Algunos puntos de orientación estratégica para el período entrante
Comité Central, Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos
Actualizado el 23 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Lo siguiente son pasajes revisados iniciales de un informe y documento de trabajo, preparados hace poco por el Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, que contienen algunos puntos sobre las perspectivas, la orientación y los planes estratégicos para el período entrante. Han sido revisados para su amplia publicación y accesibilidad. La orientación y los planes se desarrollarán en otros editoriales, artículos y cartas que se postearán en la página web y por medio del papel que juegan los comunistas revolucionarios en la batalla crucial para sacar del poder al régimen fascista de Trump y Pence, incluidas las iniciativas como Rechazar el Fascismo.
I. El fascismo — Una forma aún más grotesca y abiertamente sanguinaria del mismo sistema
La democracia burguesa liberal, como la que Clinton y Obama representan, y el fascismo, como el que el régimen de Trump y Pence representa, son diferentes formas de la dictadura de la burguesía, es decir, de la clase capitalista-imperialista, en el ejercicio de su dominio y el reforzamiento de su sistema. Esto, en esencia, es lo que tienen en común la democracia burguesa (la forma “democrática” de la dictadura burguesa) y el fascismo, aunque representan el dominio de diferentes sectores de la misma clase. Esto se ilustró y manifestó cuando Obama dijo de Trump poco después de las elecciones, “de hecho, todos estamos en el mismo equipo”, aunque tengan fuertes diferencias.
A la vez, el fascismo es una forma aún más grotesca y abiertamente sanguinaria del mismo sistema, que representa horrores para la humanidad y el planeta, más allá de lo que el presente sistema ya inflige en cada momento. Esta relación de ser cualitativamente diferentes, a la vez que comparten una esencia común, se considera “una unidad de opuestos”.
La revolución comunista tiene por objeto la eliminación del sistema capitalista-imperialista y su reemplazo por un sistema económico y político radicalmente diferente, el socialismo. La sociedad socialista representa la dictadura del proletariado (DDP), el dominio de una clase diferente, el proletariado — y es una transición, como parte de un proceso mundial prolongado, para llegar al comunismo¸ un mundo sin explotación, opresión y divisiones sociales antagónicas. Además, esta revolución es la única solución real para los horrores concentrados en los 5 Altos1—las guerras por el imperio, la opresión de la mujer, de los negros, latinos y otra gente de las nacionalidades oprimidas, de los inmigrantes, y la destrucción del medio ambiente— ninguno que es posible resolver bajo el actual sistema capitalista-imperialista. Este programa contrasta marcadamente con la “unidad de opuestos” de la democracia burguesa y el fascismo.
Como forma de gobernar, el fascismo resuelve la contradicción entre la esencia y la apariencia de la democracia burguesa al ejercer la forma abierta de esta dictadura de clase de la burguesía. Últimamente, revcom.us ha venido posteando la siguiente definición del fascismo y su dinámica:
El fascismo es cuando la clase burguesa (capitalista-imperialista) ejerza una dictadura abierta, la que gobierna por medio del uso del abierto terror y la violencia, pisotea lo que se supone son derechos civiles y legales, utiliza el poder del estado y moviliza a grupos organizados de golpeadores fanáticos para cometer atrocidades contra las masas populares, particularmente contra los grupos de personas que identifica como “enemigos”, “indeseables” o “peligros para la sociedad”.
Al mismo tiempo, si bien es probable que se movilice rápidamente para hacer cumplir ciertas medidas represivas para consolidar su gobierno, lo que es posible ver estudiando los ejemplos de la Alemania nazi y de la Italia bajo Mussolini, también es probable que un régimen fascista implemente su programa general por etapas y además, trabaje en varios momentos para asegurar a la población o a ciertos sectores de la población de que evitarán los horrores, siempre que aceptan calladamente y no protestan ni se resisten cuando la situación siembre terror entre otros y los pone en la mira de la represión, la deportación, la “conversión”, la prisión o la ejecución.
Los capitalista-imperialistas pueden reforzar su sistema y su dominio por medio de la democracia burguesa o por medio del fascismo, aunque quizás tengan fuertes discrepancias sobre cuáles son los medios necesarios y deseables en un momento dado. Al describir esto, Mólotov (un alto funcionario durante la Segunda Guerra Mundial en la Unión Soviética, en ese entonces un país socialista) memorablemente señaló que “para la burguesía el fascismo es cuestión de gustos”. Sin embargo, esto para nada es así para las masas populares — en Estados Unidos y en el mundo entero. Importa muchísimo el que el fascismo se imponga y ejecute con éxito, o no — tanto por los niveles extremos de horror y atrocidad que perpetúa, así como por las maneras draconianas en que cuando “pisotea lo que se supone son derechos civiles y legales”, resulta mucho más difícil emprender cualquier lucha mayor por la emancipación humana.
Estando el régimen de Trump y Pence en sus etapas tempranas, ya se vislumbran las prefiguraciones de estos aspectos del fascismo — y las dinámicas de un fascismo sobre la marcha, con los horrores peores por venir. Han dado y ejecutado órdenes ejecutivas que intensifican viles y crueles medidas contra unos sectores de la población, entre ellos los inmigrantes indocumentados y las personas de ciertos países de mayoría musulmana, tildándolos de “indeseables” y “peligros para la sociedad”. Han lanzado un asalto creciente y sin precedentes contra la prensa establecida como “el enemigo del pueblo estadounidense” con los asaltos relacionados contra la verdad tachándola de “noticias falsas”. Han impulsado una movilización fascista de masas en torno a estos temas. Cuando los organismos judiciales y de inteligencia han levantado obstáculos a este programa o no se han plegado a sus exigencias, este régimen también los ha atacado, reivindicando la supremacía incondicional del poder ejecutivo en oposición al “sistema de controles y contrapesos” entre las diferentes ramas del gobierno, lo que es un principio fundamental de la Constitución estadounidense, e incluso al interior de la rama ejecutiva, reivindicando la dominación incuestionable del núcleo duro de los fascistas en la cúpula, incluido respecto a otras fuerzas burguesas al interior del estado.
