Pasaje de CIENCIA Y REVOLUCIÓN, Sobre la importancia de la ciencia y la aplicación de la ciencia a la sociedad, la nueva síntesis del comunismo y la dirección de Bob Avakian, Una entrevista a Ardea Skybreak
La nueva síntesis del comunismo, el núcleo sólido y la elasticidad
3 de abril de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Nota de la redacción:
En la primera parte de 2015, durante varios días, Revolución le hizo una amplia entrevista a Ardea Skybreak, una científica con formación profesional en ecología y biología evolutiva y una defensora de la nueva síntesis del comunismo desarrollada por Bob Avakian. Skybreak es la autora del libro, entre otras obras, La ciencia de la evolución y el mito del creacionismo: Saber qué es real y por qué importa, y De pasos primitivos y saltos futuros, Un ensayo sobre el surgimiento de los seres humanos, la fuente de la opresión de la mujer y el camino a la emancipación. La entrevista fue publicada por primera vez en www.revcom.us. [Para la versión completa en forma de pdf, haga clic aquí y la versión en inglés en forma de libro está aquí.]
Pregunta: Bueno, definitivamente pronto vamos a adentrarnos más directamente a la nueva síntesis del comunismo que BA ha desarrollado, la que mencionaste. Pero respecto al método que BA demuestra en toda su obra, que incluye ese Diálogo, algo que acabas de decir me trajo a la mente la relación entre lo que dijiste sobre buscar constantemente la verdad y otra dimensión clave de esta nueva síntesis del comunismo, o sea el enfoque del núcleo sólido con mucha elasticidad. Pues, ¿quieres hablar también de cómo este Diálogo era un ejemplo de aplicar el núcleo sólido con mucha elasticidad?
AS: Pues, creo que esa relación entre el núcleo sólido, y mucha elasticidad sobre la base de ese núcleo sólido, es una característica esencial de toda la obra de Bob Avakian, de toda la nueva síntesis. Se ve en todo lo que él haga y escriba y comente, y se veía en el Diálogo. Pues, algo con lo que podemos contar en Bob Avakian es que él nos diga lo que su análisis y síntesis más desarrollados y avanzados lo han llevado a entender. Él lo compartirá con el mundo entero sin renuencia, independientemente de qué tan popular o impopular lo sea, y lo va a comprobar con hechos. Toda persona que quiera conocer la evidencia puede leer sus obras e investigar cómo sacó ciertas cosas, ciertas conclusiones sobre la naturaleza del sistema y el camino adelante, y cosas al estilo. Pero una de las cosas que él ha captado, en el curso de adentrarse a fondo en la experiencia de la primera ola de revoluciones socialistas, y las experiencias positivas y negativas del pasado, es que ha llegado a apreciar aún más profundamente la necesidad de un método científico que no sea ni muy rígido ni muy espontáneo. [se ríe]
La ciencia buena no simplemente sale al mundo cargando un gran signo de interrogación sin ningún tipo de teoría desarrollada. Para hacer avanzar la ciencia, uno sale al mundo con un marco de ciertos análisis que se han acumulado con el transcurso del tiempo. Hace su mejor análisis y síntesis posible en cualquier momento dado. Y de ahí lo pone a prueba ante la realidad. Eso es lo que hacen los científicos. Y en el curso de hacerlo, uno descubre que algunas de las cosas que pensaba que eran ciertas sí efectivamente son muy ciertas —uno capta ciertos patrones que quizás esperaba ver— y también con frecuencia se topa con algunas sorpresas, aprende algunas cosas inesperadas, se da cuenta de que se había equivocado en algunas instancias, y también aprende de eso. Eso permite que haga un análisis y síntesis aún más avanzados. Y prosigue de ahí. Así avanza el conocimiento científico bueno. En mi opinión, Bob Avakian pone un ejemplo de eso en todo lo que hace. Por eso creo que no hay nadie a su altura en la aplicación de un enfoque científico sistemáticamente bueno a los temas de la sociedad y la transformación positiva de la sociedad.
