Un ataque aéreo estadounidense mata a 230 personas en Mosul, Irak

5 de abril de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Nos acurrucamos todos en una habitación del fondo de la casa; éramos 18, tres familias. Pero cuando la casa de al lado fue bombardeada, se nos cayó encima, justo en la habitación en la que estábamos escondidos. Murieron mi hijo Yusef, de nueve años, y mi hija Shahad, de tres, así como mi hermano Mahmoud, su esposa Manaya, Aws, su hijo de nueve años, y mi sobrina Hanan. Ésta tenía abrazada a su hija de cinco meses que, gracias a Dios, sobrevivió.

Informe de Amnistía Internacional sobre el ataque aéreo a Mosul del
17 de marzo de 2017 por parte de Estados Unidos y su coalición

La indignación está creciendo alrededor del mundo al salir más detalles sobre la horrible —y criminal— matanza de más de 200 civiles inocentes, la mayoría mujeres y niños, por los masivos ataques aéreos de Estados Unidos y su coalición dentro de la ciudad de Mosul el 17 de marzo. Las noticias iraquíes informaron que 230 iraquíes murieron en el ataque ese día el mayor número de muertes civiles de un ataque militar estadounidense en décadas.

Como siempre, el mando de las fuerzas de Estados Unidos y la coalición negó la responsabilidad de la carnicería. Al principio afirmaron que las muertes no fueron el resultado del bombardeo, sino de trampas explosivas puestas por las fuerzas del Estado Islámico. Pero cuando los trabajadores de rescate, periodistas y grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) entraron en la zona para examinar los barrios destruidos, los relatos de los iraquíes que sobrevivieron el horror pintaron un cuadro diferente. Según los testigos y supervivientes, no había duda de que las bombas caídas de los aviones causaron la devastación, el gran número de muertos y la destrucción de 50 casas — no explosivos dejados en los hogares.

No fue sino hasta 11 días después de la masacre que el comandante general de Estados Unidos admitió que “existía al menos una posibilidad” de que Estados Unidos fuera responsable de las bajas civiles.

Según la BBC, más de 286.000 civiles residentes de Mosul se han visto obligados a huir de sus hogares desde el inicio en octubre del asalto de la coalición estadounidense para expulsar de Mosul a las fuerzas del Estado Islámico. Pero cientos de miles de personas más han acatado las repetidas instrucciones del gobierno iraquí para permanecer hasta que lleguen las tropas.

Imagínese las consecuencias humanas de lo que hace este monstruo imperialista estadounidense en Irak, Siria y muchos otros países de la región; y el hecho de que el “daño colateral” —la muerte de iraquíes inocentes— no significa nada para estos morbosos.

Un reportero del New York Times describió “un panorama de destrucción en el barrio Jidideh de Mosul tan vasto que un residente lo comparó con la destrucción de Hiroshima, Japón, donde Estados Unidos lanzó una bomba atómica en la Segunda Guerra Mundial”. El periodista continuó: “Un brazo carbonizado, envuelto en un pedazo de tela roja, se asomó de los escombros; los trabajadores de rescate en overoles rojos y con máscaras para evitar el hedor, algunos con un rifle sobre el hombro, revisaron los restos en busca de cadáveres”.

El 28 de enero Trump firmó un memorando de seguridad nacional dando a los militares 30 días para idear un plan para derrotar al Estado Islámico. Dijo que quería que el plan incluyera “relajar las reglas de combate”, de acuerdo con la política extranjera militar super-agresiva de su régimen fascista. Y al mismo tiempo los militares estadounidenses están intensificando sus operaciones tanto en Irak como en Siria. El régimen de Trump y Pence ha enviado cientos de fuerzas adicionales al asalto a Mosul y 500 tropas terrestres adicionales a Siria, ambos lugares donde se concentran los combatientes del Estado Islámico. Y el ejército estadounidense informa que en cada semana del marzo se han lanzado sobre Mosul la increíble cantidad de 500 de las llamadas municiones “guiadas con precisión”.

Amnistía Internacional (AI) dijo que el hecho de que dijeron a los residentes a permanecer en sus casas significaba que la coalición sabía que los ataques aéreos probablemente resultarían en bajas civiles. Y AI dijo explícitamente que toda falta de tomar las medidas adecuadas para evitar la muerte de civiles “viol[a] así, abiertamente, elderecho internacional humanitario” y constituiría crímenes de guerra.

“El derecho internacional humanitario (también conocido como ‘leyes de la guerra’)”, dije AI, “exige a las partes beligerantes en un conflicto tomar todas las precauciones posibles para reducir al mínimo los daños a civiles, y no lanzar ataques que puedan causarles daños desproporcionados, es decir, que éstos no sean excesivos en comparación con el beneficio militar concreto y directo que se prevé”.

Este récord para bajas civiles en un día, esta masacre liderada por Estados Unidos en Mosul, es aún más evidencia de que la agenda global del régimen fascista de Trump y Pence es una verdadera amenaza para la humanidad y HAY QUE EXPULSARLO.

 

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