Palabras de clausura en la “Escuela de la Revolución”

Conocer y aplicar el método y enfoque de Bob Avakian para cambiar un mundo cambiante

Andy Zee; domingo 11 de agosto de 2019

| revcom.us

 

Nota de la redacción: Durante la primera semana de agosto, la Gira Nacional “Organícense para una Revolución REAL” patrocinó una “escuela de la revolución” (o “campamento de verano para la ciencia”, como algunos la apodaron), a la que asistieron más o menos 15 revolucionarios desde diferentes partes de Estados Unidos así como de Chicago. Al cierre de la semana, Andy Zee pronunció una charla informal ante los participantes durante una celebración de despedida, la cual arroja luz sobre el proceso de esta escuela y la Gira para nuestros lectores. Lo siguiente es una transcripción levemente redactada.

Primero, todos ustedes que vinieron aquí para la escuela en la ciencia de la revolución y trabajaron con la Gira Nacional: pónganse de pie, porfa. [aplausos] Y los del Club Revolución en Chicago, de pie, con ellos. [aplausos]

Miren, debemos aplaudirnos — pero debemos hacerlo porque entendemos, y estamos llegando a entender más profundamente, lo que hemos hecho durante la última semana. Y, para los que están aquí por primera vez hoy, o ya son veteranos tras tres días en el movimiento, estoy hablando a ustedes también — para entender en qué se han metido y qué es lo que hemos hecho durante esta semana. Quiero decir una cosa sobre los tiempos en que estamos viviendo. Esto es, quizá, uno de los momentos poco comunes en la historia en que se plantea el futuro de la humanidad de una manera que podría terminar en horrores indecibles — donde los 65 millones de refugiados que huyen del cambio climático y guerras genocidas, guerras de conquista, guerras entres sectores del pueblo que pelean entre sí en vez de luchar contra el sistema que crea estas guerras, estos 65 millones de refugiados de 2015 podrían verse como apenas las primeras personas que entran por la puerta de un programa. Esto podría convertirse en una cascada para dejar a una tercera parte de la humanidad cuando Bangla Desh, el delta entero, quede bajo el agua por lo que este sistema ha hecho. Este es un momento en que el país imperialista más poderoso del mundo tiene campos de concentración en la frontera y niños en jaulas. Este es un momento grave en la historia de la humanidad.

Así que tenemos que examinar lo que hemos hecho. En otra coyuntura en la historia de la humanidad — en el amanecer del imperialismo y su primera consolidación y los contornos iniciales de los conflictos entre los imperialistas que con el paso del tiempo condujeron a la Primera Guerra Mundial, el gran líder revolucionario Lenin, que dirigió en la primera ocasión en que los esclavos se levantaron en una revolución para deshacerse del capitalismo, dijo (estoy parafraseando): Tenemos que entender los rasgos especiales de nuestro tiempo y no debemos imitar a los activistas (en realidad usó la palabra marxistas) sobre los cuales dijo Carl Marx, el fundador de la ciencia de la revolución: “Sembré dientes de dragón y coseché pulgas”.

Para los que hemos participado en este movimiento para la revolución real, durante los últimos 15 años hemos venido forcejeando y seguimos forcejeando con lo que ha venido desarrollando la persona dibujada aquí en mi playera —Bob Avakian, el líder de la revolución— que dijo a cada uno de nosotros y a todos nosotros colectivamente: ¡tenemos que retomar lo que vinimos aquí a hacer, lo que es derrocar este sistema de mierda, carajo! [aplausos] Si no dirigimos a la gente a hacer una revolución real, pues, ¿qué pasa? El mundo sigue igual. Eso nos incumbe a nosotros, y lo que han hecho ustedes que formaron parte de esta escuela esta semana, ustedes que han formado parte de la Gira Nacional, ustedes que forman parte del Club Revolución de Chicago, ustedes que han entrado en eso por primera vez y están empezando a aprender sobre ello y lo que hemos hecho durante esta última semana es potencialmente sembrar dientes de dragón. Pero queda pendiente la pregunta: ¿qué vamos a cosechar? ¿Vamos a seguir en ese camino? ¿Vamos a poner todo a nuestro alcance para que las masas de personas tengan una salida de la locura de este mundo y tengan la capacidad de hacer una revolución real para crear una sociedad radicalmente nueva en el camino a la verdadera emancipación? ¿Les vamos a llevar la ciencia de la revolución, de la cual trataba esa escuela? ¿Les vamos a llevar la estrategia para derrocar este sistema? ¿Les vamos a explicar por qué no es posible reformar este sistema en los 5 ALTOS? Y cuando algunas personas nos contestan, no quiero escuchar de eso, ¿les vamos a decir, Bueno, ustedes viven en esta sociedad y dicen simplemente que van a meter el hocico en el comedero y van a ser cómplices con grandes crímenes, les vamos a decir en ese caso, Lástima para ustedes pero hay personas en la sociedad que sí quieren emancipar a la humanidad y vamos a ir a buscar a esas personas en este momento? Así que, ¿diremos, como dice BA: Dejen de abrir la boca y dejen de permitir que salga el sistema? ¿Pondremos estas 2 Opciones y les ofreceremos algo por lo que vivir y luchar en los 6 Puntos de Atención?

