México: Arrestos y resistencia
en la huelga de la UNAM

Obrero Revolucionario #1043, 20 de febrero, 2000

A las 6:35 de la mañana del domingo 6 de febrero, 2600 efectivos de la Policía Federal Preventiva (PFP) rodearon la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y detuvieron a 745 miembros del Consejo General de Huelga (CGH), la organización que ha dirigido una huelga de 10 meses en defensa de la gratuidad de la educación en la mayor universidad de Latinoamérica. A muchos los acusaron de terrorismo, motín, robo, sabotaje y daños en propiedad ajena.

"Operación UNAM"

La PFP también allanó otras escuelas y casas particulares buscando estudiantes y profesores que apoyan la huelga. Además, detuvo a trabajadores de construcción, vecinos y hasta niños desamparados que dormían en la ciudad universitaria. Requisaron todos los edificios para detener huelguistas y confiscar armas. No encontraron armas.

La PFP, una nueva corporación federal que combina militares y policías, fue creada hace poco para "garantizar, mantener y restablecer la paz y el orden público,... la prevención de agresiones a instalaciones federales y estratégicas, el manejo de la crisis... operaciones de acción antiterrorista".

Los detenidos el 6 se sumaron a los 251 detenidos el 1º de febrero en la Prepa 3 de la UNAM, tras un ataque del grupo paramilitar Cobra. La PFP se hizo a un lado durante el ataque y después entró a arrestar a los estudiantes.

Al cierre de esta edición, han soltado a aproximadamente 580 estudiantes y la PFP se retiró de la ciudad universitaria. Los líderes siguen presos. Los acusados de terrorismo no pueden salir bajo fianza y contemplan sentencias de 40 años de cárcel. A un profesor acusado de un delito menor no lo dejaron salir bajo fianza porque lo consideran "un peligro para la comunidad", lo cual es un grave precedente.

Los estudiantes presos empezaron una huelga de hambre y lanzaron un "Manifiesto al pueblo de México", que dice: "Los cargos que nos imputan son risibles y no hacen sino convencernos aún más de seguir luchando en contra de la injusticia y por una educación gratuita.... Señores del gobierno: las luchas de nuestro pueblo son consecuencia de las infames condiciones políticas, sociales y económicas en que vive el país".

Protestas contra la represión

Por todo México estallaron protestas a las dos horas de empezar la "Operación UNAM", y esa noche hubo una marcha de 15.000 personas. El lunes 80 organizaciones, entre grupos indígenas, sindicatos, de derechos humanos y el Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN), declararon apoyo al CGH. El Barzón, un movimiento de granjeros y pequeños empresarios arruinados por la crisis económica, anunció que sus afiliados por todo el país pedirán la libertad de los detenidos y que bloqueará el puente fronterizo en Ciudad Juárez. El manifiesto de dichas organizaciones afirma que el conflicto se debe a "...la política del presidente Zedillo. En los acuerdos que ha tomado con los organismos internacionales y la pretensión de eliminar la gratuidad de la educación superior... la transformación de la universidad es también la transformación de México. La sociedad civil tiene no solo el derecho sino la obligación de pronunciarse frente a este conflicto".

El lunes, 800 miembros del CGH decidieron agregar una séptima demanda a su pliego de peticiones: libertad para los compañeros detenidos. También demandaron la renuncia del rector de la Fuente y que la PFP no vuelva a entrar a la universidad. El comunicado de prensa del CGH dice: "El gobierno y rectoría se equivocan si creen que con la detención de casi 1000 integrantes del CGH-presos políticos-y desatando una `cacería de brujas', van a derrotar a este movimiento.... Es cierto que este ataque nos ha golpeado pero no nos ha doblegado, y no lo hará.... El pueblo ha enarbolado abiertamente las demandas de educación pública y gratuita y la libertad de nuestros compañeros encarcelados injustamente.... Todos aquellos que clamaron porque se ejerciera la represión contra el movimiento, ondeando la bandera del plebiscito, son los que despojan al pueblo de sus derechos y demandas, son ellos los que roban con la protección del Estado (FOBAPROA [el rescate de los bancos que costó $800 millones-OR], los mismos que arrebatan de los vientres a los hijos de Acteal; esos que ahora nos acusan de terrorismo, robo, lesiones, sabotaje, asociación delictuosa, despojo y motín, son los verdaderos delincuentes, los asesinos del pueblo, son ellos los que deben estar en la cárcel".

