Chicago: A raíz del asesinato policial de un conductor negro no armado que iba a casa desde un entierro...

La gente de pie contra policías asesinos y golpeadores trumpistas vecinales

13 de noviembre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us

 

9 de noviembre de 2016, Mount Greenwood en Chicago.

Lo que Trump efectivamente quiere decir al decir, "hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza", se manifestó de una manera gráfica y horripilante en las calles del vecindario de Chicago de Mount Greenwood, de casi puros blancos en el Lado Sur (South Side) de Chicago. Residen ahí muchos policías y bomberos. Que lo que pasa en Mount Greenwood sea una fuerte alarma para despertar a la gente en Chicago y en todo Estados Unidos ante lo que la elección de Trump pone en juego en lo inmediato y de manera urgente.

En los días en torno a las elecciones presidenciales, turbas de racistas rabiosos, entre ellos muchos policías fuera de servicio y sus familias, que claramente tomaban la ofensiva como resultado de la campaña de Trump, actúan para resucitar con la violencia la supremacía blanca como parte del proyecto fascista más amplio.

El sábado 5 de noviembre, al menos tres policías fuera de servicio participaron en el asesinato de un joven negro, Joshua Beal, en medio de una tarde soleada en Mount Greenwood. Beal, un padre de familia de dos hijos, había venido de Indiana para asistir a un entierro de su primo. Un cerdo policía fuera de servicio vestido de civil intentó sacar del camino a una conductora de 17 años y luego sacó un arma y la amenazó. Según la familia, Beal y otros miembros de la familia se bajaron de sus coches en el cortejo fúnebre preocupados por su seguridad. Luego otro cerdo policía fuera de servicio en su camino al trabajo saltó de su coche y le disparó 13 balas a Beal.

Pero lo anterior no fue todo. Al hermano de Joshua lo arrestaron y detuvieron durante días por enfrentarse a uno de los agentes maniacos fuera de servicio en un intento de salvar la vida de su hermano.

Y eso tampoco era todo. La familia, en estado de conmoción, recibió instrucciones de esperar en un Burger King (BK) por el rumbo hasta que la policía liberara sus autos de la escena del crimen. El Club Revolución y los activistas en la lucha contra el asesinato policial llegaron al BK para apoyar a la familia. Mientras tanto, alrededor del BK, los racistas comenzaron a reunirse. Personas blancas con bates de béisbol que salían de las ventanas de sus coches pasaban cerca. Se dieron gritos de "n***ers". Un grupo de personas blancas que resultaron ser policías fuera de servicio y sus amigos comenzó a gritar y corear, "¡CPD! ¡CPD!" [Departamento de Policía de Chicago]. La gente en los coches que pasaban por ahí respondía con coros de, "Trump, Trump, Trump".

Al día siguiente y luego de nuevo en la noche de las elecciones, se sostuvieron protestas sobre el asesinato policial de Joshua y para denunciar las expresiones abiertas de racismo como inaceptables en Mount Greenwood. Ambas protestas fueron pequeñas y se toparon con centenares de personas racistas blancas que llenaban las calles. Los policías fuera de servicio, las familias de los policías y sus partidarios se expresaban de manera descarada y asquerosa. Celebraban la ejecución de un negro; les llamaban a los negros que acudieron a protestar "coons" y "n***ers", vomitaban necedades ignorantes como "Estamos en Estados Unidos, y no en África", y le decían a la gente que se largara de su vecindario. Llamaban a la organización La Vida de los Negros Importa una organización terrorista. Baboseaban de qué tan hartos estaban acerca de la "narrativa liberal" de hacer que los policías se vieran mal (imagínense el descaro después de las denuncias interminables de la brutalidad y asesinato policial racista en Chicago, ¡con pura impunidad!). En todo lo anterior, amenazaban con la violencia física contra los manifestantes. A Trump lo apoyó el sindicato de la policía en Chicago y de muchos lugares en todo Estados Unidos. Los coros "La vida de los azules [policías] importa" llenaron la Convención Nacional Republicana en Cleveland y las calles de Mount Greenwood.

El padre Michael Pfleger salió en la noche de las elecciones. El muy conocido sacerdote católico posteó lo siguiente posteriormente: "Acabo de regresar de la protesta en Mount Greenwood... No he visto tantas personas blancas llenas de tanto odio desde un niño en 1966 en el parque Marquette Park [Nota de la redacción: Se refiere a las turbas de blancos que atacaron con ladrillos y botellas a una marcha a favor de la integración liderada por Martin Luther King].... Adultos y niños que caminaban con sus padres me llamaban todo nombre y grosería... un vecindario que no sólo es de blancos, sino también es muy católico, y éstos estarán en la iglesia el domingo... Me da mucha vergüenza como sacerdote y católico ser testigo de lo que presencié esta noche... Anteriormente el día de hoy, un hombre dijo que quería romperme las piernas y arrastrarme de un camión.... Que Mount Greenwood se avergüence... por aquellos que representaron a ustedes esta noche..."