Así que yo quiero decir simplemente que lo que ustedes han hecho, lo que hemos hecho colectivamente, es una oportunidad que se da muy pocas veces en la historia. Estamos en el umbral de posibilitar que la humanidad dé un enorme paso hacia el futuro y que se desprenda de todos estos siglos de las cadenas de la tradición, todas estas relaciones sociales del patriarcado, del odio al “otro”, de la xenofobia, de la supremacía blanca, de las guerras de conquista, del saqueo y la degradación del medio ambiente — tenemos una oportunidad de quitar todo eso a la humanidad, no que lo hagamos nosotros a solas sino que lo hagamos al dirigir a la gente en lucha. Esto es lo que estamos haciendo. Esto es lo que ustedes comenzaron esta semana. Comenzaron a adentrarse en cómo se podría hacer eso y qué es lo que Bob Avakian ha desarrollado en la ciencia de la revolución y la estrategia y la visión y el plan para una sociedad radicalmente nueva.

Eso conlleva una responsabilidad, así que quiero leer una cosa de este libro El Nuevo Comunismo, que es lo que Bob Avakian ha desarrollado. Hace algunos años, como creo que saben muchos de ustedes, la policía metió a aventones a Freddie Gray, un joven de las duras calles de Baltimore, a la parte de atrás de un coche celular policial, después de que los policías lo brutalizaron y se sentaron encima de él, y le dieron lo que llaman en Baltimore un “paseo duro” (lo pasearon velozmente por las calles mientras él se rebotaba de un lado a otro). Ya para cuando lo bajaron ya estaba paralizado, lo llevaron arrastrado al hospital, y él murió. Después de eso las masas en Baltimore se levantaron durante una noche, durante dos noches, y Noche Díaz y un par de otras personas de este movimiento viajaron hasta allá para dirigir a esas personas. Y Bob Avakian comienza este libro sobre el nuevo comunismo con lo siguiente. Dice:

Y yo pensaba en algo aún más profundo al leer sobre el trabajo que se viene haciendo en Baltimore: el comentario de una mujer de las masas básicas en Baltimore, que dijo, “Comienzo a preocuparme” —cuando algunas personas le llevaban la revolución— “Comienzo a preocuparme”. Ahora bien, se podría preguntar, ¿por qué comienza a preocuparse? Ella explicó: “Pues, comienzo a tener esperanzas”. Ahora, piensen en lo que significa eso para las masas populares, que temen tener esperanzas. Temerosas de tener esperanzas de que quizás el mundo no tenga que ser así, de que quizás haya una manera de salir de esto. Temerosas de tener esperanzas porque sus esperanzas han sido frustradas tantas veces…. Ya lo hemos visto en Baltimore, por ejemplo. Dicen: Ah, de repente hay una oleada de crímenes; e insisten que tienen que caer con aún más fuerza con la policía y que necesitan que las autoridades federales vengan y ayuden a la policía, porque las masas se están desbordando y la policía no puede salir a matarlas con impunidad en este momento.

