¿Quién asesinó a Martin Luther King, Jr.?

Obrero Revolucionario #959, 31 de mayo, 1998

El 24 de abril de 1998, murió en la cárcel James Earl Ray, quien fuera condenado por el asesinato del Dr. Martin Luther King. El cuento oficial dice que hace 30 años, el 4 de abril de 1968, Ray, sin ayuda de nadie, balaceó al Dr. King en Memphis, Tennessee, y se fugó del país. En los artículos sobre la muerte de Ray, la prensa repitió que "no existen pruebas" de que hubo una conspiración de alto nivel para asesinar a King. Sin embargo, muchos hechos desmienten eso.

James Earl Ray era un rufián racista de poca monta. Un año antes del asesinato del Dr. King, se escapó de una cárcel de Missouri. Según el cuento oficial, Ray le andaba pisando los talones al Dr. King de una ciudad a otra, a pesar de que los federales tenían muy vigilado a King. Después del asesinato, dicen, Ray se subió a su Mustang blanco y se fue de Memphis con toda tranquilidad. Luego viajó a Atlanta, Canadá, Inglaterra, Portugal y de nuevo a Inglaterra; lo detuvieron el 8 de junio rumbo a Rodesia (actualmente el país africano de Zimbabwe) con dos pasaportes falsos canadienses. Según el cuento oficial, hizo todo eso sin ayuda de nadie.

Memphis

Acaba de salir el libro Killing the Dream de Gerald Posner. Su propósito es refutar las "teorías de conspiración" sobre el asesinato del Dr. King. El mérito del libro está en lo que no puede negar. Reconoce que el día del asesinato de 12 a 14 agentes federales estaban en una estación de bomberos a 50 metros del motel Lorraine, donde estaba el Dr. King. Agentes del FBI y del servicio de inteligencia militar seguían todo movimiento del Dr. King, con la ayuda de policías negros. La víspera, trasladaron a dos bomberos negros a otra estación para que no informaran al Dr. King del espionaje.

En casos de asesinato, la policía acostumbra a poner retenes en todas las salidas de la ciudad. Pero en este caso no lo hizo, y ni siquiera dio la alerta sino hasta mucho más tarde.

Posner también reconoce que, como en el caso del asesinato de Malcolm X en Nueva York, el primer miembro de las autoridades que se presentó en el lugar de los hechos fue un tiras de Memphis. Después, ese tipo fue agente de la CIA.

Inmediatamente después del asesinato, se anunció por un radio CB que el chofer de un Mustang blanco estaba disparando en un barrio del norte de Memphis. Ray escapó hacia el sur. La policía dijo que la transmisión fue una travesura adolescente, pero muchos creen que fue obra de un cómplice.

Ray siempre se declaró inocente y dijo que un tal Raoul lo contrató para traficar armas. Dijo que Raoul prometió ayudarlo a salir del país, pero que después lo puso de chivo expiatorio. Nada de eso se comprobó en la corte, pues a Ray lo presionaron a declararse culpable. Después el juez dijo que dudaba de que Ray hubiera actuado solo.

El FBI y la lucha en el seno
de la clase dominante

"A King no lo mataron para eliminar un líder de los oprimidos, sino como parte de las mismas luchas en el seno de la clase dominante que mataron a sus más importantes aliados, los hermanos Kennedy, John y Bobby. Y ahora que King y esas riñas intestinas de la clase dominante en que él cayó son cosa del pasado, la clase dominante se pone a convertir su muerte en un as político promoviendo el mito de que seguro King apoyó a los pobres y oprimidos; si no, ¿por qué lo mataron los todopoderosos?".

Bob Avakian, "Sobre salvadores,
realismo y trabajar con el sistema"

En 1963, el gobierno se dio cuenta de que la lucha de derechos civiles de los negros no iba a desaparecer. Por tanto, decidió apoyar a fuerzas "moderadas" del movimiento para contenerlo. King desempeñó un papel clave en sus planes, pues era un líder de las masas, aunque provenía de la clase media.

