Desde nuestra corresponsal a las protestas contra la toma de posesión

Resistencia en las calles de la capital

Debbie Lang

Obrero Revolucionario #1089, 4 de febrero, 2001, en rwor.org

Más de 20.000 personas nos lanzamos a las calles de Washington, D.C., el 20 de enero para protestar contra la toma de posesión de George W. Bush. Nos confrontó una bola de policías en la calle, en los techos y en helicópteros, y tiras vestidos de civil. Tenían nuevos uniformes al estilo de "Darth Vader" de la película "Star Wars": botas y armadura de plástico negro, cascos y cachiporras antimotín.

Nos embotellaron en retenes por toda la ciudad, registraron nuestras mochilas y le cayeron encima a los que tenían cierto "perfil" de alborotadores radicales. Pero no lograron intimidar ni paralizar la protesta.

Todo mundo estaba resuelto a hacerse oír: contra Bush y su política, contra el perverso proceso de selección que lo llevó a la Casa Blanca, y contra la falta de voz y poder popular. Logramos pasar por los retenes y llegamos a la avenida Pennsylvania para abuchear el desfile tradicional con el "Verdugo en jefe" en su limosina. Gritamos, bailamos, cantamos y platicamos varias horas en una fría lluvia invernal.

Los medios solo se fijaron en Bush y le restaron importancia a las manifestaciones, pero las calles zumbaban de protestas. Al pasar el nuevo presidente y vicepresidente, en muchas partes se oyeron más abucheos que aplausos. La limosina presidencial recibió una lluvia de tomates y huevos. Se detuvo completamente al acercarse a la plaza Freedom, donde se congregó la mayor cantidad de manifestantes. Llegaron más agentes del Servicio Secreto y la limosina aceleró para pasar por la plaza a toda velocidad.

Bush ha tomado las riendas. Una de sus primeras medidas fue firmar una orden presidencial que le quita fondos federales a organizaciones internacionales que ofrecen abortos. Sin más ni menos, le quitó a mujeres de muchos países el derecho de decidir si tener un hijo o no, y puso muchas vidas en peligro. Para colmo, lo hizo en el aniversario del fallo Roe vs. Wade, que legalizó el aborto en este país, como declaración de oposición.

Luego Bush le envió al Congreso un plan para imponer más reglamentación en el campo de la educación: más disciplina, más exámenes, más religión y más segregación por nacionalidad y clase social. Busca establecer una serie de exámenes a nivel nacional para los estudiantes a partir del tercer grado, y enfocar la educación en la memorización de hechos y destrezas escogidos por el gobierno federal. Además, Bush propuso desbaratar la educación pública, quitando fondos federales actualmente destinados a las escuelas públicas y dándoselos a escuelas particulares y religiosas.

En breve, desde el comienzo el nuevo gobierno ha tomado un camino duro y reaccionario. Pero por primera vez desde la elección de Richard Nixon, la ceremonia de toma de posesión se llenó de grandes protestas.

Represión en la plaza Freedom

"Me enfurece que los que detentan el poder están confabulando para imponernos esas medidas. Es increíble que pase en este país, donde creemos que hay democracia. Por lo menos eso es lo que nos enseñan".

Estudiante de la universidad
Antioch College, Ohio

Miles de manifestantes llegaron a la ciudad en camiones de transporte. Cuando fueron a tomar el tren subterráneo para ir al centro, los paró la policía. Solo permitió subirse a 20 personas a la vez y los tiras hicieron correr el rumor de que los trenes no funcionaban. Unos trabajadores de transporte nos ayudaron a esquivar a la policía, pero cuando por fin llegamos al centro nos tropezamos con retenes policiales y varios kilómetros de cercas de acero que rodeaban la zona central.

Muchos se encaminaron a la plaza Freedom porque quedaba en la ruta del desfile y porque fue uno de los pocos lugares donde las autoridades dieron permiso para protestar. La policía intentó bloquear la entrada a la plaza y se apelotonó detrás de barricadas de concreto que impedían llegar a la avenida. Pero tras horas de tira y afloje, logramos entrar y nos apoderamos de la plaza.

El tema de la protesta fue oposición a la pena de muerte y apoyo a Mumia Abu-Jamal. En la plaza esperando la llegada del desfile, tocaron la declaración de solidaridad de Mumia con las protestas. Mucha gente no estaba enterada del caso de Mumia y la escuchó con interés. Un miembro de la Red Juvenil de ¡Rehusar & Resistir! leyó el discurso de Filadelfia de C. Clark Kissinger (actualmente preso por dar ese discurso).