Así que, por todo esto la gente dice: “Comienzo a preocuparme”. Temen tener esperanzas. Y si no tenemos la intención de cumplir con las responsabilidades que tenemos, si no tenemos la intención de seguir hasta el final cuando salimos en la sociedad y decimos que hay una salida de todo esto, debemos empacar nuestras cosas y largarnos. Porque las masas populares no necesitan que nadie más venga y luego desaparezca y las deje en las miserables condiciones a las que estarán sometidas, y frente a los aún peores horrores de este sistema que les caerán encima. Tiene que realmente ser cierto cuando decimos que vamos en serio por una revolución.

Así que, eso es lo que está en juego en torno a lo que empezamos esta semana — así BA comienza la obra que explica científicamente lo que es este nuevo comunismo. Esta semana emprendimos un viaje, iniciamos un proceso. Algunos de ustedes ya habían emprendido este viaje, pero iniciamos un proceso, emprendimos un viaje aquí. Y se presenta la pregunta: ¿Están preparados para escalar esas alturas? ¿Para continuar en ese camino, sin que los disuadan aquellos que les dirigirían a dejar ese camino, que les dirían: “Y más bien no es que deberías pensar en ti mismo”? Quizá sean sus padres que les dicen eso: “Bueno, estoy de acuerdo con lo que dices, pero que otros hagan eso, y no tú… Porque, al cabo, eres mi hijo, mi hija”. O aquellos que nos dirigirían hacia los caminos del progreso indoloro — que no es ningún progreso en absoluto sino que dejan a nosotros y a la humanidad en el mismísimo lugar donde ya estamos. ¿Estamos preparados para correr el riesgo de que no seamos populares, a que vayamos contra la corriente de nuestros amigos, compañeros del trabajo, nuestras familias, y a que luchemos por lo que sabemos científicamente que es la verdad, es decir, lo que de hecho es la verdad? Empezamos, y todos vamos a tener que empezar, sin ponernos filosóficos, a examinarnos la conciencia al respecto. Pero cuando hagan ese examen de conciencia, tienen que ser científicos y basarse en la realidad, y eso es una de las cosas más importantes que aprendimos esta semana.

Bueno, examinemos lo que hicimos. Nos juntamos hace una semana — algunos de nosotros llegamos por avión la noche del pasado domingo. Y el lunes vimos la película del discurso de BA, Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución —dos horas y media— y hablamos y discutimos y luchamos sobre ese discurso. También vimos el corte de una Pregunta y Respuesta de Bob Avakian, donde explica por qué necesitábamos una Revolución Cultural al interior del Partido Comunista Revolucionario —la que aún sigue su marcha, en nuevas formas— y por qué hizo la gira de conferencias el verano pasado, lo que en ciertas maneras dio a luz esta Gira. Es cierto, como uno de ustedes mencionó, que uno de los lemas originales promocionales de la película dijo que nunca antes se ha pronunciado semejante discurso sobre este tema. Nunca antes una persona ha hecho el argumento de manera tan científica y tan acertada como esto, sobre por qué todas las cosas que se hagan, salvo la revolución, dejarán al mundo tal como es — y lo que está en juego en esto. Y no ha existido, salvo hasta ahora, una estrategia que tendría una posibilidad concreta de ganar esa revolución; y si después de todo no ganamos, pues el mundo seguirá tal como es de igual manera. Bueno, no digo que sería incorrecto intentar hacerlo aunque quizá no tenga éxito, pero efectivamente hay que tratar de ganar, y ahora hay una estrategia sobre la manera de hacerlo en el folleto CÓMO PODEMOS GANAR y se explica en esta película.

Además esta revolución tiene un objetivo, no sólo para nosotros, no sólo para nuestras familias, no sólo para nuestra gente, no sólo para nuestro país — ¡para eso, no, definitivamente no! — sino para la humanidad. Por eso estamos haciendo esto. Y hay una visión para cómo podríamos llegar a un mundo más allá de toda la explotación y opresión, materializada en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, que en sí es el inicio de otra nueva etapa más, una continuación del camino de la emancipación humana, de otro viaje bajo nuevas condiciones que lograríamos haciendo una revolución.