Lo que vimos durante el Diálogo — vemos a una persona que es de verdad un estadista. La gente dice, a veces: “Pues, necesitamos cambiar las cosas, pero hace falta liderazgo”. ¿Quieren liderazgo? — ahí está. Ahí está el liderazgo que no titubea. Ahí está el liderazgo que tiene la confianza forjada a base de los análisis y síntesis de la experiencia internacional, y la experiencia de Estados Unidos, y la experiencia del movimiento comunista y los movimientos revolucionarios, de toda la experiencia de la historia humana, de estudiarla y analizarla durante décadas. Tiene mucho en su haber, y no duda en comunicar a la gente lo que él ha aprendido, de una manera muy coherente. Eso es liderazgo, y eso es el núcleo sólido de su liderazgo.
Al mismo tiempo, eso es una parte esencial de su análisis científico de que el comunismo y la transformación de la sociedad — que no se trata de una religión, de un dogma, de un catecismo, de un paquete de preceptos o reglas, ni de los Diez Mandamientos. Es una ciencia dinámica que siempre debe estar dispuesta a aprender de algunos nuevos ángulos y nueva experiencia y nueva información, la presentación de nuevos datos, que podrían reforzar y substanciar aún más lo que ya entendíamos, y también cuestionar algunos aspectos de la misma y permitir que desarrollemos más ese conocimiento. No se trata de un proceso estático. La ciencia es un proceso muy dinámico, entendida correctamente. Por lo que algo que vemos es… ¿por qué él se toma la molestia tan siquiera de hacer algo como el Diálogo? ¿Por qué se dirige a un público tan diverso? No es como si fuera comunista la mayoría del público. La mayoría no estaba convencida de todo — él no predica a los conversos. Repito, no se trata de una religión. Él lleva ciencia a la gente, y llama a que las personas le entren, le apliquen algunas de sus propias experiencias y ofrezcan nuevas observaciones para profundizar más la verdad y profundizar más los análisis.
Pero no comete el error opuesto el que a veces hace la gente. Por un lado, existe el error del dogmatismo y un enfoque religioso — de actuar como si el comunismo, a diferencia de ser una ciencia, fuera un conjunto de preceptos o un catecismo a recitar y que sea así de rígido. No. La vida real, la naturaleza real, y la sociedad humana real, ¡cuentan con tantísimo dinamismo que no es posible embutirlas en semejantes preceptos secos y cubículos pequeños! Pero el error epistemológico opuesto que las personas pueden cometer es el de actuar como si no fuera posible conocer nada a ciencia cierta, que nunca haya nada cierto. Actuar como si, simplemente porque es correcto cuestionarlo todo, uno nunca pudiera estar seguro de nada, como si no hubiera nada en el cual uno pueda basarse para seguir adelante, para aprender más — argumentar, en líneas generales, por pura elasticidad todo el tiempo, para que no haya nada de núcleo sólido que forme ninguna base de nada. Es como lo que prevalece en muchos círculos universitarios actualmente: muchísimo relativismo filosófico, por lo que personas en efecto le dicen a uno: “Bueno, existe tu verdad y existe mi verdad, todos tenemos nuestras verdades, y tú tendrás tu narrativa y yo la mía, quién podría decir qué es correcto y qué no lo es”. Para mí, semejante relativismo extremo no es solamente ridículo sino inadmisible.
