El juicio de Bear Lincoln

Obrero Revolucionario #924, 21 de septiembre, 1997

El proceso judicial contra Eugene "Bear" Lincoln está en la etapa final. Ya terminó la presentación de argumentos y se presentarán los alegatos finales el 15 de septiembre. El jurado empezará deliberaciones la misma semana. La fiscalía ha pedido la pena de muerte. Bear Lincoln, un indígena wailaki, tiene mucho apoyo de amerindios y gente progresista por todo el norte de California. El proceso contra él ha puesto de relieve la brutalidad racista de los sheriffs del condado de Mendocino.

A Bear lo acusaron de homicidio a raíz de un incidente ocurrido el 14 de abril de 1995 en Round Valley, unos 350 km al norte de San Francisco. Esa noche, dos sheriffs emboscaron a Bear y su amigo Leonard "Acorn" Peters. Mataron a Acorn y uno de los sheriffs también murió en el tiroteo; lo más probable es que el otro agente lo mató accidentalmente con su M-16. (Véase información más detallada en el OR Nos. 914 y 917.)

El jurado es 100% blanco porque la fiscalía rechazó a tres amerindios y dos personas de color. El racismo contra los amerindios es muy fuerte en esta región; la prensa ha pintado a Bear como "un violento matapolicías" y ha repetido la versión oficial de los hechos. Antes de iniciar el juicio, el juez prohibió hablar en público sobre el caso y eso ha impedido la difusión de información por parte de la defensa.

El testimonio de Bear

El 4 de septiembre se dio el momento clave del juicio. Bear subió al banquillo y respondió a las preguntas de su abogado, Tony Serra, sobre los pormenores del incidente. Dijo que salió de su casa, acompañado de su amigo Leonard, a las 9 de la noche el 14 de abril. Un poco antes se habían enterado de un tiroteo en la secundaria; sabían que un amerindio llamado Gene Britton murió allí y que Arylis Peters, el hermano de Acorn, estaba involucrado. Preocupado por su hermano, Acorn quería buscarlo. Pensaban que la familia Britton podía vengarse de ellos, así que portaban armas para protegerse en dado caso.

Existe un conflicto muy viejo entre la familia Britton, por un lado, y las familias Lincoln y Peters, por el otro. Estas últimas quieren restaurar aspectos reprimidos desde hace muchos años de la cultura y la espiritualidad indígenas. Los Britton son una familia más asimilada. Según muchos vecinos de Round Valley, existe un patrón de discriminación por parte de la policía (en favor de los Britton y contra los Lincoln y Peters), y esto le echó leña al conflicto.

Bear dijo que caminaba unos 7 u 8 metros detrás de Leonard por el camino de tierra que conecta a Little Valley, donde vive la familia de Bear, con la reserva de Round Valley. Cuando se acercó a la cima, donde estaban escondidos los sheriffs, no escuchó nada ni vio nada. Es decir, no vio ni uniformes ni patrulla ni luz; tampoco escuchó ninguna advertencia a pesar de que el agente Dennis Miller declarara que gritó: "Departamento del Sheriff, suelten las armas". Bear dijo que lo único que escuchó fue la voz de su amigo Acorn cuando dijo: "¡Chin!". Siguió una ráfaga de fuego y Acorn cayó al suelo.

En ese momento Bear no sabía que ahí había sheriffs: "Pensé que los Britton estaban allí escondidos, que habían emboscado a Acorn, que lo habían matado". Entonces, Bear disparó varias veces en defensa propia; no apuntaba a nada en particular. Después huyó; salió del camino y se fue por un sendero que conduce a una quebrada cerca de una vieja casa. Mientras se escondía allí "temía que me iban a matar, estaba espantado, tenía miedo.... Era difícil creerlo. Me acuerdo que pensaba: esto es de verdad. Me dio un buen susto".

Bear dijo que después reinó un gran silencio, pensó que los que dispararon contra Acorn se habían ido y regresó al lugar de los hechos: "No podía dejarlo allí. No sabía si estaba vivo o muerto, pero no lo podía dejar así". Al llegar de nuevo al camino, hubo otra ráfaga de fuego: "Se disparaban armas automáticas continuamente. Las balas volaban por todos lados".

