Contra las mentiras de la prensa sobre Mumia Abu-Jamal

Obrero Revolucionario #963, 28 de junio, 1998

Mumia Abu-Jamal--periodista negro, activista revolucionario y preso político--lleva 16 años en el pabellón de los condenados a muerte. El 9 de diciembre de 1981, Mumia iba manejando su taxi en el centro de Filadelfia. Vio que un policía estaba golpeando a su hermano, William Cook, y fue a socorrerlo. Hubo una pelea. Mumia quedó en la acera con un tiro en el pecho y el puerco, Daniel Faulkner, murió de unos balazos. Los testigos vieron huir a otro hombre. A Mumia le montaron una farsa de juicio y lo condenaron de homicidio.

Mumia es un revolucionario que ha dedicado la vida al pueblo. Ha dedicado sus talentos a condenar y atacar la opresión. Este sistema lo ha baleado, torturado, encarcelado, aislado, calumniado y censurado. Pero no ha logrado quebrantarlo; sigue fuerte, consciente y comprometido a la lucha. El gobierno sigue buscando cómo ejecutarlo, y la Suprema Corte de Pensilvania está viendo su apelación.

Ultimamente, han salido una serie de ataques contra Mumia y sus partidarios. A comienzos de mayo, la emisora KGO-TV, de la cadena ABC de San Francisco, presentó un "informe" repleto de mentiras y ataques. El 14 de junio, el New York Times publicó, en su edición nacional del domingo, un desplegado con el título: "Justicia para el agente de policía Daniel Faulkner". A favor de la ejecución de Mumia, cita testigos del juicio de 1982 ya refutados en varias audiencias e ignora por completo las evidencias que Mumia ha presentado en sus apelaciones.

A continuación publicamos una refutación, punto por punto, del informe de la emisora KGO y del desplegado del New York Times. Fue escrito por el abogado de Mumia, Leonard Weinglass, y el militante de ¡Rehusar & Resistir! y colaborador del OR, C. Clark Kissinger.

Informe de KGO-TV: Periodismo irresponsable

C. Clark Kissinger y Leonard Weinglass

Los noticieros de televisión a veces llevan denuncias e informes importantes al público, pero también engañan y desinforman. Este artículo detalla un ejemplo de engaño por la emisora KGO-TV, afiliada de San Francisco de la cadena ABC.

El 7 y 8 de mayo, KGO presentó un ataque contra el movimiento internacional para parar la ejecución de Mumia Abu-Jamal. KGO dijo que la meta del informe de 12 minutos era presentar la verdad sobre un tema importante. En realidad, fue una serie de mentiras de pe a pa. Y lo más inquietante es que no se debe a ignorancia. Si bien KGO recibió distintas versiones de los hechos, hubiera podido encontrar la verdad en las actas de los tribunales.

Aquí no se puede recapitular todo lo que le pasó al periodista Mumia Abu-Jamal de Filadelfia. Los lectores pueden encontrar más información sobre el incidente, el arresto, el juicio y la condena en los muchos artículos, libros y websites sobre Jamal. La meta de este artículo es analizar minuciosamente las mentiras de KGO-TV para que ABC y KGO tomen las medidas apropiadas para corregirlas y disciplinar a los responsables.

Los temas del ataque

El ataque de KGO coincidió con dos programas de apoyo a Jamal en San Francisco. Sus temas son: (1) que Jamal es culpable sin lugar a dudas de matar a un policía de Filadelfia; (2) que el movimiento a favor de un nuevo juicio lo dirigen individuos (entre ellos artistas prominentes) que no están familiarizados con los hechos; y (3) que la fuente de toda la "desinformación" sobre el caso es el principal abogado de Jamal, Leonard Weinglass.

El método de KGO fue entrevistar a partidarios de Jamal con el pretexto de presentar un informe imparcial de los hechos.[1] Luego tomaron las declaraciones y las presentaron fuera de contexto, seguidas por una refutación del corresponsal, Dan Ashley, que empezaba con las palabras: "De hecho...". La "refutación" era completamente falsa.

Sabemos que Ashley no conoce el caso de Jamal; nada más leyó un guión. Pero los autores del guión tenían la responsabilidad de verificar los hechos, lo que hubiera sido fácil. Como no lo hicieron, sea por incompetencia o por malicia, nos toca hacerlo a nosotros.

Los "cuatro testigos presenciales"

La afirmación más básica de KGO fue que cuatro testigos vieron que "Jamal cruza la calle y balea al agente en la espalda. El agente dispara una vez y cae al suelo. Está boca arriba en la calle, desarmado. Jamal le dispara en la cara y lo mata".

La primera cosa sospechosa de esta descripción es que no es de un testigo ni del acta del juicio, sino de Hugh Burns, el subfiscal de Filadelfia encargado de parar las apelaciones de Jamal. De hecho, el informe cambia en medio de una oración de Ashley a Burns, quien dice las palabras que están entre comillas. No se sabe por qué KGO opina que la versión de la fiscalía es cierta y la del abogado defensor es falsa. Pero la única manera de resolver esa discrepancia es examinar las actas del juicio (de las audiencias de 1995, 1996 y 1997).

