Apuntes de nuestra corresponsal

Con los chavos del Verano de Libertad

En lo grueso de la lucha
para salvar la vida de Mumia Abu-Jamal

By Debbie Lang

Obrero Revolucionario #968, 9 de agosto, 1998

Los vi por primera vez en la manifestación del 4 de julio en defensa de Mumia: los voluntarios del Verano de Libertad son docenas de chavos que viajaron a Filadelfia para sumarse a la lucha contra la ejecución del preso político Mumia Abu-Jamal. En ese instante decidí que tenía que conocerlos. A la semana siguiente, hice el viaje desde Nueva York con la idea de pasar el fin de semana con ellos. En el centro de Filadelfia agarré la autopista para Valley Forge y me salí en Lincoln, un bulevar muy bonito con muchos árboles. Agarré a la derecha y de repente llegué a otro mundo: Germantown, el barrio donde estaban hospedados los voluntarios.

Germantown es un barrio negro al noroeste del centro, al ladito de donde Mumia vivía de chico. Las casas son antiguas; durante el siglo pasado aquí ayudaban a los esclavos fugitivos y los escondían como parte de una red clandestina llamada "Underground Railroad" (el ferrocarril clandestino).

Había muchísima policía; por otra parte, se veía que el Verano de Libertad estaba muy presente con carteles de Mumia en la zona comercial, en las vitrinas de las grandes almacenes, en las tiendas de las esquinas y en las casas particulares.

Al llegar a la casa donde se hospedaban los voluntarios, los encontré en el porche haciendo sus planes. Entrevisté a dos chavas de 15 años, las menores del grupo. Diane es de Manhattan (Nueva York); ha participado en protestas contra las maquiladoras de Nike, Guess, Gap, Banana Republic y Old Navy. Comentó que los chavos de MOVE conocen las marcas que fabrican en esas maquiladoras y le informaron que sus tenis Adidas figuran en la lista. Los chavos de la organización MOVE colaboran con los del Verano de Libertad para hacer talleres, conciertos de hip hop y educación en los barrios de West Filadelfia, donde el gobierno bombardeó una casa de MOVE en 1985 y mató 11 hombres, mujeres y niños.

B.K. es de Washington, D.C. Dijo que allí reparten mucha información acerca de Mumia en los conciertos de punk y que "mucha gente está en la onda". Me comentó que en una revista punk, Profane Existence, salió en la portada; además sacaron una charla de Ramona Africa (de MOVE, y de Familiares y Amigos Internacionales de Mumia Abu-Jamal).

B.K. se enteró del Verano de Libertad en marzo en la marcha Jericó de amnistía para los presos políticos. Al igual que los demás voluntarios, está muy preocupada por el futuro de la sociedad. Dijo que antes de venir a Filadelfia le dolía pensar en la humanidad, o sea, ¿por qué el gobierno quiere matar a una persona de la talla de Mumia? Pero ahora tiene un gran entusiasmo, pues la inspiró el mismo Mumia, además del cariño y conciencia que ha demostrado la gente de Germantown y West Filadelfia.

Todo el mundo conoce a los voluntarios. La respuesta ha sido buenísima. B.K. dijo que cuando pasan, les gritan: "¡Miren, aquí tenemos el cartel!". Me dijo: "No tenemos mucho dinero. Muchos hemos dejado el empleo para venir. Una chava vino desde Alemania. No hay nada de lujo, o sea, vivimos apenitas, a veces no alcanza la comida. Pero no le hace, salimos a hacer el trabajo político y después sentimos una gran satisfacción; jamás he experimentado nada igual, me entusiasma mucho hablar con la gente y ver la gran solidaridad con Mumia. Antes no entendía por qué Mumia es tan famoso, o sea, ¿por qué este hombre en particular? Hay tantos presos políticos, tanta gente que lucha; pero esta batalla por Mumia ha generado una gran unidad entre todas las razas y con la clase trabajadora que está luchando contra la opresión".

A B.K. le gusta "la dinámica del grupo", "no les importa que apenas tengo 15 años"; le encanta la relación de los voluntarios con los vecinos: "Me gusta el barrio, jugamos con los niños. Tenemos una relación de respeto mutuo--con el dueño de la tienda, por ejemplo--nos escuchamos, convivimos".

