Alcaldía de Nueva York vs.
la Marcha de Un Millón de Jóvenes

Obrero Revolucionario #985, 6 de diciembre, 1998

El 17 de noviembre un gran jurado de Nueva York entabló acusaciones contra seis personas por resistencia al ataque policial contra la Marcha de Un Millón de Jóvenes en Harlem. El alcalde, Rudolph Giuliani, y el comisionado de policía, Howard Safir, pidieron el gran jurado. Pasó más de dos meses "investigando" el incidente. Las acusaciones son otra infamia en una larga serie de medidas fascistas contra los miles de manifestantes.

La alcaldía hizo todo lo posible para impedir que se celebrara la marcha, pero fracasó. El 5 de septiembre, más de 3000 policías ocuparon las calles del barrio negro de Harlem y metieron a muchos de los que llegaban a la marcha en corrales que recordaban los días de la esclavitud. La policía anunció que el permiso se venció a las 4 de la tarde y lanzó el ataque. Los policías se apoderaron del sistema de sonido, golpearon a los manifestantes, les rociaron mace y los tiraron de la plataforma. Tres helicópteros sobrevolaban bajito. La gente se defendió y estallaron escaramuzas.

Al día siguiente, un equipo SWAT de 100 agentes con armas automáticas acordonó unas calles del barrio Bedford-Stuyvesant de Brooklyn. Dijeron que buscaban a Shaheed Muhammed (también conocido como James Washington) supuestamente por agredir a un agente. Shaheed es miembro del Movimiento 12 de Diciembre, uno de los grupos que organizaron la marcha. A pesar de que lo acusaban de un delito menor, entraron a la fuerza a su apartamento; después se metieron a Sista's Place, un cafe asociado con el Movimiento 12 de Diciembre, y amenazaron a los clientes.

El gran jurado acusó a seis hombres negros, pero Shaheed Muhammed es el único cuyo nombre figura en la lista. Los demás son "Fulano de tal", "Camisa verde", "Camisa amarilla", etc. A uno lo acusan de agresión y otro delito grave, y a los demás de delitos menores. Las acusaciones le dan al departamento de policía carta blanca para espiar y hostigar a los que les "cuadra la descripción".

Al cierre de esta edición, arrestaron a una de las personas que figura en la lista; habrá una audiencia de acusación el 30 de noviembre.

Michael Warren, abogado de la marcha, dijo: "Nuestra posición es que las únicas acciones criminales fueron las de la policía y de sus líderes: Howard Safir y el alcalde Giuliani, quienes aceptaron responsabilidad por lo que hizo la policía. Si [el fiscal] Robert Morgenthau tuviera principios, los acusaría de agresión por provocar el incidente".

Unas víctimas del ataque policial celebraron una rueda de prensa al día siguiente de las acusaciones, y anunciaron que van a entablar una queja contra la alcaldía por violar el Acuerdo Handschu. Ese acuerdo es fruto de las protestas contra el espionaje policial de los años 70; prohíbe que la policía filme protestas si no se está cometiendo un crimen. La policía filmó la marcha ilegalmente y le dio al gran jurado 26 videos.

El 23 de noviembre se realizó un "tribunal popular" frente al palacio de justicia de Manhattan. Varios organizadores y partidarios de la marcha acusaron a Giuliani de agresión, usar ilegalmente un helicóptero policial, entrampar, arrestar ilegalmente, poner en peligro la seguridad pública, desacato, difamar y violar el Acuerdo Handschu. El público lo "condenó".

El sistema hizo todo lo posible para criminalizar la Marcha de Un Millón de Jóvenes, de la misma manera que ha criminalizado toda una generación de chavos negros y latinos. La policía la atacó salvajemente, de la misma manera que ataca salvajemente los ghettos y barrios pobres todos los días. Y ahora el sistema judicial está atacando a los que se defendieron, de la misma manera que los tribunales y la policía llevan a cabo un sinfín de injusticias contra el pueblo.


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