En realidad, seis testigos presenciales dieron testimonio en el juicio de Jamal en 1982. Otros cuatro testigos dieron testimonio en 1995 y 1996, en las audiencias sobre un nuevo juicio. Ninguno de los diez dijo todo lo que Burns afirma, y varios contradijeron su declaración. La única testigo que dijo lo que dice Burns fue Cynthia White.[2] White estaba tan dispuesta a presentar una versión pro policía de los hechos que dijo todo lo que Burns afirma, menos el único hecho indiscutible: que el agente Faulkner baleó a Jamal. Dijo que no vio eso.

Es muy sorprendente que White viera algo pues ninguno de los demás testigos (ni siquiera los de la fiscalía) la vio en el lugar de los hechos.

A White la habían condenado por prostitución 38 veces; al comienzo del juicio de Jamal, estaba en la cárcel y tenía otras acusaciones pendientes. Durante el juicio la llevaron a un hotel, y después la pusieron en libertad con la protección del departamento de policía.[3] Cuando el equipo defensor de Jamal la buscó para que se presentara en las audiencias sobre un nuevo juicio, la fiscalía informó que estaba muerta. Le dio a la defensa una partida de defunción de una señora incinerada en otro estado, de otro nombre y cuyas huellas digitales no eran iguales a las de Cynthia White.[4]

El segundo "testigo presencial" fue Mark Scanlan, que pasaba en su auto por el lugar de los hechos.[5] Scanlan vio a Faulkner golpear a Billy Cook, el hermano de Jamal, con una linterna o cachiporra (otra cosa que no vio White) después de que Cook lo golpeó. Scanlan dijo que vio a un hombre cruzar la calle y balear a Faulkner. La noche del incidente, dijo que Jamal era el chofer del carro de Cook y que no sabía qué le pasó al hombre que cruzó la calle.[6] Además, dijo que no sabía cuál de los dos hombres que vio cerca de Faulkner lo baleó.[7] Dijo que cuando oyó el primer disparo, Faulkner estaba de cara al hombre que cruzó la calle, y que no vio una pistola en la mano de Faulkner ni de Jamal.[8] Dijo que la chaqueta de Jamal era igual a la del hombre que cruzó la calle. Scanlan admitió que hubo "mucha confusión cuando los tres estaban frente al carro".

El tercer "testigo presencial" fue Albert Magilton.[9] Dijo que vio a Faulkner parar el carro de Billy Cook y a un hombre cruzar la calle. Pero dio la vuelta y no vio nada hasta que oyó los disparos. Más tarde dijo que Jamal era quien cruzó la calle, pero que no vio los disparos.

El cuarto "testigo presencial" fue Robert Chobert,[10] un taxista que dijo que paró su taxi detrás de la patrulla de Faulkner para que se bajara un pasajero (Scanlan dijo que no había ningún carro detrás de la patrulla[11]). Dijo que miró cuando oyó un disparo, pero ha dado varias versiones de lo que vio. La noche del incidente, queriendo ayudar a capturar al asesino, le dijo a la policía que huyó corriendo. Más tarde, dijo que el pistolero era un hombre grande, de 200 a 225 libras y de 6 pies de altura (o sea, mucho más grande que Jamal). Un poco después, en la delegación, cambió su versión y dijo que vio al pistolero y a otro hombre correr 30 ó 35 pasos al este por la calle Locust hacia la esquina (Jamal estaba tirado en la acera, baleado, cerca de Faulkner).[12] De todos modos, cuando vio a Jamal lo identificó como el pistolero. Durante el juicio, cambió su versión de nuevo y dijo que el asesino solo corrió 10 pies y que antes se equivocó. También dijo que el incidente ocurrió entre unos carros que no mencionaron los demás testigos.

Resulta que, igual que Cynthia White, Chobert tenía razones para cambiar su testimonio. Primero, estaba en libertad condicional por empezar un incendio premeditado.[13] Segundo, manejaba un taxi a pesar de que tenía la licencia suspendida (la policía le permitió seguir manejando después del incidente).[14] El jurado no estaba enterado de esos dos hechos durante el juicio, cuando tenía que evaluar la veracidad de su testimonio.

Sorprendentemente, el resumen del testimonio de esos cuatro testigos que presentó KGO fue: "De hecho, cuatro testigos presenciales vieron a Jamal balear al agente y luego sentarse en la acera". En realidad, solo dos dijeron que vieron a Jamal balear a Faulkner, y son los dos menos confiables: cambiaron su versión repetidas veces y recibieron favores y amparo de la policía. En la segunda parte de su informe, KGO cambió su versión también: dijo que había tres testigos de la balacera y no cuatro.

Los demás testigos

Otros seis testigos presenciales han dado testimonio. Dos que se presentaron en el juicio de 1982 fueron Dessie Hightower y Veronica Jones. Hightower dio testimonio en 1982[15] y en 1995[16]. Dijo que miró cuando oyó los disparos y vio a un hombre negro con dreadlocks huir hacia el este por la calle Locust. También dijo que cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, le dieron una paliza a Jamal. Es el único testigo a quien le hicieron una prueba de polígrafo, a pesar de que no tenía antecedentes penales (White, Chobert y Magilton tenían antecedentes penales pero no les hicieron prueba de polígrafo). En 1981 le informaron que pasó la prueba, pero en 1995 la policía dijo lo opuesto. ¿Por qué no le informaron a la defensa de la prueba durante el juicio de 1982? ¿Porque Hightower había dicho la verdad? En 1995 la defensa contrató a un experto en polígrafos para estudiar los resultados de la prueba, pero el juez Sabo no le permitió verlos. Hightower es el único testigo del juicio de 1982 que no ha cambiado su testimonio.