LA CARA DE JUSTICIA

Los chavos del Verano de Libertad se propusieron demostrar el apoyo a Mumia que existe en Filadelfia. Hicieron una encuesta en Germantown y West Filadelfia; la mayoría apoya a Mumia. Preguntaron: "¿Cree usted que deben ejecutar a Mumia?". Mucha gente respondió: "¡Para nada! ¿Cómo se te ocurre preguntar algo así?". Exhortaron a colocar un cartel--"Cara de Justicia"--contra la ejecución de Mumia. A los vendedores ambulantes les gustó mucho, lo repartieron por toda la zona. Diane dijo: "Uno que vende raspados se encargó de una gran cantidad de carteles, los reparte a sus clientes. El vendedor de hot dogs también. Con cada hot dog o sandwich, reparte un cartel y un volante que explica la campaña de `Cara de Justicia'". En fin, muchos vendedores de Germantown y West Filadelfia repartieron los carteles. B.K. me habló de uno que pedía más a cada rato y ofreció: "Si tienen alguna bronca, me dicen".

Acompañé a los chavos a la parada del autobús. Por el barrio, todos los saludaban. En la parada platiqué con C.C. de Chicago. Tiene 22 años y hace poco terminó la carrera; colabora con ¡Rehusar & Resistir!

Al igual que los demás voluntarios, vino a Filadelfia para entrarle a la pelea: "Aquí es el mero lugar donde pasó todo. Mumia es de aquí; aquí hizo su labor periodística, condenó la brutalidad policial y criticó lo que mucha gente no se atreve a criticar, por temor a la chota. Por todo eso, yo tenía ganas de estar aquí.... Somos parte de la historia. Es como el movimiento de derechos civiles. Mis padres son de distintas nacionalidades: mi padre es negro; mi madre es blanca y libanesa. Los dos participaron en el movimiento de derechos civiles, sobre todo mi padre. Los inspiró y a mí también siempre me ha inspirado; siempre he tenido ganas de hacer algo igual, de participar en algo así. Estamos haciendo la historia; si paramos la ejecución, si logramos su libertad, será formidable. Entonces podría decirles a mis hijos, cuando los tenga, o sea, espero tener hijos y nietos, y decirles que participé en esta lucha".

Cuando iba terminando la entrevista a C.C., oí a una señora decir: "Estuve presa con Merle". Apagué la grabadora y platicamos con esa compañera. Estaba con una amiga; dijeron que conocían a Merle Africa, a Debbie, Janet y Janine, además de otras presas de MOVE. Con gran orgullo dijeron: "¡También conocemos a Mumia y Ramona!". Se llevaron una cantidad de carteles y nos dieron sus datos. Los voluntarios han encontrado a muchísima gente que conoce a Mumia (y otros miembros de MOVE) y está convencida de que las acusaciones son falsas. Todavía más gente oía a Mumia en la radio y le tiene un gran aprecio.

April, una anarquista de Filadelfia, ha participado en el Verano de Libertad cada año desde 1995. Dijo que la mayoría de la gente de Filadelfia "se acuerda de Mumia, lo oía en la radio, sabe lo que hizo por el pueblo. Mucha gente jugó con él de niño o trabajó con él en el Partido Pantera Negra o conocía a su novia, etc. Quiere que salga libre".

S., una voluntaria de la BJCR, conoció a un ex militante del Partido Pantera Negra; este sacó su Libro Rojo y leyó varias citas de Mao sobre la juventud, pues le parecía perfecta esa labor y quería contribuir. Se llevó una cantidad de carteles.

LA SEMANA GRIEGA

Cada año se celebra la Semana Griega: clubes de estudiantes negros viajan a Filadelfia para un festival. Al final, hay un concierto en el parque Fairmount. Nos dirigimos allí porque los voluntarios decidieron que era importante ir y volantear. Sin embargo, unos tenían dudas debido a un incidente que ocurrió la noche anterior: unos estudiantes manosearon a una voluntaria. Eso provocó mucho debate de si valía la pena ir al concierto de la Semana Griega. El equipo que fue informó que recibió una respuesta muy favorable a pesar del ambiente de pachanga y de un machismo muy patente.