¿Por qué surgió ahora el régimen de Trump y Pence? De hecho, no “surgió de la nada”. Desde hace muchos años ya, Bob Avakian ha venido señalando el ascenso de las tendencias fascistas y de un claro movimiento fascista en la vida política estadounidense.
Bob Avakian (BA) es el Presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Es el arquitecto de la nueva síntesis del comunismo, un marco completamente nuevo para la emancipación humana sobre una base plenamente científica. Para conocer más, recomendamos que las y los lectores lean y exploren EL NUEVO COMUNISMO, de BA, y otras obras de BA, junto con la entrevista a Ardea Skybreak, la premiada científica y promotora del nuevo comunismo de BA, Ciencia y revolución, Sobre la importancia de la ciencia y la aplicación de la ciencia a la sociedad, la nueva síntesis del comunismo y la dirección de Bob Avakian. Se pueden descargar en este sitio web, revcom.us. BA dirige la revolución en Estados Unidos, de manera teórica y práctica.
BA ha analizado científicamente el ascenso de este fascismo, sus causas e impulsores subyacentes, y sus expresiones peculiarmente estadounidenses tales como el fascismo cristiano —y qué hay que hacer para la emancipación de la humanidad— y recomendamos fuertemente que las personas estudien seriamente las siguientes obras de Bob Avakian: (a) La verdad sobre la conspiración derechista… y por qué Clinton y los demócratas no son la respuesta y (b) la compilación de entregas en La guerra civil que se perfila y la repolarización para la revolución en la época actual.
En resumen, como respuesta a la necesidad y los retos subyacentes ante la clase dominante estadounidense, a nivel internacional y en la sociedad estadounidense, unos sectores de la burguesía se han aglutinado en torno a un programa y régimen fascistas, el régimen de Trump y Pence. Esto quizá no cuadre a la perfección y encierre enormes peligros, pero esto es lo que Trump representa y propone consolidar. Además, el fascismo cristiano teócrata es una dimensión crítica de esto.
¿Cómo es esa necesidad — cuáles contradicciones confrontan los capitalista-imperialistas en Estados Unidos? En una gran extensión del mundo, el imperialismo estadounidense está atascado en guerras por el imperio, está trabado en combates con las fuerzas históricamente anticuadas del yihadismo islámico, al mismo tiempo que se refuerzan mutuamente en una dinámica mortífera y opresiva para cientos de millones de personas. Estados Unidos también confronta desafíos provenientes de China como una potencia económica y militar en ascenso, y una rivalidad inter-imperialista con Rusia y Europa. El calentamiento del planeta tiene implicaciones crecientes y largoplacistas, entre ellas la migración en masa desde las naciones oprimidas que son afectadas desproporcionadamente. En la sociedad estadounidense, se intensifica la opresión de los negros, latinos y otra gente de las nacionalidades oprimidas, de las mujeres y de los inmigrantes, a la vez que el tejido social tradicional está bajo tensiones debido a los cambios demográficos y a los cambios en el papel de la mujer y de las normas de género y sexualidad.
Clinton, Obama y el sector de la clase dominante asociado con los demócratas pregonan y a cierto grado le dan expresión al “multiculturalismo”, la “inclusión” y el secularismo liberal, a la vez que mantienen las relaciones cristianas, supremacistas blancas y patriarcales esenciales que caracterizan el capitalismo-imperialismo estadounidense. En contraste, el régimen fascista de Trump y Pence, y la dirigencia republicana que los apoya, representan un sector extremadamente reaccionario de la burguesía y su respuesta a estas contradicciones, que tiene una concepción del mundo y programa cualitativamente diferentes. Con “Estados Unidos Primero”, la supremacía blanca, el patriarcado y los “valores tradicionales” absolutistas y la moral bíblica al frente, esto constituye y refuerza más las relaciones opresivas y explotadoras subyacentes del presente sistema — y aglutina a su base social en torno a una ciega exaltación del poderío estadounidense y una posición violentamente represora y opresora hacia todos los que no cuadren con la modalidad fundamentalista cristiana blanca o no se subordinarán a la misma.
Para imponer este programa fascista en la sociedad, se necesita atacar y reemplazar las normas e instituciones de la democracia burguesa, especialmente las que les planteen obstáculos, como la prensa, el poder judicial y otros sectores de la clase dominante. Bob Avakian hace la siguiente observación crucial en “Los fascistas y la destrucción de la ‘República de Weimar’... y qué la va a reemplazar” (una de las entregas de La guerra civil que se perfila y la repolarización para la revolución en la época actual):
Aparte de atacar a los que se oponen cabalmente al fascismo y además al sistema capitalista imperialista en su conjunto, uno de los principales frentes de su embate es (para usar una analogía muy relevante) el de atacar con saña a la República de Weimar (ésta fue la república democrático-burguesa fundada en Alemania al final de la Primera Guerra Mundial que fue reemplazada y abolida a la fuerza con el ascenso al poder de Hitler y los nazis en la década del 1930)….
