La Escuela de las Américas: Métodos avanzados de tortura

Obrero Revolucionario #886, 15 de diciembre, 1996

"La misión de la Escuela de las Américas es ofrecer programas de entrenamiento a militares latinoamericanos, fomentar relaciones militares multinacionales y aumentar la familiaridad de las fuerzas armadas latinoamericanas con las costumbres y tradiciones estadounidenses".

De la web page del fuerte Benning del ejército, donde está la Escuela de las Américas

"En la Escuela de las Américas, personal seleccionado de las fuerzas armadas de Centro y Sudamérica terminan su entrenamiento militar. Ese entrenamiento se utiliza para controlar y exterminar a los pobres y pueblos indígenas de sus países. A los pobres los consideran enemigos porque necesitan tierras, cosechas, empleos, salarios decentes, educación, servicios de salud, viviendas y la oportunidad de vivir como seres humanos. Son una amenaza a los dirigentes de esos países, los cuales controlan la riqueza y los recursos por la fuerza de las armas".

Bill Bichsel, sacerdote jesuita que hace poco pasó cuatro meses en la cárcel por protestar contra la Escuela de las Américas

En 1992, un grupo de militares enmascarados secuestró a nueve estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta de Lima, Perú. El gobierno de Alberto Fujimori negó que los responsables eran soldados. Pero un alto general de las FFAA tiró de la manta: fue un escuadrón de la muerte que obedecía órdenes de altos dirigentes del gobierno y de las fuerzas armadas. Más tarde, encontraron los cadáveres de las víctimas de La Cantuta en fosas secretas. La publicidad que recibió el incidente obligó a Fujimori a juzgar a unos oficiales, pero protegió los más altos niveles del gobierno y del ejército.

Washington se distanció de la masacre de La Cantuta y condenó las acciones del gobierno. Pura y descarada hipocresía: Estados Unidos era y es el principal padrino del gobierno fascista de Fujimori y de su guerra de contrainsurgencia contra el Partido Comunista del Perú y su guerra popular.

Por lo menos seis oficiales del escuadrón de la muerte que llevó a cabo la masacre de La Cantuta se graduaron de la Escuela de las Américas, una escuela del ejército estadounidense que operó muchos años en Panamá y ahora está en el fuerte Benning, Georgia.

Esos asesinos son un pequeño puñado de las docenas de miles de oficiales y soldados de gobiernos pro Estados Unidos de Latinoamérica y el Caribe que han recibido "instrucción militar" en la Escuela de las Américas. Entre ellos figuran: 19 de los 27 oficiales salvadoreños que participaron en la ejecución de seis sacerdotes jesuitas, su cocinera y la hija de esta en 1989; 105 de los 246 oficiales colombianos acusados de violaciones de derechos humanos en un informe de 1992; cuatro de los cinco altos oficiales hondureños que, según un informe de 1987 de Americas Watch, organizaron un escuadrón de la muerte llamado el Batallón 3-16.

Manuales de tortura

En septiembre, el Pentágono admitió que una serie de manuales de instrucción de la Escuela de las Américas recién descubiertos tienen secciones sobre métodos de tortura, golpizas, asesinato y chantaje para combatir la oposición y reclutar informantes.

El gobierno y los grandes medios expresaron "shock" ante esa noticia. Pero la verdad es que las FFAA yanquis han utilizado los métodos de esos manuales desde hace muchos años: por ejemplo, en la guerra de Vietnam de los años 1960 y 1970.

Por todo Latinoamérica y el Caribe se sabe la verdadera misión de la Escuela de las Américas. Sus graduados han llevado a cabo un sinnúmero de asesinatos, masacres, torturas, desapariciones, golpes militares y crímenes contra el pueblo. En Latinoamérica se le llama la "Escuela de los Asesinos".

Según admitió el Pentágono, los siete manuales (en español) se utilizaron de 1987 a 1991 en la escuela y en programas de instrucción militar en países latinoamericanos y caribeños. Vienen del planes de instrucción escritos en 1982; a su vez, estos venían del "Proyecto X", el programa de espionaje extranjero del ejército en los años 60. El Pentágono dice que se repartieron unos mil ejemplares en la región.

Hace dos años la revista Covert Action (otoño de 1994) describió una sección de los manuales. Contó que un ex preso político de Paraguay buscaba sus propios expedientes en una comisaría de policía cuando descubrió un folder de materiales de enseñanza de la Escuela de las Américas: "En el folder (con la etiqueta `confidencial'), una sección titulada `Instrucción en la Escuela de las Américas' tiene un manual para enseñar a los `interrogadores' a mantener vivos y sensibles a las víctimas de choques eléctricos. Recomienda mojarles la cabeza y el cuerpo con agua salada; hay un dibujo de cómo aplicar ese `tratamiento'".

