Un nuevo año en la lucha para
salvar la vida del Mumia Abu-Jamal

Obrero Revolucionario #1036, 26 de diciembre, 1999

Estamos en el umbral del nuevo milenio y nuestro hermano Mumia Abu-Jamal pasará otro año nuevo en el pabellón de la muerte... lejos de sus amigos, su familia y del pueblo, tras las rejas de un penal de máxima seguridad... víctima de una campaña de odio lanzada por una red de policías... en las miras de los medios grandes y amenazado con ejecución oficial.

El que Mumia esté en el pabellón de la muerte es una profunda injusticia.

Desde la adolescencia, cuando era un líder del Partido Pantera Negra, ha dedicado la vida al pueblo. En los años 70 fue periodista radial y denunció la brutalidad sistemática de la policía de Filadelfia; en la calle lo llamaban "la voz de los que no tienen voz" y la policía lo odiaba.

En 1982, lo condenaron en una farsa de juicio de matar a un policía blanco y lo sentenciaron a muerte. El juicio lo presidió un juez que es amigacho de la policía: el juez que más ha sentenciado a muerte. La fiscalía descalificó a 11 afroamericanos del jurado. Amenazaron y coaccionaron a los testigos para que dieran testimonio falso. El fiscal mencionó sus actividades políticas y sus ideas revolucionarias para decir que se merecía la pena de muerte.

¿Qué clase de sistema maltrata y atormenta a un compañero valiente y bondadoso por tantos años, e impide que se haga justicia a pesar de todas las pruebas de que es inocente? Un sistema lleno de odio al que no le importa un comino la verdad ni la justicia.

Estamos en un momento crucial de la lucha en defensa de Mumia. ¿Inaugurará la clase dominante el siglo 21 ejecutándolo o el pueblo logrará imponerse y arrancarle al sistema una victoria que repercutirá profundamente? Esa es la pregunta del momento.

Como dijo la escritora Alice Walker: "Estamos en el umbral de un nuevo siglo que ya parece signado por trastorno, dolor y ansiedad sobre el valor de nuestros dirigentes y de la vida misma. Estamos a punto de dejar atrás todo lo que hemos conocido y de embarcarnos en lo desconocido.

"¿Quiénes queremos que nos acompañen? ¿Los dizque sabios que piensan que se puede parar la guerra soltando una bomba?

"¿O, por el contrario, preferiremos entrar en él tomados de la mano de un compañero que sin duda alguna nos quiere: Mumia Abu-Jamal.

"Reclamamos la oportunidad de entrar en el futuro con él".

Lo que está en juego

¿Por qué quieren las autoridades ejecutarlo? ¿Qué está en juego para el pueblo?

Mumia es un eslabón vivo entre el espíritu de los años 60 y la nueva generación. Cada vez son más los jóvenes de diferentes clases y nacionalidades que lo aprecian por cuestionar, denunciar y luchar contra el statu quo, y porque jamás se ha dado por vencido o perdido fe en el pueblo, aunque enfrenta la muerte.

Además de ser un recuerdo vivo de lo corrupto y racista que es el sistema judicial, Mumia es uno de sus más severos críticos. Para millones de personas por todo el mundo, su caso simboliza la barbaridad de un país que se proclama "paladín de los derechos humanos".

Mumia defiende el derecho fundamental del pueblo de tumbar este sistema y de reemplazarlo con uno nuevo. El hecho de que no se ha dejado quebrantar estimula a seguir luchando contra el sistema.

La injusticia cometida contra Mumia no es contra un solo hombre. El plan de ejecutarlo está ligado a los ataques de la clase dominante contra los negros en general. Los profundos cambios que se han dado en la economía de Estados Unidos y el mundo han causado graves dislocaciones sociales y políticas, que conllevan el potencial de grandes trastornos. La estructura de poder ha respondido reforzando la supremacía blanca y la opresión nacional, y ajustándolas para el nuevo milenio.

Un ejemplo primordial es la criminalización de toda una generación de negros. Otro es la revocación de las reformas antidiscriminatorias de los años 60 y 70. Ahora los que recibían welfare tienen que trabajar por un salario de miseria; son la otra cara del actual "boom" económico. El caso de Mumia es una concentración del tratamiento rutinario de millones de negros y latinos a manos de la policía, los tribunales, el gobierno, las cárceles y los medios de comunicación.

