Jacob Lawrence: La historia de los negros a todo color

Obrero Revolucionario #1062, 16 de julio, 2000

"Pinto las cosas que conozco y que he experimentado. Esas cosas se extienden a mi nación, mi raza y mi clase. Así que pinto la vida estadounidense".

Jacob Lawrence (1917-2000)

La muerte de Jacob Lawrence el 9 de junio fue una gran pérdida para el pueblo, pero nos ha dejado una magistral obra.

En su arte, Lawrence relató historias con colores audaces y enérgicos. Nos dio escenas de júbilo así como de tristeza, congeladas en el lienzo pero a la vez con todo el movimiento y drama de la vida diaria. Creó pinturas sobre la historia y héroes, retratos que captan la intrepidez de la lucha contra la opresión.

El arte de Jacob Lawrence presenta un cuadro de la pobreza, la injusticia y el racismo que vio a su alrededor. Pero sus figuras y matices también encierran esperanza y optimismo, una celebración de un pueblo que no se deja mantener bajo la bota del opresor.

Historia y héroes

Jacob Lawrence nació en Atlantic City, New Jersey, en 1917 y se mudó con su familia a Harlem (Nueva York) en 1930. De adolescente, tomó clases en la biblioteca de la calle 135, que hoy es la famosa Galería Schomburg. Uno de sus maestros, Charles Alston (muralista, escultor y pintor), ejerció mucha influencia en él y, cuando organizó un programa de arte para jóvenes conocido como el Centro Comunitario Utopía, Jacob entró.

Desde joven, Jacob Lawrence relató largas narrativas en pinturas audaces. No le bastaba un solo lienzo para un relato importante; creaba docenas de pinturas sobre un mismo tema y con el mismo estilo. Sus primeras series abordaron héroes y episodios de la historia de los negros.

En 1937, cuando tenía 20 años, pintó su primera narrativa en serie sobre el revolucionario haitiano Toussaint L’Ouverture. Las 41 pequeñas pinturas en témpera dramatizan la lucha de independencia de Haití y la explotación de los trabajadores agrícolas por los colonos. Ese tributo artístico a un luchador de la libertad, con colores vibrantes, figuras geométricas severas y patrones abstractos, estableció el estilo distintivo que lo hizo famoso.

Pronto creó otras obras sobre héroes negros y la lucha contra la esclavitud. En 1938, pintó 32 obras sobre la vida del negro abolicionista Frederick Douglass y al año siguiente 31 obras sobre Harriet Tubman, quien condujo a muchos esclavos del Sur al Norte. En su serie sobre John Brown (abolicionista blanco), Lawrence utilizó una perspectiva inusual, así como formas angulares y agudas, para retratar la energía, el movimiento y la tensión de la intensa lucha contra la esclavitud.

La vida en Harlem

Jacob Lawrence también pintó cuadros sobre la vida de los negros comunes y corrientes, y los presentó como héroes, llenos de la dignidad que se adquiere en la lucha.

Dijo: "Para enriquecer la vida, [las familias negras] decoraban sus destartalados edificios y casas con lujo de colores. Cuando me preguntaban si hay artistas en mi familia, siempre decía con vergüenza que no, porque no me daba cuenta de que mi sensibilidad artística se forjó en ese ambiente.... Solo en retrospectiva me di cuenta de que el arte me rodeaba. Caminando por la avenida 7 en lo más recio de la Depresión, uno estaba rodeado de tantos colores".

La Depresión de los años 30 ejerció una gran influencia sobre la pintura de Lawrence. Pintó cuadros de los decrépitos edificios de Harlem, como "Rain" (Lluvia), de una gotera en el techo de un apartamento. Pero sus cuadros de privación también rebosan de la vibrante vida, la energía y la rebeldía del movimiento artístico que se conoce como el Renacimiento de Harlem y del emergente Movimiento de Derechos Civiles.

Lawrence recordaba haber oído sermones de Adam Clayton Powell, Sr., en la iglesia bautista Abyssinian. Conoció a importantes escritores negros como Langston Hughes, Alain Locke, Richard Wright y Ralph Ellison. Vio el mural de Aaron Douglas "Aspects of Negro Life" (Aspectos de la vida de los negros) en la biblioteca de la calle 135, y conoció y trabajó al lado de otros conocidos artistas del Renacimiento de Harlem, como la escultora Augusta Savage.