La táctica de King era atacar las leyes racistas del Sur y, al mismo tiempo, forjar alianzas con sectores de la clase dominante. Esperaba que el gobierno federal "protegiera" al movimiento de derechos civiles en el Sur y condenó la colaboración del FBI y los policías racistas. Exhortaba a ser parte del sistema, en vez de cuestionarlo o tumbarlo, y se oponía a la creciente solidaridad de los negros con las luchas antiimperialistas (como la lucha de los palestinos contra Israel). Por eso el presidente Kennedy estaba convencido de que King sería muy útil y lo invitó a la Casa Blanca para pedirle ayuda para excluir del movimiento a las fuerzas radicales.

Para curarse en salud, Kennedy mandó al FBI a espiar a King y a los radicales. En los años siguientes, el FBI desató su campaña COINTELPRO para destruir, dividir, neutralizar y apartar a las fuerzas que amenazaban al sistema.

El procurador general, Bobby Kennedy, autorizó al FBI interceptar las llamadas telefónicas de King, para ver que no se apartara de las estrategias que le dictaban. El FBI también grabó sus aventuras sexuales, como táctica de presión.

En los años siguientes estalló un repunte de luchas populares por todo el mundo, y en el seno de la clase dominante estalló una pugna sobre qué hacer (así como sobre otros asuntos). Poderosas voces de la clase dominante decían que incluso los pacifistas como King alentaban las luchas populares, y que era muy peligroso promover a las fuerzas "responsables" del movimiento de derechos civiles. Sin duda alguna, el director del FBI, J. Edgar Hoover, era del ala de la clase dominante que pensaba que cualquiera que justificara protestas y pidiera cambios era peligroso.

En noviembre del 63, el presidente John Kennedy fue asesinado y Lyndon Johnson tomó las riendas. Eso demuestra lo intensas que eran las pugnas en el seno de la clase dominante. Inmediatamente, el FBI se puso a destruir al Dr. King. Filtró información a la prensa y a fuerzas rivales del movimiento de derechos civiles. A King le mandaron una grabación y una carta anónima sugiriéndole que se suicidara.

En 1967, la lucha de los negros y de los estudiantes se seguía radicalizando y nuevos líderes revolucionarios se abrían paso. La filosofía de King estaba perdiendo influencia. Ese "verano candente", con grandes rebeliones por todo el país, Johnson mandó a las agencias de espionaje militar a reforzar al FBI para espiar al movimiento de liberación negra y de resistencia a la guerra de Vietnam.

Un sector de la clase dominante estaba convencido de que era posible cooptar y desviar la lucha radical. Bobby Kennedy anunció su candidatura a la presidencia y el Dr. King se apartó de Johnson por su manejo de la guerra de Vietnam. Con el respaldo de Bobby Kennedy, King propuso que millones de pobres fueran a la capital en el verano de 1968; su meta era contener la explosiva lucha de las masas y canalizarla por un camino menos peligroso. A otro sector de la clase dominante no le gustó ese plan.

Por esos días, el FBI puso a King en su lista de figuras para "neutralizar". En abril King murió asesinado y en mayo murió su aliado Bobby Kennedy, después de ganar las elecciones primarias de California.

¿Quién de la clase dominante ordenó el asesinato de Martin Luther King? ¿Contrató a un grupo racista? ¿Lo mató un francotirador militar o del FBI, para luego echarle la culpa a Ray?

Las respuestas pueden seguir enterradas hasta el día que el pueblo abra los archivos del FBI; pero lo cierto es que poderosas fuerzas, como el director del FBI, pensaban que había que "neutralizar" a King. Posner admite que el FBI se enteró de docenas de complots para asesinarlo, pero que nunca le advirtió ni mucho menos intentó impedirlos. El FBI tenía muchos agentes y soplones en grupos racistas como el KKK, que movilizaba para atacar al movimiento de derechos civiles. Es muy posible que los haya azuzado o que simplemente les "permitió" asesinar a King.

Existen pruebas de que Ray tenía lazos con el millonario abogado racista John Sutherland de Missouri, que ofreció $50.000 a quien matara a King. Recuérdese que Ray se escapó de un penal de Missouri. Cuando arrestaron a Ray en Inglaterra, su hermano Jerry supuestamente le dijo a la policía: "Si yo estuviera en su posición, o sea, en la cárcel sentenciado a 18 años, si alguien me ofrece un montón de dinero por matar a una persona que no me gusta y la oportunidad de salir del país, acepto".

Hay muchas razones para suponer que el asesinato del Dr. King fue un complot, en el que metieron mano el FBI u otras dependencias del gobierno, y que lo han tapado desde hace 30 años.


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