Crimen Yanqui

Caso #65: La Primera Guerra de Trípoli, 1801-1805

5 de abril de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Bob Avakian escribió recientemente que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor“).

En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.

American Crime

La lista completa de los artículos de la serie Crimen Yanqui

EL CRIMEN: En 1801, el presidente Thomas Jefferson despachó a la Marina y al cuerpo de Infantes de Marina a bloquear y luego invadir Trípoli (entonces parte del imperio Otomano, ahora conocido como Libia), lanzando así la primera Guerra de Trípoli que culminó en 1805 con la brutal Batalla de Derna. Jefferson lo hizo en nombre de combatir la “piratería” y defender el “libre” comercio, después de que el líder musulmán de Trípoli, Yusuf Karamanli, había renunciado el tratado de 1797 con Estados Unidos y exigido que se le pagara $225.000 de inmediato más $20.000 al año por el permiso de descargar y cargar bienes de Estados Unidos en puertos de Trípoli.

Jefferson declaró que Estados Unidos le mandó al gobernante de Trípoli la respuesta “vía escuadrón”, desplegando buques de guerra a la costa norte de África para bloquear el puerto de Trípoli, donde estalló la batalla naval entre Estados Unidos y las naves de Trípoli. En 1803, después de que la fragata estadounidense USS Philadelphia naufragó cuando perseguía un barco de Trípoli y la tripulación entera de 307 fue tomada de rehén, Jefferson envió cinco fragatas, incluyendo la USS Constitución junto con los infantes de Marina para “someter, saquear y premiarse con todos los buques, la mercancía y los efectos” en Trípoli.

En 1804, Estados Unidos intentó destituir a Karamanli, reemplazándolo en el trono con su hermano Hamet, entonces exiliado en Egipto. Buques de guerra de Estados Unidos bombardearon a Trípoli. El teniente del ejército de Estados Unidos, William Eaton, encabezó una pequeña fuerza compuesta de infantes de Marina y unos 500 mercenarios árabes y griegos que atravesó atravesar el desierto desde Alexandria, Egipto hasta el puerto de Derne (ahora conocido como Derna), la segunda ciudad más grande de Libia.

La batalla de Derna fue brutal y feroz. La fuerza mercenaria, dirigida por los estadounidenses, dejó 800 muertos y 1.200 heridos, mientras que ellos solo sufrieron un puñado de bajas en la toma de la fortaleza de Derna — e izaron la bandera yanqui en señal de triunfo y de mantenerla en alto en la batalla contra las tropas de Karmanli. 

Enseguida, las fuerzas de Eaton emprendieron marcha hacia el puerto de Trípoli, amenazando con causar aún más víctimas. Luego, Yusuf Karmanli decidió aceptar un nuevo pacto para poner fin a las hostilidades contra Estados Unidos y devolver todos los ciudadanos estadounidenses en cautivo a cambio de un nuevo acuerdo para que Estados Unidos pague $60.000.

Esta fue la primera vez que una bandera estadounidense fue plantada en terreno al otro lado del océano Atlántico, también fue la primera guerra de Estados Unidos fuera del continente americano y fue el primer cambio político impuesto a fuerza por los yanquis en esa parte del mundo. Desde entonces se ha aclamado esta primera Guerra de Trípoli como una acción justa y heroica, consagrada en el himno de los infantes de Marina “De los salones de Moctezuma a las orillas de Trípoli” y profundamente arraigada en el espíritu militar de Estados Unidos.

       

“La Battalla de Derna” de Charles Waterhouse

LOS CRIMINALES: El principal criminal fue el presidente Thomas Jefferson, el comandante y jefe de esa guerra. Jefferson usó la guerra para aumentar el tamaño de la Marina y de los infantes de Marina, desplegando buques de guerra a Trípoli y declarando que solo se podía alcanzar “la paz” en el Medio Oriente “por medio de la guerra”.

Otros criminales fueron Samuel Barron, el comodoro de Estados Unidos en el Mediterráneo, quien dirigió el bloqueo naval de Trípoli; el capitán de la Marina Edward Preble que comandó la ampliada fuerza de la Marina y los infantes de Marina; y el teniente del ejército William Eaton y el primer teniente del cuerpo de la Marina, el teniente Presley Neville O’Bannon, quien dirigió el ataque asesino en la batalla en Derna.

LA COARTADA: Thomas Jefferson dijo que la renuncia de Trípoli del Tratado de 1797 y su demanda de un pago, eran: “sin fundamento e insolentes”, y por eso tuvo que mandar la Marina de guerra y a los infantes de Marina para detener la piratería contra barcos mercantes estadounidenses que operan a lo largo de la costa berberisco (el norte de África, en particular, Argel, Trípoli y Túnez) y para proteger los intereses económicos estadounidenses y a las tripulaciones de los buques mercantes.

