Carl Dix: ¡NO a Trump! ¡NO a Pence! ¡NO a un Estados Unidos fascista!
Tenemos que ir a Washington, D.C., tenemos que plantarnos en las calles

7 de enero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Carl Dix, Nochevieja, Columbus Circle, Nueva York
Carl Dix, del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, y uno de los co-iniciadores de RefuseFascism.org, presenta la visión y el plan para llevar el mensaje de "¡No Trump! ¡No Pence!¡ No 2017 Fascista!" a todos los rincones de la sociedad y construir una resistencia masiva.

Nota de la redacción: Lo siguiente es una versión levemente revisada del discurso de Carl Dix ante los manifestantes en las calles de la Ciudad de Nueva York en Nochevieja.

Esta noche estamos donde debemos estar. Y estamos aquí para decir “¡NO!” ¡NO a Trump! ¡NO a Pence! ¡NO a un 2017 fascista! Lo decimos porque sabemos lo que significaría el régimen de Trump y Pence para la humanidad. Por eso decimos ¡NO! NO al registro de musulmanes. NO a los ataques a los inmigrantes. NO al muro. NO al “agarrarle la concha”. NO a la privación del derecho al aborto para las mujeres. NO a un presidente del orden público. NO a la negación del cambio climático. NO a la supresión de las libertades civiles. NO a todas las porquerías que representa Trump.

Miren, tiene que haber más que simplemente declarar que Donald Trump nos cae mal. De que nos cae mal, pues sí, pero tenemos que ir más allá que declararlo nada más. Tenemos que actuar en consecuencia con esa declaración. Tenemos que actuar decididamente para llegar a otros y organizarlos para que organicen a otros que organicen a otros para que millones y millones de personas salgan a las calles en forma masiva y decidida, negándose de aceptar este régimen fascista. Eso es lo que tenemos que hacer. Y ya ven, nos toca a nosotros. No es cuestión de esperar a ver qué pasa. No es cuestión de ilusionarnos de que los controles y contrapesos del sistema le pongan un alto a Trump. Nos toca tomarlo en nuestras manos y escribir la historia, al detener este régimen fascista.

Pues bien, yo sé que no teníamos planes de estar a tres semanas de que un régimen fascista tome las riendas del poder en la sociedad. No creíamos que íbamos estar en esta posición ahora. Pero aquí estamos. Esto es el reto antes nosotros. ¿Qué dirá la gente del futuro sobre el período actual? ¿Dirá que reconocimos el horror del régimen fascista de Trump y Pence y que hicimos todo a nuestro alcance, que hicimos todo lo posible para detenerlo en este momento? O ¿dirá que no lo hicimos? La respuesta aún no está escrita. La determinará lo que nosotros hacemos, de ahora en adelante.

Y tenemos que salir en la sociedad, de ahora en adelante, para construir el tipo de resistencia capaz de crear forzosamente una crisis política y detener este régimen. Es posible hacerlo. Millones y millones de personas ya han demostrado que odian las cosas en pro de las cuales Trump basó su campaña, que odian lo que él representa. Que temen, se angustian y se indignan por todo lo que él representa. Tenemos que exponer ante esos millones el hecho de que sí existe un camino para actuar para pararlo ahora. Y tenemos que organizarlos en ese camino, discutiendo todas las preguntas que hacen y luchando con ellos a unirse a nosotros y a organizar a otros a unirse a nosotros. Eso es lo que tenemos que hacer.

Ahora bien, tenemos una visión para lograr eso. Esa visión la pueden ver en la página web refusefascism.org. Una parte clave de ella es un párrafo que empieza así: Imagínense el que decenas de millones de personas se tomaran las calles, y actuaran con decisión en consonancia con su negación de aceptar este régimen. Eso podría crear forzosamente una situación en la que todas las facciones en las autoridades se vieran ante una sociedad ingobernable y tuvieran que determinar cómo responder ante dicha realidad. Lo anterior podría crear las condiciones que efectivamente detuvieran el régimen de Trump y Pence. No se trata de un sueño ocioso, sino de la realidad. Una realidad que podría realizarse, una visión que podría realizarse, si actuamos decididamente.

Es más, tenemos un plan para lograrlo. En esencia, se trata de llevar nuestro mensaje, “¡NO a Trump! ¡NO a Pence! ¡NO a un 2017 fascista!” a las personas en todo rincón de la sociedad y organizarlas, luchando con ellas desde el primer momento para que ellas mismas se conviertan en organizadores, y organizadores de organizadores. Tenemos que hacer eso, haciendo que el mensaje resuene desde un lado del país hasta el otro. Se dará la primera salva con la publicación del llamamiento de Refuse Fascism (Rechazar el fascismo) como anuncio en el New York Times con una amplia y diversa gama de firmantes, que incluirán algunas voces de conciencia conocidas. Así se anunciará a todos que existe una amplia y diversa gama de personas decididas a pararlo. A muchas personas les encantará, se inspirarán y querrán sumársele, y tenemos que organizarlas en consecuencia. A muchas otras personas, les molestará. Lo odiarán. Lo atacarán. Pero no vamos a retrocedernos ante sus ataques. De hecho, vamos a aprovechar sus ataques al estilo jiu-jitsu para cobrar aún más ímpetu y movilizar a la gente a tomar las calles y parar este régimen.

