El siguiente es un artículo de opinión que el Club Revolución de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) entregó al periódico de la UCLA, el Daily Bruin, el cual se negó a publicarlo. ¡Vaya “libertad de expresión”! Lo publicamos aquí con el permiso del Club.

La UCLA acoge a una conferencista que justifica el genocidio, ¡y los estudiantes lo permiten! Heather Mac Donald utiliza una chapucera fachada intelectual para justificar un genocidio contra la gente negra, latina y otros de color.

30 de abril de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Los Bruin Republicans [grupo de estudiantes republicanos en la UCLA] son famosos por promover y alentar la expresión odiosa y la violencia contra los grupos minoritarios en el campus al celebrar eventos como, “Un inmigrante ilegal mató a mi hijo”, “El feminismo es un cáncer” con Milo Yiannopoulos, y llevar en alto pancartas anti-trans en una conferencia anti-trans celebrada en la Universidad de California en Santa Bárbara. El evento que presentaron el miércoles pasado, “Blue Lives Matter with Heather Mac Donald” [Las vidas azules (o sea, de la policía) importan, con Heather Mac Donald] no fue diferente.

Vea también:
Una pregunta agudamente planteada: ¿NAT TURNER O THOMAS JEFFERSON?
de Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

Mac Donald se ha hecho notoria por aseverar:

  • “La razón por la cual la tasa de encarcelamiento de los negros es la más alta del país es que los negros tienen la tasa de criminalidad más alta — por mucho”.
  • “No es el racismo el que encarcela a los hombres negros, sino su propio comportamiento”.
  • “Son innumerables las oportunidades para que los negros prosperen en la economía si no se meten en líos, si estudian y se aplican, pero la cantidad que se aprovecha de estas oportunidades no lo es”.

Citas de: (https://www.city-journal.org/html/jena-dodge-10301.html)

Hasta mantiene que “no hay ninguna agencia gubernamental que se dedique a la proposición de que ‘La vida de los negros importa’ que la policía, y que el trabajo proactivo de la policía ha ayudado a reducir la delincuencia grave en los barrios predominantemente negros, pero que la falsa narrativa de Black Lives Matter [La vida de los negros importa] daña vidas negras inocentes a medida que la policía retrocede y el crimen violento se eleva”. (https://www.thecollegefix.com/post/32050/)

¡Estas afirmaciones son puras mentiras descaradas! Hay un montón de estudios que analizan la criminalización del pueblo negro, el prejuicio racial en las actividades policiales y la falta de oportunidades para los negros en Estados Unidos. Sólo para citar algunos de los cientos de estudios:

  • A pesar de la similitud de factores como los antecedentes penales y la gravedad del delito, “los hombres blancos de 18 a 29 años de edad tenían un 38% menos de probabilidades de recibir una sentencia de prisión que los negros del mismo grupo de edad”. (The Sentencing Project [El Proyecto sobre Sentencias], “Racial Disparity in Sentencing: A Review of the Literature” [Disparidad racial en sentencias: Una revisión de la literatura], 2005)
  • Aunque los negros representan sólo el 13% de los que usan drogas mensualmente, representan el 35% de las detenciones por posesión de drogas, el 55% de las condenas y el 74% de las penas de prisión. (The Sentencing Project, “Drug Policy and the Criminal Justice System” [La política de las drogas y el sistema de justicia criminal], abril de 2001)
  • Un estudio de Milwaukee envió a solicitantes blancos y negros a entrevistas para la misma posición, solicitantes que presentaron antecedentes educativos y de empleo similares. Los dueños eran dos veces más propensos a pedir que regresaran a los solicitantes blancos sin antecedentes penales que los solicitantes negros sin antecedentes penales. ¡Y eran MÁS propensos a pedirlo a los blancos que dijeron que sí tenían antecedentes penales que los negros que dijeron que no los tenían!

