Los crímenes de guerra de Obama en Afganistán: Un recordatorio sencillo y breve

| revcom.us

 

El 11S de 2001, el World Trade Center en Nueva York y el Pentágono fueron atacados. Bajo George Bush, Estados Unidos atacó a Afganistán el 7 de octubre de 2001, y luego invadió y ocupó el país. Después de declarar “victoria” en 2004, Bush se vio obligado a mandar poco a poco más soldados a medida que el Talibán, ya derrocado, empezó a fortalecerse de nuevo debido en parte a la brutalidad y opresión de la ocupación estadounidense.

Fue Barack Obama quien fomentó el autoengaño en que muchos pensaron que él fue el candidato de la paz — él que como presidente llevó a cabo una de las más grandes y sangrientas escaladas de toda la guerra en Afghanistan. Empezando en 2009, Obama triplicó la cantidad de soldados de 30.000 a 100.000, con una nueva estrategia para derrotar a Al Qaeda1, rebatir el ímpetu del Talibán y robustecer al opresivo gobierno afgano, en particular sus fuerzas militares. El meollo de la nueva estrategia fue una campaña “contrainsurgente” brutal con el fin de controlar zonas claves y matar a más fuerzas talibanes; incluyó una intensificación de los bombardeos, ataques de aviones no tripulados (drones), asaltos nocturnos, asesinatos y detenciones.

Bajo Obama, los ataques aéreos estadounidenses aumentaron dramáticamente. En los primeros 5 años de Obama, Estados Unidos lanzó 21.000 bombas y misiles, seis y medio veces los lanzamientos en los últimos 5 años de Bush2. Obama convenció a muchos que sus ataques aéreos eran “excepcionalmente quirúrgicos y precisos”3. De hecho, algunos de los crímenes de guerra más atroces sucedieron bajo su mando. Entre 2009 y 2014, sus ataques aéreos mataron a más de 1000 civiles4, arrasando viviendas, celebraciones de matrimonio y aldeas, y miles de muertos más en asaltos terrestres y asesinatos de blancos específicos5:

  • En mayo de 2009, en las aldeas de Shiwan y Granai en el oeste de Afganistán, entre 26 y 140 civiles afganos, predominantemente mujeres y niños, “perecieron en el abrir y cerrar de un ojo” cuando bombas estadounidenses destruyeron sus hogares6.
  • En febrero de 2010, las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos asesinaron a cinco civiles afganos que celebraban un nacimiento en la aldea de Gardez, e intentaron encubrir su crimen sacándoles las balas a los muertos7.
  • En octubre de 2015, en Kunduz, Afganistán, Estados Unidos destruyó un hospital manejado por Médicos Sin Fronteras, dejando un saldo de 19 muertos y decenas de heridos entre pacientes y personal8.

Bajo Obama, las fuerzas estadounidenses y sus clientes afganos aceleraron los allanamientos de hogares a media noche y detenciones en la red estadounidense de más de 36 prisiones y centros de detención, muchos secretos, que aterrorizaron a grandes sectores de la población. Desde que empezó la guerra, a por lo menos 15.000 afganos les han detenido con poca o ninguna evidencia, maltratado salvajemente, torturado y a veces asesinado9.

Después de que Obama retiró la mayoría de las fuerzas terrestres en 2014 y se jactó de haber terminado la guerra, continuó los ataques aéreos y de drones. Solo en 2016 las fuerzas estadounidenses lanzaron 1337 bombas, misiles y otras municiones, un aumento del 40% comparado con 201510, y forjó una estrategia de guerra por drones en Afganistán que redujo el riesgo de bajas estadounidenses pero que resultó en “daños colaterales” mortíferos, o sea, asesinatos de civiles con ninguna conexión con actividades “terroristas”, una amplia categoría que incluye a todos y cada uno de los enemigos de Estados Unidos en cualquier momento dado — entre 65 y 105 asesinatos de esa clase solo en 201611.

“Resulta que soy muy bueno para matar”, dijo Obama, jactándose en un momento de franqueza de sangre fría. “No sabía que eso iba a ser uno de mis puntos fuertes”12.