Si uno nunca ha contado con ninguna certeza científica en torno a nada, va a caer en muchos desastres y no va a avanzar. Por ejemplo, en las ciencias naturales, si uno quiere resolver un enorme problema ambiental, o curar una enfermedad grave, o mandar una sonda al espacio para explorar el Marte, o lo que sea, más le vale partir de una base de cierto núcleo sólido de certeza científica, lo más que sepa, al mismo tiempo que reconoce que quizás no sean perfectos algunos aspectos de su conocimiento y enfoque. De hecho, uno casi siempre podría predecir que aprenderá algunas cosas nuevas que pongan en duda unos aspectos de su conocimiento y enfoque. Pero más vale partir desde un andamiaje o plantilla inicial que conlleva cierto núcleo de certeza, de certeza científica, que se haya forjado al paso de tiempo por medio de acumular experiencia histórica y la respectiva síntesis científica y el “triaje” [priorización] de dicha experiencia histórica. Eso nos permite decir, pues bien, vamos a salir al mundo aplicando esas hipótesis y teorías científicas, y vamos a ponerlas a prueba y desarrollarlas aún más y sin duda aprender muchas cosas nuevas en el camino. Pero si no se parte de cierta certeza científica, con algún núcleo sólido para plantear en el mundo, no se logrará nada. Si creemos que no existe nada en que basarnos con confianza... ¡pues, más vale que flotemos en un vacío! Si nos pusiéramos a investigar cómo curar el cáncer u otra terrible enfermedad, podríamos darnos por sentado que nuestro conocimiento probablemente tenga defectos y deficiencias en un momento dado, pero más vale que estemos dispuestos a aplicar el mejor conocimiento acumulado hasta la fecha y valernos de ello como una base para experimentar más y transformar la realidad, y de ahí seguir resumiendo y analizando más con el fin de posibilitar aún mayores avances hacia una resolución de los problemas.
Bob Avakian pone el ejemplo de un enfoque científico de ese tipo. No dice que todo lo del pasado haya sido perfecto. Ni que todo en su propio conocimiento sea perfecto. Tampoco que no se cometerán errores en el futuro. Nunca nos dice eso. Nos dice que tenemos que aprender a aplicar un método y enfoque científicos para poder analizar sistemáticamente y distinguir lo que es verdad, a lo que no lo es, hasta dónde más podamos en cualquier momento dado de la historia y de manera continua.
Y, por supuesto, si uno habla de la transformación social, tiene que ligar su método científico a una conciencia moral. Tiene que proceder concretamente desde ciertos objetivos hacia atrás. Si se es un científico natural, quizás su objetivo es determinar los efectos de la deforestación sobre una selva tropical o algo del estilo. Si se es un científico social y es un comunista revolucionario, su objetivo es encaminarse concretamente hacia un mundo mejor, un mundo que trascienda las diferencias de clase y logre lo que se ha llamado las “4 Todas”. Éstas se refieren a un planteamiento de Marx en el que dice que llegar al objetivo del comunismo requiere de la abolición de todas las diferencias de clase, de todas las relaciones de producción en que éstas descansan, de todas las relaciones sociales que acompañan esas relaciones de producción y la revolucionarización de todas las ideas que surgen de esas relaciones sociales. Uno está encaminado en ese rumbo de una sociedad comunista, y va conociendo algunas de las contradicciones las que abarca el proceso de conquistar el poder, el proceso de construir una nueva sociedad socialista sobre una base económica completamente diferente y con objetivos diferentes y al fomentar y luchar por relaciones sociales diferentes. Uno está encaminado en cierta dirección.
Así que, hoy en día, un comunista revolucionario debería proceder hacia atrás desde ese objetivo de largo plazo de generar una sociedad de tipo que sea verdaderamente emancipador para la mayoría de la humanidad. Constantemente, es necesario que volvamos a hacer verificaciones: ¿El trabajo va conduciéndose en la dirección correcta? ¿Se encamina hacia esos objetivos declarados, en vez de ir en otro sentido? Es posible que el trabajo vaya por unos caminos incorrectos, y ojalá que lo reconozcamos a tiempo como para corregir el rumbo y aprender de esos errores. Cualquier científico bueno te dirá que también es posible aprender mucho de los errores y de los caminos equivocados, siempre y cuando se aplique sistemáticamente métodos científicos a los análisis y resumen. Pero si no se aplican métodos científicos sistemáticos, es mucho más probable que los errores y caminos equivocados causen devastación.