En segundo lugar, cuando Mac Donald llora lágrimas de cocodrilo por las víctimas del crimen “negro contra negro”, echa la culpa a los “criminales” sin analizar la raíz básica del crimen en las comunidades negras. Incluso el autor conservador, Edward Luttwak, ha reconocido esta realidad y ha argumentado ¡que el crimen es una opción racional para millones de jóvenes de los barrios oprimidos urbanos! Mac Donald nunca menciona la desindustrialización que sacó las fábricas de los barrios negros y las envió al tercer mundo, ni considera ninguno de los otros factores que llevaron a Luttwak a su análisis. Ella no habla de los recortes en los servicios sociales, la disminución de la calidad de las escuelas, la segregación (y la falta de recursos para los vecindarios predominantemente negros o latinos), ni los orígenes de la policía en la esclavitud. Lo que Mac Donald pasa por alto no cabe citar en un artículo. No examina el sistema del capitalismo que es la causa de estas condiciones, un sistema que ve a los negros como prescindibles y que ha librado un lento genocidio contra la gente negra y latina durante décadas (con la encarcelación en masa y el asesinato policial como la punta de lanza).

¿Deberíamos cerrar eventos como éste, o fomentar el debate intelectual “planteando preguntas punzantes” en el evento?

Para hablar claro, este evento no constituyó un acto de “Libertad de Expresión”, sino un acto de la descarada expresión de odio repleto de ataques al pueblo negro, y esta retórica supremacista blanca peligrosamente genocida tiene el respaldo del poder estatal de los fascistas ahora en la Casa Blanca. La lógica de Mac Donald lleva a la conclusión de que es una cualidad inherente de los negros el cometer delitos, o es “naturalmente” una parte de la cultura negra. Como era de esperar, le dijo a un estudiante que si los negros educaran mejor a sus hijos, no habría tanta delincuencia. O está delirando o es una rabiosa supremacista blanca — en cualquier caso, no se debe legitimar o normalizar esas mentiras. Lo preocupante es que la evidencia indique que el segundo es la verdad. Ella lucha para socavar la capacidad de los negros para levantarse y luchar contra su opresión como un pueblo. Ella lucha para fortalecer a la policía. ¡Es como encerrar a alguien en su casa e incendiarla! Se le quita a la gente la capacidad para luchar mientras se desatan horrores sobre ella.

La universidad ha sido siempre un campo de batalla de ideas, y esto adquiere una importancia creciente en el tiempo de Trump y Pence cuando están reescribiendo la verdad en una imagen fascista. De hecho, figuras como Heather Mac Donald, Milo Yiannopoulos, David Horowitz y otros ideólogos fascistas rabiosos desempeñan un papel importante en la normalización del fascismo en las universidades. ¡No se puede alentar el debate intelectual con un fascista supremacista blanco como Mac Donald que ve a las personas negros y latinas como menos que humanos! Esto no era una presentación de una perspectiva “intelectual” sobre el asesinato policial, sino un acto de violencia. ¡Las “estadísticas” de Mac Donald son mentiras! Encubren y justifican una sangrienta embestida criminal de parte de los cerdos policías contra las masas negras y latinas. Permitir a gente como Mac Donald siquiera dar un paso en una universidad contribuye a la normalización de la supremacía blanca y el fascismo, lo que ahora tiene poder bajo el régimen de Donald Trump. Para ser claro, hay un vínculo DIRECTO entre la lógica de Mac Donald y la retórica genocida de Trump de “detener la carnicería en Chicago” (o sea, liberar a los cerdos policías para aterrorizar, brutalizar y asesinar a los negros a una escala aún mayor), un vínculo que Mac Donald expuso en su discurso.

En lugar de actuar como niños bien educados que juegan según las reglas, los estudiantes necesitan dejar de estar tanto a la defensiva y decir ¡NO MÁS! No toleraremos la normalización del fascismo en el campus, y no toleraremos la consolidación del fascismo en Estados Unidos. Los estudiantes tienen que detener esto con el ardor y la determinación de aquellos en la universidad Claremont McKenna College que cerraron a Mac Donald el jueves, de los estudiantes de Berkeley que cerraron a Milo, de los estudiantes de Middlebury que cerraron al autor de The Bell Curve. Hacerlo es proporcional a lo que enfrentamos ahora mismo políticamente, y es tanto más poderoso dado lo que está en juego. ¡Tenemos que cerrar eventos como este como parte de la lucha para expulsar a este régimen del poder en la mayor brevedad posible!

 

       

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