Estados Unidos prometió mejorar la vida del pueblo afgano, pero más de la mitad de los 35 millones de afganos siguen hundidos en la pobreza, un cuarto de ellos en severa pobreza con hambre permanente. La desnutrición crónica ha dificultado el crecimiento de un asombroso 60% de niños afganos menores de 5 años. Más del 98% de la población trabajadora gana menos de $3,10 por día13.

A pesar de todos sus bombardeos, asesinatos, torturas y atrocidades, Estados Unidos y sus aliados jamás pudieron derrotar al Talibán (apoyado por Paquistán14) o conseguir el control de Afganistán. Al contrario, los crímenes de guerra y ocupación por parte de los imperialistas alimentaron el crecimiento de las opresivas fuerzas islámicas contra las que combatían. Ahora mismo, Estados Unidos y los talibanes están negociando un término de la guerra, una negociación que podría resultar en que los talibanes regresen al poder. Aquí vemos claramente que el imperialismo y el fundamentalismo islámico son, las dos, fuerzas reaccionarias que se refuerzan mutuamente, al mismo tiempo que se chocan15.

Ante esta situación, Barack Obama jugó un importante papel en continuar, y legitimar ante amplios sectores de la población de Estados Unidos, la “guerra contra el terror” estadounidense en general al mismo tiempo que los gobernantes estadounidenses se vieron obligados a recortar algunas de sus ambiciones más grandiosas. Obama continuó y escaló la guerra en Afganistán para tratar de mantener la credibilidad mundial de Estados Unidos, derrotar al Talibán, y conservar el dominio imperialista de Estados Unidos en el Medio Oriente y Asia Central. Cuando el Estado Islámico surgió como una fuerza importante en Irak, Obama extendió enormemente la cantidad y alcance de ataques en la guerra de drones en toda la región, lanzando 10 veces más ataques contra Paquistán, Yemen y Somalia que Bush había lanzado16. E hizo todo esto al mismo tiempo que afirmaba que Estados Unidos iba reduciendo sus guerras, y que sus acciones militares se dirigían quirúrgicamente contra blancos específicos.

Obama no es ni más ni menos que un criminal de guerra, y son demasiados los liberales que se autoengañan y caen en la negación obstinada.

 


1. Al Qeada es una organización islámica yihadista reaccionaria fundada por Osama bin Laden, que mantenía campamentos en Afhanistán y Paquistán.  [volver]

2. “War-related Death, Injury, and Displacement in Afghanistan and Pakistan 2001-2014” [Muerte, lesión y desplazamiento relacionados con la guerra en Afganistán y Pakistán, 2001-2014], Watson Institute for International Studies, Universidad Brown, 22 de mayo de 2015.  [volver]

3. “Obama’s covert drone war in numbers: ten times more strikes than Bush” [La guerra secreta de drones de Obama en números: diez veces más ataques que Bush], The Bureau of Investigative Journalism, 17 de enero de 2017.  [volver]

4. Según un artíclo de 2016 en la revista The Atlantic, “El Sr. Obama acogió un método disputado de contar bajas de civiles que hizo poco para constreñirlo. Según varios funcionarios de la administración, este método en efecto considera como combatientes a todos los hombres de edad de conscripción en una zona de ataque a no ser que posteriormente haya inteligencia concreta que muestra que son inocentes… ese método de contar podría explicar parcialmente las afirmaciones oficiales de extraordinariamente pocas muertes colaterales…. Las cifras absurdamente bajas que citó la administración Obama fueron mentiras”.  “Obama's Weak Defense of His Record on Drone Killings” [La débil defensa de Obama de su historial de asesinatos por drones], Conor Friedersdorf, The Atlantic, 23 de diciembre de 2016.  [volver]

5. Ibid, Watson Institute for International Studies.  [volver]

6. Bob Dreyfuss, “Mass-Casualty Attacks in the Afghan War” [Ataques con bajas masivas en la guerra de Afganistán], The Nation, 19 de septiembre de 2013; “Afganistán: la masacre y las mentiras”, revcom.us, 17 de mayo de 2009.  [volver]

7. Larry Everest, “Made in USA: La masacre de Gardez”, revcom.us, 4 de abril de 2010.  [volver]

8. “Masacre estadounidense en hospital de Médicos sin Fronteras en Kunduz, Afghanistán: Estados Unidos envia un mensaje sangriento al mundo”, revcom.us, 3 de octubre de 2015. Ver también, “La masacre en Kandahar, Afghanistán y el terror de la ocupación yanqui”, revcom.us, 1 de abril de 2012.  [volver]

