El rol paralizante de los gobernadores republi-fascistas en el combate a la Covid

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Desde el momento en que se supo por primera vez que el coronavirus estaba infectando a los seres humanos, el Partido Republicano ha sido básicamente “el Partido del Covid”. Se inició con el negacionismo1 del entonces presidente Trump y luego nos aseguraba que el Covid-19 podría curarse con hidroxicloroquina o incluso con lejía autoinyectable.

Desde entonces, en Estados Unidos los fascistas y otros reaccionarios han convertido en una religión virtual la oposición a las medidas de salud pública que son absolutamente necesarias para prevenir la propagación de enfermedades mortales2. Organizaron protestas armadas contra estas medidas en varios capitolios estatales en la primavera de 2020 y han desatado amenazas contra cientos de funcionarios locales de la salud pública. Facebook, los expertos de Fox News, QANON y algunos dirigentes políticos republicanos se han convertido en portavoces que difunden “teorías” locas de que la vacuna contra Covid-19 es “realmente” un dispositivo de rastreo magnético, o causa infertilidad u otras tonterías.

La mayoría de los 27 gobernadores republicanos no tienen el mismo tipo de demencia abierta que Trump, Tucker Carlson de Fox o la congresista por Georgia Marjorie Taylor Greene3. Y al principio de la pandemia, cuando se presionó brevemente a Trump para que pidiera una “pausa” de 30 días en la economía, la mayoría de los gobernadores lo aceptaron e implementaron algunas medidas de salud pública en todo el estado, algunas de las cuales permanecieron en vigor incluso después de que terminó la “pausa”. Desde entonces, han “alentado” a la gente a usar máscaras; y, cuando se aprobó la vacuna por Covid-19, promovieron la vacunación y ellos mismo fueron vacunados.

Pero si bien estos gobernadores parecen algo más “razonables”, en realidad cada vez más han jugado un papel decisivo en subvertir y obstaculizar la lucha contra Covid-19, al negarse a imponer reglas de salud pública a nivel estatal y al bloquear que los gobiernos locales o incluso las empresas privadas implementen sus propias reglas. Los republi-fascistas afirmaron que las máscaras, el distanciamiento social y las vacunas eran una cuestión de “elección individual”, y no de responsabilidad social. Declararon que el “derecho” a infectar intencionadamente y tal vez matar a otras personas fuera emblema de la “libertad” estadounidense, y que establecer reglas que combatieran al Covid equivalía a “tiranía”, “socialismo” o “comunismo”.

Debido al sistema federal de gobierno en Estados Unidos4, los gobernadores estatales tienen un enorme poder para impactar la salud pública... y muchos de ellos han usado ese poder para provocar la situación en la que más de 600.000 personas han muerto de Covid-19 en Estados Unidos y la variante Delta se está propagando ahora a un ritmo extremadamente rápido.

Aquí van dos ejemplos del rol de gobernadores republicanos prominentes en estados grandes que han sido focos de la pandemia de Covid-19:

El gobernador de Florida Ron DeSantis

  • Después de los cierres iniciales en marzo de 2020, DeSantis se apresuró a reabrir la economía de Florida en mayo, “desafiando los aumentos de coronavirus que llenaban los hospitales”. Alegando que la crisis había sido exagerada, DeSantis denunció “las generalizadas y punitivas órdenes emitidas en varias regiones de este país”, declarando que “las personas tienen derechos”. Se jactó de su propio enfoque “quirúrgico” de implementar tales medidas solo después de que la pandemia estaba fuera de control en cierta zona5.

Cuando Florida se reabrió a principios de mayo, se habían reportado aproximadamente 1.300 muertes hasta ese momento. Tres meses después, el total había aumentado a 7.000, ¡un aumento de cinco veces, aproximadamente! Y a medida que la variante Delta, altamente contagiosa, echó raíces este verano, DeSantis se aferró más a su posición.

  • Florida es un centro importante para los barcos cruceros, donde miles de personas quedan atrapadas en espacios relativamente cerrados durante semanas — una conocida placa de Petri para la propagación viral. Pero cuando los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) intentaron poner el requisito según el cual todos los pasajeros de barcos cruceros fueran vacunados, Florida presentó y ganó una demanda para bloquearlo. Luego, algunas compañías de cruceros intentaron imponer sus propios mandatos de vacunación (al considerar que el brote de pandemias en sus barcos no era bueno para los negocios). Así que Florida ordenó la prohibición de cualquier mandato sobre la vacunación en el estado, incluso por parte de empresas privadas, garantizando así el “derecho” de los pasajeros de cruceros a infectarse y morir de Covid.
  • DeSantis se jactó de una nueva regla estatal adoptada el viernes 6 de agosto para destruir la capacidad de las juntas escolares locales de mandatar el uso de máscaras, aunque la mayoría de los adolescentes y todos los niños menores de 12 años no están vacunados, y Florida ahora tiene “más hospitalizaciones por Covid-19, incluso para casos pediátricos, que en cualquier otro lugar en la nación”.
  • DeSantis justifica todo eso diciendo: “Podemos tener una sociedad libre o podemos tener un estado de seguridad biomédica. Y les puedo decir: Florida, somos un estado libre. La gente tendrá la libertad de elegir y tomar sus propias decisiones”.
  • Al 5 de agosto, más de 39.000 floridanos se han muerto de Covid y la gente sigue muriéndose ahí a una tasa oficial de 56 por día. Casi 13.000 pacientes con Covid están hospitalizados, más que en cualquier otro momento de la pandemia.