Durante el concierto, entrevisté a April y otros voluntarios. Quería saber cómo ha cambiado el sentir popular: "Antes los vecinos se quejaban de los problemas del mundo y de sus propios problemas, y después hablaban de béisbol. Ahora, cuando se sienten en su porche, hablan de la importancia de la lucha, que mucha gente le ha entrado y que más gente tiene que hacerlo, que no debemos tener miedo, que es posible lograr un cambio".

Jana es una de los principales organizadores del Verano de Libertad. Ha participado desde 1995, cuando el gobierno firmó una orden de ejecución contra Mumia. Annie es miembro de ¡Rehusar & Resistir! y también ha participado antes en el Verano de Libertad. Me platicaron del grupo que viajó a Filadelfia este verano: más de 40 chavos de 15 a 25 años. Unos dedicaron un par de días, otros vinieron los fines de semana y los demás se quedaron tres semanas. Eran de todos los estados de la región; algunos venían de lugares más distantes como Detroit y Chicago, Florida y Atlanta. Participaron unos estudiantes de la universidad Whittier de Los Angeles. Algunos tenían mucha experiencia política, otros estaban participando por primera vez; había chavos de ¡Rehusar & Resistir!, BJCR, anarquistas, punks y chavos que simplemente vinieron por su propia cuenta sin afiliación alguna. Se encargaron de todo, trabajaban colectivamente y cada quien aportaba lo que podía.

Un estudiante de Stanford vino para hacer un documental. Annie comentó: "Les decía a los vecinos: `Soy blanco, no experimento la brutalidad policial. ¿Qué opinan de la chota?'. Le contaron que la chota los acusa falsamente, a ellos, a sus amigos, que les saca mordidas a los dueños de las tiendas".

Uno de los voluntarios es hijo de policía. Le dio mucho coraje porque "toda la vida pensé que Mumia era culpable, que se merecía la muerte... pero no es cierto y doy las gracias por esta oportunidad de conocer la verdad. No estoy seguro de qué debo hacer, pero veo que esto está muy mal, que han mentido, que tantos amigos tienen información distorsionada".

CONQUISTAR EL MIEDO

Al salir del parque esperamos el bus casi una hora. Luego teníamos que esperar a otro bus pero en vez nos fuimos en taxi. Me hizo pensar en la huelga de tránsito que hubo hace poco; presentó un problema enorme para los voluntarios, pues no había ni autobuses ni trenes. De 20 a 40 chavos tenían que desplazarse, pero solo contaban con dos coches. Fue muy difícil, pero vieron cómo hacerlo porque entendían la importancia de la lucha contra la ejecución de Mumia.

Acompañé a Bill, un voluntario de Detroit, a la casa en Germantown y después nos juntamos con los demás chavos en West Filadelfia. Bill trabaja en el movimiento de Mumia en Detroit. Recaudaron los fondos para su viaje a Filadelfia en cuestión de horas. Dijo que muchos chavos se han enterado del caso de Mumia por sus padres o en el noticiero: "Se oponen a la ejecución, piensan que el juicio fue injusto".

Los voluntarios me contaron que los vecinos temen represalias de la policía y preguntan qué efecto tendrá poner el cartel "Cara de Justicia". Hablan mucho de los atropellos que sufren a manos de la policía. Advirtieron a los voluntarios que no debían andar en la calle de noche porque la policía los podía detener. Mucha gente menciona el bombardeo de la casa de MOVE en 1985.

Bill me dio un ejemplo de cómo la campaña "Cara de Justicia" está conquistando el miedo: "Le preguntó a un señor sobre los comentarios que se oyen acerca de Mumia. Respondió que antes la gente no hablaba de eso, pero ahora con todos los chavos que andan en el barrio con los carteles y todo, se siente que está bien colocar el cartel, que sí se puede".

Dee, una voluntaria de ¡R&R! de Nueva York, dijo: "Se dan cuenta de que no están solos; en el barrio hay mucho apoyo a Mumia y ahora se siente por la campaña del cartel". O. (de la BJCR) me platicó del debate sobre la campaña. Un señor le dijo: "Ustedes después regresan a casa. Puede que haya mucha lucha aquí en esta cuadra, mucha resistencia, pero acuérdense de lo que hicieron con MOVE. Igual nos pueden echar una bomba y destruir nuestras casas". Decidió llevarse un cartel, pero no lo iba a poner en la ventana. Su compadre se nos acercó y dijo: "¡Dámelo!".

