Al carajo John McCain, un criminal de guerra imperialista asesino en masa, ¡y al carajo el sistema al que sirvió!

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¿Honrar a John McCain? ¿Llorar su muerte? Es una maldita broma, ¿¿no??

Los voceros de este sistema, incluidos los demócratas y, sí, los “socialistas democráticos”, están alabando a McCain, un senador republicano de larga trayectoria, como “héroe de guerra” y “hombre de integridad”.

¡PORQUERÍAS! John McCain fue un criminal de guerra imperialista asesino en masa, ¡de cabo a rabo!

Matanza en masa y crímenes de guerra en Vietnam

McCain empezó su vida de adulto lloviendo muerte y cometiendo horripilantes crímenes de guerra contra el pueblo vietnamita, como parte de la guerra de agresión ilegítima del imperialismo estadounidense.

En la llamada campaña “Trueno Rodante” de bombardeos contra Vietnam del Norte entre 1965 y 1968, McCain piloteó un avión de guerra A-4E Skyhawk, y esa campaña dejó 30.000 civiles muertos. En octubre de 1967, con mucha razón de su lado los vietnamitas lo derribaron y se lo llevaron preso (e incluso le salvaron la vida), después de que él bombardeó una central eléctrica de servicio público en Hanói, lo que es un crimen de guerra.

McCain fue un soldado fervoroso en una guerra de crímenes de guerra. Entre 1965 y 1975, Estados Unidos incineró a niños, descargó más de 380.000 toneladas de napalm, masacró a aldeas enteras, envenenó el exuberante campo vietnamita con 20 millones de galones del defoliante tóxico “Agent Orange” que dejó tres millones de muertos, ¡y así y todo el pueblo vietnamita les asestó una contundente derrota! (Lea “Crimen Yanqui Caso #96: Vietnam, 16 de marzo de 1968 — la masacre de My Lai.)

¿Y reconoció McCain el error de su comportamiento después de que se pusieron al descubierto los crímenes de guerra como My Lai y se documentó el saldo de la guerra? ¡Para nada, maldita sea! Se revolcaba en las atrocidades que cometía Estados Unidos y se aprovechó de haber sido prisionero de guerra para proyectarse a prominencia nacional en Estados Unidos, mientras que el sistema lo usaba para poner la realidad patas arriba, como si los estadounidenses fueran las víctimas de la guerra, y no los tres millones de vietnamitas que Estados Unidos masacró1.

En 2000, McCain se negó a pedir disculpas por referirse a los vietnamitas por la injuria racista “gooks”: “Odio a los gooks. Los odiaré el resto de la vida”. (Una semana después, tras fuertes críticas y el hecho de que se aproximaban las elecciones preliminares presidenciales de California, pidió disculpas.)

McCain: De crímenes de guerra en Vietnam a crímenes de guerra por todo el mundo

Los crímenes de guerra que McCain cometió en Vietnam fueron el preludio de los aún mayores crímenes de guerra que estaban por venir.

Después de ser elegido al Congreso federal en los años 1980, McCain llegó a ser uno de los líderes más poderosos en el Senado y el Partido Republicano, y después del 11 de septiembre de 2001, una voz de peso de la clase dominante sobre la estrategia imperialista mundial. En esta conexión, lo alabaron por su orientación “bipartidista” de poner ante todo el “mayor interés” del sanguinario imperio estadounidense de explotación y opresión y su dominación mundial.

En pocas palabras, McCain no conoció país al que no quería bombardear. ¿Afganistán? ¿Irak? ¿Irán? ¿Libia? ¿Siria? ¿Yemen? Por mencionar algunos.

En la década de los 1980 McCain respaldó a la Contra asesina de derecha y el derrocamiento del gobierno sandinista en Nicaragua. Apoyó, con todo, la guerra del golfo Pérsico de 1991 y la posterior década de sanciones contra Irak que dejó más de 500.000 niños muertos.

El día después del ataque del 11 de septiembre de 2001, McCain llamó a una guerra contra Afganistán y agregó: “Estamos hablando de Siria, Irak, Irán, tal vez Corea del Norte, Libia y otros”. Un mes después ayudó a encabezar la campaña de preparativos para emprender una guerra contra Irak.

Tan sólo en Irak, Afganistán y Pakistán, murieron la asombrosa cifra de 1.3 millones de personas en la primera década de la llamada “guerra contra el terror” que McCain promovió, aprobó con su voto y ayudó a emprender, según el informe de 2015 de Médicos por la Responsabilidad Social, Médicos para la Sobrevivencia Mundial (Body Count: Casualty Figures after 10 Years of the “War on Terror” [Conteo de muertos: Cifras de bajas tras 10 años de la “guerra contra el terror”].