Así que, el lunes hicimos eso, tuvimos esa discusión. Pero, si se recuerdan, el sábado uno de estos supremacistas blancos racistas viajó desde Dallas a El Paso, se metió en un Walmart para matar a balazos a gente latina, a balear a inmigrantes, a balear a gente que es parte del “ejército invasor” del cual hablaba Trump. Y el mismo día, más tarde ese día, este racista misógino —creo que eso es una descripción bastante apropiada— en Dayton se metió en un centro nocturno y cometió otro asesinato en masa. Y todo eso ocurrió después de un asesinato en masa en Gilroy, California, en un festival del ajo, también contra gente de color, contra inmigrantes latinos. Al mismo tiempo, esto ocurrió después de que Trump dijera: “Vuelvan” adonde pertenecen, “vuelvan a sus países”, sus países son “pozos de mierda”, otra vez. E inmediatamente la gente se horrorizó y empezó a arder de furia.

Así que el martes por la mañana, empezamos lo que iba a ser una discusión breve de Lo BAsico 3:30, y de la declaración que se había posteado en revcom sobre estos asesinatos. Nos acordamos del comentario en la película que vimos el día anterior y la discusión que le siguió, sobre la manera en que la lucha entre el sector de la sociedad que trata de implementar el fascismo y los que se le oponen, desde varias perspectivas, está determinando los términos generales en la sociedad, incluido el terreno sobre el cual estamos luchando por una revolución real.

Pusimos: ¿Qué vamos a hacer? Tenemos nuestros planes, tenemos todo un plan para hacer presencia el sábado en el desfile Bud Billiken. Tenemos clases planeadas para el resto de la semana. Vamos a los ejes del transporte público, tenemos nuestro volante. Pero a su vez, había esta realidad ante nosotros. Y dijimos que teníamos que examinar esa situación.

Para ustedes que están en la escuela, y los que han estado en este movimiento durante un tiempo — lo que hicieron ese día era convertirse en un equipo de científicos para determinar qué hacer acerca de una realidad cambiada. Tuvimos que cambiar nuestros planes. No cambiamos los planes de modo que dijéramos, ya ni modo con la revolución; cambiamos nuestros planes de modo que dijéramos: ¿Cómo aplicamos lo que hemos aprendido, de que se necesita una revolución, y pusimos manos a la obra para ver cómo llevar y aplicar ese entendimiento a la situación que ahora se ha desarrollado de una manera diferente? Y tuvimos que examinar: ¿No más podemos salir a hablar de ella? Eso es bueno, saldremos y hablaremos más de eso. Arreglaremos unas frases del volante. Bueno, algunos de nosotros que dirigimos la reunión planteamos algunas preguntas. Pero uno de ustedes se paró y dio un discurso apasionado: Tenemos que actuar de una manera que esté a la altura del movimiento para la revolución a la que estamos llamando. Y se armó la discusión. Tuvimos una lucha aquí que fue una lucha importante, la que se concentró en cierto momento en: ¿Tomamos el malecón Lake Shore Drive? ¿Debemos ir aquí? ¿Debemos ir allá? Si vamos a Lake Shore Drive, ¿nos van a seguir las masas? Era una pregunta seria e importante que teníamos que hacer. No era incorrecto hacer esa pregunta; no se trataba de que “quien haya dicho eso, no está comprometido con esto”. No. Era una pregunta importante que debíamos de hacer. ¿Qué pasa si tomamos el malecón y nadie nos sigue y nos arrestan a todos? Esa también es una pregunta importante: tenemos mucho que hacer. Pero perseveramos en esa lucha para resolver la cosa. Esto es lo que yo trabajaba para explicar en estos comentarios. De hecho le dimos la lucha y llegamos a una solución de que: Nos encontramos en un momento aquí en que podría darse un cambio conspicuo de modo que las personas estuvieran dispuestas a actuar de una manera en que no han estado dispuestas a actuar durante los últimos meses, algo que nos ha frustrado tanto a muchos de nosotros. Y si saliéramos y no simplemente dijéramos, “¿Qué debemos hacer, a su parecer? —pues lo que pasó en El Paso está muy mal” — sino que al contrario saliéramos y dijéramos, “Miren, esta supremacía blanca la que este régimen ha azuzado es un producto de este sistema y tenemos que derrocarlo, necesitamos una revolución para deshacerse de este sistema, y una parte de hacer eso es que urge que todos salgan a las calles, entre ellos aquellos que creen que el cambio podría darse dentro de este sistema, y aquellos que entendemos que hay que derrocar el sistema que ha engendrado a este régimen de Trump y Pence. Lo que estamos haciendo aquí hoy forma parte de organizar a un movimiento para una revolución real y ustedes también tienen que formar parte de ella. Hay un líder, hay una dirección, hay una salida, y ustedes tienen que entrarle a eso al mismo tiempo que nos tomemos las calles juntos”.