Como parte de promover el mensaje en todas partes, tenemos que difundirlo en grande en las redes sociales también.

Pues efectivamente, este ¡NO! tiene que resonar en cada esfera de la sociedad. A partir de esta noche, ustedes tienen que difundir este ¡NO!, en forma de volantes y tarjetas de palma y otras maneras en el metro, e irlos repartiendo camino a casa. Colgarlos en sus barrios y vecindarios. Eso tiene que venir cobrando fuerza para ir a Washington, D.C. antes de Trump llegue a la presidencia, ¡e impedirlo!

Los educadores tienen que regresar a la escuela e interrumpir lo de siempre, diciendo, hagamos un taller, hagamos muchos talleres, para discutir: ¿Qué es el fascismo? ¿Qué es el horror que causa? Y, ¿cómo podemos actuar para detenerlo? También tiene que venir cobrando fuerza para ir a Washington, D.C. antes de que Trump llegue a la presidencia, ¡e impedirlo!

Los estudiantes tienen que salir de clases. Si asistes a una universidad, a una secundaria, a una escuela intermedia, sal de la escuela para mostrar tu determinación de no aceptar un futuro bajo un régimen fascista. Al salir de la escuela, si hay otra escuela al otro lado de la ciudad donde los estudiantes aún no han salido de clases, pues vayas ahí a organizarlos a que se conecten, que salgan de clases y que se le sumen. Los estudiantes deben organizarse para estar en Washington, D.C. ¡para cambiar el curso de la historia!

Si trabajas en un laboratorio u otro lugar donde hacen investigaciones científicas, debes declarar públicamente que no permitirás que aprovechen tu pericia para implementar un programa fascista, el programa de Trump y Pence. Tienes que alzar la voz en público, y tienes que solidarizarte con este movimiento.

Si trabajas en un museo, un teatro u otra institución cultural, tienes que cerrar las puertas durante varias horas o hasta por un día como para dar un portazo de rechazo a este régimen.

En cada esfera de la sociedad, tenemos que interrumpir las actividades de siempre. Tenemos que aprender de la experiencia de ACT-UP cuando dijo, estamos en medio de una epidemia de SIDA y todos en la sociedad tienen que confrontar esa realidad. Ellos lo plantearon ante todos en la sociedad. Tenemos que hacer eso con este mensaje de ¡NO! a Trump y Pence. Y eso tiene que venir cobrando fuerza para ir a Washington, D.C. antes de Trump llegue a la presidencia, ¡e impedirlo!

Tenemos que aprender de la explosión popular en las calles, de jóvenes especialmente, tras la negativa del sistema de acusar a los puercos policías que asesinaron a Michael Brown en Ferguson y Eric Garner en Staten Island. Se tomaron las calles. Bloquearon el tránsito. Bloquearon las carreteras. Se plantaron en las calles. Tenemos que aprender de eso.

Tenemos que aprender de Ocupar Wall Street, cuando fueron al parque Zuccotti y se plantaron ahí y plantearon ante todos el mensaje sobre la desigualdad en esta sociedad. Tenemos que hacer lo mismo.

Repito que todo eso tiene que culminar en una concentración de personas en Washington, D.C. antes del fin de semana feriado con motivo del natalicio de Martin Luther King, Jr., y que las personas no van para una protesta de un solo día y regresan a casa. Tenemos que plantarnos en las calles de Washington, D.C., interrumpiendo las actividades de siempre ahí y llamando a otros miles y decenas de miles a que acudan, luego cientos de miles y hasta millones. Por todo Estados Unidos las personas tienen que estar haciendo lo mismo, interrumpiendo las actividades de siempre, diciendo que no permitiremos que ocurra lo que siempre ocurre en esta sociedad, porque nos negamos a aceptar la imposición de un régimen fascista.

Bueno, les comunico que voy a ir a Washington, D.C. anticipadamente. Quizás la semana que viene. Algunos de ustedes deben acompañarme como voluntarios para que organicemos por adelantado y hagamos preparativos para lo que tendremos que hacer. Pero, si no van a Washington, pues deben de empezar desde ahorita. Movilicen a sus amigos. Movilicen a su grupo. Hagan sus planes para difundir el mensaje de ¡NO!, a partir de ahorita, a partir de mañana, hagan sus planes para hacerlo. Hagan sus planes para viajar a Washington, D.C. y traer a otros. O si no se las arreglan para ir a Washington, D.C., hagan sus planes para cómo van a armar el escándalo dondequiera que estén. Porque millones y decenas de millones tenemos que actuar, con determinación, para detener este régimen fascista antes de que empiece.

Acuérdense, en el futuro las personas recordarán el período presente cuando un régimen fascista amenazaba a la humanidad. ¿Qué dirán? ¿Qué dirán sobre lo que hicimos? Tenemos que asegurarnos de que ellas puedan decir que aquella gente reconoció este horror por lo que era, y pusieron todo a su alcance a fin de actuar para detenerlo… y lo detuvieron. Gracias, compañeras y compañeros.

 

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