Después fuimos a un dormitorio estudiantil de la Universidad de Pensilvania en West Filadelfia donde estaban hospedados otros voluntarios. Estaban afuera platicando, cotorreando, cenando y haciendo planes para el día siguiente. Tenían un gran entusiasmo a pesar de haber dormido muy poco y pasado todo el día caminando en el insoportable calor del verano. De repente me di cuenta de que uno de los voluntarios estaba sentado solo. Antes no quería hablar conmigo, pero cambió de opinión. Fui a sentarme con él y platicamos.

D. es un negro de 18 años de Sudamérica. Conoció la Red Juvenil de ¡Rehusar & Resistir! en un programa cultural en Nueva York. Al llegar a Filadelfia no estaba convencido de la inocencia de Mumia, pero sabía que Mumia y su hermano, Billy, fueron víctimas de brutalidad policial en el incidente donde murió el agente Faulkner. Dijo: "A mí me podrían levantar acusaciones falsas. ¿Qué te cuento? Tantos atropellos. No nos respetan. Uno está en su propia cuadra y lo detienen, le preguntan a dónde va, ¡carajo!".

D. ha experimentado la brutalidad policial en carne propia. La primera vez fue en la secundaria cuando le robaron la mochila a un chavo y la policía lo registró a él. En otra ocasión, andaba en bicicleta y lo atropellaron. Dijeron que hubo un robo y él "se parecía" al sospechoso. D. explicó que siempre usan el pretexto de oír disparos para detener y registrar: "Me han dicho que me van a mandar de regreso a mi país en un ataúd". Dijo que le parece muy importante oponerse a la represión y solidarizarse con Mumia.

EL CLUB DE ESTUDIANTES

Pi Lambda Phi, Epsilon Zeta es un club de estudiantes de la Universidad de Pensilvania. Al llegar allí, empecé a sacar fotos de los carteles de Mumia en las ventanas. En eso, tres tipos se me acercaron y preguntaron qué hacía. Eran miembros del club. Me dijeron: "Siempre cuidamos la casa. No queremos que desconocidos saquen fotos". Luego, platicamos del Verano de Libertad y de Mumia. Les pregunté por qué alojaron a los voluntarios. Dijeron que su club hace servicio social, brinda espacio para música y teatro radical. "Tenemos una tradición de militancia, ya sea oficial o extraoficialmente".

James, otro estudiante, me dijo: "Existen muchos motivos para defender a Mumia: la cuestión de la pena de muerte, la cuestión del juicio; algunos están convencidos de su inocencia, otros no están seguros de los pormenores del incidente pero no les importa. En lo personal, no sé qué pasó porque no estuve allí, pero es muy obvio que hay gato encerrado". En cuanto a la pena de muerte: "La gente no quiere pensar en eso; sabe que se usa contra ciertas personas, pero piensa que no le va a tocar. Es como en la época del Holocausto, o sea, es evidente que cada vez hay más leyes represivas, pero se espera que solo sean contra otros, esos o aquellos". Su compañero Matt dijo: "Independientemente de lo que uno opine acerca del caso de Mumia, si no está de acuerdo con la pena de muerte, debe protestar".

Los voluntarios salieron de la casa y nos pusimos a platicar. Astrid es una joven de Alemania que ha participado en el movimiento antifascista y el movimiento por la libertad de Mumia. Viajó a Filadelfia para "empaparme del espíritu de lucha" y llevarlo al movimiento en Alemania. Está preocupada por los presos políticos del mundo entero: "Mumia es muy valiente. Siempre dice la neta y no lo pueden callar. Brinda apoyo a los jóvenes que luchan contra el fascismo y el racismo, y hace todo eso desde el pabellón de la muerte. Es impresionante; a pesar de tantos años preso, sigue contribuyendo nuevas ideas y apoyo al movimiento".

Le impactó ver que tanta gente conoce a Mumia y su caso. Conoció gente que militaba con los Panteras o que conoce a su esposa e hija. Todos le contaron de incidentes de brutalidad policial, de perder empleos, en fin, de las penas que sufren por este pinche sistema.

