¡Viva Puerto Rico libre!

Marchas del 25 de julio contra
100 años de colonialismo yanqui

Obrero Revolucionario #968, 9 de agosto, 1998

25 de julio de 1998: Muchos miles de personas se echaron a la calle en Puerto Rico, Nueva York y Washington, D.C., para protestar contra un siglo de dominación estadounidense de Puerto Rico. En los estandartes, los discursos y las obras culturales, declararon su firme apoyo al derecho de la nación puertorriqueña de forjar su propio destino. Además, exigieron libertad para los queridos luchadores de independencia puertorriqueños que el gobierno yanqui todavía tiene en sus mazmorras.

Hace 100 años, soldados estadounidenses invadieron Puerto Rico. Desembarcaron en el pequeño puerto de Guánica en el suroeste y desde allí avanzaron sobre la isla. El alto mando yanqui anunció que su meta era liberar a Puerto Rico de España, pero en realidad Estados Unidos se instaló como los nuevos amos coloniales. Hoy, tras un siglo, los imperialistas todavía dicen que Puerto Rico es "territorio estadounidense". Han torcido y tergiversado su economía al servicio de las grandes corporaciones. El pueblo es una fuente de mano de obra barata en cañaverales y talleres. Centenares de miles se han visto obligados a abandonar su país y mudarse a los barrios puertorriqueños de Nueva York y Chicago. Su idioma y rica cultura han sufrido un sinfín de ataques.

Pero el 25 de julio, la resistencia del pueblo puertorriqueño resonó con fuerza.

Miles de carros y buses de toda la isla llenaron los caminos que llevan al pueblo de Guánica. En el puerto, miles de personas se reunieron para conmemorar la lucha por la independencia. Muchos participaron en una marcha de tres kilómetros al puerto; en las aguas, las barcas pesqueras desplegaban la bandera puertorriqueña. Se oían lemas a favor de la independencia, la liberación de los presos políticos y el socialismo, y en contra de las bases militares yanquis. Hablaron, entre otros, Lolita Lebrón y Rafael Cancel Miranda, dos independentistas que pasaron 27 años en las cárceles de Estados Unidos a raíz de un ataque armado en el Congreso en 1954. Una amplia coalición de fuerzas radicales (que se oponen al imperialismo yanqui) y del Partido Independentista Puertorriqueño (a favor de independencia neocolonial) organizó las actividades del día.

En julio, una poderosa huelga general de dos días en oposición a la venta de la telefónica a una compañía estadounidense paralizó la isla. El 25 en Guánica, muchos tenían letreros de apoyo a esa lucha: "¡Puerto Rico no se vende!".

El mismo día, en las calles de Nueva York y Washington, D.C., retumbó el grito de "¡Viva Puerto Rico libre!" en protestas de miles contra el colonialismo. Llegó gente a chorros de las grandes comunidades puertorriqueñas de Nueva York y Chicago, y de docenas de ciudades más. Muchos viajaron toda la noche en buses. Los estudiantes de prepa y universitarios--la nueva generación--fueron muy prominentes.

En todas las actividades estaban "presentes" los presos políticos: frente a la ONU en Nueva York, frente a la Casa Blanca en Washington y en Puerto Rico. Por todas partes, en afiches, estandartes y camisetas, se veía la cara de los 16 luchadores presos, y se exigía ¡Libertad para estos luchadores YA!

Mucha gente nos comentó cuánto los emocionó la tremenda solidaridad de los puertorriqueños en las protestas y el apoyo de tanta gente de otras nacionalidades a la justa causa de la independencia de Puerto Rico.

Se vendieron centenares de ejemplares del Obrero Revolucionario/Revolutionary Worker en Nueva York y Washington. El estandarte del Partido Comunista Revolucionario, EU, proclamaba, en español e inglés: "¡Viva Puerto Rico libre! Free Puerto Rico!".

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Por su parte, los agentes del imperialismo tampoco descansaron el 25. Pedro J. Rosselló, gobernador de Puerto Rico, puso la historia patas arriba en una celebración de la conquista de la isla con los partidarios de la estadidad. Ante una multitud mucho más pequeña que la manifestación independentista, Rosselló izó una bandera estadounidense con 51 estrellas (actualmente hay 50 estados; Puerto Rico sería el 51) y anunció que realizará un plebiscito en diciembre. En realidad, dicho plebiscito representa una derrota para las fuerzas a favor de la estadidad pues el Senado estadounidense no ha aprobado el proyecto de ley Young (que propone un plebiscito Made in USA sobre el futuro de la isla). Eso se debe a que poderosas fuerzas de la clase dominante estadounidense se oponen a tener un estado donde se habla español y están emperradas en imponer leyes de English Only por todo el país. Por eso, Rosselló propuso su propio plebiscito sin el endoso del Congreso washingtoniano. Quiere que el pueblo apruebe la estadidad y, arrodillado, le pida aceptación al gobierno yanqui.

Pero como dijo el PCR en su declaración con motivo del centenario de la invasión:

"Los imperialistas dicen que hoy Puerto Rico tiene su propio gobierno en `libre asociación' con Estados Unidos. Dicen que la única esperanza de prosperidad radica en una mayor integración. Montan plebiscitos y comicios, y luego anuncian que los sueños de independencia se han extinguido.