Fue mucha gente que participó en recientes protestas contra el Banco Mundial, la OMC, etc., para condenar la política oficial de crueldad, la ejecución de Mumia y la pena de muerte, y para luchar contra el poder de las grandes corporaciones, la globalización capitalista y la destrucción ambiental. Criticaron las fechorías del imperialismo yanqui en Colombia, Palestina, Puerto Rico y los Balcanes.

Pero para la gran mayoría de los que abuchearon a Bush y Cheney, esta fue su primera protesta política. Más de mil se congregaron en Dupont Circle para celebrar una "Marcha de votantes".

También fueron muchos universitarios que votaron por Gore o Nader porque se creían el cuento de que Estados Unidos es una "gran democracia". La elección los sacudió. Cuando se enteraron de que no contaron todos los votos, se comprometieron a hacerse oír en la calle... y tropezaron con un montón de policías despachados para impedir que hicieran eso también. Muchos nos dijeron que el futuro los asusta, que creen que la situación está fuera de control y que andan sueltas fuerzas siniestras.

Entrevisté a varios de esos nuevos manifestantes y capté un poco lo que están experimentando.

Desilusión e indignación

Un joven me contó lo que pasó el día que la Suprema Corte escogió a Bush: "Me encolericé. Uno se siente impotente porque supuestamente el pueblo manda en este país. Pero ahora no es así. Por eso vinimos a protestar--es nuestro derecho constitucional--pero nos quieren quitar ese derecho también bloqueando las calles. Nos tienen en la mira. Nos paran y nos registran".

Una joven de Vermont me dijo: "Toda la vida me han dicho que votar es una responsabilidad. Hace unos años, cuando cumplí 18 años, me pareció muy importante. Pero es una gran desilusión darme cuenta de que mi voto no vale".

Un estudiante dijo: "Apesta a manipulación y control, no es democracia".

Una joven del norte del estado de Nueva York dijo: "Vine a protestar contra el robo de la presidencia. No ganó el voto popular así que no ganó las elecciones. Lo que pasó en la Florida, lo de no contar los votos, fue pura mierda. Es como si apuñalaran por la espalda a la ciudadanía estadounidense. Me siento traicionada por el gobierno, y no es que me encantara antes".

Soluciones

"Vinimos porque queremos unirnos con la indignación popular, pero también queremos ofrecer la solución a toda esta porquería: la revolución proletaria. Eso es muy importante. Y queremos decir que Bush no creó el sistema, sino que el sistema creó a Bush. Por repugnante que sea, es producto de este pinche sistema capitalista. Y no vamos a deshacernos de gente como Bush hasta que nos deshagamos de todo este sistema".

Militante de la Brigada de
la Juventud Comunista Revolucionaria

Me contaron que todo el día hubo "largos y acalorados debates" sobre las elecciones. En respuesta al titular del Obrero Revolucionario "Vean a Bush... Piensen en la revolución", una estudiante me dijo: "No sé qué implica una revolución, pero creo que el pueblo tiene que tomar medidas drásticas porque los que detentan el poder están tomando medidas drásticas para conseguir lo que quieren. Así que hay que combatir el fuego con el fuego".

Conocí a un estudiante de los suburbios que votó por Nader pero llevaba un letrero que decía: "Revolución: Poder al pueblo". Me dijo: "Estoy harto de todo el sistema político. Hubiera venido no importa quién ganara. Vivimos momentos espeluznantes. La edad promedio de los que trabajan en la Casa Blanca acaba de subir 20 años. Es una administración muy reaccionaria con genocidas a la cabeza de casi todos los departamentos. Espero que esto sea una chispa, una advertencia que nos despierte a todos. ¡Me encantaría ver una revolución!... Nuestras leyes existen para impedir que se haga una revolución. El gobierno sabe dónde nos reunimos. Nos vigila en la internet y en todas partes. Así que será muy difícil hacerla, pero me gustaría. A fin de cuentas habrá una guerra de clases y los pobres se levantarán y se apoderarán de lo que les pertenece".

Un adolescente de una pequeña ciudad me dijo: "Los dos partidos tienen desacuerdos que parecen grandes, pero tienen la misma filosofía. Los dos están al servicio de las grandes corporaciones. Vivimos en un estado policial y en esencia somos esclavos del capitalismo.... La situación no cambia porque la gente cree que no puede cambiarla. Hay muchas cosas que no nos gustan pero no sabemos cómo cambiarlas".

