De RefuseFascism.org:

¿Es preciso celebrar cuando un régimen fascista apoye la reforma penitenciaria?

Coco Das

| Periódico Revolución | revcom.us

 

@realdonaldtrump está en el camino de convertirse en el unidor-en-jefe respecto a un tema que ha dividido a Estados Unidos durante generaciones”. -comentarista de CNN Van Jones

En muchos sentidos, nos estamos volviendo más duros contra los delincuentes verdaderamente malos — los que son, desafortunadamente, muchos”. -Donald Trump

Cuando supe la noticia hace unos días de que Trump respaldó la Ley Primer Paso, una propuesta de ley bipartidista de reforma a la justicia criminal, me recordé de la cita famosa de Malcolm X de que, si uno clava un cuchillo hasta las nueve pulgadas y lo saca seis pulgadas, uno no puede llamarlo progreso.

Al leer y ver las noticias, por ejemplo, este artículo del New York Times, “Trump acoge un camino hacia la revisación de leyes sobre sentencias y prisiones” (enlace en inglés), uno se imaginaría que Trump nunca había dicho ni hecho nada racista en su vida. Al parecer, no creían que valiera la pena recordar a los lectores que este mismo Trump abusó verbalmente a dos periodistas negras la semana pasada, e hizo un anuncio de campaña tan racista que ni siquiera el “Noticiero” Fox quiso transmitirla. Que no valiera la pena recordar que este mismo Trump instó a policías que “no sean demasiado gentiles” cuando hacen arrestos, el mismo que calificó de “buena gente” a supremacistas blancos con antorchas, que se autocalificó de nacionalista, que empleó palabras como “racistas”, “animales”, “pozos de mierda”, e “invasión”, para azuzar una mentalidad linchadora contra inmigrantes, el mismo que lidera un régimen repleto de fascistas cristianos supremacistas blancos.

Hay tantos ejemplos más de lo que Trump hace y dice para satanizar y criminalizar a negros, morenos y otra gente de color. Sin embargo, el New York Times le parece bien que lo olvidemos, y cuando se le preguntó a Van Jones si realmente debe confiar en una persona tan racista, dijo que la confianza es algo que se regula con un atenuador de luz, no es algo que se prende y se apaga.

No conozco todo lo que esta propuesta de ley abarca. Sí incluye algo de reducción de penas mínimas obligatorias, algo de flexibilidad para que los jueces ignoren las mínimas obligatorias, una prohibición de engrilletar atrozmente a las mujeres embarazadas, una oportunidad para que los presos ganen “créditos por el buen comportamiento” y participen en entrenamiento laboral. Quizás se podría beneficiar unos pocos miles de personas, pero eso sólo se aplica al sistema penitenciario federal, que se encarga de unos 200.000 presos, mientras al 87 por ciento de la población penitenciara de 2.2 millones los tienen los sistemas penitenciarios estatales. Tampoco se aplica a los indocumentados ni a los inmigrantes detenidos por violar leyes migratorias sin violencia. Dice el dicho que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. El camino al fascismo, igualmente.

De hecho, esta propuesta de ley tiene apenas suficiente sentido, y le falta sentido a un grado suficiente, para que Trump lo apoyara. Pone como condición que los “delincuentes verdaderamente malos” serán castigados aún más severamente. A Trump le encanta hablar de delincuentes verdaderamente malos”. Así como los 5 del Parque Central (jóvenes negros y latinos condenados injustamente por supuestamente violar a una blanca en la Ciudad de Nueva York en 1989 — Trump publicó un anuncio a toda página que exigía aplicarles la pena de muerte). Como mujeres que se hagan el aborto después de que se revoque Roe v Wade. Como los musulmanes a los que él los ha prohibido la entrada al país.

Recientemente, miré un video de un perro que trataba de sacar un hueso de su tazón de agua. Pero no era un hueso de verdad, sólo el dibujo de un hueso que colocaron cruelmente en el fondo del tazón. Pobrecito perro batallaba y batallaba para sacar el hueso, por lo que su dueño publicó un video en Twitter con la leyenda, “qué Gary más idiota”.

Bueno, pues, ¿qué culpa tiene Gary? Es un perro.

Pero nosotros debemos saber mejor que dejarnos engañar con ese hueso idiota.

Me imagino a todos los trumpistas que se pondrán a gritan, “Ya vean, ¡no es racista!”. En ocasiones, Hitler parecía moderado al lado de los elementos más violentos e indisciplinados del Partido Nazi y su base, cuando él tuviera que actuar en contra de esas fuerzas con tal de avanzar el programa general. Esto fue parte del proceso de normalización y consolidación, de comprar la confianza y la complicidad de los alemanes en el camino hacia el genocidio.

Hace décadas, los sicólogos encontraron que animales de laboratorio demostraban un comportamiento deseado más frecuente y persistentemente si recibían un refuerzo variable e impredecible. Si el animal no podía esperar un premio cada vez que cumpliera con el comportamiento deseado, pero lo recibía con suficiente frecuencia como para continuar intentando, era más probable que se le pegara ese comportamiento. De manera semejante, estamos en un bucle de retroalimentación variable de choque y normalización. Choque choque normal. Choque choque choque choque normal. Choque normal. En cada repetición, el choque no es lo mismo. Tampoco es lo mismo lo normal. Es el nuevo normal, algo que aprendimos a aceptar que no queríamos aceptar. La Prohibición a musulmanes. Una Suprema Corte pro-fascista. Niños en campos de concentración.

El respaldo de Trump de la Ley Primer Paso es de una clase magistral en la normalización. Nos dicen que celebremos esta maniobra “presidencial”, esta mentira de que unas pocas migajas para unos pocos miles de presos son equivalentes a todo con el cual uno tendría que ser cómplice en cambio. Nadie debe dejarse embaucar por la lógica de que este “primer paso” llevará un a próximo paso mejor. No lo hará. No pasará bajo un estado plenamente fascista que está apoderándose de toda institución, llenando los tribunales de jueces fascistas, hasta la corte superior del país, y envalentonando una cultura de terror supremacista blanco abierto, que está matando a gente ahorita mismo. Si usted quiere creer en esa ilusión, pues ya está en el camino de convertirse en un buen alemán.

Toda otra persona que no quiere conciliar con el fascismo y que se inquieta por el futuro de toda la humanidad, incluidas las víctimas de la encarcelación en masa, conéctese con un movimiento que realmente puede poner alto a una pesadilla para la humanidad. Abandone sus ajustes con este régimen. Plantee la demanda de que Trump y Pence deben marcharse, y actúe ahora con toda su determinación, para construir un movimiento para expulsar este régimen antes de que consolide el poder. Nuestras acciones reflejarán los valores de respeto por toda la humanidad y del mundo que queremos — en marcado contraste con el odio y la intolerancia del régimen fascista de Trump y Pence. La lucha determinada la que Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) está organizando, que no se rinde ni se deja provocar, es capaz de crear una crisis política seria. Los de arriba que ahora son bajo ataque ellos mismos a manos del régimen, pero que concilian con él, serán obligados a responder a nuestra lucha desde abajo, que abocaría a una situación en que se saque del poder a este régimen ilegítimo. Esto es posible, y es necesario, no sólo para nosotros, sino para toda la humanidad.

Publicado en inglés en RefuseFascism.org.

 

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¡Esta pesadilla tiene que terminar: El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!

 

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