Conocí a R., un chavo de 16 años quien trabaja con ¡Rehusar & Resistir! en Nueva York. Se describe como "un judío hispano alto". Me dio un abrazo muy caluroso. Le encanta el ambiente del Verano de Libertad porque gente muy distinta se lleva bien y se cuida. Me explicó por qué decidió participar: "Mumia significa mucho. Es un nacionalista negro sometido a una farsa de juicio. Además, es un símbolo de cómo reprimen la libertad de expresión en este país, de represión contra el pueblo, contra el movimiento. Su destino es nuestro destino. Si lo condenan, es una condena a todos nosotros. Si lo ejecutan, ejecutarán muchas libertades, como la libertad de expresión. Es espantoso pensar que lo pueden matar a uno por sus ideas políticas, por expresarlas, por ser elocuente, por tener el gran valor de hablar elocuentemente por la radio, de hablar al pueblo".

EL DESFILE FREDERICK DOUGLASS

Los voluntarios tienen distintos talentos y puntos de vista políticos, y eso se ve en los aportes que hicieron. Por ejemplo, Danyel es anarquista, artista y fotógrafa. Se encargó de organizar la participación en el desfile Frederick Douglass (negro abolicionista--OR) el 3 de julio en el centro histórico, donde están muchas galerías y talleres de artistas. El tema del desfile era el ensayo de Douglass: "¿Qué es para el esclavo estadounidense el 4 de julio?". Lo patrocinó Sunoco como parte de las celebraciones oficiales del 4 de julio. Un grupo radical de titiriteros invitó a Verano de Libertad y otros grupos.

Danyel me comentó: "Andábamos con una cabeza enorme de Mumia, de dos metros de alto. Unos leían citas del ensayo de Douglass. Había muchos contingentes: de Mumia, de buques negreros, de la Tierra, de gente bailando con fuego, de tambores. La cabeza de Mumia era enorme, muy bello, con todo y dreadlocks (trenzas). Además, hicimos una prisión: por un lado tenía imágenes terribles de caras gritando y llorando, y por el otro se veía una bandera yanqui y decía `América tiene presos políticos'. O sea, aquí en este país hay esclavos: nuestros presos políticos. No es un sistema tan democrático como a veces pensamos". Miles de personas vieron eso, y salió en los periódicos y noticieros.

HIP HOP PARA MUMIA

Los voluntarios organizaron un concierto de hip hop para recaudar fondos. Kel trabajó en eso. Tiene 22 años, es de Nueva York y recién se metió a la política. Es artista de pintas y le encanta el hip hop. Lleva unos meses colaborando con ¡R&R!.

Una tienda de hip hop en el centro histórico se ofreció para el concierto. Asistieron unos 100 chavos: negros, asiáticos, latinos y blancos. Dijo Kel: "Hay una imagen estereotípica de los conciertos de hip hop, o sea, que nada más los negros y latinos están en esa onda, pero siempre veo que hay chavos de toda nacionalidad y eso me encanta". Los músicos exhortaron a solidarizarse con Mumia y todo el mundo se llevó los carteles.

El poeta Rich Medina, el dueño de la tienda, era el maestro de ceremonias; habló acerca del caso de Mumia. Me dijo Kel: "Estaba llenísimo. Muchos chavos llegaron para oír a un grupo que finalmente no llegó, pero al enterarse de lo de Mumia, al ver que esa noche se dedicaba a él, se pusieron a platicar con los de ¡R&R!. Seguramente estaban decepcionados porque no llegó ese grupo, pero solamente una persona pidió que se le devolviera la entrada".

APOYO DE AMPLIOS SECTORES

Los voluntarios hicieron su labor en los barrios negros de Germantown y West Filadelfia. Por otra parte, muchos sectores del pueblo brindaron apoyo a Mumia de distintas maneras, colocando los carteles, etc.

Matt tiene 17 años y es estudiante de prepa, trabaja con la Red Juvenil de ¡Rehusar & Resistir! de Nueva York. Me dijo que en Filadelfia todo el mundo conoce a Mumia, que "es parte de su vida", lo mismo que Abner Louima en Nueva York. En todas partes querían platicar de Mumia, a favor o en contra: en el templo de Hare Krishna, en la cancha de básquet, en el concierto de hip hop. Dos hombres blancos destechados que conoció en un parque le dijeron que escuchaban a Mumia en la radio y que "lo más importante es que los blancos lo escuchaban también, por eso el sistema se espantó".

