La primera deportación bajo las órdenes fascistas de Trump sobre los inmigrantes:
“Ya vivimos una nueva era, una era de guerra contra los inmigrantes”

12 de febrero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El miércoles 8 de febrero, 200 defensores de los derechos de inmigrantes se apuraron a acudir a la oficina de Inmigración de Estados Unidos en Phoenix, Arizona, cuando se supo que agentes del Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por las siglas en inglés) habían detenido e iban a deportar a Guadalupe García de Rayos, una madre de 2, de 36 años de edad, que había vivido, trabajado y criado una familia en Estados Unidos desde que llegó aquí con sus padres cuando tenía 14 años.

Días después de que Trump firmó su orden ejecutiva lanzando las puertas abiertas para la deportación de todo inmigrante indocumentado en este país, ICE ha pegado el grito: “aquí estamos”. Ray A. Ybarra Maldonado, el abogado de García de Rayos, explicó lo que este arresto representa: “Ya vivimos una nueva era, una era de guerra contra los inmigrantes”.

Durante horas, los manifestantes bloquearon la salida de las camionetas fuera de la oficina de la migra en Phoenix. Un grupo se sentó frente a la camioneta en la que viajaba Guadalupe, mientras que otro manifestante envolvió su brazo alrededor del eje debajo de la camioneta. A las 10 de la noche, mientras los manifestantes coreaban: “Poder al pueblo, nadie es ilegal”, la policía arrestó a siete de ellos. Más tarde, ya después de que partió la camioneta, y sin decirle nada a nadie, ni siquiera a su familia, no se sabían si habían llevado a Guadalupe a un centro de detención o si se la llevaron a la frontera para deportarla. De hecho, la deportaron inmediatamente. El hecho de que no había ninguna razón legítima para detener y deportar a Guadalupe García de Rayos en este momento manda un mensaje ominoso a los inmigrantes de que, a partir de ahora, nadie está a salvo. Su hija, llorando, dijo: “Para mí, es una injusticia. Siempre ha trabajado para darnos una buena educación”.

Guadalupe fue arrestada el miércoles cuando fue a la oficina de ICE para entrevistarse como lo venía haciendo cada seis meses, desde el 2009. En el 2008 la arrestaron en una de las redadas de fábricas que ordenaba el sheriff del condado de Maricopa, el puerco Joe Arpaio. Los tribunales impugnaron esas redadas fueron por ser inconstitucionales. García de Rayos se declaró culpable de “robo de identidad” porque había estado trabajando con documentos falsos. Hay personas en Estados Unidos que, por no tener papeles y sólo querer comer y dar de comer a la familia, a veces usan identificaciones falsas para conseguir el trabajo. A pesar de la condenaron, durante ocho años la habían permitido vivir en Arizona, siempre y cuando se presentara cada seis meses ante el ICE. Esta vez, tras la orden de Trump, arrestaron y deportaron a Guadalupe.

Un joven manifestante dijo: “Lupita fue víctima de las redadas de Arpaio, y ahora es una víctima de la máquina de deportación de Trump”.

       

Un indicio de lo que viene

Trump lanzó su campaña presidencial declarándose un intolerante anti-inmigrante de “Estados Unidos   Primero”. Ha trabajado sobretiempo para criminalizar a los inmigrantes de México, llamándolos “violadores”, “criminales” y “narcotraficantes”. Trump ha dejado en claro su intención de deportar a todos los que están en Estados Unidos sin documentos. Y ha pedido que este año se deporte a tres millones de inmigrantes indocumentados.

Su nuevo Procurador General, Jeff Sessions, es un intolerante xenofóbico y rabioso como Trump. En su declaración, al ser confirmado, dejó en claro que a sus ojos no hay lugar en este país para inmigrantes indocumentados y no habrá camino a la ciudadanía — independientemente de cuántos años de brutal explotación, degradación y miedo que haya sufrido la persona o la magnitud de su aporte. Dijo: “Nos hace falta un sistema de inmigración legal. Uno que sirve a los intereses de los estadounidenses... Cada año admitimos a un millón y pico de personas, legalmente, y esa locura que amenaza la seguridad pública tiene que parar, abarata los salarios de los trabajadores estadounidenses”. Y no perdió ni un minuto antes de poner en marcha su maquinaria de deportación. Se reunió con funcionarios de la ley involucrados en las redadas aun antes de que fuera aprobado por el Senado.

Los defensores de inmigrantes le pusieron a Obama el título de “Deportador-en-Jefe” por haber superado la marca de dos millones de deportaciones durante sus turnos en la presidencia, la mayor cantidad de deportados de todas las administraciones en la historia de Estados Unidos. El régimen fascista de Trump ahora amenaza con intensificar el horror. Su orden ejecutiva pide muchos más agentes de la Patrulla Fronteriza y más centros de detención para inmigrantes. Para llenar sus “cuotas”, los agentes de inmigración ya atacan a las personas por “delitos” por los cuales podrían ser deportadas tan leves como una infracción de tránsito — o el “delito” de hace ocho años, un “delito” sin víctimas, de Guadalupe García de Rayos que sólo quería trabajar para mantenerse a sí misma y a otros.

Además, como dijimos sobre la orden ejecutiva de Trump sobre los inmigrantes:

Trump no solo está atacando a personas con condenas penales. También en su mira están las personas que “han sido acusadas de cualquier delito penal, cuando tal cargo no se ha resuelto” (énfasis agregado), y las personas que “según el juicio de un oficial de inmigración, de lo contrario representan un riesgo para la seguridad pública o la seguridad nacional” y personas involucradas en “fraude o intensiones engañosas....” En otras palabras, cualquiera que haya cometido el “crimen” de haber emigrado a este país y está trabajando en algún trabajo de mierda. Pueden detener a cualquiera que esté esperando un autobús o salían de una estación del metro hablando español. Cualquier persona que a un policía racista le parezca “sospechoso”, o tal vez solo “parece latino”, y se lo llevan a la cárcel. Cualquiera que languideciera en una cárcel del condado mes tras mes, sin que le levanten cargos. Cualquier persona que deje vencer la visa de estudiante, o comete un error menor en una solicitud de visa. (De “Trump Criminalizes Millions of Immigrants and Threatens ‘Sanctuary Cities’” (Trump criminaliza a millones de inmigrantes y amenaza las "ciudades santuario")).

La llegada al poder de los fascistas Trump y Pence ya ha causado temor en las comunidades de inmigrantes de todo Estados Unidos: hombres y mujeres temen la posibilidad de ser arrestados en el trabajo, sus hijos llegando a la casa para descubrir que sus padres han sido llevados y deportados. Los niños temen regresar a casa y descubrir que sus padres han sido llevados. Este tipo de conversaciones tiene lugar entre los niños de cinco años en las escuelas primarias. Un portavoz de Fuente Arizona, el grupo de derechos de inmigrantes que organizó el bloqueo de las oficinas del ICE de Phoenix, dijo que anticipa que otros inmigrantes indocumentados que han sido liberados bajo supervisión como Guadalupe dejarán de presentarse ante el ICE y se esconderán.

Los planes de este régimen fascista son inhumanos y criminales, y tenemos que oponerles resistencia. La respuesta de los que detuvieron los autobuses del ICE en Phoenix es justa, y todos a que se les revuelve el estómago por el régimen fascista Trump y Pence deben estar preparados para unirse a ellos.

 

Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.