El caso de Shaka Sankofa: Una gran injusticia

Obrero Revolucionario #1060, 25 de junio, 2000

"El gobernador dice que durante su gobierno no han ejecutado a una sola persona inocente.... No sabemos si es cierto o no, pero queremos decirle que la persona que se proponen ejecutar el 22 de junio es inocente. Queremos que haga lo justo: dejar que Gary Graham sea oído.... Este no es un programa televisado ni una película, sino la vida real.... Cuando se trata de condenar a una persona y de sentenciarla a muerte, no debe haber la más mínima duda.... Pero Gary Graham no ha tenido la oportunidad de hacerse oír en los tribunales. La pregunta es: ¿qué temen tanto?"

de una declaración del actor Danny Glover en la ruedade prensa del 14 de junio de la Coalición Nacionalpara Abolir la Pena de Muerte, Washington, DC

"A los ciudadanos responsables, incluso a los partidarios de la pena de muerte, les debe escalofriar el hecho de que se ejecute a un hombre a raíz del testimonio de una testigo que solo vio una cara desconocida por dos segundos en la oscuridad".

Richard Barr, abogado de Shaka Sankofa

"La historia de Shaka destaca la crueldad del sistema de justicia penal de Texas, la injusticia con que se aplica la pena de muerte en este país y la intolerable desigualdad que pesa sobre los negros. A Sankofa lo piensan ejecutar el 22 de junio porque es un negro pobre y hace 19 años el estado decidió agarrarlo como chivo expiatorio, porque no tuvo un buen abogado y porque las autoridades han restringido las apelaciones de sentencias injustas ante los tribunales federales".

Carl Dix, vocero nacional del PCR,EU

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El 22 de junio, el estado de Texas tiene programado el asesinato "legal" de un hombre negro inocente. A Shaka Sankofa (Gary Graham) lo condenaron de matar a Bobby Lambert a pesar de abundantes pruebas de su inocencia.

¡A Shaka lo condenaron en un juicio de menos de dos días a raíz del testimonio de una testigo que solo vio unos pocos segundos al hombre que disparó! Su abogado, nombrado por el juez, nunca presentó pruebas de su inocencia. Ninguna prueba física lo vincula al crimen.

Pero en mayo, la Suprema Corte federal rechazó su apelación con la Ley Contra el Terrorismo y por la Pena de Muerte Efectiva (EDPA). En un dos por tres, el gobernador George W. Bush firmó una nueva orden de ejecución. Es la quinta vez que se ha fijado una fecha de ejecución de Shaka. Al cierre de esta edición, la fecha está muy cerca.

Mucha gente ha hablado en defensa de Shaka: los actores Mike Farrell y Danny Glover, Bianca Jagger, Kenny Rogers, Chuck D, el abogado Barry Scheck, la congresista Sheila Jackson Lee, Geronimo Ji Jaga Pratt, el Rdo. Louis Farrakhan, el Fondo de Defensa Judicial de la NAACP, Pam Africa, el Rdo. Al Sharpton. El 14 de junio, la Coalición Nacional para Abolir la Pena de Muerte celebró una rueda de prensa en Washington, D.C. Dos hombres condenados a muerte y luego absueltos exhortaron a parar la ejecución: John Artis, condenado junto con Rubin "Hurricane" Carter, y Shabaka WaQlimi, absuelto 13 horas antes de su ejecución.

El 16 de junio salió un desplegado de una página en el New York Times que exhorta a Bush y a la Junta de Libertad Condicional a suspender la ejecución. Lo firmaron seis condenados a muerte absueltos y puestos en libertad.

El Secretariado Internacional de Amnistía Internacional sacó una "Petición a la Decencia" el 15 de junio que dice: "En el juicio, a [Shaka Sankofa] le negaron el derecho a una defensa adecuada y lo condenaron a raíz de una sola testigo cuestionable. Por las debilidades de su abogado, no se presentaron muchas pruebas. Quedan muchas dudas sobre su culpabilidad en el homicidio de Bobby Lambert en 1981. La ejecución de Gary Graham coincide con una racha de pruebas de la injusticia de la pena de muerte en Estados Unidos. Su caso ofrece un ejemplo clásico de los defectos mortales del sistema de justicia capital en este país".

El 14 de junio, el Centro de Condenas Falsas de la Facultad de Derecho de la Universidad Northwestern realizó una rueda de prensa; hablaron 10 hombres condenados injustamente de delitos graves con el testimonio erróneo de testigos oculares. El 16 de junio, el Nuevo Partido Pantera Negra realizó una marcha armada por las calles de Houston en apoyo a Shaka.