A fines de los años 30, Lawrence participó en el Proyecto Federal de Arte de la W.P.A. (una dependencia federal que financió proyectos de arte por todo el país durante la Depresión), que le dio un taller y $23.86 a la semana. Dijo que en esa época empezó a pintar en témpera porque "me gustaba la translucidez, era fácil de usar y la podía comprar por unos centavos la lata". En una entrevista dijo: "Los personajes de mis obras, como Harriet Tubman y John Brown, son muy respetados. Decían: `No es gran artista, pero está creando algo que vale la pena’".

Lawrence tenía un gran talento para crear una composición visual; creaba escenas en que el espectador compartía el movimiento, el sonido y la energía del momento.

Uno de sus temas favoritos fue el bullicio de los barrios neoyorquinos. "The Street" (La calle), una pintura de un grupo de mujeres, representa las avenidas de Bedford-Stuyvesant (Brooklyn) donde vivía. En "Iceman" (Vendedor de hielo), pintada en 1936, se ve a un vendedor ambulante de hielo y su ayudante en Harlem. En esas obras ya se puede detectar la atención al detalle que llegaría a ser uno de los aspectos característicos de la obra de Lawrence: se ven botellas en el umbral, basura en la calle, un lavaventanas, una señora por la ventana y un hombre con un perro. Es una escena de la vida diaria, llena de la vitalidad y la dignidad de la gente que hace sus quehaceres.

Otras obras de Lawrence captan la vitalidad de la comunidad negra. Un crítico escribió: "Las escenas de Harlem, como `The Apartment’ (El apartamento) y `Rooftops’ (Techos), ambas pintadas en 1943, y `Rampart Street’ (La calle Rampart), en 1941, son potentes composiciones repletas de colores llamativos. En `Rampart Street’, los alumbrados públicos con sus bombillas doradas iluminan las tiendas y las multitudes al acercarse la oscuridad. En `The Apartament’, Lawrence pintó una señora en medio de alfombras, textiles y muebles de colores llamativos. Su apartamento es pobre, pero la señora lo ha convertido en un hermoso refugio".

La migración

"[Jacob Lawrence] creó obras que permitían a los afroamericanos entender su propia esencia".

Henry Louis Gates, Jr.

"En nuestro barrio siempre se notaba la llegada de una nueva familia. Eran tan pobres que recolectaban pedazos de carbón que caían en la calle y la ropa vieja que encontraban. Cuando llegamos a Nueva York, vimos lo mismo".

Jacob Lawrence

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Los padres de Jacob Lawrence participaron en la gran migración de negros del Sur al Norte en busca de trabajo después de la I Guerra Mundial. En 1940, cuando recibió una beca que le permitió alquilar un taller por $8 al mes, Lawrence empezó a pintar su famosa serie sobre la migración.

Había oído muchas historias de la migración de familiares y vecinos, pero cuando decidió pintarla se puso a investigar varios meses en la Colección Schomburg de la biblioteca pública, el principal archivo de Nueva York sobre la vida e historia de los afroamericanos. Un crítico de arte, Robert Hughes, escribió: "Se lanzó al trabajo de investigación con un entusiasmo juvenil que es uno de los aspectos más impresionantes de esa obra, y que va más allá de la autoexpresión. Como consecuencia, se puede captar que algo más habla por boca de Lawrence: una colectividad".

Creó una serie de 60 obras llamada "The Migration of the Negro" (La migración de los negros).

Pintó la serie color por color; es decir, pintó el color rojo en todos los lienzos, y luego el azul, etc. Explicó en 1994: "Me propuse pintar una obra integral en vez de una serie de 60 obras. Para realizarla, quería utilizar los mismos colores de la misma manera.... De haber terminado un cuadro y pasado al siguiente, cada uno hubiera sido distinto".

La balada visual de la migración empieza y termina con la imagen de una estación ferroviaria. De una pintura a la siguiente cuenta cómo millones de negros viajaron al Norte, la pobreza y el abierto racismo del Sur, las dificultades del viaje, y el nuevo reto de vivir en los centros urbanos del Norte con su propia pobreza y racismo.