Unos voluntarios se alojaron en un edificio del periódico Catholic Worker. Matt me contó que el viejito de 75 años que les ofreció posada "quería ayudar, para que se viera que hay jóvenes de conciencia que apoyan a Mumia".

Una chava negra, que se describió como "miembro convicta y confesa de ¡Rehusar & Resistir!", relató una experiencia interesante. Unos días antes del 4 de julio, el gobierno municipal prohibió la distribución de volantes: "Estábamos en el mall doblando volantes de Mumia y se nos acercó un guardia para decirnos que no podíamos repartirlos. Le dijimos que nada más estábamos tomando un cafecito y doblándolos. Dijo: `Orale, la verdad es que les agradezco el trabajo que hacen, compañeras, es una labor muy valiosa. A ese compañero lo chingaron, debe estar libre'. Se fue, pero de repente volvió y se llevó un volante. Dijo: `Lo agarré, ¿no? Ustedes no me lo dieron, para que no tengan bronca'".

Me impactó mucho ver que los voluntarios era gente muy diversa, todos resueltos a parar la ejecución de Mumia a como dé lugar. Me dijeron que aprendieron a trabajar juntos, pues tenían distintas experiencias, prioridades y puntos de vista políticos; no fue nada fácil que colaboraran, sobre todo al principio. Bregaron por resolver los problemas porque sabían que era de suma importancia unirse para parar la ejecución de Mumia. Así que con respeto mutuo lograron resolver todas las contradicciones.

Por ejemplo, hubo gran debate acerca de dios y la religión, pero cuando R., un judío ortodoxo, no podía tomar transporte público los sábados por sus costumbres religiosas, los demás lo acompañaban a pie para hacer propaganda por Mumia. Dee tenía el temor de que la chota le iba a caer encima por ser negra, pero sus compañeros le aseguraron: "No lo permitiremos. Vamos a andar en bola, nos amarramos, pues".

S.J. es una estudiante de arte de 20 años. Conoció a ¡R&R! en los conciertos de hip hop. Le dijeron que el Verano de Libertad cambiaría su vida y dejó su empleo para trabajar varios meses en la oficina nacional de ¡R&R! haciendo los preparativos necesarios para el verano. Desempeñó distintas tareas: recaudar fondos, coordinar a los voluntarios, hacer contactos. Me comentó: "Todavía estoy aprendiendo muchas cosas; no iba a esperar hasta que supiera todo para sumarme al trabajo; para mí eso no tendría caso". Señaló que ¡R&R! los animó a asumir la mayor responsabilidad posible: "Yo fui uno de los organizadores, aunque era la primera vez que participaba. Estoy convencida de que la defensa de Mumia, su caso, es el más importante de nuestro tiempo porque es espantoso vivir en una sociedad donde pueden ejecutar a una persona simplemente por expresarse. Supuestamente vivimos en un país libre; hay que luchar por esas libertades. El gobierno no va a regalárnoslas".

Damian, de la BJCR de Nueva York, dijo: "Los voluntarios éramos muy distintos, pero todos nos llevamos muy bien". Habló de la importancia del Verano de Libertad: "Sueño con crear un nuevo mundo donde todas las barbaridades que sufre el pueblo ya no existan. No es necesario, no tenemos que vivir así. Eso es lo que simboliza Mumia y por eso lo quieren matar. Me da mucha pena que maten a la gente; Mumia simboliza lo que el pueblo repudia y lo que el pueblo ama. Como revolucionario, me parece muy mal que metan a los revolucionarios a la cárcel; hay que luchar para ganar su libertad, hay que defender a los revolucionarios y a nuestros líderes revolucionarios".

A cada uno de los voluntarios les hice una pregunta: ¿Qué se necesita para parar la ejecución de Mumia, para que salga libre? De todas las respuestas que me dieron, una me impactó mucho: "Que la gente sienta una obligación de defender a Mumia. Es como el SIDA, por ejemplo, ahora todo el mundo piensa que hay que hacer algo contra el SIDA, estar en la onda de buscar la cura. El caso de Mumia tiene que ser igual; la prensa dirá que está de moda para los radicales o lo que sea, pero el chiste es que logremos que la gente sienta una obligación de defenderlo".


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