Los padres y amigos de los detenidos se han instalado frente a la cárcel para demandar su libertad. Muchos padres participaron en el movimiento del 68 y, como dijo uno: "Son muy valientes y nos han demostrado y recordado lo que alguna vez fuimos nosotros". Una madre dijo: "Muchachos como estos no se dan en maceta. Yo no estoy ni desesperada ni triste ni nada. Estoy orgullosa y no solo de mi hijo, de todos estos cabroncitos". Una viuda, madre de cuatro hijos que lava ropa, dijo: "Ora que si la UNAM costara, ¿usted cree que les pudiera dar estudio a mis hijos?".

El 7 por la tarde, soltaron a 11 nahuas detenidos durante la "Operación UNAM". Son trabajadores de la construcción que trabajaban en la universidad y dormían ahí. Frente a la cárcel se hizo una colecta para el pasaje de regreso a Veracruz.

La decisión de atacar a los estudiantes

La "Operación UNAM" es la culminación de la estrategia que aplicó el rector desde que fue designado por el presidente Zedillo en noviembre. Aunque hablaba de negociaciones y de acuerdos, se dedicó a movilizar a la comunidad universitaria contra los huelguistas. Rectoría jamás asistió a una reunión prometida sobre las demandas de los estudiantes. En cambio, presentó una "propuesta institucional" que supuestamente abarcaba las demandas de los estudiantes y la sometió a un plebiscito a mediados de enero.

Para llevar a cabo el plebiscito el rector contó con todos los recursos del gobierno federal y del PRI. A partir del plebiscito, llevado a cabo por expertos en fraude, el rector y organizaciones estudiantiles opuestos a la huelga anunciaron que tenían un "mandato popular" contra el CGH para terminar la huelga. Exhortaron a los estudiantes, profesores e investigadores opuestos a la huelga a entrar a la universidad a la fuerza a realizar reuniones contra el CGH. Esa maniobra causó mucha tensión. Cuando los estudiantes opuestos a la huelga llegaron, los esperaban paramilitares, policías y funcionarios de la UNAM que los querían usar como fuerza de choque para tomar por asalto los edificios ocupados. Pero la táctica falló en buena parte porque el CGH invitó a los estudiantes a participar en las asambleas y sacaron una declaración conjunta pidiendo una nueva ronda de conversaciones sobre el pliego de peticiones.

A fines de enero, un desplegado en la prensa pidió que "se restablezca el imperio de la ley en la UNAM", porque, "debido al radicalismo y a las absurdas posiciones del CGH ya no queda espacio para dialogar". Lo firmaban los dueños de la prensa grande, las máximas autoridades de la iglesia católica, varias iglesias protestantes, el director financiero del candidato presidencial del PRI Francisco Labastida y uno de los empresarios que más se beneficio de la FOBAPROA.

El ataque contra la Prepa 3 ocurrió un par de días después del desplegado. Allí los estudiantes que inicialmente se oponían a la huelga firmaron una declaración conjunta con los huelguistas para que continuara el diálogo. El ataque fue feroz y demostró que el gobierno había optado por la violencia para aplastar la huelga.

Muchos que en principio se dejaron engañar por las maniobras de rectoría criticaron la invasión de la ciudad universitaria. El 7 hubo una reunión de estudiantes, profesores, parientes y trabajadores de la UNAM, en la que se formó una organización para demandar amnistía para todos los detenidos y acusados. Muchos dijeron que le creyeron a de la Fuente cuando dijo que quería dialogar, pero que los traicionó. Redactaron una circular que dice: "Mi participación en el plebiscito fue de buena fe... mi decisión de participar no significó un aval para el uso de la fuerza pública y la represión".

La huelga de la UNAM ha sido una lucha importante contra la clase dominante y sus amos imperialistas. Este es un año electoral en México y el gobierno se ve obligado a demostrar a los inversionistas extranjeros que el país es "estable" y sigue avanzando hacia la "privatización". Eso explica el ataque contra la huelga.

Estados Unidos es la principal potencia imperialista que oprime a México. Los que vivimos en las "entrañas de la bestia" tenemos una responsabilidad especial, así como la oportunidad, de denunciar y condenar la represión de este importante movimiento.


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