Cada pintura de la serie (ninguna de ellas más grande que 45 x 30 cm) tiene título. Una dice: "Los campos están secos, y las familias hambrientas van al Norte". Otra: "Las trabajadoras fueron uno de los últimos grupos en irse del Sur". Otra: "Después de un linchamiento, la migración se aceleró".

En la pintura de un linchamiento no se ve ni el hombre colgado del árbol ni la multitud enfurecida; solo se ve la tierra, un dogal vacío, una rama y una señora agachada llorando.

El número 10 de la serie presenta los elementos básicos de la vida del aparcero negro: un hombre y una mujer miran unos tazones vacíos en una mesa pelada, y una canasta vacía cuelga de la pared.

La serie termina con imágenes de las nuevas comunidades negras del Norte; una se llama "Y la migración no ha acabado".

Hablando de lo importante que es la serie, Henry Louis Gates, Jr., comentó que Lawrence "condenó el romanticismo de previas versiones de la migración y desenmascaró las contradicciones de la tierra prometida".

La serie recibió muchos aplausos y se exhibió en el Museo de Arte Moderno en 1941. Así Lawrence pasó a ser el primer artista afroamericano con obras en la colección permanente.

Constructores de la esperanza

"`Builders’ (Los constructores) es fruto de mis propias observaciones de la condición humana. Si uno examina cada obra detalladamente, se puede ver que incorpora más que constructores, como por ejemplo una escena en la calle o una familia".

Jacob Lawrence sobre los temas de su obra

"La construcción es un tema resonante de un artista cuya larga y fructífera carrera ha sido una afirmación de la vida y de la construcción de un mundo mejor".

crítico de arte de Seattle, 1998

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A fines de los años 40, Lawrence empezó a pintar sobre otro tema que caracteriza muchas de sus obras y otra serie: los constructores.

De joven, a Lawrence le fascinaba observar el trabajo de los carpinteros y ebanistas de Harlem. Pasó mucho tiempo al lado de dos ebanistas, los hermanos Bates, y muchas décadas después recordó: "Me encantaba verlos utilizar las herramientas como si fueran extensiones de sus propias manos. A partir de ese momento siempre me han gustado mucho las herramientas. Las colecciono y las coloco en mis pinturas".

Hablando del simbolismo de las herramientas en sus obras, Lawrence dijo: "Muchas herramientas de mano no han cambiado desde hace siglos. Tienen cierto equilibrio y utilidad. El cuerpo humano es como una herramienta. Todo ser viviente tiene esa clase de estructura".

Las herramientas y las manos que las utilizan son un elemento central de su serigrafía de 1977 titulada "Carpenters" (Los carpinteros). En esa época Lawrence empezó a experimentar con una diversidad de herramientas y materiales. Antes había pintado principalmente en témpera y papel. Pero durante los años 70, hizo serigrafías, dibujos, murales con esmalte e ilustraciones.

Con el tiempo, Lawrence regresó una y otra vez al tema de "Builders" (Los constructores). Cada vez llevó una renovada perspectiva y énfasis al anhelo de construir una vida y sociedad mejores.

Su estilo característico, de colores vibrantes, figuras planas en dos dimensiones, ángulos y planos inclinados, dio a "Los constructores" una armonía de forma y contenido. Un crítico de arte escribió sobre la obra "Builders #2" (de 1968): "La colocación de los tres carpinteros alrededor de la mesa de trabajo, su concentración en el trabajo y la fuerza de sus gestos hacen pensar en la imagen de unos cirujanos realizando una operación crítica. Lawrence manifiesta su admiración por las herramientas de mano y su belleza sin limitación de tiempo, y ha colocado manómetros en los bolsillos y tornillos de presión justo a su alcance. La colocación de las sierras, las hojas y los tornillos de presión alrededor de la cabeza de los carpinteros electrifica el taller con el tónico del trabajo mental. Abajo, un martillo, un taladro a mano, un tornillo de presión que agarra un marcador y un tornillo empotrado en madera flotan en el aire como si significaran la resistencia física. Ningún elemento es inactivo, cada uno simboliza vitalidad".