"¡Puras mentiras!

"Todas las `opciones' que Washington presenta en los tales plebiscitos (estadidad, mancomunidad o pseudo `independencia') continúan la dominación de la isla. No importa qué nuevo arreglo Estados Unidos le imponga a Puerto Rico, el futuro bajo la dominación imperialista será más explotación, más destrucción de la tierra y las aguas, y más ataques al idioma y a la cultura del pueblo.

"El pueblo puertorriqueño nunca podrá resolver sus problemas sin expulsar las bases militares y zafarse de las corporaciones yanquis".

Las marchas del 25 de julio fueron un paso adelante en la lucha de liberación. Fueron una poderosa declaración de diversas fuerzas a favor de libertad para los presos independentistas, cuyo único crimen fue arriesgarlo todo por la libertad de su pueblo.

Nueva York

"¡La solución es la independencia! Estoy muy contento de que la nueva generación tenga el espíritu de lucha. ¡Sé que la lucha continuará!"

Un puertorriqueño,
sonriendo al ver pasar la marcha

En Nueva York, donde está la mayor concentración de puertorriqueños fuera de la isla, miles marcharon a las Naciones Unidas detrás de un estandarte que decía: "¡100 años de colonialismo estadounidense! BASTA YA". Sus estandartes, letreros, camisetas y lemas decían:

"¡Independencia sí!
¡Yanquis no! ¡Colonialismo no!"
"¡Fuera imperialismo yanqui de Puerto Rico!"
"¡Fuera soldados yanquis de Puerto Rico!".

Una consigna de la lista oficial de la marcha captó la atención de muchos:

"Esta lucha va a llegar
a la guerra popular.
¡Que va a llegar, que va a llegar
a la guerra popular!

El grupo Padres Contra la Brutalidad Policial recibió un puesto de honor a la cabeza de la marcha. Mucha gente comentó sobre los lazos de la dominación colonial de Puerto Rico y la opresión de los puertorriqueños en este país. En el mitin, la vocera del Congreso Nacional pro Derechos Puertorriqueños dijo: "La policía es el ala armada de Estados Unidos, sea en Nueva York o en Puerto Rico.... No vamos a conseguir justicia hasta que tengamos soberanía y podamos caminar por donde queramos con dignidad".

Más de 200 jóvenes puertorriqueños de ambos sexos marcharon en el contingente de The Almighty Latin Kings and Queens, una organización que ha recibido ataques de la policía últimamente por su activismo político. Un juez le prohibió expresamente a King Tone, líder de los Latin Kings, asistir a la marcha y este envió un mensaje de solidaridad.

Participó un poderoso contingente de la Colectiva Puertorriqueña, que movilizó gente para las marchas en universidades y barrios. Llegó gente de muchos otros lugares, como Boston, Cleveland y Connecticut.

También participó gente de muchas nacionalidades en solidaridad con la lucha puertorriqueña: un contingente de dominicanos, grupos de muchos países latinoamericanos, activistas del movimiento antiintervencionista, afroamericanos, jóvenes blancos y asiáticos. Un estandarte decía: "Asiáticos pro independencia puertorriqueña, contra 100 años de colonialismo".

La marcha cubrió 12 manzanas y paralizó el tráfico de la avenida 2 al acercarse al edificio de la ONU. Los organizadores calculan que participaron 8000 personas.

En el mitin, el maestro de ceremonias fue el Comité 98. Los discursos pidieron fuertemente la independencia para Puerto Rico. Cuando leyeron el nombre de los 16 presos políticos y prisioneros de guerra, la multitud coreó: "¡Presente!".

Representantes de los taínos, los aborígenes de Puerto Rico, contaron la historia de los primeros tiempos de la isla.

También hablaron representantes de la Nación de Islam, el obispo metodista de Puerto Rico y el presidente nacional de la Iglesia Unida de Cristo, quien se manifestó a favor de la independencia y la libertad de los presos políticos.

La activista veterana Yuri Kochiyama rindió homenaje al heroísmo de los presos políticos independentistas y señaló que este año también se cumple el centenario de la lucha antiimperialista en Guam y Filipinas.

Hubo fuertes aplausos para las declaraciones de apoyo de los presos políticos Mumia Abu-Jamal y Leonard Peltier.

La manifestación concluyó con la actuación del conjunto Ricanstruction, que recibió muchos aplausos por su llamamiento a la "revolución". Una promesa de lo que vendrá.

Washington, D.C.

"Fue un momento muy emocionante; varios presos hablaron con nosotros por teléfono y los pudimos escuchar a través de un altoparlante. El maestro de ceremonias puso el teléfono al lado del micrófono porque apenas se les oía. Todos guardaron silencio para escuchar cada una de sus palabras....

"Hablaron del derecho a la autodeterminación. Reafirmaron su posición y la justeza de lo que hicieron. No se arrepienten; son fuertes. Compartieron sus ideas sobre los 100 años de colonialismo de Puerto Rico y, esto es muy importante, hablaron de la realidad que el pueblo puertorriqueño enfrenta hoy día en Estados Unidos, ya que muchos de ellos se criaron en esa realidad....