9. “Pentagon Seeks to Overhaul Prisons in Afghanistan” [El Pentágono pretende hacer una revisión general de las prisiones en Afganistán], el New York Times, 19 de julio de 2009. Muchos informes indicaron que las fuerzas estadounidenses torturaron y maltrataron a cientos de detenidos en bases militares u otras instalaciones, y que la CIA ha manejado otros centros de detención secretos donde retiene a “presos fantasmas” (detenidos que no tienen ningún derecho o acceso a consejería y que probablemente ni siquiera son visitados por la Cruz Roja Internacional).  [volver]

10. Jeremy Scahill, Dirty Wars – The World Is A Battlefield [Guerras sucias: El mundo es un campo de batalla] (Nation Books 2013), pp. 328-330. Obama empezó a retirar poco a poco la mayoría de las fuerzas estadounidenses en 2011 afirmando que Estados Unidos estaba cumpliendo con sus metas. En diciembre de 2014, Estados Unidos terminó formalmente las operaciones de combate, pero sigue lanzando ataques aéreos y de drones en colaboración con las fuerzas de seguridad afganas. Ibid., Watson Institute for International Studies.  [volver]

11. Ibid., The Bureau of Investigative Journalism. Debido a las categorizaciones engañosas y desinformación de Estado Unidos, los observadores independientes han tenido dificultades para determinar el número de muertes colaterales. Actualmente nos esforzamos para analizar los varios cálculos, y avisaremos a nuestros lectores.  [volver]

12. Micah Zenko, “Obama’s Final Drone Strike Data” [Los datos finales sobre los ataques de drones de Obama], Blog Post, Council on Foreign Relations, January 20 de 2017.  [volver]

13. United Nations Human Development Report de 2018: Country Profiles, Composite Index; “10 Facts About Hunger In Afghanistan” [Perfiles de países, índice compuesto; “10 hechos sobre el hambre en Afganistán”], United Nations World Food Programme, noviembre de 2015.  [volver]

14. Steve Coll, Directorate S – The C.I.A. and America’s Secret Wars in Afghanistan and Pakistan [Dirección S: La C.I.A. y las guerras secretas de Estados Unidos en Afganistán y Pakistán] (Penguin Press 2018): a partir aproximadamente de 2005, el Directorate S volvió a la acción, pero esta vez no para derrotar a los soviéticos, sino para minar el proyecto estadounidense en Afghanistán.  [volver]

15. “Under Peace Plan, U.S. Military Would Exit Afghanistan Within Five Years” [Bajo el plan de paz, los militares de Estados Unidos saldrían de Afganistán dentro de cinco años], New York Times, 28 de febrero de 2019; “700 Afghan Women Have a Message: Don’t Sell Us Out to the Taliban” [700 mujeres afganas tienen un mensaje: No nos vendan a los talibanes], New York Times, 28 de febrero de 2019.  [volver]

16. Ibid., The Bureau of Investigative Journalism.  [volver]

 

Del discurso:
El Partido Demócrata: “Un importante instrumento de este sistema monstruosamente opresivo”

Compártalo ampliamente en las redes sociales
Descargue este corto (en inglés)
Lea el texto de este corto en español aquí.


En febrero de 2010, las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos asesinaron a cinco civiles afganos que celebraban un nacimiento en la aldea de Gardez, e intentaron encubrir su crimen sacándoles las balas a los muertos. (Foto: AP)


En octubre de 2015, en Kunduz, Afganistán, Estados Unidos destruyó un hospital manejado por Médicos Sin Fronteras, dejando un saldo de 19 muertos y decenas de heridos entre pacientes y personal. (Foto: AP)


Estados Unidos prometió mejorar la vida del pueblo afgano, pero más de la mitad de los 35 millones de afganos siguen hundidos en la pobreza, un cuarto de ellos en severa pobreza con hambre permanente. Casi la mitad de los niños afganos no asisten a una escuela, especialmente las niñas. (Foto: RAWA)

 

Consiga una e-suscripción gratuita a revcom.us:



Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.