Donald Trump efectivamente amenaza con violencia si las elecciones resultan en su contra

Joe Biden se muestra indiferente

Y TÚ, ¿Qué harás?

| revcom.us

 

Hace diez días, en un artículo en este sitio web, Bob Avakian comentó que “…el implacable impulso de este régimen y sus partidarios, inclusive al aproximarse las elecciones, de seguir a todo vapor con su bestia inexorable fascista, para corromper y robarse las elecciones, negarse a aceptar una derrota en las elecciones y permanecer en el poder independientemente del resultado de las elecciones — pues, todo esto está imponiendo, cada vez más en primer plano, la realidad de lo que representa este régimen, el gran peligro objetivo de simplemente esperar a que se celebren las elecciones, y la gran necesidad de tomarse las calles, ahora, para exigir que se saque del poder a este régimen”. (De El fascismo de Trump — a diario más descarado y peligroso: cómo una decidida lucha y masiva movilización podrían derrotar esto, TERCERA PARTE de No será suficiente votar — debemos tomar las calles, y permanecer en las calles con la demanda ¡Trump y Pence fuera ya!)  Votar será necesario, pero NO será suficiente.

¿Qué ha pasado desde ese entonces?

Veamos tan sólo los últimos pocos días. El miércoles 23 de septiembre, se le preguntó a Trump si iba a prometer una transferencia pacífica del poder si perdiera. Aquí va lo que dijo:

“Queremos deshacernos de los votos [por correo] y se tendrá una muy pacífica... No habrá una transferencia, francamente. Habrá una continuación”. [Énfasis añadido.] Gesglocémolo. Trump ha estado creando una gran ola de mentiras y confusión en torno a las boletas de voto por correo que los votantes empadronados llenan con anticipación y luego envían para el día de las elecciones. Trump afirma que son susceptibles de fraude y que por lo tanto no se deben contar. De hecho, estas papeletas no son particularmente susceptibles de fraude — hay requisitos estrictos que la gente debe cumplir para usarlas, estudio tras estudio ha demostrado que incluso los intentos de fraude son muy poco comunes y pese a todo el dinero que han gastado tratando de encontrar e inventar estos casos, los republicanos no tienen prácticamente nada que mostrar. Sin embargo, aquí está Trump diciendo que no habrá una transferencia pacífica del poder1.

Esto se suma a que Trump repite una y otra vez que la única forma en que siquiera posiblemente podría perder las elecciones es si fueran amañadas. Pero aquí va lo nuevo de su declaración del 24 de septiembre: si no hay una transferencia pacífica, pues ¿qué hay? Trump claramente está insinuando que usará la amenaza y la fuerza de la violencia para mantenerse en el poder. Se le dio la oportunidad de “cambiar de posición en este asunto” al día siguiente... y se negó.

Y el 26 de septiembre, Trump puso la posibilidad de que las elecciones fueran decididas por el Congreso, donde “tenemos la ventaja”2.

Aunado a la controversia, mientras esto sucedía, un número de escritores e investigadores publicaron importantes artículos que mostraban no sólo que Trump estaba haciendo todo lo posible para corromper y pervertir las elecciones, no sólo los republicanos se preparaban para sabotear los resultados de las elecciones estatales y usar lagunas en las leyes para ir en contra del voto popular real en algunos de los “estados tipo campo de batalla”, no sólo estaban preparando a miles de seguidores para actuar como golpeadores e intimidadores el día de las elecciones específicamente contra los votantes negros y latinos e indígenas, no sólo estaba alentando la violencia y el caos por parte de sus seguidores ahora para respaldar estas amenazas, sino que —como estos artículos mostraron— existe una tremenda debilidad en las leyes e instituciones de Estados Unidos que hizo que esto fuera muy posible. Hay lagunas lo suficientemente anchas como para hacer pasar un vehículo utilitario deportivo lleno de imbéciles milicianos armados.

El artículo más importante está en el número de avance de noviembre del Atlantic, titulado “Las elecciónes que podrían quebrar a Estados Unidos”. El autor, Barton Gellman, escribe: “Que no dudemos acerca de una cosa. Puede que Donald Trump gane or pierda, pero nunca cederá. Bajo ninguna circunstancia”. Y, “No hay verdad en esquivar este punto, tampoco: Trump no quiere que los negros voten”. Pensar de otra manera “nos llevará a la esperanza espuria de que las fuerzas que constriñen a los titulares normales puedan manejar a Trump”.