Atacar al equivalente de la República de Weimar en Estados Unidos hoy, es decir, al Partido Demócrata, los “liberales”, etc., —atacarlos como nada menos que traidores— es parte de un programa general cuyo propósito es callar y de plano suprimir, inclusive con la fuerza del estado, a todo grupo o sector de la sociedad, e incluso al interior de la clase dominante, que presente un obstáculo a la ejecución del programa que los fascistas cristianos, y las fuerzas que están en el mismo campo general con ellos, con mucha seriedad proponen imponer en Estados Unidos (y, de hecho, en el mundo entero). Hay, y por cierto tiempo ha habido —desde la época de la guerra fría hasta la época de la “guerra contra el terror”— actividades concertadas, conscientes y muy claras de parte de las fuerzas en ese campo fascista general para atacar sistemáticamente no sólo a los comunistas, o a los anarquistas y otros radicales, sino a los liberales, a los políticos liberales tradicionales de la clase dominante, tildándolos de nada menos que traidores. [énfasis en negritas en el original, énfasis en cursiva agregado]
Vemos ese fenómeno cuando Trump tilda a la prensa establecida, que es principal y normalmente un órgano de propaganda al servicio del estado burgués liberal, de “enemigo del pueblo estadounidense”, por criticar a su régimen y denunciar sus medidas extremas. Asimismo, si bien el papel principal del poder judicial es de reforzar el sistema, consagrado en las leyes de Estados Unidos, también incluye la protección de los “derechos civiles y legales” aunque tal protección es más formal que real para inmensos sectores de las masas oprimidas bajo el presente sistema. En este contexto, los asaltos fascistas contra el poder judicial tienen el objetivo de quitar los obstáculos institucionales al poder “sin control” del poder ejecutivo fascista así como a la “trituración de lo que se supone son derechos civiles y legales” para la población. Así va la dinámica de la monstruosidad inexorable del fascismo.
La imposición de diferentes y más opresivas normas aglutinadoras en la sociedad, los ataques intensificados, violentos y vilmente crueles contra sectores de la población, la trituración de los derechos civiles y legales, y la movilización de bases sociales fascistas violentas requieren, contribuyen y son parte de esa dinámica e impulso de la monstruosidad inexorable fascista. Precisamente debido a esta dinámica, esta monstruosidad inexorable fascista en marcha está socavando el alcance y el espacio para la protesta y hasta el disentimiento, y constantemente debilita la base para que las masas populares luchen y resistan — ¡al mismo tiempo que se aceleran y agravan los horrores del fascismo!
Por las razones antemencionadas, ¡cabe EXPULSAR al régimen fascista antes de que se consolide! ¡Así es la NECESIDAD del momento!
II. La necesidad ante nosotros — la necesidad y la base de expulsar a este régimen fascista, y la relación de esto con la realización de una revolución
Si bien el régimen fascista de Trump y Pence tiene en sus manos las riendas del poder estatal, todavía no ha consolidado plena y firmemente su poder ni ha logrado implementar completamente su programa fascista.
Hay una normalización del fascismo al mismo tiempo que hay manifestaciones de divisiones y protestaciones agudas en la clase dominante contra las medidas de este régimen — entre los demócratas, los medios de comunicación establecidos, etc. En lo fundamental aún no han silenciado y/o suprimido a los oponentes del régimen — que incluyen a unos sectores de la prensa establecida, del poder judicial y de los organismos de inteligencia.
La resistencia, la protesta y la indignación en la población han sido y siguen siendo un elemento común desde el principio mismo de este régimen. La Marcha de las Mujeres el día después de la inauguración presidencial, y todas las protestas contra las órdenes ejecutivas de Trump sobre la inmigración, han manifestado una resistencia amplia y desafiante de parte de sectores de la población. Tenemos que aprender de estas actividades, y tenemos que dirigir lo que se necesite. Esto manifestó contundentemente una parte de “la reserva” de aquellos que odian lo que este régimen representa, y tenemos que ganar a sectores cada vez mayores de ellos a la necesidad de expulsar a este régimen, y nada menos. Al desenvolver la realidad, también se está poniendo más claro, en sectores cada vez mayores de la población, que Trump-Pence es un régimen fascista, y que tiene el potencial de perpetrar horrores que van mucho más allá de los que el sistema produce de por sí, y que posiblemente representan amenazas existenciales a la humanidad —con el uso de armas nucleares— y al planeta — con la devastación ambiental y el calentamiento global.
Al evaluar y entender este momento, éste es similar al período de tiempo entre el nombramiento de Hitler a la cancillería de Alemania y la consolidación del dominio fascista cuando los nazis ya habían aplastado a la oposición. El régimen de Trump y Pence aún no ha logrado imponer e institucionalizar sus nuevas normas, ante la resistencia así como la protesta por parte de sectores de la población, y no ha logrado superar todas las divisiones y protestaciones de sectores de la clase dominante y otros.
En este momento, es NECESARIO y aún es viable detener a este régimen fascista, por medio de una resistencia política masiva, antes de que consolide su poder, con una ventana y posibilidad en un período relativamente finito y comprimido. Si bien esta ventana es incierta, y unos acontecimientos grandes en la sociedad y/o acciones de este régimen podrían cerrarla de repente, urge actuar y hacer avances reales para sacar a este régimen en los próximos pocos meses inmediatos. Esta “ventana”, la posibilidad de sacar a este régimen, posiblemente podría volver a abrirse en el futuro tras cambios importantes en el mundo y en este régimen, pero no hay ninguna garantía de esto, y mientras tanto, este régimen fascista podría infligir horrores incalculables, y sería inconmensurablemente más difícil desbancar a este régimen conforme pase el tiempo y se consolide el fascismo. Esto plantea la necesidad urgente de activar, unir, organizar y movilizar a las fuerzas necesarias con las necesarias maneras y escala, en este período finito y comprimido, con los medios y formas apropiados y conmensurados para hacerlo.
