420 millones de niños, es decir, uno de cada cinco niños del mundo, crecen en zonas de guerra
ASÍ es el mundo del imperialismo

| revcom.us

 

Esta es una estadística horrible: 420 millones de niños están creciendo en zonas de guerra. Esa cantidad es mayor que toda la población de los Estados Unidos. Eso es casi uno de cada cinco niños en este planeta que sufren indiscriminadamente y de manera desproporcionada en guerras y conflictos los que guardan una estrecha relación con el imperialismo.

De acuerdo a un estudio recientemente publicado y ampliamente investigado, Stop the War on Children [Detengan la guerra contra los niños]:

  • Miles de niños en los países oprimidos del tercer mundo mueren cada año en asesinatos y destrucción relacionados con combates armados. Pero muchos más —cientos de miles de niños cada año— están muriendo en estas zonas debido a los efectos indirectos de estos conflictos: desnutrición, enfermedades y la interrupción de la atención médica, el agua y servicios sanitarios.
  • El treinta por ciento de los niños en África y el 40 por ciento de los niños en el Medio Oriente viven en zonas de conflicto, susceptibles de ser asesinados, mutilados, secuestrados, hambreados deliberadamente, y a estar en un estado de riesgo agudo en su salud.
  • En zonas de guerra como Yemen y Siria, las escuelas y la infraestructura de salud son blancos de bombardeos. Las facciones en guerra bloquean los convoyes de ayuda. En las zonas de conflicto de África, los niños son víctimas del trabajo infantil y el tráfico sexual.

La muerte, la destrucción y dislocación han sido factores importantes que impulsan la catastrófica crisis mundial de refugiados. Ahora la situación es que uno de cada doscientos niños en el mundo es un refugiado.

Es estremecedor; y es desgarrador. Un inmenso número de niños en el tercer mundo están creciendo en estos tipos de condiciones, eso es que si llegaran a ser adultos. Crecen en un mundo dominado y devastado por el imperialismo. . . por un sistema que es igual de cruel como lo es innecesario.

El silencio ensordecedor en los Estado Unidos

¿Se habló de este informe, Stop the War on Children, en los medios de comunicación de los Estados Unidos? No. ¿Fue una fuente de discusión e indignación del público en los Estados Unidos? No. ¿Los aspirantes demócratas a la presidencia exigieron un alto inmediato a las guerras injustas de Estados Unidos en Irak, Afganistán, y Siria? ¿Llamaron a realizar investigaciones de emergencia sobre las administraciones de Obama y Trump por armar y apoyar políticamente a su régimen cliente, Arabia Saudita, que está bombardeando hospitales y escuelas y llevando a cabo otros crímenes de guerra en Yemen? ¿Realmente se necesita conocer la respuesta?

Estos políticos son cada vez más estridentes cuando denuncian los “entrometidos” e “interferencias” rusos en las elecciones estadounidenses. ¿Y qué de la jodida intromisión e interferencia de los Estado Unidos y otras potencias occidentales que están destruyendo las vidas y los futuros de. . . 420 millones de niños?

La lógica brutal y la mano mortal del imperialismo

Aquí en orden alfabético figuran, en palabras del informe, “los diez países más afectados por el conflicto en los que ser un niño”. Tenga en cuenta al mirar esta lista que en cinco de estos países (*), los Estados Unidos están librando guerras o están participando en intervenciones y operaciones militares, o están proporcionando apoyo militar y logístico vital:

*Afganistán
República Centroafricana
República Democrática del Congo
*Irak
Malí
Nigeria
*Somalia
Sudán del Sur
*Siria
*Yemen

Estos países no surgieron espontáneamente como “zonas de conflicto”. Han sido dominadas económica, política y militarmente por mucho tiempo por el imperialismo, aunque sean estados formalmente independientes. Sus poblaciones han sido explotadas para poder exprimirles ganancias. Sus recursos han sido saqueados para obtener ganancias — los minerales del Congo son vitales para las cadenas de suministro del imperialismo. Muchos han sido campos de batalla en la rivalidad entre grandes potencias y la geopolítica del imperialismo. En todos, las municiones de los Estados Unidos, Rusia, el Reino Unido, Francia, Alemania, y China han estado llegando a ríos.