¿Lamentó McCain algo de esto? ¡Para nada, maldito sea! Al contrario, presionó para quedarse en Irak y para atacar a Irán, incluso hizo una broma sobre el bombardeo contra Irán en 2007 cuando estaba postulado para la presidencia cantando: “Bombardear, bombardear, bombardear a Irán” al son de la canción de los Beachboys, “Barbara Ann”.

Y cuando estaba a punto de morir, este viejo chocho criminal de guerra aún persistía en defender los colosales crímenes de guerra, en esta ocasión la guerra de Arabia Saudita con apoyo de Estados Unidos con masacres en masa, hambruna en masa y enfermedades en masa en Yemen.

Supremacía blanca, tortura y colaboración con el fascismo

Últimamente lo han presentado como un paladín ilustrado de la verdad y la justicia porque ha chocado con Trump. Pero no se dejen engañar por estas fuertes divergencias entre los depredadores imperialistas: John McCain fue un reaccionario vitalicio, un supremacista blanco, destructor del medio ambiente y gestor del fascismo.

McCain no solo era un racista respecto a los vietnamitas. Inicialmente se opuso a que el día de Martin Luther King Jr. fuera un día feriado. En 2000 luchó para que la bandera de la Confederación siguiera ondeando sobre Carolina del Sur, llamando a este símbolo de la esclavitud y la opresión un “símbolo de patrimonio”. Y se aferró al Partido Republicano mientras éste seguía su “estrategia sureña” en una tras otra campaña electoral y se gravitaba cada vez más a la derecha hacia el fascismo abierto.

Lo presentan a McCain como un importante oponente a la tortura, pero cuando en realidad importaba, McCain fraguó compromisos a puertas cerradas con el régimen de Bush, lo que permitió que éste siguiera torturando.

¿El medio ambiente? Este supuesto “hombre de principios” dijo muy poco sobre la amenaza del calentamiento global, pero en 2008, hizo campaña con la plataforma “¡perforar, maldito sea, perforar!”, o sea, en esencia, arrojar gasolina a la catástrofe climática.

Y, a pesar de esas divergencias, McCain apoyó buena parte de la agenda del régimen de Trump y Pence.

¿Qué clase de sistema llora y glorifica a un John McCain?

¿Qué nos enseña de este sistema el hecho de que sus gobernantes, entre ellos Obama, y la MSNBC, el New York Times, etc., se babean acerca de este criminal de guerra que ha jugado un papel clave en la masacre de millones de personas? ¿Y qué nos enseña de este sistema putrefacto el que esté convirtiendo su muerte en una ocasión para deificar a las asesinas fuerzas armadas de Estados Unidos y justificar más guerras y masacres estadounidenses?

Enseña, fuerte y claramente, que ¡no es posible reformar este sistema, hay que derrocarlo!

Así que los gobernantes de Estados Unidos pueden quedarse con ese maldito asesino en masa. Él es uno de los suyos. Merecen estar juntos.

Así que John McCain: AL CARAJO SU MALDITO SERVICIO MILITAR.

 


1. En un extenso obituario, en su número del 26 de agosto, el New York Times relata sin cesar el supuesto mal tratamiento que McCain recibió a manos de los vietnamitas, sin mencionar ni una sola palabra sobre las atrocidades que McCain ayudó a llevar a cabo.  [regresa]

Faluya, Irak, 2014.

Tan sólo en Irak, Afganistán y Pakistán, murieron la asombrosa cifra de 1,3 millones de personas en la primera década de la llamada “guerra contra el terror” que McCain promovió, aprobó con su voto y ayudó a emprender. Arriba: Faluya, Irak, 2014. Foto: AP

John McCain en 2008

¿Qué clase de monstruo hace bromas sobre el bombardeo de Irán, lo que causaría la matanza de millones de personas?

Y ¿qué clase de sistema monstruoso convierte a alguien así en un “héroe de Estados Unidos”?

¡Un sistema al que hay que derrocar! Al carajo John McCain. Estados Unidos nunca ha tenido grandeza.

— revcom.us/Revolución (@tuneintorevcom) 26 de agosto de 2018


Descripción: John McCain hizo una broma sobre el bombardeo contra Irán en 2007 cuando estaba postulado para la presidencia cantando: “Bombardear, bombardear, bombardear a Irán” al son de la canción de los Beachboys, “Barbara Ann”.

 

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