En ese momento, Bear contestó el fuego; disparó desde la cadera sin apuntar a ningún blanco. Quiso disparar varias veces, pero solo le salió una bala pues ya no tenía más. Salió del camino y se escondió en los matorrales. Continuaban las ráfagas y después pararon. Escuchó una voz que gritó: "10-99". "Eso me confundió", dijo Bear: "Era la primera voz que escuché y parecía de la policía. Luego pensé que quizás la policía estaba allí con los Britton". Después, Bear corrió a la casa de su mamá parar advertirle que los que estaban en la cima podrían llegar y matarlos a todos. Dijo al jurado: "A Acorn lo mataron delante de mí sin ningún motivo; pensaba que iban a seguir con eso".

El cuento de Miller

El testimonio del sheriff Miller, el testigo principal de la fiscalía, es muy diferente al testimonio de Bear. Los partidarios de Bear creen que Miller baleó accidentalmente al otro agente, el sheriff Bob Davis.

Miller y Davis estaban de turno en el camino Little Valley la noche del 14 de abril. Querían agarrar por sorpresa a Arylis Peters, el sospechoso del asesinato de Gene Britton. Según Miller, estaban en la cima cuando vieron a dos hombres que venían por el camino y Davis gritó tres veces: "Suelten las armas, Departamento del Sheriff, suelten las armas". Miller afirma que uno de los hombres disparó primero; entonces él y Davis abrieron fuego y Leonard cayó muerto. Miller dijo que agarró el M-16 de Davis y empezaron a bajar por el camino. En ese momento, escucharon unos disparos. Miller le gritó a Davis "al suelo" y disparó varias veces con el M-16 en automático. Dijo Miller que en ese momento dio un tropezón y, cuando volvió a pararse, el otro agente tenía un impacto de bala.

Según Miller, en el momento de caerse, no estaba disparando. Además, afirma que la grabadora que tenía prendida durante el incidente se apagó cuando dio el tropezón. Sin embargo, lo último que se escucha en la cinta es la sexta bala disparada por Miller, lo cual indica que Miller estaba disparando cuando se cayó. Así que es muy posible que Miller mató a Davis accidentalmente.

El abogado de Bear le hizo una serie de preguntas a Miller y sacó a la luz numerosas contradicciones en su versión de los hechos:

  • En su primera declaración, en la madrugada del 15 de abril unas pocas horas después del incidente, Miller dijo que solamente vio a un hombre que subía por el camino. Semanas después, cuando se había comprobado que Acorn jamás disparó su rifle, Miller cambió su versión y afirmó que vio a dos hombres. El abogado Serra hizo el comentario: "Parece que su memoria es como el vino, ¿no? Mejora con el tiempo".
  • Miller afirmó que los dos agentes no estaban escondidos al lado del camino y que la patrulla estaba a la vista. Estos detalles son importantes porque la fiscalía necesita comprobar que Bear sabía que los que le disparaban eran policías. Sin embargo, Miller declaró que manejaban sin luces y que no estacionaron la patrulla en el camino principal sino en un ramal lateral. Además, Miller manifestó que querían agarrar por sorpresa a Arylis.
  • Serra también le preguntó a Miller sobre una senda de sangre que iba de la cima a la puerta de la casa de los Lincoln en Little Valley. Se cree que la sangre es de Davis, quien recibió una herida en la mano antes de recibir el impacto fatal en la cabeza. La senda de sangre contradice la versión de Miller, dado que él no hace ninguna mención de que Davis fuera rumbo a la casa de los Lincoln. Posiblemente Miller y Davis, ya herido, persiguieron a Bear Lincoln después de matar a Peters.
  • Serra acusó a Miller de haber emboscado y matado a Leonard Peters y dijo que después quería cazar a Bear para eliminar al único testigo.

    Evidencia de racismo y brutalidad

    La fiscalía llamó a declarar a Lucille Lincoln, la madre de Bear, pero le salió por la culata porque su testimonio puso de manifiesto el trato brutal que el Departamento del Sheriff da a los amerindios de la reserva.

