Muertes en la frontera

La guerra contra los inmigrantes

Obrero Revolucionario #923, 14 de septiembre, 1997

A principios de agosto, un grupo de inmigrantes cruzó la frontera en Arizona. Para eludir a la Patrulla Fronteriza y al ejército, se metió en un túnel de drenaje que se extiende de Agua Prieta, México, a Estados Unidos. De repente, una tormenta inundó el túnel. Dos mujeres y una criatura de dos años sobrevivieron al agarrarse de una escalera, pero inmediatamente después de la tormenta se encontraron los cadáveres de cinco hombres y una mujer. Más tarde hallaron dos más.

Varias semanas después, Santos Francisco Sapón García, un guatemalteco de 20 años, cruzó la frontera en Brownsville, Texas, con su amigo Dionisio García López. Iban a Houston para trabajar. Caminaron 200 kilómetros en 15 días en tierras inhóspitas, bebieron agua para ganado y comieron tunas. Santos cayó de sed y cansancio. Dionisio lo llevó cargado a buscar ayuda; pero cuando por fin llegó a una carretera, Santos estaba muerto.

*****

Cientos de personas han muerto al cruzar la peligrosa frontera entre México y Estados Unidos, víctimas de la guerra unilateral que libra el gobierno a lo largo de los 3200 kilómetros de frontera. Se ha instalado una enorme cantidad de armamento, tecnología, sistemas de comunicación, y personal policial y militar a lo largo de la frontera. El resultado es la muerte y la desaparición de muchísimos inmigrantes.

Hace poco, el Centro de Investigación de Inmigración de la Universidad de Houston publicó un importante informe titulado "Muerte en la frontera", que deja en claro el tamaño de esa guerra y la gran cantidad de bajas. Esta es la primera investigación detallada sobre la muerte de inmigrantes a lo largo de toda la frontera. (El año pasado, el Centro publicó una investigación sobre la muerte de inmigrantes en la frontera de Texas y cuatro estados mexicanos.)

Según el informe, entre 1993 y 1996, por lo menos 1185 personas perecieron cuando cruzaban la frontera: un promedio de 300 al año.

Más de dos tercios murieron ahogados en el río Grande/Bravo o los adyacentes ríos y canales. Los demás murieron atropellados por carros, por "causas ambientales" (como deshidratación e insolación), por accidentes de tren y de carro. La mayor cantidad de muertes (casi 800) ocurrieron en la frontera con Texas y la mayor cantidad en un solo condado se dio en San Diego, donde fallecieron 193 personas.

"Es el equivalente a que un enorme avión repleto de pasajeros se estrelle cada año", indicó Nestor Rodríguez, uno de los autores del informe. "Pero no todos mueren al instante, de manera que son como muertes invisibles, silenciosas".

Los desaparecidos

Muchos figuran en los informes policiales como "desconocidos", y sus familiares en México y Centroamérica jamás saben qué fue de ellos.

En la década pasada, cuando Estados Unidos organizó varias guerras contra los pueblos centroamericanos, miles desaparecieron a manos de los escuadrones de la muerte entrenados y financiados desde Washington. Las víctimas de la guerra en la frontera son los nuevos desaparecidos.

Los autores del informe señalan que la verdadera cantidad de muertos seguramente es mucho más que 300 al año.

Es difícil obtener una cifra precisa a partir de las estadísticas oficiales porque muchos cadáveres jamás se encuentran. Además, la investigación se enfocó solo en la región más cercana a la frontera, pero muchos mueren lejos de ahí.

Otro factor es que las autoridades no anotan todas las muertes de inmigrantes. Eso es muy revelador. En la mayoría de los condados de Texas, un juez fija la causa de muerte de los inmigrantes y pobres. Según el informe del año pasado: "El proceso de investigación sigue prácticas discriminatorias cuando se trata de ahogados que pueden ser inmigrantes. Un juez aludió al hecho al decir: `Es una opinión que se forma al instante. Si el juez tiene motivo para creer que es un cadáver de este lado, es buena idea pedir que se haga una autopsia. Si es del otro lado...'". Eso quiere decir que no anotan en los registros cientos de cadáveres depositados en las orillas del río Grande/Bravo.

Las autoridades estadounidenses, con racismo y cinismo, llaman "floaters" a los cadáveres que encuentran, o sea, algo que flota.

Política fronteriza criminal

La administración Clinton señala que la militarización de la frontera es uno de sus "logros". Recientemente, un congresista de El Paso alabó la represión militar por mejorar "la calidad de vida" en este lado de la frontera, pero en realidad, la militarización de la frontera es una política criminal y descarada que ha matado a incontables inmigrantes cuyo único "crimen" es buscar trabajo para que su familia no se muera de hambre.

Además, la militarización perjudica a muchos que viven de este lado. En mayo, marines que patrullaban las colinas cerca de Redford, Texas, mataron a Ezequiel Hernández Jr., de 18 años, con un fusil M-16. Hasta ese momento, los vecinos no sabían que había militares en los alrededores.

El informe del Centro señala que en los últimos años ha aumentado notablemente la cantidad de muertos por "causas ambientales". Eso se debe a que las zonas urbanas como El Paso y San Diego están inundadas de agentes de la Patrulla Fronteriza y soldados.

Por eso, la gente se ve obligada a cruzar en zonas remotas de los desiertos y las montañas. El informe señala: "Los indocumentados que cruzan la frontera encaran muchos peligros. Para eludir a las autoridades, toman grandes riesgos. Trágicamente, muchos de esos riesgos tienen consecuencias fatales".

*****

A pesar de los grandes peligros, los inmigrantes no tienen otra alternativa. El imperialismo estadounidense ha arruinado la economía mexicana, y la enorme pobreza que existe obliga a muchos campesinos y obreros pobres a buscar trabajo en las maquiladoras de costura de Los Angeles, los huertos de fruta de la Florida y las empacadoras de carne de Iowa....

Hace poco, al lado mexicano del río Grande/Bravo, un grupo esperaba la oportunidad de cruzar. Rafael Martínez iba a hacer el tercer intento en 10 horas; dijo: "No es justo. Debemos tener el mismo derecho de cruzar la frontera que tienen los estadounidenses de venir a México. Para los mexicanos, siempre hay problemas. Lo único que queremos es una vida mejor". Su amigo Héctor Alvarez, que quería cruzar para vender flores en las calles de Brownsville, Texas, dijo: "si no vendo flores, no como".

¿Cuántos más morirán a consecuencia de la desalmada y criminal guerra de Estados Unidos a lo largo de la frontera?


This article is posted in English and Spanish on Revolutionary Worker Online
http://rwor.org
Write: Box 3486, Merchandise Mart, Chicago, IL 60654
Phone: 773-227-4066 Fax: 773-227-4497
(The RW Online does not currently communicate via email.)

??