Veronica Jones[17] dijo que vio huir a dos hombres después de los disparos. Más adelante encontrarán más detalles sobre su testimonio.

Otros cuatro testigos dieron testimonio en 1995 son William Singletary, Deborah Kordansky, William Harmon y Robert Harkins. Veronica Jones volvió a dar testimonio en 1996.

Singletary[18] dijo que vio a un hombre negro con dreadlocks bajarse del carro de Billy Cook, balear a Faulkner y huir. También vio a Faulkner balear a Jamal y vio que los agentes que llegaron después del incidente le pegaron. Singletary habló con los agentes y fue a la delegación para dar una declaración jurada. Dijo que cuando escribió lo que ocurrió, los agentes hicieron añicos su declaración y no le permitieron salir hasta que firmó otra declaración que ellos le dictaron. Durante el juicio de 1982, ni la defensa ni el jurado se enteraron de lo que realmente vio Singletary.

En su declaración a la policía la noche del incidente, Kordansky[19] también dijo que después de oír los disparos vio a un hombre correr por la calle Locust. No dio testimonio en el juicio de 1982 porque la policía y la fiscalía no le entregaron su dirección a la defensa.

El juez Sabo mandó comparecer a Harmon[20], a pesar de las protestas de la defensa. Harmon estaba preso en un penal estatal y dijo que tenía información sobre el caso. Dijo que dos hombres balearon a Faulkner: uno lo baleó por la espalda y luego Faulkner dio la vuelta y baleó a Jamal. El primer pistolero salió corriendo hacia el este por la calle Locust. Harmon dijo que entonces un segundo hombre se bajó de un carro, baleó a Faulkner, volvió a subir al carro y se fue.

Harkins[21], otro testigo presencial, dijo que el pistolero era más alto y más grueso que Faulkner (Jamal era menos alto y más delgado). Cuando un investigador de la defensa lo interrogó en 1995, le dijo que vio el incidente y que la policía le mostró unas fotos para que identificara al pistolero. Fue la primera vez que la defensa se enteró de esa "prueba de fotos". Cabe suponer que, si hubiera identificado a Jamal, la fiscalía lo hubiera llamado en el juicio de 1982.

Luego, Harkins le dijo al investigador que la policía le advirtió que no hablara a la defensa y paró la entrevista. Cuando lo mandaron comparecer a la audiencia de 1995,[22] dijo que la policía no le mostró fotos y que el hombre que baleó a Faulkner se sentó en la acera.

Algo sumamente curioso: la fiscalía no le informó a la defensa durante el juicio que después del incidente Faulkner tenía en su posesión la licencia de manejar de una tercera persona (que no era ni Jamal ni Cook).[23]

En resumen, ha habido una variedad de testigos y han dado versiones contradictorias y con frecuentes revisiones de lo que pasó esa noche, y no "cuatro testigos que lo vieron balear a Faulkner", como dijo KGO.

Las pruebas balísticas

KGO dijo: "De hecho, se presentó amplio testimonio de balística y, si bien las balas estaban aplastadas, los expertos verificaron que eran de calibre .38 y que tenían ranuras compatibles con la pistola de Jamal". Es verdad que un experto de la fiscalía dijo la bala era "compatible" con la pistola de Jamal, si uno está dispuesto a pasar por alto una pequeña discrepancia.[24] Por supuesto, también era "compatible" con centenares de miles de pistolas de calibre .38 y .40 en Filadelfia. De hecho, los testigos de la fiscalía nunca probaron que las balas que mataron a Faulkner eran de la pistola de Jamal.

Por falta de dinero para contratar expertos en medicina y en balística, la defensa no pudo divulgar varios hechos importantes en el juicio. Primero, que la policía no llevó a cabo las pruebas más básicas la noche del incidente: no examinó la mano de Jamal para ver si había residuos de nitrato (que quedan cuando uno dispara una pistola); y no examinó la pistola de Jamal para ver si había sido disparada. Se sospecha que no hizo esas pruebas porque hubieran demostrado que Jamal no disparó.

Segundo, el jurado que sentenció a muerte a Jamal nunca vio el informe del médico forense que decía que la bala extraída de Faulkner era de calibre .44.[25] Tercero, la primera bala que recibió Faulkner no se disparó a quemarropa, como dijo la fiscalía. Cuarto, la descripción oficial de que al caer al suelo Faulkner baleó a Jamal es imposible. La bala de Faulkner entró en el pecho de Jamal desde arriba hacia abajo. Para seguir esa trayectoria, tenía que estar agachado o en el suelo.

Hay que agregar que a ningún experto de la defensa le han permitido examinar la bala. Dado que hubo declaraciones contradictorias sobre el calibre de la bala, lo normal sería entregar los fragmentos de la bala a expertos independientes para examinarlos. Pero la policía dice que perdió uno de los fragmentos. ¿Por qué los corresponsales de KGO no le preguntaron a la policía de Filadelfia cómo es que puede desaparecer una prueba tan importante en el caso del asesinato de un policía?