Según la prensa, la Guerra de Trípoli de 1801-1805 y la batalla de Derna fueron grandes victorias de Estados Unidos. El Louisville Courier-Journal escribiría más tarde sobre el nuevo héroe de Estados Unidos, William Eaton, “Oficial de Kentucky primero en llevar las barras y las estrellas a la victoria en un país extranjero”.

EL VERDADERO MOTIVO: Jefferson insistió en que las demandas de Trípoli eran “sin fundamento e insolentas”. En realidad, la piratería, por recompensa o un tributo, eran comunes en la costa berberisca de África del norte (Argelia, Marruecos, Túnez y Trípoli) desde los años 1500, y los años 1800 los gobernantes de los países del norte de África pedían que los países que atravesaban sus aguas pagaran, como una forma de recaudación de aranceles para estos países por la mercancía que entraba en estos y el imperio Otomano del cual eran parte.

Por muchos años, el comercio de Norteamerica estaba seguro porque Gran Bretaña pagaba sin falta. Sin embargo, después de la Revolución Americana de 1776, Los buques estadounidenses ya no estaban protegidos por los pagos británicos. El nuevo gobierno estadounidense accedió a seguir con los pagos y luego comenzó a negociar tratados con los países del norte de África. Como parte de los acuerdos, Estados Unidos se comprometió a pagos de tributo a estos países. En 1797 Estados Unidos y Yusuf Karamanli acordaron en el Acuerdo de Paz y Amistad entre Estados Unidos de América y el Bey y los Sujetos de Trípoli de Berbería, que fue negociado por Thomas Jefferson y Benjamin Franklin. Karamanli creía que Estados Unidos le debía $6.000 por el tratado.

Pero fue Estados Unidos que al parecer no se acogió al tratado, y en 1801 Estados Unidos todavía no había pagado los $6.000. Esto y otras consideraciones llevaron a Karamanli a repudiar el tratado de 1797 y a exigir una cantidad de inmediato de $225.000 más $20.000 al año.

Jefferson se aprovechó de la situación para actuar agresivamente y librar una guerra afuera del continente por primera vez y por varias razones.

El período entre 1798 y 1808 fue uno de enorme crecimiento económico en Estados Unidos, debido en gran parte a la invención de la desmotadora de algodón en 1793 y la expansión de la esclavitud. Esto resultó en un enorme aumento de exportaciones, particularmente el algodón y el trigo, a otras partes del mundo que eran transportadas en buques mercantiles. Entre 1793 y 1801, como resultado del comercio internacional de bienes y esclavos, el valor de exportaciones y ganancias en Estados Unidos creció cinco veces. Para 1807, el valor de exportaciones estadounidenses creció a más de $108 millones, más de cinco veces más que el de 1790.

Según un erudito, el comercio en el Mediterráneo era de tanta importancia para Estados Unidos que los piratas y los estados berberiscos se volvieron en “una verdadera molestia”. Por ejemplo, los pagos en rescate y tributo a los estados berberiscos subieron a tal punto que respondía por el 20% del gasto anual del gobierno estadounidense en 1800. Al contemplar entre si pagar tributos o ir a la guerra, Jefferson consideró esto como un desafío a su derecho de vender y comprar en el mundo: “Si queremos que nuestro comercio sea libre y que no sea aislado, debemos dejarles saber a estas naciones que tenemos una energía, lo que en la actualidad no creen”. (En 1784, cuando era ministro en Francia, Jefferson ya estaba contemplando construir una marina de guerra, incluyendo para desplegarla en el norte de África. “¿Por qué no desarrollar una marina... y decidir a favor de la guerra?”, dijo. “No podemos comenzar con una causa mejor ni un enemigo más débil”.)

Esta Primera Guerra de Trípoli era parte del consagrado y autoproclamado “derecho” a ejercer su poderío militar en toda parte del mundo — con consecuencias devastadoras para la humanidad.

BIBLIOGRAFÍA SELECCIONADA

“American invasions, Canada to Afghanistan 1775 to 2014”, Dr. Rocky M. Mirza, iUniverse, 2010

Batalla de Derna (1805)”, Wikipedia

“First Barbary War (1801-1805”)”, adaptación de The American Heritage Encyclopedia of American History, por John Mack F. Faragher, Henry Holt y Co., 1998

“HIGH CRIMES AND MISDEMEANORS: Avast! How the US Built a Navy, Sent In the Marines, and Faced Down the Barbary Pirates”, de Christopher L. Miller

“Piracy and Maritime Crime: Historical and Modern Case Studies”, de Bruce A. Elleman, Andrew Forbes y David Rosenberg, Naval War College Press, 2010; vea el capítulo de Thomas F Turner, “President Thomas Jefferson and the Barbary Pirates”.

“The Economic Growth of the U.S., 1790-1860”, de Douglas C. North, Prentice Hall, 1961

“The First Barbary War”, Monticello.org

“War and Commercial Independence, 1790-1815 (Resumen)”, Gale Encyclopedia of U.S. Economic History, Thomson Gale publisher, 1999

 

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