En el Barrio Sur de Chicago

En medio de las protestas de la gente contra el asesinato policial, se organiza para una revolución REAL

| Periódico Revolución | revcom.us

 

De un corresponsal del Club Revolución

El domingo, como a las 5pm me di cuenta de haber recibido un texto de un miembro del Club Revolución que había estado fuera de la ciudad. Traté de contactarla para hacerle saber que la podía llevar en mi carro a nuestro centro de organización. No me contestó. Antes de salir puse las noticias de las 5pm. La principal noticia era la protesta en South Shore [en Chicago] en contra del asesinato policial de Harith Augustus [un hombre negro] de 37 años. Una multitud se estaba formando. Y en la pantalla vi al miembro del Club que estaba buscando; ella ya estaba allí. La cámara de las noticias paneó sobre la multitud: se veía muchas playeras de ¡Revolución, y Nada Menos! (RNM), y el reportero dijo: “el Club Revolución está aquí” seguido por una buenísima entrevista a Lucha Bright del Club Revolución, quien se lucía bien con la su ropa del Club.

En ruta al Centro de Organización del Club Revolución, me topé con un enorme congestionamiento de tráfico precisamente donde Lake Shore Drive (una vía de 42 kilómetros a lo largo de la costa de la ciudad del Lago Michigan) termina y empieza la comunidad de South Shore en el barrio sur. El tráfico estaba completamente atascado en un lugar donde por lo general no es muy congestionado, y no se movió por buen rato.

La noche anterior los miembros del Club habían estado por horas en medio de la protesta de cientos de personas enfrentando a la policía por el asesinato. Vi videos en twitter, pero no estaba presente yo mismo. Los policías se portaron salvajes, repartiendo porrazos y portando fusiles automáticos. Pero la gente estaba desafiante, a veces bailando sobre las patrullas policiales. En medio de todo eso se distribuyeron muchos ejemplares de CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución (CPG). En las primeras filas, y cuando las personas, incluidas las del club, saldrían de las primeras filas para un breve descanso, los miembros del Club organizaban “reuniones relámpago allí mismo en el acto” para repasar puntos clave de CPG, y para reclutarlas para la revolución. En medio de todo eso, alguien tuvo que regresar corriendo a nuestro centro de organización para recoger más playeras de RNM y más folletos de CPG.

Cuando llegué al Centro de Organización del Club Revolución, que es a unas pocas puertas de la peluquería donde trabajaba Harith Augustus, el hombre negro que la policía mató a balazos la noche anterior, supe porqué el tráfico estaba tan atascado. Resulta que después de iniciar una protesta a unas cuadras del Centro de Organización cerca de donde sucedió el asesinato, unas 200 personas habían tratado de entrar en la vía Lakeshore Drive y la policía les había impedido.

Por eso la marcha tomó el rumbo hacia el este por la calle 67 pasando por el multifamiliar grande (e infame) llamado “the Parkways” que se extiende por varias cuadras y en el que, según un residente, “los jóvenes están en guerra con los jóvenes de East End”. East End es otro barrio cerca del Centro de Organización. Más tarde me enteré de que buena cantidad de jóvenes de “the Parkways” salieron a unirse con la marcha por varias cuadras.

Poco después de llegar al Centro recibimos una llamada de un miembro del Club que estaba en la marcha para decirnos que iban a pasar directamente en frente de nosotros. Juntamos unas pancartas y mantas grandes y, con las playeras RNM puestas, salimos a la banqueta para saludar a la gente cuando se acercara la marcha.

La marcha iba por la calle y los puercos se formaron en fila a lo largo de la banqueta. (El revés de la rutina por acá en la que por lo general la policía bloquea las calles obligando a los manifestantes a ir por la banqueta). Joey Johnson tenía el altoparlante y estaba anunciando que estaban pasando nuestra oficina, y los dirigió en corear: “¿Cómo nos salimos de esta porquería? Revolución, y Nada Menos”. Los marchistas levantaron los puños y coreamos en unísono con ellos: “Revolución, y Nada Menos”.

La marcha estaba compuesta de gente de todas partes de la ciudad y de la comunidad. Un joven que iba a la cabeza, y cuya foto, puño en alto, salió en la primera plana del Chicago Tribune, había sido amigo íntimo de Paul O’Neal (un adolescente asesinado por la policía en South Shore en el verano de 2016) y en ese entonces había encabezado protestas contra el asesinato de su amigo.

Después de que pasó la marcha quedó una larga fila de carros estancados frente al Centro. Me acerqué para darles a sus tripulantes copias de CPG. Al acercarme al segundo carro, la mujer joven en el asiento del pasajero me mostró que ya tenía un ejemplar de CPG y gritó: “Estoy con ustedes”, y todos los que estábamos afuera del Centro vitoreamos con júbilo.

Un hombre negro cuarentón con una playera de CPAC (un grupo para la supervisión de la policía por la comunidad) le gritó a Joe Veale, “Poder al Pueblo” y se salió de la marcha para chocarle esos cinco a Joe, a quien le había visto anteriormente ese día en una reunión de activistas, en cual reunión Joe habló de sus años con el Partido Pantera Negra y dijo que en ese entonces no sabíamos cómo hacer una revolución pero ahora con Bob Avakian tenemos la dirección, la estrategia y el plan, y les dijo que los estuvo “reclutando para la revolución”. (Vea el video de Joe a la derecha).