Después de que el Pentágono admitió la existencia de esos manuales, publicó unos pasajes. La prensa sacó otros. He aquí unos ejemplos (nuestra traducción de una versión en inglés):

-- "El agente de CI [contrainteligencia] debe ofrecer regalos y recompensas monetarias a cambio de información que lleve al arresto, captura o muerte de guerrilleros".

-- "Otra función de los agentes de CI es recomendar blancos para neutralizar".

-- "El agente de CI puede ordenar el arresto de los padres del empleado [o sea, de la persona reclutada para ser informante], meter a la cárcel al empleado o darle una paliza como parte del plan para colocarlo en la organización guerrillera".

-- "Un desertor podría estar más o menos seguro de que no se vengarán de él si las fuerzas de seguridad del gobierno eliminan a todos los demás miembros de su célula".

-- "Una vez que se identifique a un agente de seguridad de la organización guerrillera, se le puede obligar o inducir a abandonar su causa sin abandonar su posición, o se puede neutralizar".

-- "Además, si el arma con que se ha reclutado a un individuo es el temor, el agente de CI debe seguir en una posición adecuada para mantener la amenaza".

-- En un manual hablan de "sacar información por medios involuntarios de insurgentes capturados".

Una tradición de violencia

Ahora el Pentágono dice que los manuales "no representan la política del gobierno estadounidense", que los "pasajes objetables" se usaron "por equivocación", y que ha "arreglado" el problema y ha descontinuado los manuales.

Pero los manuales de la Escuela de las Américas no son una "equivocación" o "excepción"; son los métodos comunes y corrientes de las fuerzas armadas yanquis, especialmente en los países oprimidos.

Amnistía Internacional señaló que los vínculos de los manuales con el Proyecto X "plantean más preguntas inquietantes de las que contestan. Prueban la existencia de un programa y doctrina de inteligencia que enseña a golpear, asesinar y cometer otras claras violaciones de los derechos humanos desde los años 60".

Durante la guerra de Vietnam, Estados Unidos dirigió el Programa Fénix, cuyos agentes (soldados yanquis y reaccionarios vietnamitas) llevaron a cabo un sinnúmero de asesinatos con fines de "contrainsurgencia". El programa ofrecía recompensas de $11.000 por la captura de un "VCI" vivo ("Vietcong Infrastructure", o sea, casi todos los vietnamitas que no eran totalmente leales a Estados Unidos y sus títeres sudvietnamitas) y $5500 por cada cadáver. El Programa Fénix mató a más de 21.000 vietnamitas, según un informe del gobierno (que sin duda alguna no dio a conocer la cantidad real).

Durante el Programa Fénix, se empezó a hablar de "neutralizar" en vez de "eliminar", que era demasiado obvio. Como demuestran los manuales de la Escuela de las Américas, "neutralizar" sigue siendo muy popular en el lenguaje militar yanqui.

Durante la guerra de la CIA contra Nicaragua en la década pasada, le dio a la contra un manual titulado Operaciones Psicológicas en la Guerra de Guerrillas, que recomendaba asesinar, secuestrar, chantajear y utilizar otras formas de "violencia selectiva con efectos propagandísticos". Un dirigente de la contra, Edgar Chamorro, dijo que un agente de la CIA le dio el texto del manual y dinero para imprimirlo. Otro agente le dijo que fue "una equivocación". Pero la "equivocación" no era lo que decía el manual; el agente le dijo: "Nunca se debe escribir esto. Se hace, pero no se pone por escrito". También se supo que el manual de la contra era una repetición, con traducciones palabra por palabra, de las clases de operaciones psicológicas de la Escuela de Guerra Especial del ejército, ubicada en el fuerte Bragg, durante la guerra de Vietnam.

Como se ve en el comentario del agente de la CIA, no todos los métodos de tortura y asesinato se encuentran escritos en manuales. Por ejemplo, durante la guerra en El Salvador a comienzos de la década pasada, un ex soldado del gobierno informó que vio "clases de tortura" por Boinas Verdes.