En este contexto, es aleccionador y crítico reconocer, como una analogía, que “cuando Hitler se afianzó en el poder, se requirió toda una guerra mundial para tumbarlo, y no obstante no lo tumbaron la dinámica y lucha al interior la propia sociedad alemana”2. Dadas las circunstancias en que este régimen fascista aún no se ha consolidado, el objetivo concreto de sacar a este régimen del poder sigue siendo un objetivo válido en sí —por ahora— desde la perspectiva de hacer una revolución.
Hay una relación dialéctica entre la batalla política crucial e inmediata contra el régimen fascista de Trump y Pence, y la importancia y urgencia aún más intensificadas de llevar a cabo los “3 A Preparar”3 y de hacer los preparativos para una revolución en la actual situación sumamente tensa. En el momento actual, el primer aspecto es principal y el segundo aspecto es fundamental4.
Lo que es decisivo en este contexto son las dos piedras angulares — promover y popularizar a BA, y la página web, revcom.us — junto con la acumulación de fuerzas para la revolución, por todo el camino hasta SER MIEMBRO del Partido, y la construcción y el crecimiento del Club Revolución como una forma de organización revolucionaria — en un momento en que la misma situación está impeliendo a millones de personas “nuevas” a entrar a la vida política. Esto es parte integral de todo lo que tenemos que estar haciendo y de hecho es parte integral de poder tener éxito en esta batalla política crucial… de acuerdo con lo que en última instancia se necesita para llegar a una sociedad radicalmente diferente y mucho mejor por medio de la revolución.
III. Una perspectiva estratégica, y un enfoque, para el momento actual y la batalla política crucial
La orientación correcta de aquellas fuerzas que dirigen al proletariado revolucionario en una situación del tipo que ahora enfrentamos se capta en el último párrafo del artículo sobre Weimar de BA, “Los fascistas y la destrucción de la ‘República de Weimar’... y qué la va a reemplazar”:
Es preciso reemplazar y dejar atrás la “República de Weimar”. De hecho, la república burguesa —la forma democrático-burguesa del gobierno del capitalismo e imperialismo— es un sistema opresivo de gobierno, que se erige sobre una gran red y proceso de explotación y opresión que impone un sufrimiento incalificable e innecesario a miles de millones de personas en el mundo entero y en la propia república. Es necesario reemplazarlo y dejarlo atrás, pero no con otra versión aún más grotesca y más abiertamente sanguinaria del mismo sistema, sino con una sociedad radicalmente nueva y un estado de tipo radicalmente diferente, que abra el camino y por fin conduzca a la abolición de toda forma de gobierno opresor y represor y toda relación de dominación y explotación en el mundo entero.
En primer lugar, esta orientación recalca la importancia aún mayor de proyectar una sociedad radicalmente diferente y mucho mejor, la cual representa de una forma concreta y visionaria la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (CNRSAN), de la autoría de Bob Avakian. Es necesario que este documento se conozca mucho más ampliamente, especialmente en un momento en que ha surgido mucho más hacia la superficie la cuestión de cómo hay que organizar la sociedad, y de acuerdo a cuáles principios. Esta Constitución representa un avance cualitativo más allá de las sociedades socialistas anteriores, y es una aplicación concreta del Nuevo Comunismo de BA — es el producto de más de cuatro décadas de trabajo, de hacer un resumen científico de las experiencias y la teoría comunistas y revolucionarias del pasado, de dirigir la revolución de manera práctica y teórica, en Estados Unidos, y de aprender de los cambios en otras esferas de la actividad humana como las ciencias, la historia y el arte.
Objetivamente, hay 3 futuros en contienda en esta lucha — (a) lo que el régimen fascista de Trump y Pence representa, todo el fenómeno social reaccionario que los llevó al poder, y los republicanos que los apoyan, (b) lo que Obama, Clinton y los demócratas en general representan — y (c) el comunismo tal como BA lo ha hecho avanzar, EL NUEVO COMUNISMO.
Aunque los primeros dos futuros representan la dictadura de la burguesía (DDB) y no tienen nada que ver con la auténtica emancipación y los intereses fundamentales de la humanidad, existen diferencias reales entre ellos en lo que respecta a las normas aglutinadoras de la sociedad y a la epistemología (qué es verdad y cómo llegar a ella) y la comprensión y el enfoque de la necesidad/libertad general que enfrentan los imperialistas en este momento, en Estados Unidos y en el mundo. He aquí unas manifestaciones de estas diferencias: las abiertas y rotundas expresiones de la supremacía blanca y la misoginia entre los fascistas, la epistemología y la moralidad absolutistas fascistas cristianas que coexisten con la completamente relativista epistemología de los “hechos alternativos” y con la moralidad de Trump, y los ataques a las arraigadas normas institucionales de la democracia burguesa.
Por otro lado, lo más fundamental es lo que representan los 5 ALTOS —las guerras por el imperio, la opresión de la mujer, de los negros, los latinos y otras nacionalidades oprimidas y de los inmigrantes, y la destrucción del medio ambiente— los cuales no es posible resolver bajo el presente sistema, que causan incalculables horrores, aunque Obama-Clinton y Trump-Pence los traten con enfoques y respuestas diferentes. El enfoque de los comunistas revolucionarios al enfrentarse al fascismo no es volver a lo que “había” durante Obama-Clinton sino avanzar hacia el reemplazo del maldito sistema entero y la creación de una sociedad radicalmente diferente y mucho mejor, tal y como está representada en la Constitución para la NRSAN.