Y resultó que eso fue un resumen científico acertado de lo que era posible. Algunas personas acudieron, se enteraron de ello de una forma u otra: voy a ver qué hay y de qué se trata. Y escucharon atentamente. Observé a las personas que escuchaban atentamente: ¿Es esto en serio? ¿Saben estas personas de qué carajos están hablando? ¿Van en serio? ¿Son ellas el tipo de personas con las que quiero estar a su lado, con las que quiero estar? Y los jóvenes, diferentes nacionalidades, diferentes afiliaciones de género, diferentes edades se tomaron las calles. No había los miles que necesitamos, tal vez en total 70 u 80 personas antes de que termináramos. Pero las multitudes que se reunieron alrededor de nosotros... no decían: ¿Por qué dicen esa mierda? Vitoreaban, aplaudían. Y para aquellos que no lo hacían, la cosa fue un reto. No me refiero a los tontos que simplemente caminaban de largo por ahí, pero había mucha resonancia positiva con este mensaje. Y también hubo los que lo vieron en la televisión, porque sí abrió brecha en la barrera del sonido y salió en los noticieros.

Así que lo que hicimos ese día no sólo representó el comienzo de la clase de lucha que se necesita a una escala mucho mayor, sino que también representó el comienzo de forjar a cada uno de ustedes, y a todos ustedes y a los que asistieron a la escuela, en un equipo de científicos capaces de analizar la realidad mientras cambia y de ayudar a formar parte de un proceso con otros en los Clubs Revolución en cualquier ciudad donde se encuentre en la Gira para determinar: ¿Cómo actuamos en este escenario y cómo ganar y movilizar a las masas para lo que se necesita tanto?

Quiero repasar esto porque quiero estar seguro de que todos entendamos lo que hicimos aquí y lo que logramos. Sé que nos sentimos bien. Se sintió genial aquí el jueves por la noche, realmente se sintió genial. Y por supuesto, alguien nos hizo una cena maravillosa, lo que hizo que la cosa fuera aún mejor. Pero esa cena no hubiera sabido tan sabroso si no nos hubiéramos puesto de pie en la forma en que lo hicimos. Y cuando uno saborea lo que es posible, lo que las masas de personas pueden hacer, no hay nada más genial que eso. Y sí compensa por todos esos días cuando salimos y la gente nos pasa de largo sin hacernos caso. Y por supuesto también hay que interrogar eso aplicando la ciencia para que al día siguiente eso no vuelva a pasar, para que realmente nos conectemos más profundamente con el corazón y la mente de las masas y con la realidad para poder motivarlas y conmoverlas hacia donde necesitan ir.

Así que lo que vimos, lo que logramos, hablando de donde nos encontrábamos el jueves por la noche, es, primero: cuando un equipo de científicos sí le entre a la teoría que ha desarrollado un líder extraordinario, Bob Avakian, acerca de cómo en realidad podríamos ponernos a hacer una revolución, cómo podríamos despertar a esta masa de personas en Estados Unidos que se creen relativamente contentas, pero que debajo de la superficie no es así; cómo realmente podríamos hacer los preparativos hoy, preparar la mente de las personas, organizarlas, preparar el terreno y preparar al pueblo y preparar a la vanguardia para la revolución, para el momento en que realmente pudiéramos liderar a la gente para acometer la revolución, con todo, y realmente ganar — cómo podríamos hacer todo eso. Le entramos a esa teoría, la aplicamos a la realidad y desarrollamos un plan que era consecuente con eso y estaba a la altura de eso y salimos a la sociedad y cambiamos el mundo y aprendimos mucho acerca de las condiciones. Sé que yo ciertamente aprendí mucho en términos de diferentes tipos de personas, su manera de responder, ya sea estos jóvenes estudiantes de secundaria a los que me dio tanta alegría ver, así como personas mayores que levantaron el puño y una familia de Michigan que dejó su auto en el malecón Lake Shore Drive — dejaron su coche y acudieron a unirse con nosotros. Sale, fue tan sólo una familia, pero creo que hay miles de familias así en este momento que se podría motivar para participar en apoyar al movimiento para la revolución, y de hecho la gente que tiene esa sed de un gran cambio, que está dispuesta a correr ese riesgo, a cruzar esa línea, tiene que enterarse de este movimiento, apoyarlo, entrarle — y también podrían convertirse en revolucionarios. Pero no cabe ninguna duda que podrían participar en Rechazar el Fascismo y expulsar a este régimen. Sí que somos receptivos a eso.