El gobernador de Texas Greg Abbott

  • En el invierno de 2020, ante un gran aumento de contagios, Abbott impuso un mandato para el uso de máscaras en todo el estado y reglas de distanciamiento social, lo que comenzó a eliminar gradualmente en los meses posteriores. Para el 2 de marzo de 2021, había terminado con el combate contra el virus y declaró que la economía de Texas estaba “100 por 100” abierta, anunciando que “las personas y las empresas ya no necesitan que el estado les diga cómo operar”. En ese momento (marzo de 2021), unas 200 personas por día morían de Covid en Texas. (Las tasas de mortalidad estaban cayendo en ese momento a medida que se vacunaban más personas).

Con la aparición de la variante Delta en el verano de 2021, Abbott tomó la ofensiva... ¡contra las medidas de salud pública! El 29 de julio de 2021, emitió la Orden Ejecutiva GA-38, que hace lo siguiente:

  • Prohíbe que cualquier escuela o distrito escolar requiera que los estudiantes usen máscaras (con una potencial multa de $ 1.000 por requerir el uso de máscaras);
  • Prohíbe que las escuelas siquiera pregunten sobre el estado de vacunación de los estudiantes o maestros, y mucho menos requerir que se vacunen;
  • Terminó todas las limitaciones operativas relacionadas con Covid en las empresas;
  • Suspendió cualquier sección del Código de Salud y Seguridad de Texas existente que se interpusiera en el camino de esta orden.

En seguida se emitió una orden de la Agencia de Educación de Texas, que supervisa las escuelas primarias y secundarias con la orden de que:

  • Las escuelas no practiquen pruebas a los estudiantes;
  • No realicen el rastreo de contactos de los estudiantes que se enferman con Covid; y
  • No notifiquen a los padres de familia si alguien en una clase de su hijo se enferma con Covid.

Gregg Gonsalves, profesor asociado de epidemiología en Yale, caracterizó de manera acertada estas políticas: “Esto es señalización de virtudes conservadoras. Tiene la intención de enviar un mensaje: no nos importan la experiencia pericial o los lineamientos en salud pública, nos preocupamos por la libertad sin restricciones de ninguna responsabilidad hacia los demás. Dame libertad y dame Covid”. O como dijo la Dra. Dara Kass, profesora asociada de medicina clínica en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, estas políticas son “objetivamente dementes”.

Al 8 de agosto de 2021, en Texas 3.2 millones de personas se han infectado con Covid y casi 54.000 han resultado muertas.

 

1. El 26 de febrero de 2020, Trump tuiteó que tenemos a “15 personas, y… en cuestión de días estaremos cerca de cero”. El mismo día, le dijo a la prensa que “es como una gripe”, y después agregó que es “mucho menos letal” que la mayoría de los casos. [volver]

2. Como mandatar que se pongan máscaras y se practique el distanciamiento social en lugares cerrados, o requerir que las personas sean vacunadas antes de ingresar a lugares concurridos. [volver]

3. Hace poco, Greene aplaudió la tasa baja récord de vacunación de Alabama, sugirió que los sureños dispararan a cualquiera que llegara a su puerta para recomendar que se vacunaran y culpó de la pandemia de Covid al Dr. Anthony Fauci. [volver]

4. Un sistema establecido en la fundación de Estados Unidos para dar más poderes y autonomía a los estados esclavistas del Sur. [volver]

5. También trató de manipular los datos sobre el Covid en el estado para que la situación pareciera mejor de lo que era, y despidió a una funcionaria estatal que se negó a aceptar la manipulación. [volver]


Los fascistas de Estados Unidos organizaron protestas armadas contra las medidas de salud pública en varios capitolios estatales en la primavera de 2020, como en esta imagen en Lansing, Michigan, 30 de abril de 2020. Foto: AP

En este momento en Texas, hay menos de 500 camas disponibles en las Unidades de Cuidados Intensivos. Mientras tanto, el gobernador texano Abbott acaba de postear una imagen de sí mismo tocando violín en un evento político de personas sin máscaras faciales. 8 de agosto de 2021.

Al 8 de agosto de 2021, en Texas 3.2 millones de personas se han infectado con Covid y casi 54.000 han resultado muertas.

 

 

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