Ex combatiente del Golfo defiende al pueblo iraquí

Obrero Revolucionario #948, 15 de marzo, 1998

Eric Gustafson, ex combatiente de la guerra del golfo Pérsico de 1991, habló en la protesta del 28 de febrero en Chicago. En el verano de 1997 participó en una delegación de Voices in the Wilderness (Voces en el Desierto) que llevó medicinas a Irak, a pesar de que está prohibido. Ahora es miembro del grupo Global Exchange (Intercambio Global), que forja vínculos entre "las comunidades aquí y en otras partes del mundo". Habló con un corresponsal del OR.

Durante la guerra, Eric perteneció a una unidad de ingeniería que construyó hospitales, carreteras y campamentos para prisioneros de guerra. Estaba a 160 kilómetros del frente así que no vio directamente el impacto de la guerra en el pueblo iraquí; tampoco sufre del síndrome de la guerra del Golfo que aflige a muchos soldados.

Eric tenía dudas durante la guerra, pero dice que "no tenía la información necesaria para sacar mis propias conclusiones. Para decirlo simple y llanamente, el soldado es una herramienta del gobierno; no tiene derechos y es propiedad gubernamental, ni más ni menos. Es un ambiente cerrado....

"Censuraban las noticias, así que oímos muy poco sobre las protestas contra la guerra por todo el país. Cientos de miles protestaron en Washington, pero no oímos nada de eso. Hubo protestas a la entrada del fuerte Lewis, Washington, mi propia base, pero no nos enteramos porque no nos dejaban salir.

"No era el único; muchos soldados tenían dudas. Sabíamos que nos habían mandado a luchar por el petróleo; sobre eso no había duda, no éramos estúpidos. Así que muchos teníamos profundas dudas, pero era muy difícil plantárseles a las fuerzas armadas y desobedecer una orden de combate".

Eric recalca las dificultades que experimentaron Jeff Paterson y otros soldados que desobedecieron órdenes de combatir durante la guerra.

Un año después de ser dado de baja, Eric vio un programa sobre la invasión de Timor Oriental por Indonesia, en que murieron 100.000 timoreses. Estados Unidos armó al ejército indonesio y dio su silencioso sello de aprobación a la invasión. Eric comparó esa invasión con la de Kuwait por Irak, y vio "un doble criterio increíble".

También conoció a ex combatientes que sufrían del síndrome de la guerra del Golfo. "Era devastador. No solo sufrían ellos, sino también sus hijos, que nacieron deformes.... Para ellos la guerra continúa, la viven todos los días".

Por medio de Voices in the Wilderness se enteró del impacto que han tenido la guerra y las sanciones económicas sobre el pueblo iraquí, y decidió "honrar y ayudar, lo más que pueda, al pueblo de Irak y a los ex combatientes que siguen sufriendo".

Dice que "nada me hubiera preparado para lo que vi" en Irak. "Es horrible. Pabellones enteros de hospitales repletos de niños que se morían de algo tan simple como disentería porque no tenían píldoras para la deshidratación. Esos niños morían de enfermedades curables....

"El hospital docente Saddam Medical, el más grande y moderno del país, está en ruinas; ni siquiera tienen bombillos. Hay moscas por todas partes y se puede oler el alcantarillado; no hay agua corriente. Así trabajan los médicos y enfermeros. Por la falta de medicinas, tienen que decidir quién vive y quién muere; solo tienen antibióticos para una persona pero tienen 20 pacientes que los necesitan".

Eric dice que han reparado muchos edificios y carreteras, pero que la infraestructura destruida por los bombardeos sigue en ruinas. El sistema de aguas negras es un ejemplo: no lo pueden reparar porque las sanciones impiden comprar las piezas de repuesto. "Se están descargando aguas negras directamente al río Tigris. Ya van siete años que descargan las aguas negras de Bagdad, una ciudad de cinco millones de habitantes, al río Tigris. El río está muerto, y la única manera de empezar a limpiar el medio ambiente es reconstruir el sistema de aguas negras. Pero no les permiten importar piezas de repuesto porque Estados Unidos dice que las podrían usar las fuerzas armadas. Así que mucha gente muere de enfermedades biológicas. Para mí eso es guerra biológica".

Eric dice que es "ridículo" justificar las sanciones con el cuento de que Irak "tiene armas de destrucción masiva": "El verdadero propósito es contener a Irak, sin importar cuántos árabes tengan que morir. Lo que quieren es capitulación; eso es lo que buscan.... Las verdaderas armas de destrucción masiva son las sanciones, que dejarán daños por muchas generaciones. La nueva generación ya está atrofiada e incapacitada....

"Sin duda alguna, es uno de los mayores crímenes contra la humanidad de la última parte de este siglo. Es un crimen contra la humanidad que mucha gente ni conoce y que el gobierno niega".


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