Otra invasión yanqui de Vieques

Estados Unidos fuera de Puerto Rico ya

Obrero Revolucionario #1054, 14 de mayo, 2000

La madrugada del jueves 4 de mayo, agentes federales desalojaron a más de 400 manifestantes de la isla puertorriqueña de Vieques, donde acamparon desde abril para que la Marina yanqui deje de usarla como campo de tiro. Las "zonas populares" que establecieron en diferentes puntos de la isla impidieron las prácticas de bombardeos.

La secretaria de Justicia, Janet Reno, que ordenó al FBI y al Servicio Federal de Alguaciles llevar a cabo el desalojo de los manifestantes, dijo que la operación se llevó a cabo "pacíficamente" y que no los acusarán. Sin embargo, quedó claro que el gobierno estaba listo y dispuesto a usar fuerza militar, ya que los agentes estaban armados y respaldados por buques de guerra y cientos de marines. Si bien no efectuaron arrestos, amenazaron con castigar severamente a los que regresaran a la base militar o cometieran cualquier otro delito.

Los manifestantes se ganaron mucho apoyo en Puerto Rico, Estados Unidos y el resto del mundo. El desalojo de los manifestantes de Vieques es otro episodio en la historia del colonialismo de Puerto Rico.

Años de resistencia

Puerto Rico ha sido una colonia de Estados Unidos desde su ocupación militar hace más de 100 años. Además de explotar al pueblo en las fincas y las fábricas, Estados Unidos ha convertido la isla en un "portaaviones": una base para lanzar invasiones y almacenar armas; un centro de espionaje, radar y operaciones clandestinas; y un centro de entrenamiento para agresiones internacionales.

Vieques es una isla de 35 kilómetros de largo, situada al este de Puerto Rico. Durante la II Guerra Mundial, la Marina la convirtió en un campo de tiro para bombardeos. Hoy, dos terceras partes de Vieques son una base militar. El oeste contiene un enorme depósito de municiones; el este ha sido contaminado y devastado por el campo de tiro naval, uno de los más grandes del mundo.

Miles han abandonado la isla, y hoy solo quedan unos 9000 habitantes en una franja de 10 kilómetros entre las instalaciones navales. Las prácticas bélicas y los bombardeos han destruido la pesca, que era la fuente de sustento. La Marina emplea a un puñado de civiles; el desempleo es de un 70%. La alta tasa de cáncer de la isla se atribuye a la contaminación del medio ambiente por la Marina.

El pueblo de Vieques ha librado una lucha muy fuerte contra la ocupación yanqui. Esa lucha se atizó cuando el 19 de abril de 1999 dos aviones soltaron dos bombas en una torre de observación, que mataron a David Sanes Rodríguez, un guardia de seguridad, y dejaron cuatro heridos. Los pilotos estaban practicando para ir a bombardear en los Balcanes, durante la guerra de la OTAN contra Yugoslavia.

La muerte de David Sanes estremeció a todo Puerto Rico. Una vez más Estados Unidos usaba la isla para una guerra injusta, y el pueblo puertorriqueño pagaba con sangre la dominación yanqui.

Varios activistas ocuparon la base naval de Vieques para condenar la muerte de David Sanes y la ocupación de territorio puertorriqueño, ya sea en tierra o en mar. La Marina declaró que la ocupación era ilegal y, además, peligrosa, ya que el terreno está sumamente contaminado (una clara autodenuncia). Los pescadores les llevaron alimentos, desobedeciendo las órdenes de no entrar en "aguas prohibidas": un claro desafío a la Marina que dice ser dueña de las aguas puertorriqueñas. En febrero, 200.000 personas protestaron en Hato Rey, Puerto Rico, para que la Marina cese todas las prácticas militares en Vieques.

En enero, Bill Clinton y el gobernador de Puerto Rico, Pedro Roselló, conocido por su posición pro militar y pro imperialista, anunciaron un "acuerdo": la Marina se quedaría tres años más y se haría un referendo para decidir si se queda más tiempo. Como acicate, Clinton prometió 40 millones de dólares de "ayuda" si se aceptaba el acuerdo, y más si la Marina podía quedarse más tiempo.

Los activistas de Vieques atacaron el acuerdo pues buscaba descarrilar la lucha con sobornos. Comentaron que las corporaciones gastan más de 40 millones en un hotel, sin contar el campo de golf.

Cuando el "acuerdo" fracasó, los imperialistas anunciaron que sacarían a los manifestantes a la fuerza. Los voceros de la Marina dijeron que las bases de Vieques son indispensables para la "preparación militar" de Estados Unidos y que no hay ningún otro lugar donde llevar a cabo tales prácticas.

Esas declaraciones remacharon que Puerto Rico es una colonia del imperialismo yanqui. Los manifestantes preguntaron: si la Marina tiene que llevar a cabo esas prácticas, ¿por qué no lo hace en Martha's Vineyard, Long Island o las playas de Florida?

La lucha continúa

Tras el desalojo de los manifestantes de Vieques hubo protestas en Puerto Rico y en muchas ciudades de Estados Unidos; en San Juan, bloquearon la entrada al cuartel Buchanan y confrontaron a la policía de motín. En Nueva York, 1500 personas participaron en una protesta. El hecho de que entre los manifestantes desalojados había dos congresistas puertorriqueños y de que a un congresista lo arrestaron por entrar a protestar en la Casa Blanca muestra lo amplio que es el movimiento de defensa de Vieques.

Los manifestantes dicen que seguirán la lucha; unos juraron volver a Vieques. La Marina está reforzando las cercas de la base y estableció una "zona de seguridad" de cinco kilómetros en las aguas de Vieques.

La operación de desalojo muestra una vez más que el dominio estadounidense de Puerto Rico se fundamenta, en última instancia, en la ocupación militar. Se impuso con las armas y ha suprimido con las armas levantamientos populares, además de meter en la cárcel a miles de independentistas.

Las hermosas costas y montañas de Puerto Rico han sido convertidas en bases militares y campos de tiro. Puerto Rico no es solo una colonia, sino una base de lanzamiento de invasiones de otros países.

Ningún referendo ni elecciones anularán la ocupación militar de Vieques ni la colonización de Puerto Rico; solo servirán para legitimar la dominación imperialista.

Como declaró el PCR,EU con motivo del centenario de la invasión de Puerto Rico:

"Los imperialistas dicen que Puerto Rico tiene su propio gobierno en `libre asociación' con Estados Unidos. Dicen que la única esperanza de prosperidad radica en una mayor integración. Montan plebiscitos y comicios, y luego anuncian que los sueños de independencia se han extinguido.

"¡Puras mentiras!

"Todas las `opciones' que Washington presenta en los tales plebiscitos (estadidad, mancomunidad o pseudo `independencia') continúan la dominación de la isla. No importa qué nuevo arreglo Estados Unidos le imponga a Puerto Rico. El futuro bajo la dominación imperialista será más explotación, más destrucción de la tierra y las aguas, y más ataques al idioma y a la cultura del pueblo. El pueblo puertorriqueño nunca podrá resolver sus problemas sin expulsar a las bases militares y zafarse de las corporaciones yanquis".

¡Viva Puerto Rico libre! ¡Marina yanqui, fuera de Vieques!

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