y moldea el proceso electoral, y en general la toma de decisiones políticas, y cuyo dominio en realidad es una dictadura que en lo fundamental se basa en la fuerza y violencia brutalmente opresivas”. (6 de junio de 2016)

Lo que hay que hacer

Lo anterior recalca la importancia de lo que escribimos en Revolución hace unos días y que hoy ha cobrado renovada urgencia en vista de la alborotadamente imprevisible y muy potencialmente muy convulsiva marcha de los acontecimientos que podrían conducir al 8 de noviembre y más allá.

[E]sta no es una elección de rutina. Augura un potencial muy grande de que estallen una mayor y mucho más profunda crisis en los días por venir y especialmente en torno a las elecciones e inmediatamente después. Los conflictos entre los sectores de la clase dominante, que de por sí ya están agudos, podrían profundizarse y agrietarse más. Una crisis de ese tipo podría actuar de sacudida sobre la población, lo que podría hacer que las personas cambien su manera normal de ver las cosas y podría llevarlas a cuestionar y oponerse a lo que antes aceptaban de costumbre. Tenemos que venir desde atrás para estar listos para aprovechar lo que sí pase para acelerar una REVOLUCIÓN, preparando y organizando a las masas populares para que su respuesta no sea la de cobijarse bajo un lado o el otro de los opresores, sino la de sacar provecho de esta situación para robustecer las fuerzas para una revolución.

Eso quiere decir que hay que reconocer la situación concreta y luchar para llevar las cosas hasta donde sea posible, lo que incluye durante la Gira Organizativa Nacional “A Entrarle a la Revolución”, trabajar para crear una situación revolucionaria, misma que, como dice la declaración del Partido Cómo Podemos GANAR: “En la que millones y millones de personas se nieguen a aceptar la antigua forma de gobierno — y estén dispuestos y decididos a jugárselo el todo por el todo para hacer caer el presente sistema y hacer nacer una sociedad y gobierno nuevos que se basen en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Dicho momento es el indicado para jugárselo el todo por el todo para triunfar. Es necesario que nosotros trabajemos enérgicamente y nos preparemos ahora para lo anterior”.

 

1. Lea los antecedentes del caso de los 5 del Parque Central en revcom.us: “Cómo Trump propagó las falsas acusaciones contra los 5 del Parque Central — ¡cinco inocentes! Donald Trump, jefe de la turba de linchamiento”, del 13 de mayo de 2016 y “Los instrumentos de propaganda de la clase dominante… y la farsa del juicio contra los 5 del Parque Central”, del 16 de diciembre de 2012, de Bob Avakian. [regresa]

2. En 1980, Ronald Reagan inició oficialmente su campaña en Filadelfia, Misisipí, en el condado de Neshoba, en un recinto ferial utilizado como lugar de encuentro por el Ku Klux Klan y donde murieron en 1964 los trabajadores de derechos civiles Andrew Goodman, Michael Schwerner y James Chaney. Tal simbolismo caracteriza la manera en que Reagan atrajo y promovió la supremacía blanca sin tener que usar un lenguaje abiertamente racista. Se estableció el tono de la campaña de George H. W. Bush para la presidencia con la famosa publicidad de "Willie Horton" que mostraba a un hombre negro que, mientras estaba de su novena licencia de una cárcel de Massachusetts, fue detenido y acusado de violación. El director de la campaña de Bush se jactó de que no sería necesario decir Horton era negro, dado que debido a la publicidad, "Todas las mujeres de Estados Unidos" iban “a saber cómo es Willie Horton antes del fin de estas elecciones”. [regresa]

3. Lea próximamente los antecedentes en “Crimen Yanqui Caso #76: Las sanciones de Estados Unidos y la ONU contra Irak, ‘un acto legitimado de matanza en masa’”, en revcom.us. [regresa]

 

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