Así que, el primer punto: teoría / práctica / teoría — eso es lo ustedes vieron, lo que ustedes hicieron, lo que nosotros hicimos. Y lo que hago hoy es ponerme a resumir algunas de las lecciones teóricas básicas que sacamos. Porque esta es una escuela, una escuela de la revolución que no es un ejercicio académico o escolástico; de hecho es un ejercicio acerca de cómo cambiar radicalmente el mundo y cómo ser una parte concreta de hacerlo.

Y la otra cosa que aprendimos es que cuando acumulamos algunas personas — contamos con algunas cuantas personas. Con aquellos que acumulamos, salimos en la sociedad y fuimos a las masas y asumimos una posición determinada. Teníamos un plan, íbamos a marchar hasta el malecón, a esta vía rápida, y algunos otros aparentemente iban a tomarse la vía, y de repente todos se pusieron a correr, carajo, todos estaban corriendo hacia la vía. [risas] Hablaremos en otro momento sobre seguir instrucciones... No quiero tratar eso hoy, pero seguir instrucciones tiene un propósito. Ustedes sí crearon cierta necesidad con la que afortunadamente pudimos lidiar en cierta manera que no era parte de nuestro plan original. No quiero que eso se le escape a la atención de nadie. El punto central es que tocamos una fibra sensible y esa fibra es una fibra que hay que tocar. Hay que estimularla, luego hay que construir sobre esa base.

Ahora bien, es importante que no hubiéramos dicho simplemente en ningún momento: “Ah, tenemos que hacer algo sobre El Paso y luego tenemos que hacer este desfile el sábado, así que dejemos para otro día todo ese estudio y discusión lo que nos juntamos para hacer y que se había programado”. No. De hecho, el miércoles le entramos a una pregunta y respuesta del discurso de BA sobre el fascismo, la guerra civil y los demócratas con el fin de contar con más cimientos para lo que estábamos a punto de hacer. Y luego, el viernes, todos nos tomamos un tiempo para releer “La importancia crucial del nuevo comunismo y la dirección de BA” en una discusión que se centró en lo que estaba en el artículo mismo y por medio de eso, le entramos a una discusión muy sincera y muy profunda que fue a donde las personas realmente “viven”.

Y que no era como si simplemente nos diéramos unas palmaditas en la espalda por lo del malecón Lake Shore Drive y dijéramos, “Ah, vaya, eso fue perfecto, no pudo haber sido mejor”. De hecho, dijimos, “¿Sabes qué? Nuestra agitación no ponía lo suficiente nuestra solución, y no ponían lo suficiente a BA”. Bregamos con eso directamente, pero también lo hicimos indirectamente con esa sesión de estudio sobre “La importancia crucial”, y al día siguiente en Billiken la agitación que se dirigió desde el camión, incluso las consignas que coreamos, estaba a un nivel completamente diferente en ese sentido.

Así que acumulamos unas cuantas personas, impactamos a la sociedad. Y a partir de eso, acumulamos más gente. Ahora bien, eso aún es embrionario. ¿Qué significa eso? Está sólo al principio. Hablamos de... supongo que una docena, o 15 personas, que se unieron con nosotros en el desfile, el desfile Bud Billiken ayer. En los próximos meses, es necesario amplificar eso 2, 3, 4 veces. Tenemos que llevar esta lección que aprendimos esta semana y realmente avanzar a partir de ella. Es correcto celebrar nuestras pequeñas victorias y tenemos que entender — de más importancia que celebrar, o de igual importancia, es luego entender lo que en realidad hicimos.

