¡La rebelión se justifica! ¡Avanzar de la rebelión a la revolución! (Manifiesto del Primero de Mayo, 1994)

Este sistema está agonizando y nos quiere hundir con él.

Miremos a todos nuestros hermanos y hermanas que no tienen dónde vivir y que tienen que sacar su desayuno, almuerzo y comida de basureros o recoger latas para comprar algo de comer; miremos cómo viven en los túneles del metro en Nueva York (que dicen que es la ciudad más fabulosa del mundo) comiendo ratas, cucarachas o lo que sea para sobrevivir.

Miremos los chavalos y las chavalas en los barrios pobres que, siendo jóvenes, están criando niños con una chamba que paga el salario mínimo, si es que la encuentran. Viviendo en proyectos que parecen cárceles. Parados en las esquinas sin trabajo. Llevados por la necesidad a meterse en chanchullos y jales peligrosos.

Miremos a los que tienen que cruzar la frontera, abandonar sus países por la pobreza y las guerras, para alimentar a sus familias, siempre huyendo de la Migra.

Encima, este sistema nos trata a todos como si fuéramos criminales. Miremos lo que hizo la policía de Los Angeles contra la mujer que se subió con su hijo al techo de un hospital. La balearon dos veces en la cabeza y cuatro en la espalda; dijeron que fue para proteger al niño. La neta: la mataron a sangre fría. Miremos cuántos de nosotros estamos en las cárceles, en los penales o en libertad condicional. Y ahora nos caen encima con su ley de "3 strikes y fuera". Nos quieren encerrar para siempre y dejarnos podrir en sus mazmorras.

Después miremos cómo viven los que manejan el sistema, los que tienen el Poder, con sus mansiones y su champán, disfrutando de los miles y miles de millones de dólares que se han embolsado del sufrimiento que nos causan a nosotros aquí y a gente como nosotros por todo el mundo. Miremos a esa clase de imperialistas que invierten cientos de millones de dólares en un país para obligar a los trabajadores a vender su mano de obra por 2 dólares al día. Así duplican y triplican sus ganancias. Se roban y saquean lo que el pueblo produce. ­Cada día mueren 40.000 niños en el tercer mundo!

Todo mundo habla del crimen, ¨pero quiénes son los verdaderos criminales? ­Estos zopilotes que nos gobiernan son los criminales más salvajes que han existido en el mundo!

Esto es una locura. Estamos en 1994, supuestamente en el país más "civilizado" del mundo, y hay gente que vive en túneles. Este sistema hace que cada día nuestra situación sea más insoportable, más angustiosa. Para salir de esta opresión tendremos que tomar medidas drásticas.

Pero lo más absurdo de todo es que no hay ninguna razón lógica para que nadie tenga que vivir así en ninguna parte del mundo.

Es posible tener una vida mejor. Es posible crear un mundo mejor. En el mundo hay suficiente maquinaria y herramientas para que todo mundo tenga comida, techo y trabajo, y existe una clase que quiere usarlas con ese fin. En el mundo de hoy existen las condiciones para que todos tengamos una buena educación, una verdadera educación, no el lavado de cerebro que nos dan.

Entonces, ¨por qué el mundo no es así? El problema es el sistema capitalista y su forma de organizar la sociedad y el mundo. Lo único que les interesa a este sistema y a sus mandamases es sacar ganancias del trabajo de los demás. Solo pueden sobrevivir sacando ganancias, chupando la vida, saqueando, explotando. Para el sistema todo y todos solo sirven para comprar, vender y explotar. Si no puede cebarse con nosotros, nos echa a la calle para que nos las arreglemos como sea.

Sacar ganancias es el motor de la dominación y opresión de Estados Unidos en todo el mundo, y por eso es que hay tanto sufrimiento por todos lados. Es para aumentar sus ganancias que invierte miles de millones de dólares en otros países; no es para ayudar al pueblo, sino para chuparle la sangre, para duplicar y triplicar sus inversiones.

Este sistema es un vampiro. Por eso hay que tomar medidas drásticas y clavarle una estaca bien afilada en el mero corazón.