El Club Revolución tuvo una importante presencia audaz y valiente en las tres protestas, junto con unos pocos activistas negros y otros que estaban indignados por el asesinato de Joshua. Durante más de una hora y media en la noche de las elecciones, los manifestantes se mantuvieron firmes y se enfrentaron a los reaccionarios esos que coreaban, "USA, USA [Estados Unidos de América], CPD, CPD, Trump, Trump, Trump”. El Club Revolución se constituyó en un fuerte polo de atracción con sus camisas mientras encabezaba coros de "1, 2, 3,4, esclavitud, genocidio y guerra; 5, 6, 7, 8, Estados Unidos nunca ha sido grandioso", " Dieciséis disparos y un encubrimiento; Trece disparos en un entierro". Llamaron a una revolución para borrar a la supremacía blanca incrustada en el presente sistema.

Aunque había un número pequeño de manifestantes, se negaron a dejarse intimidar por las turbas chillonas. Mucha más gente debía haber salido para protestar. Algunos sin duda pensaban que era muy arriesgado oponérsele. Pero la historia ha demostrado repetidamente que es mucho más arriesgado no hacer nada y retirarse a espacios "seguros". El propósito y la idea de ir en contra de esa situación no sólo tiene el propósito de hacer una declaración sino de poner en evidencia la virulencia del virus y animar a otros a LUCHAR en contra de esta situación. Si los revcom y más tarde el Padre Pfleger en particular no hubieran estado allí, la maldad del virus no habría visto la luz pública. Mucho más necesita hacerse rápidamente para inspirar y retar a la gente a que se active para luchar en contra de esta situación.

La gente necesita tomar ánimo y también dar apoyo a unos jóvenes blancos del vecindario que justo en el acto tomaron una posición muy valiente. En medio de la escena en Mount Greenwood, una estudiante blanca joven y sus dos amigos cruzaron la línea y se pararon al lado de la gente que protestaba contra el asesinato de Joshua Beal. (Hubo también un par de jóvenes blancos del vecindario que acudieron a tomar partido con la familia de Joshua la noche de su asesinato). Esta joven mujer cargaba la manta de Vidas Robadas con las fotos de decenas de personas asesinadas por la policía. Ella dijo: "La mayoría de mis amigos están en el otro lado; eso me enfurece, probablemente ellos están muy enojados conmigo por cruzar la línea, pero no pude aguantar más”. Ella continuó: "Estoy presente hoy por la injusticia de la gente que nada más sigue ocurriendo, ese racismo que está institucionalizado en nuestros hogares y en nuestros patios traseros, en Mount Greenwood en especial. Mount Greenwood es tan racista, ‘mano, acaban de matar a una persona... tantas veces... y la gente quiere negarlo y decir que no se debe al color de la tez, pero ¿de qué otra cosa era? Estoy lista para tomar una posición ya, estoy lista. Anteriormente yo me sentaba de manera callada, fíjate, quizás protestaba en línea, pero ahora estoy lista para hacer que mi voz se oiga... y para hablar por ellos... amplificar sus voces, no hablar por encima de ellos, sino amplificar sus voces".

Tal como lo hicieron justo en medio de esta situación, los revcom tienen que emprender una lucha decidida para poner en evidencia que esta situación es el preludio y representa el verdadero programa de estos fascistas, arraigado en toda la historia de Estados Unidos y cómo han manipulado a los blancos para mantener el capitalismo en pie. Necesitamos venir ganando a grandes cantidades de esta generación de jóvenes blancos a rechazar esta situación tanto en hechos como en palabras. Eso pasó durante la década de 1960 de una manera importante y los de arriba se vieron muy amenazados por ella.

Tenemos que propagar esta cuestión muy ampliamente. Mientras los principales medios de comunicación informaron sobre el asesinato policial de Beal, inicialmente no hubo cobertura sobre la asquerosa respuesta del vecindario. Los revcom publicaron un reto público a los principales medios de comunicación por su falta de cobertura sobre las necedades racistas que vomitaba Mount Greenwood. Poco después, unos artículos, editoriales comenzaron a salir, lo que obligó al alcalde a emitir una tímida reprensión a lo que él llamó un lenguaje "teñido étnicamente". ¿Teñido étnicamente? ¡La palabra n***er en la boca de los policías es el vocabulario de una turba de linchamiento con dogales! Ahora los periodistas señalan que los policías se ponen los botones de apoyo a Trump y defienden a Trump cuando les encarguen de vigilar a las grandes manifestaciones "No es mi presidente" que han estallado.