Pero tal vez, alguien podría sugerir, por angustioso que lo sea todo esto… las cosas sigan mejorando. ¡No! Los 420 millones de niños que viven en zonas de guerra hoy representan un número de más del doble que en 1989-1991, cuando terminó la guerra fría. Tan solo entre 2016 y 2017, ¡el número de niños en estas zonas aumentó en más de 30 millón!

A. Invasiones imperiales, guerras de sustitutos y el saldo para los niños.

La invasión de Estados Unidos a Irak en 1990 destruyó la mayor parte de los sistemas de agua y salud del país. Sin estar conforme, Estados Unidos impuso sanciones de castigo a la población. Impidió que Irak vendiera petróleo y generara las divisas que necesitaba para adquirir suministros médicos y de otro tipo. El resultado es que 500.000 niños de Irak fallecieron en los 1990. Estados Unidos invadió a Afganistán en el 2001. Y también invadió a Irak otra vez en el 2003 — para derrocar un régimen que representaba una espina en su costado y convertir a Irak en una plataforma estratégica para proyectar el poder de los Estados Unidos en el Medio Oeste rico en petróleo

Pero las invasiones a Iraq y la invasión a Afganistán no se desarrollaron de acuerdo con el plan. Han desatado caos y han impulsado todo tipo de guerra civil. En 2017 en Afganistán, resultaron heridos o muertos 3.179 niños, varios de ellos debido a los bombardeos y ataques con aviones no tripulados de los Estados Unidos.

En Siria, los Estados Unidos están librando la guerra de sustitutos con Rusia. En otras palabras, cada lado está peleando por medio de intermediarios para poder impulsar sus intereses regionales y globales. Rusia está apoyando al régimen opresivo de Bashar Háfez al-Ásad, y los Estados Unidos están apoyando y armando a las fuerzas reaccionarias locales que están esforzándose por derrocar al régimen. Es una guerra de atrocidades. Hoy, un tercio de las escuelas de Siria están reducidas a escombros; y uno de cuatro niños corre riesgo de desarrollar un trastorno de salud mental.

B. La venta de armamento de los Estados Unidos y la destrucción masiva en Yemen

Los Estados Unidos son el mayor exportador de armamento en el mundo. La transferencia de armamento es un medio importante para asegurar su influencia y dominación sobre regímenes que sirven a sus intereses globales y regionales. Arabia Saudita era el principal receptor de las ventas de armamento en el 2014-2018. Pues, el Medio Oriente es una región clave del mundo — para el petróleo, el comercio mundial y las rutas de tránsito— y Arabia Saudita con su régimen opresivo teocrático es un engranaje clave en la dominación del imperio estadounidense sobre el Medio Oriente y para enfrentar a Irán.

Una insurgencia y una guerra civil en Yemen está poniendo en peligro la posición de Arabia Saudita — y por lo tanto los Estados Unidos le dan una luz verde para la masacre.

Arabia Saudita sigue llevando a cabo crímenes de guerra en Yemen. Revcom.us ha documentado extensamente la mayor crisis humanitaria del mundo causada por el imperialismo. En promedio, Arabia Saudita realiza 14 ataques aéreos al día. Rocían con metralla, bombardea y destruye hospitales, clínicas, escuelas, autobuses escolares, edificios de apartamentos, mercados, gasolineras, fábricas y granjas. Ya no se utiliza una de cada cinco escuelas en Yemen; un estimado de dos millones de niños en Yemen no está en la escuela. Y en los dos años de 2016-2017, 113.000 niños se murieron de hambre o fallecieron por desnutrición y enfermedades evitables, como cólera.