La creciente indignación por la inminente ejecución de Shaka ha suscitado mucha atención de los medios de comunicación: New York Times, Times, Newsweek, CNN, Fox News, NBC, ABC, Chicago Tribune y Washington Post. Un artículo del New York Times documenta la incompetencia del abogado de Shaka.

Falsas acusacionesy un juicio chueco

"En Texas, más vale ser rico y culpable que pobre e inocente. De eso se trata este caso".

Shaka Sankofa, desde el pabellónde la muerte, en una entrevista que le hizo Greta Van Susteren de CNN, el 7 de junio

"A los ciudadanos de Texas les aseguro que Gary Graham es culpable de homicidio capital y que ha gozado del debido proceso y todas las garantías de nuestro sistema americano".

John Cornyn, procurador generalde Texas, mayo de 2000

"Por eso mucha gente cree que este sistema es completamente corrupto. Ningún juez ha oído el testimonio de estos testigos, ni visto la bala o la pistola, ni oído el testimonio de un experto en balística".

Richard Barr, uno de los abogados de Shaka

A Shaka Sankofa lo acusaron injustamente de un crimen que no cometió porque era un chavo negro pobre. Lo condenaron en un juicio chueco: duró un día y medio y lo sentenciaron a muerte a raíz del testimonio de una sola testigo ocular, Bernadine Skillern, quien dijo que fue el hombre que disparó. El abogado de Shaka, Ron Mock, no hizo investigación antes del juicio y no presentó ninguna defensa.

Al abogado lo nombró un juez. En esa época, en Texas no había defensores públicos. En vez, cuando un acusado no podía pagar, el juez escogía el abogado. El New York Times informó: "Varios abogados defensores y ex jueces nos dijeron que nombraban a abogados dispuestos a resolver los casos rápidamente y los presionaban a contribuir a la campaña electoral del juez".

Cuando el juez escogió a Mock para defender a Shaka, solo tenía tres años de experiencia y varios clientes habían entablado quejas contra él por tomar alcohol. Mock le dijo al Times: "Tomé mucho whiskey. Tomé whiskey con los jueces y en las mejores tabernas. Pero nunca afectó mi capacidad ni el ejercicio de mi cargo". El Times informó que en los años 80, Mock ganaba más de $120.000 al año de casos asignados por jueces. Hace 10 años Mock decidió no representar más acusados de pena capital porque no pagaba.

En Texas, un ala del pabellón de la muerte se llama el "Ala Mock" porque muchos clientes de Mock terminaron ahí: 16 de los 19 que él representó (han ejecutado a seis de ellos). En un caso, Mock fue a parar a la cárcel porque no entabló los documentos necesarios a tiempo; a su cliente, Anthony Ray Westley, lo ejecutaron en 1997. Además, a Mock lo han castigado cuatro veces por mala conducta. Le dijo al Times que cree que ha tenido más clientes sentenciados a muerte que ningún otro abogado y se jactó de que "no aprobó el curso de derecho penal de la Facultad de Derecho Thurgood Marshall de la Universidad Texas Southern".

Tener un abogado de la calaña de Mock era como tener dos fiscales. El equipo defensor no hizo casi ninguna investigación antes del juicio. El investigador, Mervyn West, ha dicho que "hablé brevemente con unos testigos y leí el informe policial". En 1993, West hizo una declaración jurada como parte del proceso de apelación de Shaka: "Ron Mock tenía un montón de trabajo en ese tiempo y, como los dos damos por hecho que Gary era culpable, decidí no perder tiempo investigando su excusa. No vi que tuviera mucha posibilidad, así que hice lo mínimo".

Chester Thornton, el compañero de Mock durante el juicio, escribió en una declaración jurada: "Me indignó enterarme de que no se había llevado a cabo una investigación. Tengo serias dudas sobre si Gary Graham recibió una defensa adecuada. Como miembro del equipo defensor, comparto la responsabilidad".

Mock no respondió al testimonio de Skillern de que Shaka fue quien mató a Lambert. Skillern dijo que vio al hombre que disparó desde una distancia de 10 ó 15 metros, de noche, por el parabrisas de su carro y durante un lapso de "quizás un segundo". Mock nunca mencionó que, cuando la policía le mostró a Skillern un grupo de fotos poco después del incidente, no identificó a Shaka; que Shaka no respondía a su primera descripción del hombre que disparó; que Skillern le dijo a la policía que el asesino tenía pelo corto y no tenía ni barba ni bigote, y que de las fotos que le mostró la policía la única con pelo corto y sin barba ni bigote era la de Shaka. El abogado Barr dijo: "Esa foto le llamó la atención, pero tardó en responder. Según informó la policía, dijo que se parecía un poco al tipo, pero que el hombre que vio tenía la cara más flaca y la piel más oscura. No identificó a Shaka de la foto". Al día siguiente, cuando le mostraron un grupo de "sospechosos", Skillern identificó a Shaka, la única persona del grupo cuya foto había visto.