¿Qué pasaría si no paramos la ejecución? El gobierno-envalentonado-diría que es aceptable jurídica y moralmente ejecutar a un revolucionario negro, a pesar del descarado racismo e injusticia de su juicio. Esto sentaría un precedente peligroso para reprimir a los revolucionarios hasta con la pena de muerte.

Tal ejecución daría ímpetu a la pena de muerte en este país, justo cuando han tenido que poner en libertad a centenares de los pabellones de la muerte porque han destapado pruebas de su inocencia o de juicios chuecos. El gobierno celebraría su "derecho" de vengarse contra cualquier negro que desafíe la primera línea de defensa de este sistema supremacista: la chota.

¿Cuáles serían las consecuencias para los millones de jóvenes negros y de otras nacionalidades oprimidas? ¿Qué lección sacarían para el futuro? ¿Qué le diría eso a un joven que quiera servir al pueblo, ser periodista y denunciar la pobreza y la discriminación, o simplemente condenar el maltrato y la injusticia?

No cabe duda de que no podemos permitir que la estructura de poder nos robe a este querido compañero.

Pero demos un vistazo a la otra cara de la moneda también: ¿Y si ganamos la batalla y los obligamos a poner en libertad a Mumia? ¡Qué victoria tan vigorizante para el pueblo aquí y por todo el mundo! Fortalecería nuestra unidad y redoblaría nuestra lucha contra los opresores.

Hay mucho en juego en esta batalla para todos los que quieren acabar con la discriminación y la opresión de los negros, y para todos los que anhelan justicia.

¡TENEMOS que impedir la ejecución de Mumia!

Se avecinan meses cruciales

Una nueva carta, firmada por figuras clave del movimiento en defensa de Mumia, habla de los meses venideros:

"El nuevo milenio empezará con UNOS MESES CRUCIALES EN LA BATALLA PARA SALVAR A MUMIA ABU-JAMAL. Ahora más que nunca, nuestra energía y organización deben ser más intensas, y nuestras actividades más cuidadosamente realizadas. En los primeros meses del año 2000 tenemos que crear y movilizar ampliamente la opinión pública para la decisión crítica del tribunal federal distrital federal (que podría tomarse en marzo).

"El juez William H. Yohn, Jr. decidirá si le darán una audiencia a Mumia para volver a ver las pruebas de su caso, o si las apelaciones al nivel federal se limitarán a las pruebas aceptadas por el `juez-verdugo' Albert Sabo. El juez Sabo aceptó el testimonio de todos los testigos de la fiscalía y rechazó el de todos los testigos de la defensa, y no permitió oír muchos testigos ni ver muchos documentos críticos de la defensa.

"TIENEN QUE OIR LAS PRUEBAS. Ahora el juez Yohn decidirá si volverá a ver todos los aspectos del caso y de las decisiones de los tribunales estatales. Yohn tiene autoridad constitucional para hacerlo, incluso con las nuevas restricciones impuestas a los tribunales federales por la Ley Contra el Terrorismo y por la Pena de Muerte Efectiva de 1996. Su decisión es crítica: si no permite oír las pruebas prohibidas por los tribunales de Pensilvania, estas no se oíran en ningún momento del proceso de apelación federal. Si no se anulan las decisiones del juez Sabo, pues no hay justicia en Estados Unidos...".

Tenemos un gran reto. La estructura de poder ha dicho sin lugar a dudas que quiere matar a Mumia... para callar su potente voz y para intimidar.

El pueblo tiene que contestar con un movimiento más poderoso que nunca... más amplio, más diverso y más decidido. Millones de personas tienen que preguntarse: "¿Puedo hacerme a un lado mientras el gobierno lleva a cabo la ejecución política de un revolucionario negro?". "¡Alto a la ejecución de Mumia Abu-Jamal!" tiene que ser una línea divisoria en esta sociedad y la demanda de tantos partidarios de la justicia social que el enemigo tiene que batirse en retirada.


Este artículo se puede encontrar en español e inglés en La Neta del Obrero Revolucionario en:
http://rwor.org
Cartas: Box 3486, Merchandise Mart, Chicago, IL 60654
Teléfono: 773-227-4066 Fax: 773-227-4497
(Por ahora el OR/RW Online no se comunica por correo electrónico.)