Gellman argumenta, “El peor de los casos, sin embargo, no es que Trump rechace el resultado de las elecciones. El peor de los casos es que utilice su poder para evitar un resultado decisivo en su contra. Si Trump se despoja de toda restricción, y si sus aliados republicanos desempeñan los papeles que les asigna, podría obstruir el surgimiento de una victoria legalmente inequívoca de Biden en el Colegio Electoral y luego en el Congreso. Trump podría impedir la formación de un consenso sobre si hay algún resultado. Podría aprovechar esa incertidumbre para aferrarse al poder”.

Junto con esto, Gellman argumenta que “En realidad, el presidente no está tratando de impedir en absoluto el voto por correo.... Está desacreditando la práctica y privándola de recursos, señalando a sus partidarios para que voten en persona, y preparando el terreno para los planes posteriores a la noche de las elecciones para impugnar los resultados”. Debido a que se espera que los votantes de Biden utilicen el voto por correo mucho más que los partidarios de Trump, los fascistas están maniobrando para que surja un “espejismo rojo”, que en la noche de las elecciones —cuando todavía no se habrán contado la mayoría de los votos por correo— podría parecer que Trump esté ganando.

Esto abriría múltiples opciones para que los fascistas utilicen todos los instrumentos de poder que tienen. Lo más simple: Trump podría declarar “fraudulentos” los votos por correo y que no se deberían contarlos, declarar la “victoria” y usar el poder gubernamental y miliciano para imponerlo. Podría usar la violencia de milicias contra los manifestantes como base para declarar una “emergencia nacional”.

Pero Gellman señala las maniobras más legalistas que podrían proporcionar pretextos para la violencia abierta o sustituir por ella (como conseguir que la decisión se tome en el Congreso, tratado arriba). Gellman señala que la Constitución ordena que si no se reportan al Congreso los resultados de un estado para el 8 de diciembre, no se contaran esos votos en absoluto. Por lo tanto, si los recuentos locales de votos están atascados en disputas judiciales, las legislaturas estatales —la mayoría de las cuales tienen mayorías republicanas— pueden decidir ignorar el voto popular y elegir electores pro-Trump3. Gellman escribe que algunos funcionarios de la campaña republicana han confirmado —algunos “oficialmente”— que la campaña de Trump ya está platicando sobre esto como una opción seria, usando “una justificación basada en afirmaciones de fraude en gran escala”4.

Joe Biden dice, “¿A mí , para que preocuparme?”

Pero los demócratas están haciendo algo peor que no hacer nada. En una entrevista con Stephanie Ruhle, Biden se mostró desdeñoso, llamándolo “la típica distracción de Trump”, añadiendo que “No creo que vaya a llegar a ninguna parte. Creo que el pueblo estadounidense ya conoce a este tipo”. Y, “Tendremos una elección en este país como siempre la hemos tenido, y él se irá”. Ruhle lo presionó: “Pero sabemos que en el 4 de noviembre no se habrán contado todos los votos, y si es así y la gente está enardecida y se toman las calles, ¿qué hará usted?” La respuesta de Biden fue: “No voy ni siquiera a considerar eso porque no estoy anticipando que eso suceda. ¿Qué voy a hacer yo? Asumimos que incluso un tribunal republicano respondería de manera apropiada basándose en la ley. Y que nuestros amigos demócratas y republicanos en el Congreso responderían”.

¡¿DE VERDAD?! ¿Nuestros “amigos republicanos en el Congreso”? Los mismos que ahora están arrastrándose a través de una corte fascista extremista en un tiempo récord, yendo en contra del falso “precedente” que inventaron para evitar que el candidato de Obama ni siquiera compareciera ante una audiencia , y haciéndolo en gran parte, como admiten sin rodeos, para garantizar que le corte decidirá a favor de Trump en caso de que haya un punto muerto y se llame a la Corte Suprema para decidirlo? ¿Sus “amigos republicanos” que se negaron a decir una palabra contra la amenaza de Trump acerca de la transferencia pacífica del poder5? ¿Sus amigos republicanos que, cuando Donald Trump dice “Salta”, sólo pueden decir “Qué tan alto”?

