No pasarse de la raya:
Las tácticas de los demócratas

Obrero Revolucionario #1081, 3 de deciembre, 2000, en rwor.org

Inmediatamente después de las elecciones, en la Florida se oyeron muchas condenas de los obstáculos que les pusieron el gobierno estatal y la policía a votantes negros, y de otras trampas electorales. Se realizaron protestas y el Partido Demócrata azuzó a sus partidarios a las calles.... por el momento. Contrató a una compañía de ventas telefónicas para llamar a miles de votantes demócratas de Palm Beach e informarles que votaron por equivocación por Pat Buchanan, un candidato derechista y antisemita (en una zona donde viven muchos judíos jubilados). También informó a los medios que los republicanos y la policía intimidaron a los votantes en barrios negros y haitianos.

No cabe duda de que hubo intimidación de votantes en la Florida (por no decir nada del hecho de que grandes sectores no pueden votar porque han estado en la cárcel o porque son inmigrantes). Eso provocó amplia indignación: marchas en las calles de West Palm Beach y protestas de brazos cruzados de universitarios negros.

Se sabe que el gobernador de la Florida, Jeb Bush, ha participado en operativos de la CIA. (Por ejemplo, apoyó la guerra de la contra nicaragüense, para quienes la Florida sirvió de base de abastecimiento.) Dada esa historia, solo los más ingenuos pueden creer que Jeb y sus compinches no hicieron toda clase de trampas para garantizarle la victoria a George Bush, como impedir que los negros votaran.

Pero es interesante notar que ahora los demócratas han dejado de decir que los negros no pudieron votar, en la Florida y en otras partes, y callaron a la NAACP y a Jesse Jackson, a quienes llevaron inicialmente a protestar. Además, no han dicho ni mu sobre el papel de Jeb Bush y sus aliados. Ahora los demócratas se están enfocando exclusivamente en los tribunales. No quieren que la situación "se pase de la raya" (es decir, del control de la clase dominante y de sus instituciones, donde "se deben" resolver tales disputas). Igualmente, han parado la publicidad inicial sobre temas que provocan indignación popular, y se limitan a poner en duda el conteo de votos en unos pocos condados.

Los republicanos, por su parte, han empezado a movilizar a su base social de partidarios leales y reaccionarios. Una pequeña chusma de reaccionarios amenazó causarle daño a los miembros de la junta electoral del condado Miami-Dade hasta que decidió abandonar el nuevo conteo. Los republicanos parecen más dispuestos a actuar con agresividad, y la "derecha empedernida" está traspasando los límites de la tradición burguesa. Lo mismo se vio en el ataque a Clinton, con una intensidad que los demócratas no han mostrado. Parece que la estrategia de los demócratas para cumplir su "misión" (y librar la lucha en el seno de la clase dominante) es presentarse como defensores del "centro", tanto en el sentido del "centro" político como en el sentido de defensores de la ley, la Constitución, etc. Están trabando batalla con los republicanos, pero no creen que pueden confrontarlos rebasando el marco de ese "centro".


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