Bloqueo popular en Chiapas

Obrero Revolucionario #1021, 5 de septiembre, 1999

El gobierno mexicano ha desplegado fuerzas militares en nuevas zonas del estado de Chiapas donde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) cuenta con amplio apoyo de los campesinos indígenas. El 12 de agosto, 500 soldados federales invadieron Amador Hernández, una comunidad indígena de la selva Lacandona, en una operación aérea.

Este ataque es parte de una mayor movilización castrense en Chiapas que empezó hace unas semanas. Ya antes había muchos soldados federales, policías estatales y fuerzas paramilitares. El gobierno dice que los soldados fueron a participar en una campaña de reforestación y construir una carretera para beneficiar la economía chiapaneca. Pero la oposición dice que la nueva carretera (de San Quintín, donde está una base militar importante, a Amador Hernández, cerca de la comunidad de bases zapatistas de La Realidad) facilitará el desplazamiento del ejército.

En respuesta, los campesinos indígenas de Amador Hernández se movilizaron para bloquear la construcción de la carretera. Armados de palos, se les han plantado a los soldados federales fuertemente armados. Se les sumaron varias docenas de estudiantes y profesores universitarios (entre ellos unos paristas de la UNAM) y la actriz Ofelia Medina. El ejército los ha atacado con gas lacrimógeno. Los estudiantes informaron que en las latas del gas dice "Hecho en Pensilvania" y "De uso exclusivo del ejército estadounidense". Las FFAA mexicanas reciben grandes cantidades de armas y entrenamiento de Estados Unidos.

El 23 de agosto, 5000 personas marcharon por la ciudad de San Cristóbal de las Casas para protestar por el sitio a Amador Hernández. El 25, 70 soldados invadieron a balazos la comunidad de San José La Esperanza y detuvieron a tres hombres. Cuando los aldeanos intervinieron, los soldados abrieron fuego e hirieron a varios.

Desde el levantamiento campesino de enero de 1994, el gobierno ha hablado de "paz" por un lado, y ha enviado más tropas y armamento a Chiapas por el otro. El ejército tiene cercados a los combatientes zapatistas en la selva, y los paramilitares (vinculados al PRI, el partido de gobierno) han matado a unas 1500 personas. Por su parte, los campesinos no tienen tierras y se hunden en la pobreza.

El levantamiento de 1994 demostró que una lucha armada revolucionaria en México puede unir a las masas y ganar amplio apoyo. La situación en Chiapas y en el resto del país exige una guerra revolucionaria para tumbar a los opresores y a sus amos, los imperialistas yanquis.

Al cierre de esta edición, el gobierno anunció la suspensión de la construcción de la carretera para "aminorar la tensión política en Chiapas", pero no el retiro del ejército.


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