Mock no llamó comparecer a otros cinco testigos oculares mencionados en el informe policial, a pesar de que todos vieron más directamente al hombre que disparó que Skillern y ninguno le echó la culpa a Shaka. Más tarde, dos de ellos afirmaron en declaraciones juradas al tribunal de apelaciones que están seguros de que Shaka no mató a Lambert. Ronald Hubbard, uno de los testigos, vio el mismo grupo de "sospechosos" que Skillern y no identificó a Shaka. La fiscalía no mandó comparecer a Hubbard. El equipo "defensor" no entrevistó a Hubbard ni a Sherian Etuk, el otro testigo que dijo que Shaka no era el asesino.

Mock tampoco habló con dos personas que fueron al juicio para dar testimonio de que Shaka estaba con ellas cuando murió Lambert. Le dijo al Times que estaba ocupado. El fiscal le dijo al jurado que a Lambert lo mató una bala de un arma calibre .22, como la que tenía Shaka cuando lo arrestaron. Pero la defensa no refutó esa declaración: no mencionó que el informe balístico demostró que el arma de Shaka NO disparó la bala que mató a Lambert. Mock tampoco presentó testimonio sobre el hecho de que otra persona tenía motivo para matar a Lambert, un narcotraficante que el gobierno había presionado a entregar a sus distribuidores. Lambert murió pocos días después de recibir un comparendo para dar testimonio ante un gran jurado.

Mock dice que contaba con que su declaración al final del juicio salvara a Shaka. Pero el Times informó que en esa declaración "le dijo al jurado que [Skillern] merecía aplausos por tener la valentía de dar su testimonio". Uno de los nuevos abogados de Shaka, Jack Zimmerman, dijo: "No presentó ninguna defensa. Como no puso en duda la identificación errónea, el jurado no tenía más opción que condenarlo".

Cuando el jurado consideraba la sentencia, Mock no presentó como atenuante la edad de Shaka, o sea, que tenía 17 años. Solo presentó dos testigos de carácter, a pesar de que estaba en juego una vida. La fiscalía aprovechó la confesión de Shaka de varios robos y el testimonio de las víctimas para pedir una sentencia de muerte. Shaka siempre ha dicho que no mató a Lambert.

A pesar de todo, los tribunales han rechazado sus apelaciones (a raíz de que no tuvo una defensa adecuada). Han dicho que si bien Mock no presentó pruebas de defensa, estaba al tanto de ellas. Así que nunca se ha oído el testimonio de los testigos que dicen que Shaka no disparó.

En Texas y en el país han aprobado nuevas leyes para "agilizar" las apelaciones de sentencias capitales y ejecutar a más presos sin una revisión completa. Richard Barr le dijo al New York Times: "El caso de Gary Graham concentra los problemas de la pena de muerte en Texas. Tuvo un abogado malísimo, quien nunca presentó claras pruebas de su inocencia, o sea, los testigos oculares y las pruebas forenses. Cuando estas pruebas se conocieron, los tribunales declararon que era tarde".

El año pasado, un tribunal federal rechazó la petición de habeas corpus de Shaka por la Ley de la Pena de Muerte Efectiva, a pesar de que la petición se entabló antes de que se aprobara esa ley. El 1º de mayo del presente, la Suprema Corte federal rechazó una apelación, y así ratificó el fallo del tribunal inferior. Los tribunales se negaron a oír las nuevas pruebas, ¡a pesar de que el abogado de Shaka nunca las presentó en el juicio! Unos días después, Bush firmó la orden de ejecución.

Los nuevos abogados de Shaka han pedido que la Junta de Libertad Condicional de Texas le recomiende a Bush aplazar 120 días la ejecución y oír las nuevas pruebas. Hace poco Shaka dijo: "En 1981, a la edad de 17 años, fui víctima de mala representación y de un sistema judicial racista más criminal que justo. Me condenó injustamente de homicidio y me sentenció a muerte un jurado casi todo blanco a pesar de pruebas de inocencia abrumadoras y convincentes. Mi juicio fue una parodia de la justicia y solo un potente movimiento popular puede impedir el linchamiento legal y parar mi ejecución".


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