La marcha regresó por donde había empezado a unas cuadras, cuando miembros del Club y varias otras personas que yo jamás había visto antes, todas con playeras de RNM puestas, convergieron en el centro. Una señora y su nieto de 5 años, ambos con playeras de RNM, entraron con un miembro del Club Revolución. Resulta que ella vive cerca de nuestro centro y nos ha observado por un tiempo desde una distancia, pero dijo que cuando se armó la gorda el día anterior quiso unirse a nosotros y consiguió una playera. Su nieto se veía muy elegante en una de talla pequeña para mujeres. Ella expresó mucho orgullo por uno de sus hijos, de 20 años de edad, que la noche del sábado celebró bailando encima de una patrulla con su playera de RNM puesta.

Una pareja cincuentona entró, participaron en una discusión sobre CPG, vieron unos clips de Bob Avakian y consiguieron playeras. El señor ese día acaba de enterarse, al oír el nombre de Harith Augustus, de que ya conocía a ese hombre asesinado por la policía. Dijo que cuando escuchó “Snoop”, pensó que era uno de los jóvenes altos, delgados y de cabello largo que se parecen al rapero SnoopDog. Se quedó destruido cuando se dio cuenta que se trataba de Harith. Me dijo que lo conoció en 2002 cuando estaba en un albergue donde Harith trabajaba. Me dijo que Harith era la persona más amable y que le cortó el cabello gratis mientras se preparaba para el certificado de la escuela de peluquería.

Vi a 3 ó 4 jóvenes afuera del centro, también con playeras de Revolución, y Nada Menos puestas, y fui a hablar con ellos y darles el folleto CPG (pero ya lo tenían). La primera persona con que hablé debe de tener unos 20 años. Me dijo que se había afiliado al Club el día anterior. El mes pasado la policía había asesinado a su hermano, Maurice Granton. Harith fue el peluquero de este joven, que ya por dos noches estaba protestando en las calles. Otro hombre, con una playera puesta, se nos acercó y le dijo a una de las dos jóvenes que tenía que irse, así que no pude hablar con estas dos.

Un vecino amigo del Club visitó con su esposa. Dijo que tenía muchas fotos y video de la noche anterior, algunos de la policía portando rifles automáticos. Dijo que los mandaría a revolutionreports@yahoo.com. Había oído hablar que la gente se estaba juntando otra vez en la esquina donde la noche del sábado la gente había salido en protesta. Un par de nosotros fuimos allí para averiguar, pero todo ya estaba tranquilo.

Tres mujeres, dos de ellas de adolescencia temprana, habían entrado en el centro y estaban entrándole al CPG con miembros del club. Antes de que se fueran, los que quedábamos en el centro nos tomamos fotos, todos en nuestras playeras. Esta mañana vi la foto en nuestra cuenta de twitter. Un miembro del Club que trabaja en el centro con regularidad comentó que está llegando a ser un verdadero “centro de organización”. (Vea el artículo Dos días en el Centro de Organización del Club Revolución en Chicago).

 

Vea también:
En el barrio sur de Chicago: Los puercos policías balacean a otro hombre negro; la gente indignada se toma las calles

¿Qué se requerirá para que estos puercos dejen de matarnos?

Joe Veale en #SouthShore: “Si no hacemos una revolución, en 20 años estaremos librando la misma maldita batalla. Ya es hora de acabar con esto”.

¡Tenemos la estrategia y la dirección! #HarithAugustus#Revolution

Vea otros tuits de revcom.us/Revolution’s

Nota de la redacción: En 1998 la policía de Riverside, California, mató a Tyisha Miller, una afroamericana de 19 años de edad. Miller había perdido la conciencia en su coche, por un ataque epiléptico. Los policías dijeron que ella se despertó de repente y que tenía un arma; le dispararon 23 veces, dándole al menos 12 veces y matándola. Bob Avakian habló de la situación.

Si esa es su manera de manejar la situación, ¡que se vayan al carajo! Que se larguen, que se vayan al carajo, que se quiten de la faz de la tierra y dejen en paz a las masas, porque es obvio que hay mil maneras de manejar esa situación que hubieran sido mucho mejores. Y francamente, si nosotros tuviéramos el poder del estado y ocurriera algo así, habríamos preferido que un policía del pueblo diera la vida primero, antes de matar sin sentido a uno de las masas. Así actúan los verdaderos servidores del pueblo, o sea, se juegan la vida por defender al pueblo. ¡Al carajo con su maldito lema de “servir y proteger”! Si esa fuera su intención, habrían encontrado otra manera mil veces mejor de solucionar el problema. ¿Cómo lo manejaría el proletariado? La historia demuestra que cuando el proletariado tiene el poder, pone por encima de todo la vida de las masas, pero cuando la burguesía tiene el poder, el papel de su policía es sembrar terror y matar a las masas a sangre fría sin ninguna provocación, matarlas sin necesidad, precisamente porque cuanto más arbitrario sea el terror, más asusta. Precisamente por eso lo hacen y es una parte importante de su oficio.

Bob Avakian, Lo BAsico 2:16

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