La incompetencia
del abogado defensor

Según informó KGO, Anthony Jackson (el abogado de Jamal escogido por el juez) era experto en casos de pena capital: "En 1982, el abogado de Jamal había defendido 20 casos de pena capital y era muy respetado". En realidad, en el momento del juicio de Jamal, Jackson se dedicaba al derecho civil y no tenía suficiente tiempo de abogado como para haber participado en 20 casos de pena capital. Cuando le preguntaron por esos casos, solo recordó uno pero no el nombre del acusado.[26]

Cuando el juez lo asignó a defender a Jamal, Jackson no tenía ni oficina ni secretaria. Le dijo al juez Sabo que no tenía tiempo para prepararse, y pidió que lo quitara del juicio. Tres semanas antes del juicio, le pidió al juez que nombrara un segundo abogado. Jackson mandó comparecer a los testigos de la defensa sin entrevistarlos de antemano. Además, admitió que no preparó nada para la audiencia de condena (cuando condenaron a Jamal a morir) y no presentó ningún testigo. Más tarde, le quitaron la licencia de abogacía por otros motivos.

KGO hubiera podido obtener todos esos hechos examinando las actas. O por lo menos hubiera podido preguntarle a Hugh Burns que identificara los 20 casos de pena capital que supuestamente defendió Jackson.

Los disturbios del juicio

Según informó KGO: "El juicio de 1982 fue caótico. Jamal pidió permiso para defenderse a sí mismo pero nunca aceptó la legitimidad del tribunal. Si bien participó en el proceso de seleccionar un jurado que tenía dos miembros negros, sus frecuentes pataletas llevaron al juez a prohibirle que se representara. Los disturbios continuaron y el juez lo echó del juicio 13 veces". KGO entrevistó a Marc Kaufman, un periodista de Filadelfia, que dijo que la estrategia de Jamal era trastornar el juicio.

Esto es una cuidadosa mezcla de realidad y ficción para dar una impresión completamente falsa del juicio. Primero, Jamal no creó ningún disturbio antes de que Sabo le prohibiera seguir defendiéndose. ¿Cómo lo sabemos? Leyendo los artículos de Marc Kaufman del Philadelphia Inquirer. Por ejemplo, hablando del proceso de seleccionar jurados, el abogado Jackson (a quien KGO respeta) le dijo a Kaufman: "Jurídicamente, se está desempeñando bien, ¿así que por qué pararlo?". Kaufman agrega su propia descripción: "Durante el proceso de seleccionar jurados, el comportamiento de Abu-Jamal ha sido moderado".[27] (KGO hubiera podido obtener esa información del website del Philadelphia Inquirer.)

En realidad, Sabo le prohibió a Jamal defenderse no por trastornar el juicio sino porque lo estaba haciendo bien. En particular, al fiscal le disgustaba que los jurados vieran que Jamal era un hombre calmado, inteligente y elocuente. Quería que los jurados lo vieran como un peligroso terrorista negro. El fiscal fue quien le pidió al juez Sabo que le prohibiera defenderse. Los disturbios ocurrieron cuando Jamal trató de seguir defendiéndose y les hizo preguntas a los testigos.

KGO dijo que Jamal participó en el proceso de seleccionar el jurado y a los dos jurados negros. No es verdad. De hecho, Jamal participó en la selección de un solo jurado antes de que el juez Sabo lo echara, y luego el juez echó a ese jurado.[28] Así que Jamal no participó en la selección de ninguno de los doce jurados que lo sentenciaron a morir. Una vez más KGO no investigó los hechos.

El otro asunto que llevó a disturbios durante el juicio fue la demanda de Jamal de que John Africa, el fundador de MOVE, se sentara en la mesa de la defensa como asesor. No es nada raro que investigadores, ayudantes y expertos se sienten con los abogados durante un juicio. Además, John Africa tenía experiencia en los tribunales. En 1981, se defendió en un tribunal federal y ganó.[29]

En breve, Jamal solo desobedeció las reglas del tribunal cuando le quitaron los derechos básicos de defenderse a sí mismo y de tener el asesor que quería. Como consecuencia, lo echaron muchas veces, no estuvo presente durante gran parte del juicio y no lo mantuvieron al tanto de lo que pasaba. Si un acusado hubiera hecho una protesta parecida en un país como Irak, seguramente KGO lo hubiera alabado por su "heroica resistencia a la injusticia".

La decisión de Jamal
de no dar testimonio

KGO dijo: "En 16 años, ni Jamal ni su hermano han dado otra versión de los hechos".

En vista del extremo prejuicio del juez, que no le permitió defenderse y que lo echó del tribunal, Jamal decidió no dar testimonio en el juicio de 1982. Muchas veces ha pedido un nuevo juicio imparcial pero, con razón, no ha permitido que la fiscalía oyera su testimonio de antemano. Con la excepción de su propia balacera y la de Faulkner, ha descrito con abundantes detalles lo que pasó esa noche: la golpiza que le dio la policía, la decisión de no llevarlo inmediatamente al hospital y el tratamiento que le dio en el hospital.[30]

La situación de su hermano, Billy Cook, es un poco diferente. Seguramente pocos han oído de un incidente en que dos hombres negros tienen un altercado con un agente blanco, el agente termina muerto, y uno de los negros--que según los testigos golpeó al agente--sale libre. Pero eso es lo que pasó en este caso.

