La sentencia de José Solís

Obrero Revolucionario #1015, 25 de julio, 1999

Al cierre de esta edición, avanzan los planes para celebrar tres días de manifestaciones en Washington, D.C., para reclamar la libertad de todos los presos políticos y prisioneros de guerra puertorriqueños. Actualmente hay 16 presos puertorriqueños en las mazmorras de Estados Unidos. Muchos de ellos llevan ahí más de 19 años por luchar por la independencia de su país y la semana pasada metieron a la cárcel a otro independentista: el profesor José Solís Jordán.

Las manifestaciones empezarán el 22 de julio, con la llegada de gente de todo el país y de Puerto Rico. Coincidirán con el 101 aniversario de la invasión y ocupación de Puerto Rico por Estados Unidos, y cuentan con una amplia coalición de grupos organizadores: el Comité Nacional pro Libertad para los Prisioneros de Guerra y Presos Políticos Puertorriqueños, la Campaña Pro-Libertad, el Comité de Solidaridad con el Dr. José Solís Jordán y el Proyecto Interfé de Presos de Conciencia, entre otros.

El Partido Comunista Revolucionario,EU ha endosado la "Jornada del 22 al 25 de julio". Hace poco el PCR reiteró que apoya firmemente la demanda de libertad para todos los presos políticos puertorriqueños y añadió: "El PCR,EU se opone rotundamente a la colonización de Puerto Rico por Estados Unidos, y apoya firmemente el derecho del pueblo puertorriqueño a la autodeterminación y a la liberación nacional, así como su lucha por alcanzarlas".

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"Este veredicto subraya que el pueblo ha vivido cien años de sufrimiento pero ha mantenido viva la esperanza. Ahora yo también he sido bautizado con estas lágrimas y dolor, y con esta esperanza".

José Solís Jordán,
en la sentencia el 7 de julio

"Fueron puras tácticas del gobierno. Si uno ha tenido que defender sus derechos, lo entiende bien: tienen que retratar de cierta forma a una persona, tienen que deshumanizarla, para alcanzar sus metas. ¿Qué quieren? Condenar, ganar, y no les importa un comino lo que tengan que hacer ni a quien tengan que pisotear para hacerlo".

Martha González-Solís,
esposa de José Solís

El 7 de julio, un juez federal sentenció a José Solís Jordán a 51 meses de cárcel. El veredicto y sentencia de Solís, un profesor e independentista puertorriqueño, es una gran injusticia. Culminan un juicio repleto de mentiras policiales y una atmósfera de "amenazas terroristas" inventadas. Una y otra vez, el juez impidió que se mencionara el tema más importante: la dominación colonial de Puerto Rico.

Pero por otro lado, el veredicto representa una derrota para el FBI, que quería intimidar y quebrantar a Solís. Esperaba que, para evadir la cárcel, acusara a otros y ayudara al gobernador a destruir los movimientos puertorriqueños en Chicago.

Pero José Solís no se dejó convertir en instrumento de los opresores. Por el contrario, su firmeza y la lucha para defenderlo han captado nuevas fuerzas a la causa de los presos políticos. Se han celebrado manifestaciones de apoyo a Solís en San Juan, Chicago, Nueva York, Boston, Miami, Oakland, Des Moines, Filadelfia, Camden y Cleveland.

El complot contra José Solís

El caso de José Solís es una historia típica de trampas policiales y represión política. Solís es un respetado profesor y activista de la lucha de libertad para Puerto Rico. Lo acusaron de planear un ataque en 1992 contra un centro de reclutamiento militar en Chicago. El ataque nunca ocurrió y parece que lo organizó el principal testigo del gobierno, Rafael Marrero. A Solís lo acusaron de varios delitos graves que conllevan 50 años de cárcel.

Rafael Marrero era activista del movimiento independentista en Chicago. Traicionando la confianza y la amistad, fue a la casa de Solís con una grabadora escondida por el FBI. La grabación que hizo fue la única "prueba" que se presentó en el juicio. Como era muy difícil de entender, el gobierno le dio al jurado (ninguno de cuyos miembros sabe español) una "traducción al inglés", que desde luego reforzaba las acusaciones.

La persecución de José Solís se da en medio de nuevos planes de anexar a Puerto Rico como estado, y de un creciente movimiento a favor de la libertad de los presos políticos puertorriqueños. El gobierno quiere aplastar los centros del movimiento independentista en Estados Unidos y Puerto Rico.

Ultimamente se ha llevado a cabo una intensa campaña contra los independentistas en Chicago. Los medios han atacado al Centro Cultural Puertorriqueño, la legislatura estatal ha investigado al movimiento, y la prensa y las autoridades de Chicago han acusado de "corrupción" a los independentistas de la secundaria puertorriqueña Clemente High School, pintando programas culturales con artistas y músicos puertorriqueños como actos criminales.

Aunque metieron injustamente a la cárcel al Dr. Solís, eso no ha intimidado al movimiento ni llevado a que acusen a otros activistas. En este sentido, el juicio fue una derrota para el gobierno.

El día de la sentencia, cien partidarios del Dr. Solís llenaron el tribunal. Cuando se puso de pie para salir para la cárcel, se dio la vuelta hacia la multitud. Todos se pusieron de pie, lo llamaron por su nombre y alzaron el puño.

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"Dejemos de ser ecos. Dejemos de ser sombras. Dejemos de ser una fachada. Dejemos de ser una consideración. Dejemos de ser objetos. Dejemos de ser un susurro. Dejemos de ser una vitrina. Dejemos de ser una lástima y una herida".

José Solís Jordán,
en la sentencia del 7 de julio

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Escribe a: Dr. José Solís Jordán, 08121-424, 71 W. Van Buren, Chicago IL 60605.

Comité de Solidaridad con José Solís Jordán: teléfono (773) 278-9361;
website www.defendsolis.org.


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