"Racial profiling"

New Jersey: Absuelven a policías asesinos

Obrero Revolucionario #1078, 13 de noviembre, 2000, en rwor.org

En abril de 1988, la policía de caminos de Nueva Jersey le disparó a tres muchachos negros sin razón y se prendió una gran lucha contra la costumbre de "racial profiling" (parar nada más que por el color de la piel). El 31 de octubre de este año, un juez de Nueva Jersey absolvió completamente a los tres agentes. Una vez más, el sistema ha protegido a sus capataces armados.

Balas en la autopista

Los negros y latinos lo saben: la policía los para una y otra vez por nada. A los chavos los maltrata, registra y amenaza sin pretexto alguno. A los conductores negros y latinos los detiene por ridículos pretextos. Enseguida siguen el interrogatorio, el registro, los insultos y hasta el arresto. ¿El crimen? En los barrios pobres es conocido como "manejar si uno es negro o latino". Eso fue lo que le pasó a cuatro jóvenes negros: Keshon Moore, Danny Reyes, Leroy Grant y Rayshawn Brown el 23 abril de 1998.

La policía de Nueva Jersey disparó contra una camioneta donde iban los cuatro chavos rumbo a una escuela especial de baloncesto en Carolina del Norte. Los agentes, James Kenna y John Hogan, dijeron que iban a exceso de velocidad, pero después se supo que el radiopatrulla ni siquiera tenía radar.

Lo que pasó después les marcó la vida para siempre. Hogan se acercó al conductor y lo encañonó. La camioneta accidentalmente se desembragó y echó a rodar. Inmediatamente los policías soltaron una ráfaga e hirieron a tres de los jóvenes: Danny Reyes recibió seis impactos de bala, Leroy Grant, cuatro, y Rayshawn Brown, dos.

El brazo derecho de Reyes quedó completamente destrozado. Más tarde dijo: "Cuando llegaron los paramédicos, los policías dijeron que no podían quitarme las esposas porque todavía no me habían registrado. Me desnudaron y un paramédico preguntó: `¿Ahora está satisfecho con el registro?' Me dolía tanto que quería desmayarme. Estaba desnudo, esposado y tirado en una zanja. Les pedía que por favor me quitaran las esposas y me dijeron: `Cállese'". Grant y Brown todavía tienen incrustadas las balas que les dispararon. Reyes puede perder el brazo.

A taparlo todo

Los funcionarios del gobierno estatal respondieron como de costumbre. La gobernadora, Christine Whitman, dijo: "Simplemente no existe la práctica de parar a conductores por el color de la piel".

Pero esta vez, no fue tan fácil taparlo todo. A los chavos los pararon, los acribillaron, los lesionaron y los insultaron sin motivo alguno. Y sobrevivieron y lo contaron todo. La reacción popular fue: ¡Basta ya! Una caravana bloqueó el tráfico en la autopista con una operación tortuga. La clase dominante estaba preocupada por las denuncias, desconfianza y odio a la policía en todo el país.

A raíz de dicha presión, las autoridades de Nueva Jersey anunciaron su propia "investigación" y tuvieron que reconocer que sí hay cierto "racial profiling", pero que en general la policía de caminos es muy "profesional". A los dos policías los acusaron de conato de homicidio y lesión grave. Después los acusaron de falsificar documentos para protegerse. Todo estaba bajo control, dijeron las autoridades.

Protegen a los asesinos

Pero el 31 de octubre del presente, un juez retiró las acusaciones contra los agentes y dijo: "Los miembros de la sociedad que laboran en aras del cumplimiento de la ley deben gozar de las mismas protecciones en el sistema penal que los otros ciudadanos". ¿Cómo puede destilar tanta injusticia una sola oración?

Los oprimidos saben que los tribunales no les dan ninguna "protección", como se ve en la delegación Rampart, donde zamparon a miles de inocentes a la cárcel por las mentiras de la policía.

Por el contrario, los policías sí reciben toda clase de protecciones en los tribunales. Es rarísimo que lleguen a enjuiciarlos por sus fechorías, y si lo hacen no los tratan como a los "otros ciudadanos". Ahí tenemos el ejemplo de los agentes que le dispararon 41 balas a Amadou Diallo por el "crimen" de estar en la puerta. Fue un caso patente de asesinato, pero para los tribunales fue "homicidio justificado".

Los tribunales no tratan a la policía como a "otros ciudadanos" porque el papel de la policía es proteger el status quo por medio de la violencia oficial. Como ha dicho Carl Dix, vocero nacional del PCR: "¿Por qué el sistema le da rienda suelta a la policía para sembrar terror en los barrios oprimidos? Porque su verdadero trabajo es acogotar al pueblo para que acepte la miserable situación en que vive. O sea, la policía es la primera línea de defensa de la clase capitalista".

El pretexto del juez para anular las acusaciones fue inmundo: dijo que los fiscales fueron muy "adversarios" y le presentaron el caso a un gran jurado de acusación, lo que violó los derechos civiles de los chotas. Los jurados de acusación normalmente dejan ir tan tranquilos a los policías. Este jurado no pudo hacerlo debido a una ola de protestas, y por eso el juez lo hizo.

La capital nacional de "racial profiling"

Los 2600 agentes de la Policía de CaminosÊdeÊNuevaÊJerseyÊpatrullanÊunaÊ
arteriaÊmuyÊimportanteÊdelÊimperioÊestadounidense:ÊlaÊautopistaÊI-95, que conecta las urbes de Boston, Nueva York, Filadelfia y Washington, D.C. Tienen muy mala fama por ser racistas y bravucones.

A lo largo de la década pasada se reunieron muchas pruebas de "racial profiling" en Nueva Jersey. Por ejemplo, se documentó que el 98% de los carros iban a exceso de velocidad en un tramo de la autopista, pero que el 46% de los detenidos eran negros (aunque solo son el 13.5% de los conductores).

Cuando la gobernadora de Nueva Jersey no pudo negar los hechos, expresó asombro y crítica. El año pasado dijo que el "racial profiling" es más complejo y sutil de lo que pensábamos". Pero las autoridades tenían claras pruebas desde 1996, tres años antes de reconocer el problema. Este año salió a relucir una foto de la gobernadora en 1996, requisando a un hombre negro con la policía de caminos, y con una sonrisa feliz.

Algo viejo

Las autoridades de Nueva Jersey dicen que piensan apelar la decisión del juez y el Departamento de Justicia federal anunció que lanzará una investigación.

Sea cual sea el resultado de este caso, el hecho es que la policía para, humilla, amenaza y mata a miles de conductores nada más que por ser negros. Como documentó la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) el año pasado: "Ninguna persona de color está fuera de peligro donde sea que esté manejando, ya sea que obedezca o no la ley, sin que importe la edad, el carro que conduce o su posición social".

Los extremos de "racial profiling" de Nueva Jersey, y las protestas populares, han sacado esto a la opinión pública y en la campaña presidencial los dos candidatos han tenido que "criticarlo".

Sin embargo, la práctica racista de "racial profiling" es muy arraigada: viene de la esclavitud, siguió después de la guerra de Secesión y el capitalismo moderno la ha conservado.

Es "racial profiling" tratar a los negros como criminales dondequiera que vayan, militarizar la frontera y tratar a los latinos como "ilegales", y hacer registros al azar de negros y latinos con el pretexto de la "guerra contra la droga".

Las acciones, normas y supuestos racistas de la policía son injustos, son un insulto y causan la muerte. Esta situación es intolerable y tiene que parar.


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