Irak:
Bajas de la canalla guerra yanqui

Obrero Revolucionario #989, 10 de enero, 1999

En octubre de 1998, una delegación de Voices in the Wilderness (Voces en el Desierto), un grupo pacifista con sede en Chicago, fue a un hospital en la ciudad de Basora del sur de Irak. Un doctor les habló del aumento significativo que se ha dado desde la guerra del Golfo de 1991 de defectos congénitos, cáncer en los niños y leucemia. Se sospecha fuertemente que esos aumentos son producto de los cientos de toneladas de "proyectiles de uranio desintegrado" que usaron las fuerzas militares yanquis en la guerra. Los proyectiles regaron en la tierra, el suelo y el aire fragmentos microscópicos con radiación. Además, la destrucción producto de la guerra y el embargo económico han devastado el sistema de salud del país y, así, amplificado el problema.

Bert Sacks, un miembro de la delegación, relató su conversación con una doctora sobre uno de sus jóvenes pacientes de leucemia: "Teníamos posibilidades de tratarlo con quimioterapia, pero murió porque a la edad de año y medio, cuando por lo común un niño recibe una vacuna contra el sarampión, no había vacunas. El niño murió de sarampión. Es terrible usar un embargo para negar suficientes vacunas, Tylenol, anestesia y sábanas limpias en los hospitales".

Sacks agregó: "En ese momento la doctora me miró. Es una mujer muy profesional, pero la conversación era tan dolorosa que comenzó a llorar. De verdad esto me conmovió muchísimo. Ella se calmó y me dijo: `Es un crimen, un crimen que comete su país'".

*****

Incluso antes del ataque sorpresa de las fuerzas yanquis y británicas en diciembre, Irak y su población estaban muy debilitados por la guerra y el embargo económico. Cada mes 4500 niños de menos de cinco años mueren de hambre y enfermedades, porque debido al embargo, impuesto por las acciones militares de los yanquis y sus aliados, Irak no tiene suficientes alimentos y medicamentos.

Durante tres noches de diciembre, las fuerzas yanqui-británicas dispararon 400 proyectiles cruceros contra este asolado país. La justificación oficial: la supuesta amenaza de "armas de destrucción masiva" de Irak, país que no tiene ni baterías antiaéreas capaces de derribar aviones hostiles sobre su territorio.

Los voceros del Pentágono ensalzaron la "precisión" y la "eficacia" de los proyectiles y señalaron que no hubo bajas de las fuerzas estadounidenses. ¿Y qué de la población de Irak? ¿De qué "precisión" hablan cuando un proyectil apuntado a un blanco en Irak cae en Irán? ¿Cuántos barrios residenciales más arrasaron? ¿Cuántos iraquíes más murieron a causa de lo que los asesinos yanquis llaman los "daños secundarios" de los bombardeos?

Después del ataque con cruceros, los yanquis siguieron bombardeando al país. Cazas yanquis y británicos que patrullaban las "zonas de exclusión" del norte y sur del país dispararon varias veces a las baterías antiaéreas iraquíes que se atrevieron a disparar o incluso a prender su radar. Los yanquis han prohibido la presencia de aviones iraquíes en grandes extensiones del país. Cuando Irak se opone, los yanquis lo consideran "provocaciones" que justifican represalias.

El gobierno yanqui se ha adjudicado el derecho de ir a una región a miles de kilómetros de distancia, ocupar los cielos de un país pobre y desquitarse cuando ese país se defiende.

Los repetidos bombardeos se parecen a los actos desbocados de un bravucón adicto a hacer picadillo a una víctima indefensa. Pero esta locura tiene una lógica mortífera y fría, la lógica del imperialismo.

Irak está en una región que es la yugular del petróleo del mundo. Estados Unidos importa una cantidad relativamente pequeña de esta región, pero muchos países más dependen completamente de ese petróleo para potenciar sus economías. Para afianzar su posición de superpotencia imperialista del mundo, es imprescindible que Estados Unidos tenga el control militar y estratégico de esta región.

Para conservar su posición, la clase dominante yanqui se ve en la necesidad de desplegar su predominio bombardeando a Irak una y otra vez. Parece que para el gobierno yanqui cualquier afirmación de soberanía nacional de las naciones pobres es una amenaza a sus intereses imperialistas. Irak no permitió que inspectores bajo el control de Estados Unidos invadieran cada centímetro del país. Eso fue suficiente justificación para disparar 400 proyectiles cruceros, según el gobierno yanqui.

En las calles de Estados Unidos, todos los días la policía mata a balazos y declara que es "homicidio justificado". Estados Unidos hace esto a todo un país y su población.

La guerra y el embargo del imperialismo yanqui contra Irak son una ignominia. El costo humano de estos actos yanquis ha sido inmenso: un millón de iraquíes han muerto a causa del embargo, 700.000 de ellos niños.

*****

El Dr. Jasim Mazin es el médico residente en jefe del Hospital Central Pediátrico Docente Saddam en Bagdad. Durante sus cinco años de residencia, han muerto casi todos los pacientes que han visto con leucemia. En países como Estados Unidos, casi el 70% de esos pacientes se recupera, pero en Irak, donde son escasos hasta medicamentos básicos y equipo quirúrgico, nadie se recupera.

El Dr. Mazim habló con el New York Times sobre una de sus pacientes, Isra Ahmed, de 3 años de edad: "Aún hay tiempo para salvar a esta niña, si pudiéramos hacerle un trasplante de médula ósea. Pero no tenemos el equipo para practicar tal operación. Somos impotentes.

El Dr. Mazim dijo que Irak solía tener uno de los mejores sistemas de salud del mundo árabe. Ahora, los doctores ni siquiera pueden leer las revistas de medicina del exterior porque las prohíbe el embargo impuesto por Estados Unidos.

"Tengo que inyectar con la misma jeringa desechable a un paciente tras otro y practicar operaciones con equipo desgastado en quirófanos que ni siquiera se han desinfectado", dijo. Es muy difícil trabajar muy duro para curar a un paciente, desvelarse por él y luego perderlo porque no se puede conseguir una medicina común que se vende en cualquier farmacia en otro país".

Concluyó con un comentario escalofriante: "Y este es el hospital infantil mejor equipado del país. En provincia, la situación es mucho peor".

*****

En Estados Unidos, los que dan las órdenes saben del sufrimiento que causan en Irak, pero para esos gángsters globales, esas muertes son meramente cifras en sus asesinas maquinaciones.

Quien dude de esto debe checar lo que dijo la secretaria de Estado, Madeleine Albright, en el programa de CBS 60 Minutes en 1996; le preguntaron: "Han muerto un millón de niños iraquíes, más que en Hiroshima. ¿Vale la pena el costo?" Su respuesta: "Sí, opinamos que vale la pena".

¿Es posible quedarse callado mientras la clase política comete estos crímenes de guerra tan horrorosos?


Este artículo se puede encontrar en español e inglés en La Neta del Obrero Revolucionario en:
http://rwor.org
Cartas: Box 3486, Merchandise Mart, Chicago, IL 60654
Teléfono: 773-227-4066 Fax: 773-227-4497
(Por ahora el OR/RW Online no se comunica por correo electrónico.)