    Lucille vive en Little Valley, camino abajo de donde ocurrió la emboscada. El 14 de abril de 1995, estaba dormida cuando su nieta vino a decirle que escuchó disparos en la colina. Lucille tenía miedo de que vinieran los Britton a vengarse por el asesinato de su pariente y decidió sacar a su familia del aislado valle. Todos, con cuatro infantes, se subieron al camión. Estaban por salir cuando llegó Bear para decirles de la emboscada y que Leonard estaba muerto. Bear le advirtió a su mamá que no saliera por el camino porque "los van a matar", pero Lucille no veía otra alternativa; sufre de artritis y le era imposible salir caminando.

    Al llegar a la cima, tropezó con el cadáver de Leonard en medio del camino. Los policías le gritaron: "Apaga las pinches luces o te matamos". El fiscal le preguntó a Lucille Lincoln si sabía que los que le hablaban eran policías. Lucille contestó: "Sí, por su forma de hablar". Esa respuesta causó mucha risa en el tribunal porque todos conocen muy bien el trato que dan los sheriffs a los amerindios.

    Lucille relató que la policía les siguió soltando con una serie de groserías, insultos y empujones. Explicó que en un momento dado le ordenaron caminar más rápido. Cuando les dijo que era incapacitada, le contestaron: "A la mierda los incapacitados"; la empujaron al suelo y la esposaron. Lucille, quien tenía 59 años, quedó adolorida y con moretones.

    ¿Un complot para encubrir los hechos?

    El proceso judicial ha puesto en evidencia un complot de los sheriffs y las autoridades.

  • Las autoridades quitaron un árbol de en medio del lugar del tiroteo; ahora dicen que no lo tienen.
  • No hicieron nada para preservar las pruebas. Una treintena de agentes recorrieron el lugar, desplazando los casquillos, cuya ubicación exacta es importante para elucidar los hechos. Tomaron medidas usando autos como punto de referencia, aunque siempre se deben tomar desde objetos fijos como árboles, porque una vez que se mueva el auto las medidas no se pueden verificar. Tampoco filmaron, algo que normalmente se hace en una investigación de este tipo.
  • Los testigos dicen que las ráfagas de fuego que escucharon les dieron la impresión de "una guerra" y que la cantidad de disparos no concuerda con la versión de la policía. El abogado Serra dijo: "Los casquillos hallados en el lugar de los hechos no corresponden a lo que los testigos dicen haber escuchado... es posible que los casquillos desaparecieran y, de ser así, indicaría que hay un complot. Si existe tal complot, entonces, ¿qué quiere decir eso?"
  • El detective Roy Gourley (Departamento del Sheriff del condado de Sonoma), quien encabeza la investigación, tiene un historial que indica prejuicio. La investigación se remitió al condado de Sonoma para que no hubiera apariencia de complot. Sin embargo, durante el juicio salió que Gourley apenas tiene un año de experiencia como detective, pero trabajó por 15 años como sheriff en el condado de Mendocino y conocía bien a Miller, Davis y los otros agentes del departamento. Resulta que Gourley es el UNICO detective de Sonoma que trabajó por 15 años en el condado de Mendocino. Si a las autoridades en realidad les interesaba una investigación imparcial, ¿por qué la pusieron en manos del detective con vínculos MAS estrechos a los agentes involucrados?
  • Apoyo para Bear

    Los partidarios de Bear movilizaron mucha gente para asistir al juicio. La Alianza en Defensa de Lincoln/Peters prepara una comida para los asistentes cada día y todos los lunes tocan tambores fuera del juzgado. Enfrente, hay un piquete constante con pancartas que desenmascaran las acusaciones falsas contra Bear. La comunidad amerindia vecina de Coyote Valley ha invitado a los asistentes a acampar allí para que no tengan que hacer el viaje de dos horas a Round Valley. Cyndi Pickett, la viuda de Leonard Peter, dijo al OR: "Me anima mucho ver que la comunidad se haya unido en defensa de Bear".


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