A Billy Cook lo acusaron de un solo delito menor y no lo metieron a la cárcel. Cuando quemaron su quiosco de periódicos, Billy Cook desapareció. El fiscal no lo mandó comparecer durante el juicio, a pesar de que era el testigo presencial más cercano. La policía tenía a Jamal, y no a Billy Cook, en sus miras.

La defensa le pidió a Billy Cook que compareciera en una audiencia sobre un nuevo juicio, y dijo que sí. Pero la fiscalía anunció que tenía una vieja orden de detención, y que lo arrestaría si se presentaba.[31]

No era una amenaza trivial. En 1996, la fiscalía mandó arrestar a Veronica Jones inmediatamente después de que dio testimonio en defensa de Jamal. Ante esa amenaza, Billy no se presentó. Temía que si lo metían a la cárcel, no saldría vivo. Pero después de eso no lo han arrestado. Parece que solo está en peligro si da testimonio sobre lo que pasó esa noche.

¿Qué hubiera dicho? La abogada Rachel Wolkenstein leyó en las actas una declaración jurada del testimonio que Billy Cook iba a dar.[32] Así que no es verdad que Billy Cook no ha contado lo que pasó.

La confesión fabricada

KGO dijo: "De hecho, un guardia de seguridad del hospital informó que al día siguiente Jamal se jactó de haber matado al agente. Luego dos policías dijeron que oyeron la misma confesión". Nos alegra que KGO repitiera lo de la confesión fabricada, algo que los demás medios que están en pro de la fiscalía no quieren tocar... y por buena razón.

Si Jamal hizo una confesión a voz alta esa noche, como dijo la fiscalía, hubiera sido noticia de primera plana al día siguiente. No hay nada peor para un acusado de homicidio que una confesión pública. Dado que la víctima era un policía, y que los policías saben captar la importancia de una confesión y aprovecharla, ¿por qué no dijeron nada sobre esa confesión hasta dos meses después?

La trayectoria de los sucesos es interesante. Primero, Jamal siempre ha mantenido que es inocente y que es la víctima en este caso. Por eso, cuando se recuperó, entabló una demanda contra los policías que lo arrestaron. Eso enfureció a la fiscalía y poco después los policías empezaron a "recordar" la confesión.

En la audiencia de 1995, el agente Wakshul dijo que después de que Jamal entabló la demanda, el subfiscal Joseph McGill organizó una reunión de los agentes involucrados en el caso y les preguntó si quizás Jamal confesó (¡una clara sugerencia!). Pidió que los agentes que oyeron una confesión levantaran la mano. (Esa fue la primera vez que la defensa se enteró de esa reunión.)

El problema es que ninguno de los agentes lo anotó en su informe escrito sobre el incidente. Es más, Wakshul escribió que "el hombre negro no hizo ninguna declaración".[33]

La otra "prueba" de la confesión es una declaración (también hecha dos meses después) de una guardia de seguridad del hospital, Patricia Durham, de que oyó una confesión y de que se lo mencionó a su supervisor, quien la anotó. Pero la fiscalía nunca ha presentado esas notas. Además, Durham no mencionó la confesión cuando la policía la entrevistó.[34]

Así que quieren que nos traguemos el cuento de que un periodista experimentado en juicios como Jamal (que conocía muy bien sus derechos jurídicos) confesó públicamente, y que ninguno de los agentes presentes (entre ellos el compañero de Faulkner) se tomó la molestia de mencionarlo hasta dos meses después, durante una reunión en que la fiscalía se los preguntó. Y quieren que pasemos por alto el hecho de que el médico que atendió a Jamal también dijo que no hizo ninguna declaración.[35]

Falta de fondos para la defensa

Cuando el actor Mike Farrell le dijo a KGO que Jamal no tuvo recursos para defenderse, KGO respondió: "De hecho, la defensa recibió $14.000 del gobierno, los fondos necesarios para contratar investigadores y testigos expertos. Además, un grupo de partidarios contribuyó".

Es verdad que Jamal recibió aproximadamente $14.000, pero la gran mayoría se destinó a su abogado escogido por el juez (que Jamal no quería). KGO tapa el hecho de que los fondos destinados a contratar expertos (que Jamal quería) eran minúsculos.

El condado de Los Angeles gasta $60.000 para la defensa en un caso de pena capital, y en otros estados no es raro que se gasten hasta $500.000. En Nueva York, una comisión especial recomendó que se gastara un mínimo de $600.000.[36]

La defensa contrató a un investigador, que dijo que trabajó cuatro horas por cada hora que le pagaron. Pero suspendió el trabajo antes del juicio porque no le pagaron, así que Jamal no tuvo un investigador durante el juicio. Tampoco podía pagar el costo normal de expertos en medicina o en balística. Por ejemplo, no pudo encontrar un patólogo forense dispuesto a dar testimonio por los $150 que le hubiera dado el tribunal.

La credibilidad
de Leonard Weinglass

Un tema secundario del ataque de KGO fue que el principal abogado de Jamal, Leonard Weinglass, es la fuente de la desinformación que sus partidarios repiten. A Weinglass lo acusan de presentar sus argumentos al público en vez de en el tribunal, donde tendría que respetar ciertas reglas sobre pruebas.