Bob Avakian ha dicho que todas las verdades son buenas para el proletariado, que todo lo que efectivamente es cierto puede ayudarnos a llegar al comunismo. Y eso es cierto, efectivamente. Podemos aprender. En el Diálogo, se ve que él lucha con el público para que entienda eso. Sabe que habla con un público que sostiene muchas ideas equivocadas, muchos prejuicios — es un público lleno de personas que son inteligentes pero saben poco sobre la forma en que la sociedad se estructura y se organiza, o qué se requiere concretamente para rehacer la sociedad sobre una base mucho más positiva. Hay muy poca ciencia, hay muy poco materialismo en la sociedad de hoy. No me importa qué tanto estudio tenga la gente, la mayoría no sabe nada, francamente, a la hora de conocer la sociedad y cómo transformarla. No dudo en decirlo. Y Bob Avakian pone el ejemplo del núcleo sólido, en el que dice, Mira, tengo décadas en esto, he venido aplicando métodos científicos. Hay mucho que he aprendido, hay mucho que puedo compartir con ustedes sobre cómo este sistema está construido, sobre estos ultrajes como los asesinatos policiales y todos esos otros ultrajes. ¿Por qué ocurren? ¿Por qué siguen ocurriendo? ¿Por qué seguirán ocurriendo hasta que acabemos con este sistema?
Él tiene mucho material del núcleo sólido, mucha certeza científica que puede aplicar. Al mismo tiempo, abre los brazos muy ampliamente, para unir a personas de muchas diferentes perspectivas y para abarcar observaciones y experiencias amplias, que en este caso incluyen su relación muy cariñosa y productiva con Cornel West, quien procede desde una epistemología filosófica diferente, pero se inquieta por muchos de las mismas cuestiones.
Hay mucho que podemos aprender de estos marcos diversos, pero hay que desmenuzarlos y hay que canalizarlos y dirigirlos. La elasticidad no debe ser un revoltijo espontáneo. Es necesario volver constantemente a juntar el núcleo sólido con la elasticidad a fin de dirigir y canalizar ésta. Un buen científico sí trabaja para dirigir y canalizar las cosas en direcciones positivas con el fin de resolver problemas. Y eso es parte de lo que se ve — se ve en el curso del Diálogo. Hay mucha confianza y certeza de un científico que ha hecho mucho trabajo, y que sabe que su obra es muy avanzada, y que sabe que muchos de sus críticos ni siquiera se han adentrado de forma sustantiva en ese material. Y al mismo tiempo, abre los brazos muy ampliamente, alentando el pensamiento crítico y el proceso de aprender de muchas diferentes experiencias en el pasado y el presente, todo al efecto de dirigir en una dirección que de hecho sería bueno para la mayoría de la humanidad.
Otra cosa que podríamos sacar del Diálogo, hablando del ejemplo que puso Bob Avakian, fue un sentir de la sociedad del tipo que él sostiene que sea necesario crear. Creo que las personas se sorprenden, muchas veces, cuando leen una obra de Bob Avakian o de alguna forma saben de él. Muchas veces guardan todo tipo de prejuicios sociales, ideas equivocadas y estereotipos, de que los comunistas son unos dogmáticos secos y sin humor, pero luego encuentran a Bob Avakian y descubren que él es completamente diferente a lo que esperaban. Eso se debe precisamente al tipo de método y enfoque científicos que él aplica a la transformación de la sociedad y al trabajo hacia el objetivo de emancipar a toda la humanidad. Es muy dinámico, y tiene una enorme generosidad del espíritu. Y es una persona muy divertida. Eso es algo que siempre dice la gente — que ¡yo no sabía que era una persona tan divertida! Al mismo tiempo, él tiene una profunda seriedad, una profunda y total seriedad sobre lo que hace. Y su rabia, su coraje, su indignación por las injusticias de la sociedad, la profundidad con la que palpa cada uno de esos asesinatos policiales de jóvenes negros, por ejemplo, pues no se trata de que él dé aires sino que lo siente de corazón. Todos mencionan eso — de que su indignación es muy genuina, su seriedad y determinación de deshacerse de todo eso es muy genuina. Al mismo tiempo, puede combinar esa profunda y total seriedad y ciencia con un enfoque que es dinámico, generoso y lleno del humor, que abarca la vida y todas sus muchas dimensiones. Ese hecho, me parece, dice algo sobre el tipo de mundo que sostiene que hay que crear, y los métodos para hacerlo.
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