La verdad es que los capitalistas no son los únicos que pueden organizar y manejar la sociedad. La verdad es que este sistema hace mucho, pero mucho tiempo que dejó de ser útil.

Nosotros somos capaces de organizar y manejar la sociedad y el mundo mucho mejor. Nosotros somos la clase que no tiene propiedad. Somos los que no tienen nada, los "nadies". Somos el proletariado, los que por todo el mundo producimos todo lo necesario para vivir. Vivimos en el fondo de la sociedad en común y tenemos un enemigo común: los vampiros que manejan este sistema y sus verdugos. Asimismo, tenemos una lucha común. Somos los únicos que podemos unir a todos los que quieren un mundo mejor y dirigirlos a aniquilar este sistema con nuestras acciones revolucionarias.

En este día, el 1§ de Mayo, el día revolucionario de la clase desposeída del mundo, un día que nuestro enemigo odia y esquiva, al igual que el vampiro odia y esquiva un nuevo sol rojo que se avizora, reafirmamos nuestra convicción de dedicar nuestra vida a acabar con este sistema chupasangre de una vez por todas. En este día, reafirmamos nuestra dedicación a terminar con este perro rabioso y sediento de ganancias que es el capitalismo, y a poner las riendas para organizar y manejar la sociedad en manos de la gente común y corriente, de los que no tenemos nada, del proletariado.

Ese es el primer gran paso de nuestra misión. Una vez dado ese paso, podremos dar trabajo, techo y comida a todos. Nadie tendrá que vivir en la calle, nadie tendrá que pasar hambre y morirse de desnutrición. Eso será posible porque ya no tendremos el estorbo que hasta ahora lo impide: el sistema capitalista de primero yo y los demás que se jodan, con su constante afán de ganancias.

Necesitamos el Poder revolucionario...para hacer eso...y mucho más. Sabemos por qué hay crimen. Cuando acabemos con este sistema criminal y con los perros rabiosos que nos oprimen, y cuando pongamos el Poder en manos del pueblo, podremos resolver ese problema. Todos, y especialmente las mujeres, podremos caminar por las calles de día y de noche con tranquilidad. Nadie tendrá que vivir estafando, robando ni alcahueteando para sobrevivir o para tener una razón de ser.

Con ese Poder, podremos acabar con el racismo y la supremacía blanca. Los negros, latinos y otras nacionalidades oprimidas no tendremos que vivir en ghettos y barrios destartalados. Ya no nos tratarán como seres inferiores porque no somos blancos. Por primera vez, todos podremos tratarnos como iguales.

Podremos acabar con todas las relaciones de tipo esclavos/amos que existen entre los seres humanos; entre hombres y mujeres; entre nuestras compañeras y compañeros. Acabaremos con la situación en que el hombre acosa a la mujer y la trata como un objeto sexual. Porque así es como se porta el enemigo.

Las mujeres son la mitad de la humanidad. Cuando el Poder revolucionario esté en manos de nuestra clase, las mujeres participarán plenamente en la labor de usar ese Poder para organizar la sociedad de tal manera que nadie sea acosado ni maltratado.

Nuestra revolución proletaria tumbará el muro que separa a la clase media de los de abajo, que le hace ver con desdén y temor a las masas. Los de la clase media ya no vivirán obsesionados por sus problemas personales y el "sueño" de ser ricos. Ya no tendrán que vivir en una competencia mortal con los demás para alcanzar ese sueño.

Hacemos un llamamiento a todos los que odian este sufrimiento: únanse a nosotros para poner fin a esta pesadilla y construir un mundo mejor.

Toda la atmósfera cambiará. Se motivará y movilizará a toda la gente para acabar con el hambre, la pobreza, la falta de servicios médicos y otros problemas, y más aún, para arrancar las raíces del sistema y de las relaciones que alimentan la desigualdad y la opresión.