Esto está propagando ilusiones extremadamente peligrosas.

Lo que se necesita no son ni las garantías vacías de Biden, ni la desesperación y derrotismo en el que se están permitiendo caer algunas personas que sí reconocen el despiadado propósito de los fascistas, sino que cumplir con el llamamiento hecho por Rechazar el Fascismo (RF) para la acción masiva y no violenta en las calles día tras día, desde el 3 de octubre hasta las elecciones. RF se está organizando para esto ahora, y todos los que se preocupan por el futuro deben ser parte de esto.

Esta estrategia de RF podría GANAR — lo que se expone convincentemente en el reciente artículo de Bob Avakian, EL FASCISMO DE TRUMP — A DIARIO MÁS DESCARADO Y PELIGROSO: CÓMO UNA DECIDIDA LUCHA Y MASIVA MOVILIZACIÓN PODRÍAN DERROTAR ESTO, junto con lo que necesitamos hacer para hacerlo real.

Vale la pena cerrar esto haciendo eco de los dos últimos párrafos del artículo de Bob Avakian:

Plenamente conocedores de lo que este régimen fascista representa, y de todo lo que implica que Trump no sólo está buscando suprimir el voto de las personas que votarán en su contra sino que también se está preparando para utilizar una represión violenta forzosa para permanecer en funciones de no ser declarado ganador en las elecciones, es de importancia urgente y crítica construir ahora una movilización sostenida y verdaderamente masiva en torno a la demanda unificadora de que este régimen tiene que estar ¡FUERA YA! — con una orientación de estar preparados para continuarla incluso más allá de las elecciones, si la situación así lo requiriera.

***

El fanatismo demente de los fascistas al insistir en que Trump deba mantenerse en el poder, cueste lo que cueste, tiene que encontrarse, y verse abrumado, con la intensidad apasionada consciente de las masas de personas que odian todo lo que este régimen fascista representa, que reconocen el peligro existencial muy real que este régimen representa para la humanidad y que arden con una determinación justificada de que ¡este régimen tiene que marcharse!

 

1. Al día siguiente, jueves 24 de septiembre, Trump dijo, en respuesta a la pregunta de un reportero sobre si sólo aceptaría los resultados de noviembre si ganara, “Queremos asegurarnos de que las elecciones sean honestas y no estoy seguro de que pueda serlo... tenemos que ser muy cuidadosos con las boletas electorales. Las boletas — ya sabes, eso es una gran estafa”. [volver]

2. Bajo el sistema de Estados Unidos, si ningún candidato puede certificar la mayoría absoluta de los votos electorales para el 8 de diciembre, lo cual podría suceder debido a las esperadas impugnaciones judiciales de los resultados de muchos estados, la decisión podría terminar siendo tomada en la Cámara de Representantes, donde cada delegación estatal tendría un voto. Los republicanos controlan 26 delegaciones estatales, por lo que Trump probablemente ganaría. [volver]

3. Gellman señala que nada en la Constitución de Estados Unidos especifica que los electores del Colegio Electoral sean elegidos por el voto popular. El Artículo II dice que cada estado nombrará a los electores “de la manera que la Legislatura de ese estado lo indique”. Desde finales del siglo XIX, la tradición ha sido que estos nombramientos se basen en el voto popular. Pero la Corte Suprema dictaminó en el caso de las elecciones de 2000 que las legislaturas estatales “pueden recuperar el poder de nombrar electores”. [volver]

4. Aparte del artículo de Barton Gellman en el Atlántico, vea estos otros artículos que dan la alarma: “The Legal Fight Awaiting Us After the Election” [La lucha legal que nos espera después de las elecciones], Jeffrey Toobin, New Yorker, 21/9/20; “I’ve Never Been More Worried About American Democracy Than I Am Right Now” [Nunca he estado más preocupado por la democracia estadounidense que ahora], Richard L. Hasen, slate.com, 23/9/20. [volver]

5. El Senado aprobó una resolución por “consentimiento unánime” (lo que significa que no hubo ninguna objeción) el jueves 24 de septiembre, diciendo que están comprometidos con una “transición ordenada y pacífica del poder”, una resolución no vinculante y básicamente sin sentido. [volver]

 

 

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