"Me impresionó mucho su fuerza y ausencia de rencor. Es difícil describirlo, porque es gente que ha sacrificado tanto, que se ha mantenido fiel a sus principios. Después de 15, 18 años de cárcel siguen pensando igual y no buscan un compromiso para salir. Si hubieran hecho eso, seguro ya hace mucho los hubieran soltado. Son auténticos; los llamamos los imprescindibles, los importantes, los indispensables. Han dedicado la vida a la lucha".

Un viejo activista puertorriqueño de Chicago que habló con el OR

Un importante propósito de la marcha fue llevar el tema de los presos políticos directamente a la Casa Blanca, para exigir justicia y que todos esos heroicos combatientes salgan libres y estén de nuevo con el pueblo. Por eso, fue muy apropiado que el momento más destacado de la manifestación fue la conversación por teléfono con los independentistas detenidos en los calabozos yanquis.

La consigna de la marcha fue: "¡Tras un siglo de invasión, seguimos marchando como nación!". En todas partes se veían manifestaciones de la identidad y cultura puertorriqueñas. La marcha vibraba con música, arte y banderas puertorriqueñas. Muchos coreaban las palabras de Juan Antonio Corretjer: "Sería puertorriqueño, aunque hubiera nacido en la Luna".

Muchos viajaron desde Boston, Orlando, Filadelfia, Chicago, Milwaukee, Madison, Minneapolis y Nueva York. (Un manifestante de Chicago nos dijo que durante el viaje vieron las películas Pantera, Sankofa y Corazón valiente.)

Estuvieron representados el Comité Nacional por la Libertad de los Presos Políticos y Prisioneros de Guerra; el Congreso Nacional pro Derechos Puertorriqueños; el Partido Comunista Revolucionario; ¡Rehusar & Resistir!; Workers World Party; Socialist Workers Party; Queers for Social Justice y Prairie Fire Organizing Committee, entre otras organizaciones.

Las actividades empezaron con una vigilia de parientes y partidarios de los presos políticos frente a la Casa Blanca del mediodía del 24 al mediodía del 25. Después se celebró un servicio en la Iglesia National City Christian, con discursos y música. Se anunció que la Iglesia Unida de Cristo ha pedido libertad para los presos políticos desde 1991, y que el Concilio Mundial de Iglesias y la mayoría de las denominaciones religiosas de Puerto Rico se han unido al llamamiento.

Un manifestante le dijo al OR: "Todos los oradores recibieron fuertes aplausos y consignas de `¡Puerto Rico Libre!'. ¡Fue muy impresionante ver las grandes escalinatas de la iglesia llenas de gente, ondeando banderas y mantas a todo color!...".

La marcha partió hacia la Casa Blanca a ritmo de tambores. Las principales demandas eran: libertad para los presos políticos, fin al colonialismo yanqui y autodeterminación para Puerto Rico. La consigna "¡Independencia para Puerto Rico!" dejó en claro lo que significa "autodeterminación" para los manifestantes.

En la plaza Lafayette, frente a la Casa Blanca, hubo un concierto muy sentido del músico puertorriqueño Roy Brown, quien tocó canciones revolucionarias.

A través de un altoparlante se escucharon las voces de los presos políticos. Carmen Valentín fue la primera en hablar y honró a todos los presentes por luchar por la liberación: "Los quiero. Me siento orgullosa de ser puertorriqueña. Yo soy una boricua.... Han convertido 100 años de opresión en 100 años de resistencia.... El estar aquí con ustedes confirma que el sistema no ha ganado. ¡Hay días en que despierto oliendo la libertad por los esfuerzos que están haciendo!". La presa política Dylcia Pagán dijo: "Hoy se cumplen 100 años, pero no de colonialismo, sino de demostrarle a Estados Unidos que Puerto Rico es de los puertorriqueños". Ida Luz Rodríguez dijo: "Puerto Rico no se vende; jamás se venderá.... No a la privatización...todas las bases militares deben caer...seguimos despiertos a pesar de todos los atropellos.... ¡Que viva la independencia!". La presa política Laura Whitehorn habló de parte de sí y a nombre de las presas Marilyn Buck y Linda Evans.

Hablaron familiares de los presos políticos, entre ellos el reverendo José Torres (esposo de Alejandrina Torres y padre de Carlos Alberto Torres); Josefina "Fifo" Rodríguez (madre de Ida Luz y Alicia Rodríguez) dijo: "Con todo, Estados Unidos ha perdido la batalla por el alma de Puerto Rico".

Los niños de la comunidad religiosa Bruderhof tenían camisetas con retratos de los presos políticos y leyeron cartas que se intercambian con presos.

También se leyeron declaraciones de Leonard Peltier, Mumia Abu-Jamal, la organización MOVE y del obispo sudafricano Desmond Tutu.

La oficina de Chicago del Comité Nacional pro Libertad para los Presos Políticos y Prisioneros de Guerra Puertorriqueños le dijo al OR que 4000 personas participaron en la marcha en Washington, D.C., el 25 de julio.


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