En una entrevista que salió en el número de 1982 de El Salvador Alert, la revista del Comité en Solidaridad con el Pueblo de El Salvador, el soldado dijo: "Seis días más tarde regresamos al cuartel y empezaron a enseñarnos métodos de tortura. Una tarde llevaron al cuartel a nueve jóvenes acusados de ser guerrilleros.... El primero era un joven de 15 ó 16 años y lo primero que hicieron fue clavarle bayonetas en las uñas de la mano y sacárselas. Ese día fue el primero que murió de las torturas.... Los oficiales nos dijeron: `Vamos a enseñarles a mutilarlos y a darles una lección a esos guerrilleros'. Los maestros eran oficiales Boinas Verdes yanquis. No hablaban español, así que lo decían todo en inglés y otro oficial, un salvadoreño, traducía al español para nosotros".

El soldado dijo que vio otras torturas y asesinatos, como la violación y asesinato de una muchacha de 13 años por un grupo de oficiales, y la muerte de un hombre tirado al mar desde un helicóptero.

El disfraz de "derechos humanos"

Hace varios años, para contrarrestar las revelaciones sobre la Escuela de las Américas, el ejército elaboró clases de "derechos humanos". Varios politiqueros liberales, como el congresista Joseph Kennedy II, quieren convertir la escuela en una "Academia para el Fomento de la Democracia y las Relaciones Cívico-Militares", con un programa paralelo para civiles y clases sobre la "responsabilidad de las fuerzas armadas con el gobierno civil".

Pero como dijo Bill Bichsel, sacerdote jesuita que ataca la escuela: "Dar clases de derechos humanos no puede disfrazar el hecho de que su meta sigue siendo el control y la represión de los pueblos autóctonos y los pobres. La nueva imagen va de la mano con las políticas económicas neoliberales `razonables', que codician y coaccionan mano de obra barata y poblaciones sumisas".

Las FFAA yanquis entrenan a soldados de muchos gobiernos de todo el mundo, pero solo tienen una escuela especial para los de Latinoamérica y el Caribe. Para la clase dominante, esa región es su "patio trasero" y se adjudican un "derecho especial" a dominarla, explotarla y oprimirla. En Haití, México, Perú, etc., Washington y el Fondo Monetario Internacional están imponiendo crueles medidas económicas (como grandes alzas del precio de comida y combustibles) que arruinan la vida de millones.

Estados Unidos y los gobiernos títeres saben que eso suscitará trastornos, resistencia y lucha revolucionaria. Cuentan con que sus fuerzas armadas mantengan al pueblo bajo la bota. Por un lado no se cansan de hablar de "derechos humanos", pero por el otro la Escuela de las Américas sigue produciendo al año centenares de matones capacitados en los métodos yanquis de violencia reaccionaria contra el pueblo. Graduados asesinos

Desde su fundación en 1946, la Escuela de las Américas ha entrenado a unos 60.000 oficiales militares y policiales de Latinoamérica y el Caribe. A continuación, unos pocos graduados especialmente notorios de la escuela, que llegaron a ser oficiales de alto rango de los gobiernos pro yanqui de la región:

Hugo Banzer Suárez, Bolivia:

Dictador militar en los años 70, reprimió salvajemente a los mineros, campesinos y otros sectores. La Escuela de las Américas galardonó a Banzer y tiene su foto en un lugar destacado.

General Manuel Antonio Callejas y Callejas, Guatemala:

Jefe de los servicios de espionaje a fines de los años 70 y comienzos de los 80, cuando asesinaron a miles de la oposición.

José Efraín Ríos Montt, Guatemala:

Fascista cristiano "renacido"; jefe de estado a comienzos de la década pasada. Según un informe de Amnistía Internacional del otoño de 1982, en los primeros meses de su gobierno masacraron a 2600 campesinos e indígenas.

Roberto D'Aubuisson, El Salvador:

Como dirigente de los escuadrones de la muerte participó en muchos crímenes, entre ellos el asesinato del arzobispo Romero en 1980 y la masacre de 900 campesinos en El Mozote en 1981.

Manuel Noriega, Panamá:

Agente de la CIA a cargo de un gobierno corrupto con fuertes vínculos a Washington. En 1989, cuando se malquistó con sus padrinos, una invasión lo tumbó.

General Luis Alonso Discua, Honduras:

Fundador de un escuadrón de la muerte conocido como el Batallón 3-16, que asesinó y desapareció a muchos oponentes del gobierno. Por lo menos otros 18 oficiales del batallón estudiaron en la Escuela de las Américas.

General Raoul Cédras, Haití:

Dirigió el golpe de estado de 1991 que tumbó el gobierno de Aristide y estableció un brutal gobierno militar.

General Leopoldo Galtieri, Argentina:

Líder de la junta militar que asesinó a docenas de miles de personas a comienzos de la década pasada. Tiraban gente al mar desde helicópteros.


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