Con motivo de la muerte de George H.W. Bush:

Dejen que los muertos entierren a sus muertos —
la humanidad necesita la revolución y el comunismo

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Las ceremonias en torno a la muerte de George H.W. Bush, al igual a aquellas en torno a John McCain hace unos meses, resaltaron de nuevo las contradicciones agudas entre diferentes sectores de los gobernantes capitalista-imperialistas sobre cómo resolver las crisis que enfrentan. También hicieron salir los medios noticiosos de la burguesía liberal para llorar por los “días de los patricios”, cuando había “civilidad y respeto entre oponentes políticos en el gobierno, basado en el amor por el país”.

Por un lado estaba sentado Trump, con cara de palo, en representación del futuro fascista que se está armando a martillazos. La “solución” que él y su régimen, que incluye a Pence, representan es extrema y cruelmente fea — y es una posible “solución” a esas crisis.

Por otro lado se sentaban aquellos que celebraban a Bush y su época como una en la que las instituciones de la clase dominante se podían usar para forjar consenso — e, implícitamente, para criticar a Trump por romper las normas que Bush representaba. De hecho, al celebrar a George H. W. Bush, celebraban los 70 años y pico de sanguinario servicio al imperialismo — un récord en que el mismo Bush mandó matar o estuvo profundamente involucrado en la muerte de cientos de miles, quizás millones de personas. (Lea: “La nostalgia por George H. W. Bush y el sueño de un imperialismo más noble y más amable”.) Detrás de la nostalgia por la cortesía, buen humor y decencia de Bush —sean auténticos, imaginados o exagerados— objetivamente tenían nostalgia por el “orden” que Bush ayudó a reforzar, nostalgia por los días de unidad de la clase dominante que él representaba.

Y mientras tanto, los tamborazos del horror salían en la pantalla partida del mundo: los niños hambreados por una guerra apoyada por Estados Unidos en Yemen; la publicación de un informe tras otro que demuestran que los imperialistas están acelerando el impulso hacia la destrucción ecológica; la contienda cada vez más aguda entre Estados Unidos y China; y los ataques generalizados en Estados Unidos a los derechos civiles y humanos básicos, y al estado de derecho.

Ningún lado de este festín fúnebre ofrece ninguna respuesta digna para la humanidad. Para que quede claro: los conflictos al interior de la clase dominante son importantes y es posible aprovecharlas, si es que hay una lucha desde abajo, de las masas de personas, por sus propios intereses.

Pero lo principal es esto: EXISTE una solución a esta locura. Hay que barrer de la faz de la tierra a este sistema en su conjunto por medio de la revolución y reemplazarlo por otro mejor. Un mundo diferente —y mucho mejor— es posible: la revolución y el comunismo — el nuevo comunismo, desarrollado por Bob Avakian. Existen la ciencia, la estrategia y la dirección para una revolución real, y una sociedad radicalmente nueva en camino a la verdadera emancipación.

Éntrele a ESTO. Vea aquí por qué nos hace falta esta revolución y estrategia para realmente ganar. Vea aquí el plano para la nueva sociedad. Y vea aquí más sobre esta dirección.

Un mundo mejor ES posible. Y USTED tiene un papel que desempeñar para que se haga realidad.

Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución

Un discurso de Bob Avakian
En dos partes en inglés:

 

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