Cuando terminemos nuestra tarea, los ricos ya no cabalgarán sobre los pobres; no habrá racismo; los blancos no oprimirán a los demás; los hombres no oprimirán a las mujeres; no habrá un grupo que controle el Poder y la riqueza y que obligue a los demás a trabajar para hacerlo más rico y poderoso. El Presidente de nuestro Partido, Bob Avakian, nos enseña que nuestra revolución no se detendrá hasta que los "nadies" de veras dejen de ser nadies, en todas partes y para siempre.

Lo que planteamos es organizar y preparar al pueblo para avanzar de la resistencia a una confrontación armada de masas, una guerra popular y una revolución contra todo el sistema, en cuanto maduren las condiciones. Y tenemos que alistarnos para esa HORA.

Es como comer un plato grande. Es imposible comérselo todo de golpe. Pero si uno lo hace bocado a bocado, lo puede terminar. Es lo mismo con nosotros.

Vamos a empezar con pocos y creceremos. Lo vamos a hacer paso a paso. Vamos a empezar con lo que tenemos hoy; nos vamos a organizar, a construir una organización revolucionaria de forma tan ingeniosa y fuerte que el enemigo y sus soplones no la puedan arrancar. Vamos a defender al pueblo y trabar batalla con el opresor. Creceremos porque el mundo por el que luchamos es lo que necesitan los que no tienen nada y es para beneficio de la humanidad.

Todavía no ha llegado la hora para lanzar la ofensiva armada, para arreglar las cuentas por medio de la guerra revolucionaria. El enemigo todavía no está en suficientes aprietos y el pueblo todavía no está dispuesto a jugarse el todo por el todo. Pero las cosas están cambiando; nos hemos puesto de pie.

Somos la nueva generación de intrépidos que despertó en las llamas de la Rebelión de L.A. Sacudimos la ciudad y el país. Le dimos un gran susto al enemigo, y animamos e inspiramos al pueblo por todo el país y el mundo.*BO0*

Esa es la peor pesadilla de los de arriba: que sus víctimas, explotadas y maltratadas, se levanten y se rebelen así. Pero nosotros no nos contentamos con darles un susto.

Lo que necesitamos es organizarnos, combatir, responder medida por medida: organizar al pueblo para luchar y defen- dernos de las salvajadas que a diario nos lanza el sistema. No vamos a pedirle al enemigo que nos trate mejor. Tenemos que apoyarnos en nuestros propios esfuerzos para resolver nuestros problemas.*BO0*

Los vampiros capitalistas dicen que nunca podremos unirnos. Pero ellos son los que nos tienen peleando entre nosotros mismos. Quieren que nos matemos los unos a los otros por conseguir una tajada de su sistema asesino. Quieren dividirnos: negros contra latinos, latinos contra negros, todos contra los asiáticos. Hacen que cada nacionalidad desconozca la historia, cultura e idioma de las demás, aunque vivimos en los mismísimos barrios y en la mismísima situación. Les dicen a los negros que no confíen en los latinos y a los latinos que no confíen en los negros. Quieren que nos peleemos por las pocas migajas que sobran de sus banquetes.

Es como si nos tuvieran en una rueda de andar: caminamos, nos cansamos y sudamos, pero a fin de cuentas no vamos a ninguna parte. No avanzamos nada. Seguimos en el fondo. El pinche sistema que nos lanzó al fondo de la sociedad nos sigue asfixiando. Lo único que hacemos es pisotear a gente como nosotros, que tiene el mismo enemigo, que es de la misma clase de proletarios sin nada y que tiene la misma misión revolucionaria. Cada vez que vemos algo así tenemos que preguntarnos: ¨ayuda o perjudica a nuestra clase?

Otra forma de mantenernos divididos es enseñarnos su mentalidad egoísta de pégale antes de que te peguen, mata o muere, yo primero y a la mierda los demás. Esa es la manera en que ellos ven el mundo porque así es el mundo que ellos han creado. Así se mantienen en el Poder. Pero han logrado que muchos se traguen su manera de pensar, que crean que así es el mundo en realidad, que así es como vamos a salir adelante, que así somos gruesos. Pero nos están embaucando.