En segundo lugar, esta orientación contrasta con una posición u orientación, caracterizada históricamente como el Frente Unido contra el Fascismo (FUCF), que predominó en el movimiento comunista internacional en la década del 1930 en respuesta al surgimiento de la Alemania nazi. Esta línea separaba, de manera fundamental, el fascismo del sistema capitalista-imperialista, en esencia al establecer una distinción demasiado fuerte entre el sector democrático y antifascista de la burguesía, y el sector reaccionario de la burguesía para el cual el fascismo era una respuesta y una resolución a las contradicciones subyacentes. Al mezclar en lo fundamental los intereses antagónicos y de clase, esta línea y enfoque instaban al proletariado internacional a aliarse estratégicamente con aquellos sectores burgueses que defendían la forma democrática de la democracia burguesa, al objetivamente hacer de su defensa el elemento central, y formaba parte de una línea internacional que trazaba la línea divisora entre el fascismo y la democracia, punto final. El FUCF también concentró un enfoque economista burdo del medio “más ampliamente aplicable” para atraer a la gente en el momento inmediato, las cosas en torno a las que la gente está en movimiento, en lugar de responder a la necesidad desde una perspectiva y metas comunistas revolucionarias y científicas. Todo esto se opone a dirigir a las masas populares en una acción histórica independiente por un objetivo crucial que no sea la revolución socialista, con la perspectiva y meta estratégicas generales de trabajar hacia un futuro radicalmente diferente encarnado en esa revolución.
Al analizar científicamente la situación objetiva y la necesidad que enfrentamos, en este momento preciso, la expulsión de este régimen fascista es “una etapa por la que tenemos que atravesar”. Esto tiene algo en común con la línea del FUCF, pero este aspecto en común es muy secundario a las diferencias fundamentales de enfoque, orientación y metas. Además, este objetivo inmediato de expulsar al régimen fascista podría cambiar radical y rápidamente, inclusive con la consolidación más o menos completa del régimen fascista, o alguna otra resolución todavía imprevista, y la necesidad que se enfrente cambiará de manera correspondiente — a una en la que de plano dejará de ser cierto o dejará de ser una necesidad de que sacar al régimen sea un objetivo válido y una “etapa por la que tenemos que atravesar” como parte de hacer una revolución y llevar a cabo los “3 A Preparar” en esta situación objetiva cambiada. Por lo tanto esto es relativo, y depende de una situación objetiva en estado de cambio.
En esta batalla crucial, un lineamiento y orientación es de aplicar lo que está concentrado en la “formulación llena de contenido”, de BA, es decir, “forjar continuamente (y volver a forjar en nuevas condiciones) la más amplia unidad que sea posible de modo que concuerde objetivamente con las metas de la revolución proletaria y las impulse, y de modo que, en cualquier momento dado en ese proceso, se influencie y gane a la mayor cantidad posible de personas en su conciencia subjetiva hacia la posición comunista, sin rebasar y socavar la unidad correcta en las circunstancias dadas, que estará a un nivel menor y distinto al apoyo a la posición comunista y la revolución proletaria”. [énfasis agregado]
Un ejemplo muy sencillo de una aplicación de la primera parte de la “formulación llena de contenido” es proceder en esta batalla crucial desde el punto de vista de lo que concuerde con los intereses de toda la humanidad, “En nombre de la humanidad”, y no de Estados Unidos en sí — y luchar por ganarse a otros y unirse tan ampliamente como sea posible en torno a esta orientación.
IV. La necesidad de expulsar a este régimen fascista, y la posibilidad sobre esta base
Tenemos que presentar, y seguir presentando, un argumento por la NECESIDAD de expulsar a este régimen. Este es el aspecto principal de la dialéctica NECESIDAD/POSIBILIDAD, en la que la posibilidad de sacar a este régimen se basa principalmente en la necesidad de hacerlo, y en los medios emprendidos por los crecientes sectores de la población que se vienen ganando a esto y que están actuando de acuerdo a este entendimiento.
Cuando se pregunte, “cómo” o cuál es el “mecanismo” para expulsar a este régimen, la pregunta a la que hay que volver ES el “porqué”, ¡la NECESIDAD! Eso en primer lugar y ante todo. Cuando la gente entienda esto y se convenza, se hace posible realizar cosas de toda suerte, porque la gente misma empieza a hacer cosas de toda suerte, a tomar iniciativa, con creatividad y desafío. La historia está llena de ejemplos así, como las protestas desafiantes, persistentes y crecientes que aguantaron y superaron una tremenda represión y condujeron a la caída de regímenes reaccionarios (por ejemplo, las protestas de la Primavera Árabe contra Mubarak en Egipto o contra Ceauşescu en Rumania en los años 1990, etc.). Hablando de tiempos recientes, tenemos entendido que la venidera marcha de los científicos fijada para el 22 de abril fue iniciada por alguien que se horrorizó por los ataques de este régimen a la ciencia, que concluyó al aprender más que esto es inaceptable y se encontró ante la necesidad que se presentaba para una marcha de científicos, la cual tomó muy en serio y actuó en consecuencia. Esto es lo que se necesita, a una escala masiva y creciente.
En esta esfera, el eslabón clave en la lucha ideológica es captar la necesidad de expulsar a este régimen, y tenemos que dirigir explícitamente a las personas en este proceso, dándoles las formas con las que pueden hablar con sus amigos, colegas y con otros con los que hablan, recalcando, con contenido, la NECESIDAD.
