Informe especial

EN UN FRENTE GUERRILLERO CON EL NUEVO EJERCITO POPULAR DE FILIPINAS

Conclusión:
Con los campesinos de base; la revolución agraria y el Nuevo Poder

Obrero Revolucionario #955, 3 de mayo, 1998

Estaba platicando a un lado del arroyo que pasaba cerca del campamento y mirando al otro lado donde Lino, un miembro de la escuadra del Nuevo Ejército Popular (NEP), estaba cortando bambú. En sus manos el bolo (parecido al machete) subía y bajaba como rayo, y en un abrir y cerrar de ojos juntó un montón de bambú, todo cortado de la misma medida. Lo recogió y me gritó: "¡Podemos construir muy rápido!". Arroyo arriba, dos combatientes estaban acomodando grandes trozos de carne de res en la corriente. Un pequeño terrateniente donó una vaca a la escuadra, una especie de "impuesto revolucionario".

Organización revolucionaria
en los poblados

Estaba platicando a fondo con Frank, un dirigente que participa en la lucha revolucionaria desde sus días de estudiante. Se sumó a la lucha armada en el campo en 1971; se conoce la región con sus rasgos políticos, sociales y geográficos, como la palma de la mano.

Le pregunté cómo el NEP organiza a nivel de barrio (poblado) y cómo construye organizaciones de base y organismos de poder político popular. Explicó "los tres principios básicos" del trabajo de masas: "La organización debe ser sólida, que todos los sectores apoyen la lucha armada. Se basa en un análisis de clases: campesinos pobres, medios, jornaleros, etc. La lucha antifeudal (contra la explotación de los campesinos por los terratenientes) es clave para movilizar a las masas".

Frank describió cómo el NEP organiza "paso a paso" en la clandestinidad cuando entra a una nueva zona. Puesto que la situación es distinta en cada barrio, he aquí un esbozo general del proceso.

Primero, forman un grupo de enlace: los contactos avanzados del barrio, que ayudan a hacer análisis e investigación social, además de hacer trabajo político y de seguridad. Con el tiempo, se forja el grupo organizador (compuesto de campesinos avanzados) y este inicia actividades económicas, forma equipos de ayuda mutua para la producción. Además, se establecen grupos para cada sector (diferentes clases de campesinos, mujeres, jóvenes, etc.), que enseñan cómo la revolución soluciona los problemas de explotación y opresión, y el papel de las masas en ella. Los campesinos organizados ayudan al NEP de distintas maneras; proporcionan información acerca del enemigo, además de ayuda material.

A lo largo de este proceso, el comité organizador del barrio gana apoyo e influencia política, y se afinca. En ese momento, explicó Frank, el NEP implementa la reforma agraria. Se establece una rama del partido comunista y se organizan fuerzas de autodefensa. Con el tiempo, se forja un comité revolucionario del barrio, un organismo del poder político popular eligido por las masas o por representantes de las organizaciones de masas. Se encargan a subcomités de educación, producción, salud, cultura, de resolver disputas entre la gente y de otros asuntos.

Ya me habían hablado bastante acerca de la reforma agraria [ver Parte 2 de esta serie--OR] y la construcción de nuevas formas de poder popular. Pero quería saber más de los aspectos sociales de la revolución agraria. Los problemas especiales de la mujer, ¿cómo los abordan el NEP y las organizaciones campesinas? ¿Cómo manejan la salud pública?

La mujer del campo

"La mujer sufre distintas formas de opresión que se desprenden del patriarcado, y se multiplican por el feudalismo, colonialismo, capitalismo e imperialismo. Además de la opresión y explotación de la fuerza laboral, sufre carencia, degradación y discriminación.¼ La revolución debe enarbolar la causa de la emancipación de la mujer, movilizando, animando y apoyando la lucha de nuestras compañeras por reventar las cadenas del hogar, la tradición y los prejuicios. Solo así podrá desencadenar la fuerza poderosa de la mujer para avanzar hacia la liberación de la nación y la sociedad" (del programa del Frente Nacional Democrático FND, el frente único clandestino de la revolución filipina).

La opresión semifeudal de la mujer persiste en el campo de Filipinas. Por ejemplo, los campesinos pagan sus deudas a los terratenientes con el trabajo o servidumbre de las hijas.

Isabel, una de los encargados de este frente guerrillero, me platicó a fondo de los métodos y experiencias de la revolución respecto a la mujer.

Cuando el NEP organiza un barrio, crea una organización de mujeres. Hablan de los problemas que sufren en esta sociedad y estudian un "curso básico" sobre el tema. "Les explicamos que las mujeres somos la mitad de la población y que jugamos un papel importante en la lucha. Explicamos que sus problemas provienen de la dominación masculina, del semicolonialismo y del semifeudalismo, que tienen que participar en la lucha y la producción".