Es como ir a apostar en Las Vegas: ellos siempre ganan. Siempre. Porque no hay una solución individual a nuestros problemas. Quizás con suerte uno o dos salgan adelante a expensas de los demás. Pero nos explotan, oprimen y vapulean en común, como clase. Y no vamos a liberarnos aprendiendo a gruñir y morder como los perros que nos gobiernan.

También nos aconsejan que seamos "empresarios", que abramos nuestro negocito. Nos dicen que busquemos una tajada, que participemos en su jueguito destructor de vidas. Pero eso es una ilusión para zonzos. Despierta. ¨Cuántos pobres, especialmente en los ghettos y los barrios latinos, pueden poner un negocio? Además, en el sistema capitalista, los peces grandes se comen a los peces chicos. Nuestros problemas no se van a resolver porque unos pocos se vuelvan capitalistas. Y, ¨acaso queremos ser explotadores?

La única forma de liberarnos es poner en primer lugar los intereses comunes de nuestra clase y combatir a nuestro enemigo.

Cuando comenzamos a actuar de forma revolucionaria, la gente comienza a ver un nuevo mañana.

La Rebelión de L.A. de 1992 demostró que somos capaces de actuar en común para combatir al enemigo; demostró que los que no tenemos nada (seamos negros, latinos, blancos o asiáticos) podemos luchar con una sola voluntad contra este sistema; demostró el potencial para una revolución; demostró el potencial que tenemos de actuar juntos para resolver nuestros problemas. Pero para hacerlo necesitamos el Poder. Para nosotros, pensar en resolver nuestros problemas sin conquistar el Poder por la fuerza de las armas y sin ponerlo en las manos de las masas es una falsa ilusión.

*BO0*El problema en el mundo de hoy no es que haya demasiada violencia. El problema es que hay demasiada violencia contra- rrevolucionaria, demasiada violencia del opresor contra el pueblo, y no hay suficiente violencia revolucionaria, violencia de los oprimidos que se levantan contra su opresor...como vimos en la Rebelión de L.A.

La violencia de las masas cuando nos alzamos en lucha contra nuestra opresión es una fuerza poderosa. Llena de miedo a los opresores por todas partes. Y cuanto más revolucionaria sea, mejor organizada y más claramente dirigida contra el sistema, más poderosa será. Así, cuando llegue el momento del enfrentamiento revolucionario, estaremos listos para tumbar y destruir esta bestia y para construir un mundo completamente nuevo.

Y lo vamos a hacer porque tenemos una vanguardia que puede dirigirnos.

El Presidente Bob Avakian escribió: "Nuestro Partido, el PCR, está listo y dispuesto a tomar posición con las masas en su lucha contra el sistema y a impulsarla hasta el fin sin venderla ni traicionarla, aunque el sistema nos ataque con soldados o nos quiera sobornar. Estamos listos y dispuestos a asumir la responsabilidad de desarrollar la conciencia, la organización y la combatividad de nuestra clase, el proletariado, y todos los oprimidos para llevar a cabo el proceso transformador y purgador de la revolución proletaria".

El Partido Comunista Revolucionario es el único que dice la pura verdad: la verdad sobre nuestros problemas, de dónde surgen y qué tenemos que hacer para resolverlos. Nos arma con una ideología científica combativa: el MLM, marxismo-leninismo-maoísmo. Nos dice para qué vale la pena vivir y morir. Es la única fuerza que nos puede dirigir a nuestra liberación y la de toda la humanidad. Es nuestro Partido, nos pertenece. Es hora de que más proletarios nos unamos a él, que lo fortalezcamos para que podamos hacer lo que hay que hacer.

Cuando nos unimos al Partido Comunista Revolucionario nos unimos a un destacamento de un movimiento revolu- cionario maoísta mundial en ascenso: el MRI, nuestro Movimiento Revolucionario Internacionalista.

Necesitamos nuestro Partido; tenemos que fortalecerlo. Necesitamos el comunismo; necesitamos un mundo comunista, donde no haya ricos ni pobres, donde la gente común y corriente trabaje en común por el bien de todos.

Eso es lo que necesitamos, lo que queremos, y vamos a luchar y morir por alcanzarlo.

Camaradas de Los Angeles, escrito bajo la dirección del PCR