C. El memorándum de los Estados Unido: los tratados de armas no significan nada cuando interfieran con nuestros intereses imperiales

El informe Stop the War on Children señala que la venta de armamento a los países como Arabia Saudita los que perpetran violaciones de los derechos humanitarios y humanos (al poner en la mira a los civiles y niños en Yemen) es ilegal según los términos del Tratado sobre el Comercio de Armas del 2014. Conveniente, y arrogantemente, los Estados Unidos han rechazado firmar el tratado.

El informe también llama la atención sobre todas las minas terrestres, una de las armas de batalla que menos discriminan hoy en día: ponen en peligro especialmente a los niños y los civiles en las zonas pobladas. Según sus formas, los Estados Unidos —nos referimos a las administraciones de Clinton, Bush, Obama y Trump— han rechazado firmemente firmar la Convención sobre la Prohibición de Minas Antipersonales de 1999. ¿Por qué los Estados Unidos siguen guardando reservas de tres millones de minas terrestres? Porque, los Estados Unidos proclaman, sus fuerzas armadas reservan el derecho de usar estas armas en un conflicto en la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur. No importa el costo humano.

***

Este es un mundo el que clama por una revolución, una revolución para derrotar este sistema imperialista. Una revolución comunista para crear un mundo donde se valore el bienestar de los niños. . . en el que se haya superado la mera existencia de una división global entre un puñado de países ricos y la mayoría de la humanidad que vive en los países pobres, explotados y saqueados por los países ricos… un mundo en el que ya no existan la explotación y la opresión… en el que los niños puedan crecer, aprender y florecer como parte de una comunidad mundial de la humanidad y puedan contribuir a ella.

Recursos:

Stop the War on Children: Protecting children in 21st century conflict [Detengan la guerra contra los niños: La protección de los niños en los conflictos del siglo 21, Salvemos a los Niños Internacional], 2019 (https://www.stopwaronchildren.org/report.pdf)

Trends in International Arms Transfers, 2018, Stockholm International Peace Research Institute [Tendencias en las transferencias internacionales de armamento, 2018, Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo], 2019 (https://www.sipri.org/sites/default/files/2019-03/fs_1903_at_2018.pdf)

Durante tres años, los Estados Unidos han apoyado a su “aliado estratégico”, Arabia Saudita, en una guerra genocida contra Yemen, primero respaldada por Obama y luego por Trump. La guerra ha provocado una hambruna que ya ha cobrado la vida de 85.000 niños y amenaza con cobrar más. En esta imagen, Amal Husein, 7, quien murió de hambre unos días después de que se tomara esta foto. (Foto: AP)

En esta toma de pantalla, la gente carga el cuerpo de un niño después de sacarlo de los escombros a raíz de los ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudita que mataron al menos a seis personas, entre ellas cuatro niños, en el centro residencial de la capital, Saná, Yemen, el jueves 16 de mayo de 2019. Ocurrieron los ataques aéreos a Sanaá después de que los rebeldes hutíes de Yemen respaldados por Irán, quienes controlan la capital, lanzaron un ataque con aviones no tripulados a principios de la semana contra un oleoducto crítico en Arabia Saudita, el mayor rival de Teherán en la región. (Foto: AP)

El 14 de marzo de 2019, unas mujeres y sus hijos que abandonaron la asediada aldea de Baghuz, Siria, controlada por el Estado Islámico, trepan sobre una colina pedregosa para ser revisados por las Fuerzas Democráticas Sirias apoyadas por los Estados Unidos. Un grupo de ayuda internacional dice que registró 31 muertes en la última semana de marzo entre las personas que lograban salir de la última franja de territorio que controlaba el grupo del Estado Islámico y se trasladaban hacia un campamento para desplazados. El alto saldo semanal de muertes refleja las condiciones desesperadas de la gente, en su mayoría mujeres y niños, que abandonaron la aldea de Baghuz para ir al campamento de Al-Hawl. (Foto: AP/Maya Alleruzzo)

 

 

Consiga una e-suscripción gratuita a revcom.us:



Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

Envíenos sus comentarios.