Esta situación arde por toda la ciudad y se interactúa con la elección de Trump, aunque no está claro si los miles de personas que salieron para denunciar la victoria de Trump saben lo que se concentra en Mount Greenwood. Después del asesinato policial de Joshua Beal y las protestas al respecto, una estudiante de Marist, una escuela secundaria católica en Mount Greenwood, le había enviado un mensaje de texto, "Yo odio a los n***ers, carajo". Su amiga respondió "igual". Un tuit con una captura de pantalla de ese texto se propagó como virus. Una estudiante negra de Marist le expresó lo profundamente enojada que estaba por ese texto al Chicago Tribune: "[ella] dijo que si bien le han dicho epítetos raciales antes y durante su tiempo en Marist, se sorprendió y se dolió el que las chicas cuyos textos se publicaron, algunas de las cuales habían sido sus amigas desde hace mucho tiempo, dijeran cosas así... Ella dijo que considera que sus relaciones se han irremediablemente perjudicado por los textos y no planea comunicarse con ninguna de las chicas sobre los mensajes".

La escuela secundaria tuvo que emitir una declaración, al igual que la iglesia católica, para denunciar el racismo. En las escuelas secundarias en toda la ciudad, las y los estudiantes celebraron mini-mítines para denunciarlo y organizarse para ir a Marist. Sólo el 12% del alumnado marista es de negros. En respuesta, la escuela se cerró por el día de la protesta, mientras que los blogs de la policía propagaban cuentos espeluznantes de que una pandilla notoria iba a Mount Greenwood para hacerles daño a los niños. Algunos alumnos de secundaria que organizaron la manifestación la cancelaron públicamente, y los engañaron para que se unieran con el jefe de la policía y con el director de Marist a fin de "dialogar". Es necesario que la gente, incluidos estos jóvenes estudiantes manifestantes, examinen lo que estuvo a la luz del día en Mount Greenwood: ¿qué enseña esta situación? El jefe de la policía negro salió a las calles en cosa de horas para defender el asesinato policial de Joshua Beal. No ha dicho ni un pepino sobre las turbas racistas compuestas de miembros de su departamento. No se concilien con estos asesinos.

El Club Revolución hizo miles de pegatinas que decían: "Yo solía ser un estadounidense blanco, pero dejé de serlo en pro de los intereses de la humanidad" para distribuir en estas escuelas durante los siguientes días y espera activar a las y los jóvenes que sí quieren salir y retar a esos estudiantes blancos en las escuelas como Marist a que organicen talleres y convocaciones y protestas.

En nombre de la humanidad, nosotros nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista.

Pónganse de pie... Tomen las calles... Súmense a las personas en todas partes para impulsar la resistencia en todas las formas que puedan

No se detengan: No se concilien... No se acomoden... No colaboren

EN ESTE MOMENTO EN LA REGIÓN DE CHICAGO Y MÁS ALLÁ, ENTRE DE TODOS LOS SECTORES DEL PUEBLO DE TODAS LAS NACIONALIDADES, ARTISTAS Y PROFESIONALES, COMUNIDADES RELIGIOSAS Y PERSONAS DE CONCIENCIA Y SÍ, ENTRE GRANDES NÚMEROS DE LA GENTE BLANCA, USTEDES NECESITAN ALZAR LA VOZ, ORGANIZARSE Y MOVILIZARSE CONTRA ESTA FEALDAD RACISTA QUE LA ELECCIÓN DE TRUMP ESTÁ ENGENDRANDO. Y SÍ, NECESITAMOS MARCHAR POR MOUNT GREENWOOD. QUE LE DIGAMOS EN FUERTE VOZ ALTA AL MUNDO: ESTA SITUACIÓN SE DETENGA YA. ESTA SITUACIÓN SE DETENGA EN ESTE MOMENTO. ESTE RACISMO DE UNA TURBA DE LINCHAMIENTO ES ABSOLUTAMENTE INACEPTABLE. Y AHORA QUE USTEDES LO CONOCEN, NO PUEDEN QUEDARSE CALLADOS. EL SILENCIO ES COMPLICIDAD.

Hay planes para celebrar una gran protesta denominada “¡Nosotros nos oponemos a la supremacía blanca! ¡Nos pondremos de pie contra las amenazas de las turbas racistas en Mount Greenwood!”, el domingo 20 de noviembre, 2 p.m., en la 111 y Kedzie en Mount Greenwood, Chicago.

¿DE QUÉ LADO ESTÁS?

 

       

Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.

REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: La lucha por la emancipación y el papel de la religión
Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian
CONSTITUCIÓN Para La Nueva República Socialista En América Del Norte (Proyecto De Texto)
Lo que la humanidad necesita: Revolución, y la nueva síntesis del comunismo Una entrevista a Bob Avakian
No sabes lo que crees que 'sabes' sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro Una entrevista a Raymond Lotta.
La opresión del pueblo negro, los crímenes de este sistema y la revolución que necesitamos