Me contó cómo el patriarcado dificulta la participación de la mujer. "Las compañeras hablan de sus problemas: que no tienen derecho de participar en las decisiones sobre la familia, que dependen del hombre para todo, que se pasan encerradas en la casa. Los esposos saben de estas reuniones, y animamos a las parejas a platicar. Asimismo, los hombres estudian el curso básico sobre la mujer para que entiendan el papel de la mujer en la lucha".

La dura situación de los campesinos crea enormes presiones para la familia campesina y la crisis actual en Filipinas las agrava más. En esta región todos los miembros de la familia trabajan desde chiquitos. Reparten las tareas--sembrar, acarrear agua, cortar leña y zacate, cuidar animales y hacer el aseo--según la división de trabajo tradicional. A la mujer le toca casi toda la responsabilidad del quehacer de la casa y de los niños, además de trabajar la tierra, sembrar hortalizas y verduras, etc. (En el norte de Luzón, las mujeres también aran.) Por lo general, si una familia tiene tres hijos, sólo uno puede cursar la secundaria.

Isabel señaló que solo será posible transformar esta situación radicalmente al conquistar el poder nacional. Por ahora, las organizaciones campesinas y el NEP emprenden campañas de alfabetismo y de enseñanza de matemáticas. Animan a las mujeres a participar en los equipos de ayuda mutua y, respecto a la división del trabajo en casa, "también los hombres pueden cocinar", recalcó Isabel.

Y, ¿cómo resuelven los problemas en la relación de la pareja o de violencia a la mujer? Respondió: "Se platican esos problemas en las reuniones. Pero también una mujer puede pedir al NEP que le ayude con un problema político o personal. Entonces un combatiente del NEP habla con la pareja, y esta platica más y analiza el problema. Se supervisa la situación para ver si mejora. Si no, se repite el proceso". Recalcó que no se permite la violencia a la mujer; se trata ese problema en las reuniones.

Unas compañeras, después de terminar el curso básico, continúan al estudio avanzado del libro Sociedad y revolución filipina, que explica las bases de la lucha. A las compañeras más avanzadas y conscientes, el partido comunista las invita a militar; se encargan del grupo organizador del barrio y de los grupos que este dirige.

Tess, una joven combatiente del NEP que organiza a los jóvenes campesinos, me habló de los métodos de educación política. "Damos pláticas, usando esbozos y apuntes y a veces incluso un pizarrón". Los combatientes cargan sus materiales de enseñanza en la mochila.

La salud pública
y los paramédicos del NEP

Me dijeron que la salud pública es el segundo problema que debe solucionar la revolución, después de la cuestión de la tierra. En esta región, realmente el gobierno no provee ningún servicio de salud pública. Lo único que hay son programas de "acción cívica" del ejército para mejorar la imagen del gobierno y controlar al pueblo, especialmente cuando hay operaciones militares.

A causa del calor y las lluvias, hay mucha tuberculosis, malaria y enfermedades gastrointestinales (como diarrea).

Supe que Luis, el jefe de escuadra, también se preparó como paramédico del NEP y escuché con gran interés los logros del NEP en este campo: "Antes dependíamos de los amigos en las ciudades y pueblos en cuanto a servicios médicos. Pero ya creció el equipo médico que atiende a los combatientes y a las masas. Además, se está preparando a más campesinos".

Existen distintas clases de preparación médica, desde general--acupuntura, remedios de hierbas y servicios dentales básicos--hasta especializada (técnicas de cirugía). La infraestructura médica del NEP ya está capacitada para atender casos de pediatría, obstetricia, prótesis (colocar piernas, brazos, etc., artificiales) e incluso microcirugía.

En las zonas guerrilleras más consolidadas, los equipos del NEP organizan servicios de salud pública y medicina preventiva, y dan cursos de higiene y nutrición. Las campesinas participan de lleno. Así han logrado, por ejemplo, reducir la frecuencia de malaria en algunas zonas. Pero, como recalcan los combatientes, hace falta muchísimos más.

El internacionalismo y una despedida internacionalista

Pasé una semana en el frente guerrillero; aprendí y viví muchísimo; hice muy buenos amigos. Pero finalmente se acercaba la hora de marcharme.

Me impactó el espíritu internacionalista de los camaradas y combatientes. Querían enseñarme de su lucha, pero también querían escuchar y aprender de la lucha en Estados Unidos. Me acuerdo cuando le pregunté a Isabel si enseñaban a los campesinos acerca del internacionalismo. Me miró sorprendida y contestó: "Por supuesto que sí...los campesinos deben entender que se trata de una guerra internacional y que debemos apoyar la lucha de los pueblos de otros países".

La última noche fue "una noche de solidaridad". Nos sentamos junto a la fogata, nos reímos, cantamos. Unos combatientes cantaron canciones del NEP que grabamos, "como un regalo para sus camaradas". Mi compañero de viaje contó la historia del heroísmo de los prisioneros de El Frontón, combatientes de Sendero Luminoso, en Perú en 1986. Nos despedimos y cantamos la Internacional en inglés y tagalog.

En la mañana un pequeño contingente de compañeros emprendimos el viaje.


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