Una simplicidad y complejidad únicas

"Cuando decimos `simplicidad’ queremos decir que es fácil hacer algo, pero esto no es nada fácil. Es una composición muy refinada, y así se puede describir su forma. Tiene figuras bien equilibradas e imágenes que pasan de la oscuridad a la luz. Pero también hay algo que no se puede captar con términos formales, cierto sentimiento o intuición, quizá. Una autenticidad emocional".

Jacob Lawrence hablando de una de
sus pinturas favoritas, "Journey of the Magi" (Viaje de los reyes magos) de Sassetta

Jacob Lawrence dio a su estilo el nombre de "cubismo dinámico" y desarrolló una técnica y estilo únicos, que son a la vez simples y complejos.

Cuando pintaba una serie, era un artesano sistemático con un método fijo: Después de completar los dibujos iniciales de toda la serie, colocaba los papeles por todo el suelo y aplicaba un color a la vez, o sea, todo el rojo, luego todo el azul, luego todo el color café, etc. De esa manera daba a toda la serie (hasta 60 obras) uniformidad tonal. Con meticulosidad, mantenía un alto nivel de control de calidad de sus obras, para lo que contaba con la crítica y valoración de Gwendolyn Knight, su esposa durante 59 años y también pintora.

Lawrence se conoce por el uso de colores ricos y vibrantes, y por sus figuras planas en dos dimensiones que se traslapan y que a veces parecen listas a saltar del papel. Comunicaba el sentimiento y el humor con la postura o actitud de un individuo, o la acción y energía de una escena con una multitud de personas. Sus pinturas presentan un cierto momento fijo, pero a la vez hay movimiento y una fuerza inquieta.

Un crítico escribió de su pintura "The Street" (La calle) de 1950: "El efecto de la serie de patrones rasgados es una unidad inesperada, una mezcla de diseño dinámico y resonancia poética".

Horizontes más amplios

Sus obras sobre la experiencia de los negros en Estados Unidos presentan muchos temas que comparten los oprimidos de todas partes: la lucha, la supervivencia y la esperanza. También examinó temas que van más allá de la experiencia negra. Por ejemplo, la "Hiroshima Series" (Serie sobre Hiroshima), pintada a comienzos de los años 80, presenta la pesadilla de la destrucción de la ciudad de Hiroshima por una bomba atómica estadounidense, con colores de rosa y cadáveres disecados.

Trabajó incansablemente durante seis décadas y produjo muchas obras sobre una variedad de temas.

En 1962, fue a Nigeria con una exhibición de la serie "Migration". Regresó a ese país en 1964, y vivió y trabajó allá un año.

Durante toda su carrera, Lawrence compartió su experiencia y conocimiento artísticos con estudiantes de muchas escuelas. De 1946 a 1986, fue profesor de la universidad Black Mountain College de Carolina del Norte. También dio cursos en el Instituto Pratt (Nueva York), la Nueva Escuela de Investigación Social, la Liga de Estudiantes de Arte, la Escuela Shoehegan de Pintura y Escultura de Maine y la Universidad de Washington.

En 1999, Lawrence y su esposa establecieron la Fundación Jacob y Gwendolyn Lawrence para la creación, presentación y estudio del arte estadounidense, con un énfasis especial en la obra de artistas afroamericanos. La fundación ha trazado planes para crear el Centro de Arte Jacob Lawrence en Harlem.

En 1997, Lawrence diseñó un mosaico de 26 metros de largo que se colocará en la estación del metro de la plaza Times Square en Nueva York en 2001. Siguió pintando hasta pocas semanas antes de su muerte.

Incluso después de haber creado un enorme e impresionante conjunto de obras, Lawrence siempre buscaba profundizar su forma, contenido y significado. En 1986 dijo: "Todavía no me siento tranquilo, quiero añadir otra dimensión a mi trabajo. Sé que estoy buscando algo.... Seguiré buscándolo el resto de la vida". En una entrevista de 1994, reiteró su inquietud: "La búsqueda continúa. No sé qué estoy buscando exactamente; es otra dimensión que todavía espero adquirir".

Jacob Lawrence nos ha dejado un maravilloso legado: toda una vida de audaces y bellas declaraciones artísticas sobre esta sociedad.


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