Fíjate que esto es importante. Lo que hicimos en realidad es incidir en una situación objetiva que había cambiado, la identificamos, aplicamos la ciencia a ella, desarrollamos un plan táctico que fue una concentración de nuestra estrategia para la revolución, salimos a la calle y actuamos con determinación, desafío y un plan, y ganamos y activamos a más personas. Y cambiamos la situación. Pusimos ante la ciudad de Chicago que no vamos a tolerar esto y ustedes tampoco lo deberían tolerar. Y eso importa.

Pero resultará en nada, tendrá poca importancia, si no continuamos con el objetivo de esta Gira, de este Club Revolución, de la organización que Bob Avakian está esforzándose por construir, un partido que sea una verdadera vanguardia que esté preparándose para dirigir una revolución real y no una pequeña tertulia al margen de la lucha del día a día. Por el contrario, forjar a unas personas que van en serio con liderar a las masas de personas a derrocar este sistema y a construir una sociedad digna de construirse, personas que no están llenas de venganza y gloria personal, sino que están llenas de un apasionado deseo de ver que se deseche el yugo de la tradición y todas las formas de opresión.

Así que eso es nuestro objetivo. Nuestro objetivo es: ahora, durante el año por delante, ganar y activar a miles de personas en una relación organizada con esta revolución. Y cada uno de ustedes que son parte de esta escuela, cada uno de ustedes que han sido parte de la Gira, tiene que reflexionar profundamente esta noche, tiene que hacer algunas lecturas y si van a tomar un avión para salir de aquí, reflexiona en el avión. ¿A qué voy a dedicar mi vida? O al menos, ¿qué voy a hacer durante los próximos tres meses o un año? Y eso te ayudará a resolver la cuestión del resto de tu vida. Hablo muy en serio de esto, que la pregunta inmediata es: ¿Voy a continuar con esto y trabajar con el Club Revolución en la ciudad donde vivo, voy a realmente tratar de no sólo ser un activista, sino de hecho ser un científico revolucionario y estudiar alguna teoría y tratar de aplicarla? No simplemente volver a lo de antes, porque eso de volver no sólo tiene que ver contigo, sino con todo el movimiento para la revolución, con la humanidad, eso es lo que está en juego en este momento. ¿Vamos a pasar de un par de docenas de personas a muchas docenas de personas, y luego a miles? ¿O siempre va a ser un elenco rotativo de personajes? ¿De acuerdo? Lo sé, ¡algunos de nosotros sí que somos unos personajes! Y necesitamos más personajes, ¿de acuerdo? Y no tiene nada de mal ser un personaje, pero hay que conseguir que más personas entren en ese proceso.

Y eso comienza con cada uno de ustedes, y estoy seguro de que hay cosas que ustedes están experimentando ahora mismo como: vaya, esto sí que está grueso. Pero la manera de lidiar con eso no es... bueno, habrá una noche sin dormir, pero no sólo dentro de tu propia cabeza. Ve a hablar con las personas que son parte de esto en el Club Revolución. Ve a hablar con las personas que son parte de la revolución. Di lo que traes en la cabeza, lucha sobre ello y luego decide lo que va a hacer. Y hay un lugar para todos aquí en este movimiento. Realmente necesitamos que las personas se conviertan en revolucionarios conscientes, conscientes en el sentido de que se conviertan en promotores del nuevo comunismo desarrollado por Bob Avakian, y que estén dispuestas a aplicar ese nuevo comunismo, que quieran salir al mundo y decir: Hay una salida, hay un líder, hay una salida… podemos hacer esto. Es poco común tener con vida a una persona como Bob Avakian en unos tiempos como estos, una persona que realmente puede trazar este curso. Hay unos pocos de nosotros que estamos tratando de aplicar esto. Pero, créanme... no quiero que simplemente acepten esto por fe... sino con la ciencia... Puedo hacer el argumento de que tener a un líder como este hoy importa mucho para nosotros que queremos asumir esta responsabilidad. Él está metido en todo lo que estamos haciendo. [aplausos] La gente dice: “¿Dónde está Bob Avakian? No estaba presente acá”. Pero de un sentido real, estaba presente. Está liderando a cada uno de nosotros que ha asumido esto y les ha cambiado la vida. Él está en todos nosotros colectivamente, está ahí. Está presente porque ha desarrollado el marco en el que vamos a ir haciendo la revolución. Eso importa mucho, pero no es simplemente el marco que tenemos ahora, sino que tenemos la dirección continua en BA. Esto es lo que necesitamos, y lo tenemos. Que no lo desperdiciemos en un momento así de la historia.

