Posteado originalmente en Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org):

Alabama: El asalto “hasta el final” a Roe contra Wade

| revcom.us

 

Lina Thorne

Al criticar a otras legislaturas estatales que han presentado varios proyectos de ley (las “leyes del latido del corazón”) para criminalizar el aborto, el autor de la ley que acaba de aprobarse en Alabama dijo: “¿Por qué no ir hasta el final?” Su ley antiaborto en Alabama no incluye excepciones por violación ni incesto, y promete castigar a los médicos que hacen abortos con una pena de hasta 99 años de prisión.

Eric Johnston, el abogado de Birmingham que escribió la ley de Alabama, ha venido luchando durante más de 30 años para derogar Roe contra Wade. Él y muchos otros en su movimiento ahora están ansiosos por derribar la barrera inmediata a su objetivo de prohibir el aborto en todo el país: la decisión de la Corte Suprema de 1973 que dictaminó que ninguna ley podría interferir con la decisión privada de una mujer para terminar un embarazo (con algunas limitaciones). Están bastante seguros de que una de estas leyes opresivas llegará ante la Corte Suprema y sentará un nuevo precedente, con Brett Kavanaugh y Neil Gorsuch en posición de dictar esa decisión.

No cabe la menor duda, nos encontramos al borde de una realidad pos-Roe en Estados Unidos. El punto es, ¿qué hacemos al respecto? Algunos de los diferentes planes de que me ha dado cuenta son:

– Resguardarse y abastecerse del Plan B (una forma de anticoncepción de emergencia).

– Cabildear para que se aprueben leyes a favor del aborto en los “estados azules” que aún no están controlados por una legislatura fascista. Si uno es realmente ambicioso, hablar sobre el desarrollo de redes clandestinas para llevar a mujeres que necesitan abortos de las áreas controladas por los fascistas a estos oasis.

– ¡Entrenarse (o conectarse con alguien que esté capacitado) para aprender a hacer abortos en casa utilizando herramientas a la mano en el hogar!

– Explorar la creación de más clínicas flotantes similares a los barcos de Women on Waves [Mujeres en las Olas] que han ayudado a las mujeres en países como Irlanda, Polonia y Guatemala (aunque desde entonces Irlanda ha anulado su ley antiaborto).

Y ahora tenemos esta opinión en las páginas del Sunday Review [revista dominical] del New York Times: simplemente desarrollar redes de distribución de misoprostol.

En el New York Times, Cari Sietstra escribe: “... podemos trabajar para despenalizar completamente los abortos autoinducidos. Esta es una esfera donde todos los estadounidenses, incluidos los estadounidenses pro-vida, pueden trabajar juntos”.

Entonces no. Con el debido respeto a la Sra. Sietstra por lo que debe de ser una preocupación genuina por la salud de las mujeres... usted no capta el meollo del asunto. El aborto es más que la asistencia médica, y las fuerzas “pro-vida” a las que se refiere son de hecho fascistas cristianos, muchos de los cuales no solo tienen ningún problema con obligar a una niña de 12 años a dar a luz a su hermano, sino que también han estado dispuestos durante décadas a cometer actos de terror para mantener a las mujeres y las niñas en esta posición de subyugación total y absoluta. Birmingham, Alabama, por ejemplo, fue la ciudad donde Eric Rudolph llevó a cabo el bombardeo de la clínica New Woman, All Women Health Care Clinic (Clínica de Asistencia Médica Nueva Mujer, Toda Mujer) en 1998 que resultó en la muerte de un guardia de seguridad y la mutilación de una enfermera... después de haber bombardeado el Parque Olímpico en Atlanta en 1996 al estar enojado porque los Juegos Olímpicos “celebran los ideales del socialismo global”.

Bajo Trump, el movimiento antiaborto no está atacando clínicas (por lo general) ni asesinando a médicos, porque ven que el régimen está implementando su agenda en su lugar. Pero si perdemos de vista de qué se trata ese movimiento, estamos perdidos. No existe ningún término medio con aquellos que quieren despojar a la mitad de la humanidad de nuestro derecho fundamental a controlar nuestros propios cuerpos. Tampoco es una opción abandonar bajo la dominación de sus opresores a las mujeres en los estados controlados por los fascistas.

El acceso seguro y legal al aborto es esencial para la base fundamental de una sociedad humana en funcionamiento (o una que se acerque a ese estado). No se puede abandonar el derecho al aborto en nombre de soluciones “más realistas”: ya sean tecnocráticas o absurdamente individualistas. Simplemente no hay forma de evitar que esto suponga una lucha por el poder en toda la sociedad — y en nombre de la humanidad, por las mujeres y todas las personas aquí y en todo el mundo, ya es hora de que salgamos a las calles y exijamos que el régimen de Trump y Pence tiene que marcharse. Nada menos que expulsar del poder a todo este régimen ilegítimo detendrá esta pesadilla... unámonos y hagamos que esto suceda antes de que desmantelen las clínicas, encarcelen a los médicos, y más mujeres mueran por abortos autoinducidos o peligrosos abortos clandestinos.

 

Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) es un movimiento de personas con diversas perspectivas, unidas en nuestro reconocimiento de que el Régimen de Trump y Pence representa un peligro catastrófico para la humanidad y el planeta y que es nuestra responsabilidad sacarlos del poder por medio de la protesta política no violenta masiva que crezca hasta que se cumpla nuestra demanda.

Acceda a RefuseFascism.org para más información y saber cómo participar.

Una protesta de Rechazar el Fascismo contra Mike Pence, julio de 2018. La pancarta dice: RefuseFascism.org ¡NO! EXPULSAR AL RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP Y PENCE.

 

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