En este caso, se trata de una aplicación concreta del ¿Qué hacer? de Lenin, y del énfasis de Mao en el carácter decisivo de la línea.
Esto —la importancia decisiva de hacer el argumento y de ir ganando el argumento por la necesidad de expulsar al régimen— es un balance de la experiencia del último período (entrando a la toma de posesión), así como de lo que hay que hacer ahora, en vista del porvenir. Esta necesidad se basa en la ilegitimidad de este régimen, derivado principalmente de su carácter y contenido fascistas que representan una amenaza existencial para la humanidad y el planeta (¡Hitler no tenía armas nucleares, pero Trump y Pence sí las tienen!), y que causan un enorme daño e innecesario sufrimiento, más allá de lo que el presente sistema ya hace continua y cotidianamente. La agitación gráfica y convincente sobre esto es crítica, en persona y aún más en las redes sociales y en línea. Secundariamente, este régimen solamente logró llegar al poder como resultado del Colegio Electoral —que es un legado y manifestación de la esclavitud y de sus efectos continuos— lo que contribuye más a su ilegitimidad total.
Ya hay más que SUFICIENTES bases para conocer las terribles consecuencias para la humanidad y el planeta en el caso de no expulsar a este régimen — y con esta orientación tenemos que dirigir y bregar con otros. Tenemos que estar EN UNA MISIÓN, derivada del hecho de que esto es completamente INACEPTABLE, con una urgencia e impaciencia de que NO TENEMOS POR QUÉ TOLERAR ESTO, “¡En nombre de la humanidad!”. No podemos tener un sentido de misión menor que el de unos padres de familia cuyo hijo ha desaparecido — de no parar hasta que hayan encontrado a su hijo, explorando toda posibilidad y siguiendo cada pista, y movilizando a otros en esta causa y misión.
Al mismo tiempo, la relación necesidad/posibilidad es dialéctica, una interrelación dinámica — y nos incumbe hacer el argumento en sí por la viabilidad y la posibilidad de expulsar a este régimen, esbozando los medios para hacerlo, y las formas concretas en que la gente podrá actuar según este entendimiento. Cuanto más se haga este argumento y éste pase a ser una realidad, tanto más la gente captará la necesidad y se verá impelida a actuar para hacerlo.
Todo esto informa la orientación hacia los brotes de justas y desafiantes protestas contra ultrajes particulares, como las órdenes ejecutivas del régimen sobre la inmigración. Tenemos que darle la bienvenida y al mismo tiempo defender estas movilizaciones, argumentando que son justas y acertadas, y que es necesario que se propaguen y que cobren más desafío, y al mismo tiempo, tenemos que ganar a la gente a que reconozca que de hecho esto NO es suficiente, que lo que se necesita es sacar, “Expulsar” a este régimen. Con la orientación correcta de la unidad-lucha-unidad, tenemos que hacer el argumento por expulsar a este régimen porque la realización de acciones de retaguardia contra esta inexorable monstruosidad fascista no está a la altura de su dinámica, no sólo porque (a) los horrores se acentúan y aceleran cualitativamente sino que (b) van debilitando las bases para luchar.
Para ganar esto en lo fundamental al nivel de toda la sociedad, hay una necesidad, y existen oportunidades, de desarrollar una lucha ideológica. Una de las tareas centrales es arrebatar la base social a los demócratas, de Obama a Sanders y Schumer, ganar a la gente a que conscientemente repudie y rechace los edictos de normalización, ya sean las repetidas declaraciones públicas de Obama sobre los objetivos comunes que comparte con Trump, o las repetidas promesas de Sanders de trabajar con Trump con respecto a empleos. ¡NUESTRO EQUIPO NO ES EL EQUIPO DE ELLOS! Ellos les han DICHO a ustedes, con una concentración especial en la declaración descarada de Obama (y descaradamente cierta) de que las elecciones entre los demócratas y los republicanos son competencias “intramuros”, que todos ellos están en el mismo equipo... y nosotros —las masas populares— tenemos que entender y actuar de acuerdo al entendimiento de que estamos en un equipo diferente, uno que está en oposición fundamental al “equipo” de ellos. Tenemos que usar y propagar ampliamente los artículos de revcom.us, los memes relacionados, etc., que denuncian todo esto. (Vea: “Obama sobre Trump: ‘Todos estamos en EL mismo equipo’ (¡!)”, “Bernie Sanders se viste de sin vergüenza colaboracionista” y “Obama dice, ‘Si Trump tiene éxito, nosotros también’. He aquí dos preguntas, Obama…”).
Los comunistas revolucionarios tienen que jugar un papel, lo que es muy importante, de intervenir desde fuera del marco y las normas democrático burgueses, de refutar y denunciar las arraigadas suposiciones sobre la historia de Estados Unidos, la naturaleza del presente sistema y lo que se necesita en última instancia. Cuanto más se difunda esto, tanto más establecerá los términos favorables para la lucha que se necesita. Por ejemplo, esto deberá incluir la realidad de que “Estados Unidos jamás ha tenido grandeza” o que “la creación de empleos” bajo el presente sistema es simplemente una manera de organizar a la gente en relaciones de explotación cuando, por otra parte, se podrían hacer las cosas de manera radicalmente diferente. Un ejemplo particularmente ilustrativo es el de responder a aquellos que dicen que las “urnas” representan una sacrosanta tradición estadounidense, con lo siguiente: “¿Y qué me dicen de los Siete Mil Millones que Comprenden la Humanidad?” ¿Cabe poner su futuro a una votación?