KGO presentó un video de una charla de Weinglass frente al palacio de justicia de Filadelfia, en que dice que hay nuevas pruebas de la inocencia de Jamal. KGO dice: "Según Weinglass, las nuevas pruebas son nuevos testigos que van a contradecir lo que le dijeron a la policía hace 16 años o a decir que vieron algo esa noche pero no lo mencionaron a nadie hasta hoy".

Examinemos a una testigo: Veronica Jones. Jones dio testimonio en el juicio de 1982. Cuando la policía la entrevistó después del incidente, dijo que vio a dos hombres huir del lugar de los hechos, y firmó una declaración escrita. Pero en el juicio, Jones dijo que la policía ofreció ayudarla si identificaba a Jamal como el asesino (en el momento había varias acusaciones pendientes contra ella), y que le ofreció lo mismo a Cynthia White.[37] Entonces cambió su versión y dijo que no vio huir a nadie.[38] Para la fiscalía es de suma importancia negar la posibilidad de que hubiera otros perpetradores y que huyeron.

En 1996, durante las audiencias sobre un nuevo juicio, Jones admitió al equipo de defensa que mintió en el juicio de 1982 y que sí vio huir a dos hombres. Dijo bajo juramento[39] que antes del juicio la policía amenazó meterla a la cárcel muchos años y quitarle sus hijas. Cuando contó la verdad en la audiencia, el juez Sabo amenazó con acusarla de perjurio y con arrestarla al bajar del banquillo por una vieja orden de arresto.

Lo interesante es que Jones no contradijo lo que le dijo a la policía después del incidente, como afirma KGO, sino que lo reiteró. Weinglass dijo la verdad.

La prestigiosa revista The American Lawyer, ha dicho lo siguiente sobre Weinglass: "...El juez Sabo no hizo nada para tapar sus propios prejuicios, poniéndose de lado de la fiscalía y tiranizando a Weinglass, cuyo comportamiento ha sido tan correcto como el de Sabo ha sido craso".[40]

Según KGO, en los tribunales hay reglas que rigen la presentación de pruebas, pero ante la opinión pública uno puede hacer lo que le dé la gana. Nuestra experiencia es todo lo contrario. Por la incesante hostilidad del juez, ha sido imposible presentar las pruebas ante el tribunal. Rechaza las mociones con que la defensa busca desenterrar los hechos. Prohíbe preguntas molestas para la fiscalía. En la audiencia de 1995, el juez Sabo rechazó los comparendos de la defensa a 29 testigos y no les permitió dar testimonio.[41]

Como resultado, la fiscalía recibe todo lo que quiere y la defensa no recibe nada de lo que quiere. Irónicamente, ha sido más fácil desenmascarar el testimonio fabricado en el tribunal de la opinión pública, como se ve en el siguiente ejemplo.

Los comentarios de la viuda

Otra parte del ataque de KGO es una entrevista a Maureen Faulkner, la viuda del agente Faulkner. Ella acusó a los partidarios de Jamal de regar propaganda al estilo del nazi alemán Josef Gobbels, o sea, repetir mentiras hasta que se crean.

Hubiera sido útil si el corresponsal de KGO le hubiera preguntado sobre su afirmación de que cuando un experto en balística mostró la camisa ensangrentada de su difunto esposo para indicar dónde entraron las balas, Jamal se volvió hacia ella y le sonrió.[42] Eso probaría lo que dice la fiscalía: que Jamal es un asesino desalmado.

El único problema es que eso nunca ocurrió. Las actas del juicio demuestran que el día que el experto mostró la camisa del policía Jamal ni siquiera estaba en el juzgado.[43] Además, la señora Faulkner mencionó el incidente por primera vez en 1995, o sea, 13 años después del juicio. En el tribunal, el juez Sabo siempre protege a la fiscalía. Pero en el tribunal de la opinión pública, la señora Faulkner no cuenta con tal protección y sus mentiras fueron desenmascaradas en un dos por tres.

KGO dice que Jamal recibió
el premio Peabody

La última acusación de KGO fue: "Una cosa más que hay que decir sobre Mumia Abu-Jamal. La portada de su libro Live from Death Row dice que lo galardonaron con el premio Peabody, uno de los honores más prestigiosos del mundo periodístico. Bueno, la Universidad de Georgia, encargada del premio, dice que no es verdad".

Incluso un reloj desincronizado dice la hora correcta dos veces al día, y esta vez KGO tiene razón: Jamal no ha recibido el premio Peabody. En 1980 recibió el premio Major Armstrong (primer lugar, noticias) junto con otros corresponsales del programa "91 Report" de la emisora WUHY-FM. La Fundación Armstrong Memorial Research de la Universidad Columbia está encargada del premio Armstrong.

Ni Jamal ni su equipo defensor ha dicho que recibió el premio Peabody. Tampoco dice eso la portada de su libro de la editorial Addison-Wesley ni de las traducciones a otros idiomas. Solo aparece en la portada de la primera edición en rústica de la editorial Avon Books. No sabemos de dónde obtuvo esa información errónea Avon Books; la agente literaria de Jamal le informó a Avon inmediatamente de su error.