Así que esto es lo que ustedes tienen que considerar, y les ayudaremos a hacerlo. Les ayudaremos. Entiendo que las personas necesitan ayuda con varios problemas, tienen familias, tienen enfermedades, otros cuentan con ellos para apoyo, hay préstamos estudiantiles que hay que pagar, las personas representan las expectativas de generaciones que han trabajado duro en los campos y han cruzado fronteras para llegar aquí para enviarlos a estudiar en una universidad y ahora vas a hacer... ¿qué? Quizá te digan, ¿vas a dejar todo eso… o, vas a responder que vas a aplicarlo para hacer algo que realmente importa en el mundo, para liberar a la humanidad? Y tienes que luchar con las personas que quieren hacer que retrocedas y dicen, “que no vayas muy lejos, no vayas por allá”. Y les digas que no, que esto es necesario, que es posible y definitivamente es deseable... y ustedes también deban éntrele, mamá, papá, hermano, hermana, vecino, amigo o quien sea.

Así que eso nos incumbe a nosotros ahora mismo, y tenemos cumplir con ello. Pero si resulta que no puedes comprometerte completamente en este momento, eso no quiere decir que tienes que esfumarte. Si hay cosas con las que no estás de acuerdo, tenemos que encontrar las formas en que puedes hacer que este movimiento sea posible, encontrar lo que vas a hacer con él y tenemos que seguir luchando. Pero de verdad hoy no quiero estar con esa situación. Porque hablando para mí y pienso que para los demás que están dirigiendo este movimiento, tanto los que han estado más en el terreno todos los días como el resto de nosotros, he visto el cambio en muchos de ustedes. He visto el potencial. Hemos reconocido colectivamente la manera en que las personas se han madurado durante un período de tan sólo cuatro meses, el que es... por un lado, si eres joven, es toda una vida, pero es apenas un abrir y cerrar de los ojos. Y ustedes realmente deberían apreciar —apreciar, no sólo en el sentido de la satisfacción, la que es una parte de esto— sino que apreciar en el sentido de entender qué es el proceso por el que los han dirigido y qué es lo que han hecho y aprendido y donde podrían ir y qué significaría eso para el futuro de la humanidad.

Así que nos encontramos de vuelta a la pregunta de la mujer en Baltimore cuando nos pregunta: ¿Estarán ahí? Ella está preguntando a todos y cada uno de ustedes y ella está preguntando a todos nosotros colectivamente. Salimos en la sociedad y estábamos en representación de la revolución. Nos pusimos las camisetas. Si te pones la camiseta Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!, tienes que hacerlo en serio. No puedes traicionar eso. Tienes que luchar para que las otras personas que se ponen la camiseta también lo hagan con seriedad. Si te pones la camiseta de BA, debes hacerlo con toda una expresión de aprecio, reconociendo la importancia de tener a este líder y esta dirección. Así que la pregunta es: ¿Ustedes estarán ahí? Y la respuesta es: no podemos hacer ninguna otra cosa.

Y simplemente quiero decirles a todos los que han sido parte de la escuela, a los que han venido por primera vez, a los que no están aquí esta noche pero que han empezado a acercarse a nosotros y con los que tenemos que comunicarnos luego luego: realmente aprecio y apreciamos lo que ustedes han hecho, no en sí y de por sí sino por lo que de hecho podría significar para el futuro de la humanidad en este momento cuando los dos futuros están presentándose a nuestra consideración con tanta agudeza. Así que eso es lo que tengo que decir. Muchas gracias.

 

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