V. Puntos adicionales sobre impulsar los objetivos estratégicos — La repolarización para la revolución, la movilización de nuevas fuerzas para la revolución
Si bien la revolución no es todavía una cuestión social, las personas SÍ están contemplando las grandes cuestiones que se están planteando objetivamente. Nos encontramos en un “momento”, en el cual, a raíz del fascismo de Trump y Pence, grandes interrogantes están al debate — sobre la epistemología, qué pasó que nos llevó a tener este monstruoso y grotesco régimen, qué se requerirá para ir más allá de todo esto hacia un mundo sin explotación y opresión, etc.
Lo que más caracteriza este momento es que millones de personas “nuevas” han entrado a la vida política, actuando de una manera que no se hubieran imaginado hace unos meses.
Éste es un terreno estratégicamente muy pero muy favorable que, entre otras cosas, suscita grandes interrogantes sobre, en una palabra, los 5 Altos y las 3 Cosas5, para las cuales tenemos respuestas plenamente científicas. En este contexto, es crucial, especialmente en las escuelas, en la intelectualidad y los artistas, y en las capas medias en general, bregar y hasta luchar fuertemente en torno a las cuestiones de epistemología a fin de abrir una brecha. Por ejemplo, Trump ha llevado el relativismo al extremo, creando a fuerzas una oportunidad para que nosotros podamos hacer el argumento sobre la realidad objetiva, la verdad, el método y enfoque científicos, etc. y, más fundamentalmente, lo que está concentrado en el capítulo 4 de Lo BAsico, como 4:106 y 4:117.
En este contexto y en general, sobresale por su importancia la entrevista a Ardea Skybreak —algo recalcado en su título/subtítulo — CIENCIA Y REVOLUCIÓN, Sobre la importancia de la ciencia y la aplicación de la ciencia a la sociedad, la nueva síntesis del comunismo y la dirección de Bob Avakian. En particular, cabe subrayar y llamar la atención sobre la última sección de la entrevista como un modelo de una “Seguidora de BA” —no sólo en oposición a todas las ridículas calumnias sobre un “culto”, sino, positivamente, como una encarnación y concentración del mundo radicalmente diferente y mucho mejor, de lo que significa ser comunista según el espíritu de El Nuevo Comunismo— con la particularidad de una científica que es “Una exploradora, una pensadora crítica, una seguidora de BA: Conocer el mundo, y cambiarlo hacia lo mejor, al servicio de los intereses de la humanidad”.
Tenemos que estar EN UNA MISIÓN — en todas las tareas a nuestro cargo, pero con un especial énfasis en la acumulación de fuerzas para la revolución (y especialmente fuerzas comunistas). Que la orientación, basada en las dos directrices de “para quién y para qué” y el materialismo8 — no sea menos que, como el antemencionado ejemplo, el de unos padres de familia cuyo hijo ha desaparecido, y quienes NO se dan por vencidos ni ceden ante los obstáculos hasta que se haya resuelto la situación. Necesitamos un “Ohio”9 en movimiento, en que el Club Revolución ve su tarea principal como el de acumular fuerzas para la revolución, y en este contexto, unos puntos:
- El eslabón clave es: “¿las personas en el club están en una misión para hacer la revolución?” En este contexto, hay que abordar los obstáculos de manera diferente, entre ellos las necedades. Por ejemplo, si alguien objeta, diciendo: “Me gusta la idea de la revolución, pero ¿puedo quedarme con mi auto?”, pues para nada es un momento para entrar en una respuesta larguííísima, sino de señalar con mucha franqueza: “Hablamos del futuro de los siete mil millones de la humanidad — ¿y usted está preocupado por su auto?” Ésa tiene que ser la orientación, que establece y vuelve a establecer los términos, sin dejar que todas las preguntas que se plantean establezcan los términos, preguntas que objetivamente representan un punto de vista burgués o pequeño burgués.
- Cabe luchar con todos los que están en el club o en su entorno, para que se preparen a sí mismos para estar en el Partido, después de estar en el club cierto tiempo — en oposición a que el club sea un “lugar permanente de planta”. Dista mucho de ser suficiente lo mejor que ya se ha hecho. En este sentido, hay una relación correcta entre la pasión y la ciencia — la dialéctica de la cabeza y el corazón, que pueden separarse en cualquier dirección... y es crucial abordar y dirigir esta dialéctica de una manera correcta... como en LO QUE LA HUMANIDAD NECESITA: La revolución, y la nueva síntesis del comunismo, una entrevista a Bob Avakian, por A. Brooks. Necesitamos una impaciencia basada en la ciencia... Tenemos que prestar atención al “Ohio” en todo lo que hacemos y por medio de todo lo que hacemos, y además, en sí.
- La capacitación de las personas para que sean comandantes estratégicos de la revolución. La pregunta esencial es la siguiente: ¿Usted quiere GANAR — y QUÉ quiere GANAR? Es como jugar una partida de ajedrez —con la burguesía, con otras fuerzas sociales, etc.— en lugar de simplemente proceder de manera lineal y singular desde “lo que hacemos” y las masas populares, como si no existieran mayores dinámicas y cambios en la sociedad, tanto objetivos como en respuesta a “lo que hacemos”. ¡La lectura y repaso de la sección de la Entrevista a Skybreak sobre los Comandantes estratégicos (páginas 44-50 del pdf) es “de rigor” para todos los que se interesan en hacer la revolución y hacer nacer un mundo radicalmente diferente y mucho mejor! La calidad, el contenido, la justeza y la contundencia de la agitación revolucionaria tienen mucho que ver con ser comandantes estratégicos, y con abordar las cosas desde la cima de la montaña, desde la posición “parecida a un dios” que ocupa el proletariado10.