Además, no nos parece que este error de parte de Avon Books sea un argumento muy convincente para ejecutar a Jamal. De hecho, si los errores editoriales fueran un crimen capital, los editores, escritores e investigadores de KGO estarían en peligro mortal.

Conclusión

Nos gustaría poder decir que los errores de KGO fueron una consecuencia de ignorancia o incompetencia, pero no es verdad. Tenemos una cinta de la entrevista de KGO a Leonard Weinglass en que les dice la verdad sobre muchos de estos temas. Como mínimo, podemos decir que antes de presentar su ataque, KGO sabía que muchos de los involucrados en el caso no aceptan gran parte de los "hechos".[44] En vista de eso, no hacer nada para verificar la autenticidad de su información nos dice que su meta fue engañar al público. Eso nos lleva a preguntar si sus acciones no son una violación de la licencia que ha recibido de la Comisión Federal de Comunicaciones para servir al público.

Algo alarmante del episodio de KGO es que se pueda crear opinión pública a favor de una ejecución con mentiras tan descaradas. Vivimos en una sociedad en que el crimen disminuye cada año, y se ha demostrado sin lugar a dudas que la pena de muerte no reduce el crimen. Pero de todos modos sigue en marcha una campaña política para promover, extender y acelerar las ejecuciones, y para quitarles a los acusados sus derechos jurídicos. Una ejecución injusta es un error irrevocable.

Quizás la declaración más honesta del informe de KGO es que "el caso atiza temores de que no se debe tener confianza en el gobierno". Nos parece que esto es lo esencial del asunto para KGO. En 1997, pusieron en libertad a dos hombres condenados a muerte en Illinois y acusaron a dos fiscales y cuatro sheriffs de tenderles una trampa. Pero esa injusticia solo salió a flote después de varias apelaciones, tres juicios y mucha protesta pública. KGO calumnia el debate público sobre los casos capitales y dice que no se deben poner en duda las acciones del gobierno. Pero en caso tras otro, la respuesta pública es lo que ha llevado a la justicia.

Notas

1. KGO-TV entrevistó al abogado Leonard Weinglass, al actor Mike Farrell y al activista Jeff Mackler. También entrevistó al subfiscal de Filadelfia Hugh Burns, Maureen Faulkner (la viuda del agente William Faulkner) y el corresponsal del Philadelphia Inquirer Marc Kaufman. El alcalde Willie Brown de San Francisco se negó a ser entrevistado. Es posible que KGO entrevistó a otras personas pero no presentó sus comentarios.

2. El testimonio de Cynthia White empezó el 21 de junio de 1982 y se encuentra en la página 4.79 de las actas.

3. Por ejemplo, cuando arrestaron a Cynthia White en 1987 (cinco años después del juicio) por delitos graves, un detective de homicidio de Filadelfia, Douglas Culbreth, le pidió al juez que la pusiera en libertad bajo palabra (sin fianza) porque era "una testigo de la Mancomunidad en un caso muy importante". El juez Charles J. Margiotti aceptó. White huyó y no compareció a su juicio. Véase el testimonio del detective Douglas Culbreth del 30 de junio de 1997, páginas 99-100.

4. Según la policía de Filadelfia, el código de las huellas digitales de Cynthia White es: PM 11 12 CO 16 DO 08 13 PI 18 (de la Exhibición 2 de la Mancomunidad). El código de las huellas digitales de Cynthia Drake, quien murió en New Jersey en 1992, es PM 13 12 17 16 PO 18 13 CI 20 (de la Exhibición 8 de la Mancomunidad). O sea, seis dedos son diferentes.

5. El testimonio de Marc Scanlan empezó el 25 de junio de 1982 y se encuentra en la página 8.4 de las actas.

6. Véanse las actas del juicio del 25 de junio de 1982, página 8.46.

7. Véase la declaración de Scanlan a la policía en la página 235 del libro Race for Justice, de Leonard Weinglass (Common Courage Press: 1995).

8. Eso llevó a un observador del juicio a decir que quizás Faulkner baleó a Jamal primero. Véase "Guilty and Framed", de Stuart Taylor, Jr., The American Lawyer, diciembre de 1995.

9. El testimonio de Albert Magilton empezó el 25 de junio de 1982 y se encuentra en la página 8.75 de las actas.

10. El testimonio de Robert Chobert empezó el 19 de junio de 1982 y se encuentra en la página 209 de las actas.

11. Véanse las actas del juicio, página 8.20.

12. Véase la declaración de Chobert a la policía en la página 230 de Race for Justice, de Leonard Weinglass.

13. De una conferencia con el juez sin la presencia del jurado, que empieza en la página 220:
El fiscal McGill: "¿De qué crimen le condenaron? El juez quiere saber de qué le condenaron".
Chobert: "Tiré una bomba en una escuela".
El juez Sabo: "¿Tiró una bomba en una escuela?"
Chobert: "Sí".
El juez Sabo: "¿Qué clase de bomba?"
Chobert: "Un molotov".
El juez Sabo: "¿Un coctel molotov?"
Chobert: "Sí".
El juez Sabo: "¿Estudiaba en esa escuela?"
Chobert: "Sí".
El juez Sabo: "¿Y por eso tiró la bomba?"
Chobert: "No, no por eso. Tiré la bomba porque me pagaron".

14. Véanse las actas del juicio del 15 de agosto de 1995, páginas 3-15.

15. El testimonio de Dessie Hightower empezó el 28 de junio de 1982 y se encuentra en la página 28.121 de las actas. Véase también su declaración a la policía en la página 236 de Race for Justice, de Leonard Weinglass.

16. El testimonio de Dessie Hightower empezó el 3 de agosto de 1995 y se encuentra en la página 16 de las actas.

17. El testimonio de Veronica Jones empezó el 29 de junio de 1982 y se encuentra en la página 94 de las actas.

18. El testimonio de William Singletary empezó el 11 de agosto de 1995 y se encuentra en la página 204 de las actas.

19. Se puede encontrar la declaración de Deborah Kordansky a la policía en la página 233 de Race for Justice, de Leonard Weinglass.

20. El testimonio de William Harmon empezó el 10 de agosto de 1995 y se encuentra en la página 45 de las actas.

21. Se puede encontrar la declaración de Robert Harkins a la policía en la página 230 de Race for Justice, de Leonard Weinglass.

22. El testimonio de Robert Harkins empezó el 2 de agosto de 1995 y se encuentra en la página 193 de las actas.

23. Véanse las actas del 11 de agosto de 1995, páginas 130-131. La licencia de manejar, o la solicitud de licencia, es de Arnold Howard, a quien arrestaron después del incidente y le hicieron una prueba para ver si disparó una pistola. Howard le dijo a la policía que le había prestado la licencia a Kenneth Freeman, amigo de Billy Cook. Freeman murió.

24. La base de la bala mide 10 mm (entre calibre .39 y calibre .40), según el médico forense Paul Hoyer; véanse las actas del 25 de junio de 1982, página 39.

25. Una copia de las conclusiones del médico forense, que dice que la bala es de calibre .44, se puede encontrar en Race for Justice, de Leonard Weinglass.

26. Véanse las actas del 31 de julio de 1995, páginas 77-78.

27. Véase "Lesser Role Sought for Abu-Jamal", de Marc Kaufman, Philadelphia Inquirer, 9 de junio de 1982.

28. Véanse las actas del 18 de junio de 1982, páginas 35-43.

29. Véase "Movers Free in Bomb Plot", de Jim Smith y Kitty Caparella, Philadelphia Inquirer, 22 de julio de 1981.

30. Por ejemplo, véase "A Christmas Cage", de Mumia Abu-Jamal, en el Mumia Abu-Jamal Resource Book, páginas 4-5, publicado por ¡Rehusar & Resistir!.

31. Véanse las actas del 11 y 12 de septiembre de 1996, páginas 10-12 y 17.

32. Véanse las actas del 11 de septiembre de 1996, página 41. Billy Cook iba a decir que estuvo presente durante el incidente, que otro hombre negro estaba en su carro y que una tercera persona (ni él ni Jamal) baleó a Faulkner.

33. Véanse las actas del 1º de agosto de 1995, páginas 38 y 42. Véase también la declaración del agente Garry Bell del 16 de diciembre de 1981, que no dice nada sobre una "confesión". Se puede encontrar la declaración de Bell en la página 239 de Race for Justice, de Leonard Weinglass.

34. Véanse las actas del 24 de junio de 1982, página 51.

35. Una crítica devastadora de la confesión fabricada escrita por un autor que cree que Jamal mató a Faulkner se encuentra en "Guilty and Framed", de Stuart Taylor, Jr., The American Lawyer, diciembre de 1995.

36. Véase el New York Times, 13 de marzo de 1996, "Pataki Aide Assails High Fees to Defend Poor in Death Cases".

37. Véanse las actas del 29 de junio de 1982, página 135 et seq.

38. Se puede encontrar la declaración de Veronica Jones a la policía en la página 237 de Race for Justice, de Leonard Weinglass. Pero durante el juicio cambió su versión de los hechos: "No vi nada ni a nadie. Nadie se movió" (página 99 et seq). El abogado Jackson también admite que no habló a Veronica Jones antes de su testimonio (página 100).

39. Véanse las actas del 1º de octubre de 1996, página 20.

40. Véase "Guilty and Framed".

41. Se puede encontrar una lista de los testigos rechazados en la decisión del juez Sabo en: 30 Phila. A; 1995 Phila. Cty. Rptr. LEXIS 38, *31-*33.

42. Véase el artículo de Megan Rosenfeld en la página C1 del Washington Post, 18 de mayo de 1995.

43. Véanse las actas del 26 de junio de 1982, páginas 8 y 13-36.

44. Por ejemplo, por la entrevista a Weinglass, KGO sabía que nunca le han permitido a la defensa examinar los fragmentos de la bala que mató a Faulkner, que el médico forense escribió en su informe que la bala era de calibre .44 y que el jurado nunca se enteró de ese hecho, que nunca probaron que la pistola de Jamal disparó la bala, que Faulkner tenía la licencia de manejar de una tercera persona (ni Jamal ni su hermano) y que no entregaron esa información a la defensa durante el juicio de 1982, que Jamal siempre ha sostenido su inocencia, que el juez sabía desde el comienzo del juicio que el investigador había suspendido su trabajo porque no le pagaron, que la defensa no tenía con qué contratar expertos, y que el abogado defensor no entrevistó a los testigos de la defensa antes del juicio.


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