1. “Los 5 Altos” se refieren a las siguientes demandas que reflejan importantes concentraciones de contradicciones sociales (y que se pueden descargar en forma de afiche y volante en revcom.us):
¡ALTO – a la genocida persecución, encarcelación en masa, brutalidad y asesinato policial de los negros, latinos y otra gente de color!
¡ALTO – a la patriarcal denigración, deshumanización y subyugación de todas las mujeres por todos lados y toda la opresión por razones de género u orientación sexual!
¡ALTO – a las guerras de imperio, ejércitos de ocupación y crímenes de lesa humanidad!
¡ALTO – a la satanización, criminalización y deportación de los inmigrantes y a la militarización de la frontera!
¡ALTO – a la destrucción del planeta por parte del capitalismo-imperialismo! [regresa]
2. De La guerra civil que se perfila, de Bob Avakian, “El ‘ELLOS’ no existe, pero se está dando cierto rumbo de las cosas: La dinámica interna de la clase dominante y los retos para los revolucionarios”. [regresa]
3. Los “3 A Preparar” son: A preparar el terreno, a preparar al pueblo y a preparar a la vanguardia — a prepararse para el momento en que sea posible liderar a millones de personas para acometer la revolución, a toda máquina, con una posibilidad concreta de ganar. [regresa]
4. La contradicción fundamental del actual sistema capitalista-imperialista es la existente entre la apropiación privada y la producción socializada — lo que genera y establece el contexto para la opresión, la explotación y las divisiones sociales antagónicas en el mundo. Se puede resolver solamente mediante la revolución comunista. Como ya afirmamos, se trata de una revolución para deshacerse del actual sistema y establecer una sociedad socialista — un sistema económico y político radicalmente diferente que es una transición hacia el comunismo, como parte de un prolongado proceso mundial, que resuelve esta contradicción fundamental por medio de un proceso en que la humanidad —en su totalidad— asume el control consciente de las fuerzas productivas y elimina la opresión y los conflictos sociales antagónicos.
La contradicción principal es lo que está al frente en la forma en que la contradicción fundamental se manifiesta durante un cierto momento histórico o en un ámbito específico. En Estados Unidos, la contradicción fundamental ahora se manifiesta en este régimen fascista, una forma particular de gobierno de la clase capitalista-imperialista, que determina y moldea la contradicción principal y la tarea para aquellos que luchan por la revolución — la batalla política inmediata contra este régimen. [regresa]
5. “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor”. [regresa]
6. Para que la humanidad avance más allá de un estado en que “no hay razón como la del bastón” —y en que en última instancia la situación se reduce a las relaciones de poder bruto—, se requerirá, como elemento fundamental de este avance, un enfoque hacia el conocimiento de las cosas (una epistemología) que reconoce que la realidad y la verdad existen objetivamente y no cambian en conformidad con (ni dependen de) diferentes “narrativas” y cuánta “autoridad” tenga una idea (o “narrativa”) ni de cuánto poder y fuerza se pueda ejercer en nombre de cualquier idea o “narrativa” particular en cualquier momento dado.
— Lo BAsico 4:10 [regresa]
7. Lo que piensa la gente es una parte de la realidad objetiva, pero lo que piensa la gente no determina la realidad objetiva.
— Lo BAsico 4:11 [regresa]
8. La primera parte de EL NUEVO COMUNISMO, de Bob Avakian, habla de estas dos directrices, las que se refieren a la necesidad de que los comunistas se basen en la necesidad objetiva de que los siete mil millones de personas sobre el planeta tengan un mundo completamente nuevo, actuando de acuerdo a esos intereses en todo, y a la necesidad de proceder sobre la base del método revolucionario y de aplicarlo, y nada menos, para hacer la revolución. [regresa]
9. El “Ohio” se refiere a la práctica de la banda de desfile de la Universidad Estatal de Ohio en que los miembros marchan en formación “a través de” las letras para formar la palabra “O-H-I-O”. Tiene que ver con el proceso análogo en que las personas participan en la construcción de cualquier movimiento progresista o revolucionario en que las personas “atraviesan” varios niveles de entendimiento y compromiso, si bien ¡el proceso no es (“en el mundo real”) tan lineal ni está en filas tan cerradas como la banda de desfile de la Universidad Estatal de Ohio! [regresa]
10. Para conocer más sobre “la cima de la montaña” como punto de observación desde el cual ver el gran desfile de la historia humana y la “posición parecida a un dios que ocupa en proletariado”, recomendamos fuertemente que las y los lectores lean y exploren el artículo “Conversación de Bob Avakian con unos camaradas sobre epistemología: Sobre conocer y cambiar el mundo”.
En esta discusión, él dice: “¿Qué es la ‘posición parecida a un dios que ocupa el proletariado’, que menciono en ‘Cuestiones estratégicas’? Por una parte es como si uno estuviera en una colina observando el gran desfile del desarrollo de la humanidad. Unas partes apenas se ven en penumbras, otras se ven más claramente — en medio de esa amplia perspectiva histórica y en cierto momento, surge de ese conjunto de relaciones sociales el grupo llamado el proletariado que puede llevar todo eso a un lugar muy definido, a un mundo totalmente distinto. Pero no debemos reificar al proletariado, o sea, convertirlo en una cosa u objeto. Claro, consta de personas, pero no se trata de los proletarios individuales sino del proletariado como clase, de su posición en la sociedad y de sus intereses como clase en el sentido más fundamental”. [regresa]
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