El ataque policial en la 14 y la K

"En cierto momento doblamos la esquina y se nos acercó una línea de policías con cachiporras en la mano para bloquearnos el paso. Los confrontamos. No hicimos nada violento pero nos plantamos. Nos agarramos de brazos firmemente para mantenernos unidos. Cuando doblamos para alejarnos de los policías, empezaron a golpearnos. Echamos a correr y les dieron duro a muchos. Corríamos y nos empujaban; arrastraron a unos al medio de la calle para golpearlos. Cuatro agentes le dieron una paliza a un chavo frente a toda la multitud".

Un joven de ¡Rehusar & Resistir!
herido en el ataque policial

Cuando hablaba con la gente en la plaza Freedom, una efusiva marcha de centenares serpenteaba por las calles cercanas y bloqueaba el tráfico. Eran anarquistas del Bloque Negro, con su estandarte de "Guerra de clases", y chavos de otras tendencias, como la Red Juvenil de ¡Rehusar & Resistir!. En la esquina de la 14 y la K, unos cien policías los rodearon y los atacaron. Arriba sobrevolaban helicópteros. El jefe de policía, Charles Ramsey, dirigió personalmente las golpizas e incluso arrestó a un manifestante. A un periodista que grabó la golpiza le rompieron la cámara.

Después, en la internet, un anarquista, sorprendido, contó que gente de la marcha de votantes los ayudó a zafarse de las garras de la policía.

Protestas por toda la ciudad

"Cuando por fin pasé por el retén, me di cuenta de que estaba al lado del Capitolio justo cuando iba a empezar la ceremonia. Cruzando la avenida Pennsylvania, vi dos enormes mantas detrás de la policía. Una decía: `Aclamen al mequetrefe'. Los manifestantes condenaban la farsa electoral. Al acercarme al lugar de la ceremonia, vi grupos de manifestantes por todas partes con estandartes en defensa del ambiente, contra la pena de muerte y anti Bush. Cuando Cheney prestó juramento, en medio de los aplausos se oyó una contracorriente de abucheos, cuya intensidad creció cuando Bush prestó juramento".

Corresponsal del OR

"¡Vivir por el pueblo! ¡Morir por el pueblo! ¡Luchar por el pueblo! ¡Todo el poder al pueblo!"

Coro de la Brigada de
la Juventud Comunista Revolucionaria
en la plaza Freedom

Por toda la ciudad hubo protestas. Frente al edificio del Washington Post, centenares coreaban: "A la mierda los medios corporativos", y reclamaban libertad para Mumia Abu-Jamal y Leonard Peltier. Participaron ex soldados de la guerra de Vietnam. Un grupo de teatro callejero, que se llamaba "Estudiantes por una Sociedad Antidemocrática", coreaba "Amamos a Bush" pero llevaba retratos de Bush con lemas como "Arrodíllense", "Obedezcan" y "La esclavitud es la libertad". El Nuevo Partido Pantera Negra realizó una marcha de la Universidad Howard a la plaza Freedom.

Aquí y allá, grupos de manifestantes cruzaban los retenes por fuerza. En un lugar tumbaron las barricadas metálicas. Rompieron las ventanas de varias patrullas y quemaron la bandera. Frente al Monumento a la Marina, bajaron la bandera. Unos 50 agentes atacaron la multitud que rodeaba el asta y arrestaron a 15 manifestantes.

Se mofaban de los partidarios de Bush vestidos de abrigo de pieles y sombrero de vaquero, y de los fascistas cristianos que pedían un alto al aborto. Un corresponsal del OR escribió: "Cuando llegamos a la estación de tren Union de Washington, puse la radio y el reportero hablaba de la protesta frente a la Suprema Corte. Dijo que fueron más personas a protestar que a ver la toma de posesión. Qué bueno. Al pasar por la terminal, algo me llamó la atención: un manifestante se mofaba de un hombre que tomaba café. Me di cuenta de que era David Gergen, un asesor de Reagan y Clinton que sale todo el tiempo por la televisión. Nadie estaba a salvo ese día".

La corte de injusticia

A Bush le tomó juramento William Rehnquist, el presidente de la misma Suprema Corte que le dio la presidencia. Miles de personas rodearon el edificio para protestar.

Muchos negros participaron en una "ceremonia de toma de posesión" organizada por el Centro de Acción Nacional del reverendo Al Sharpton. Les indignó que Bush se robara las elecciones, y que a los negros les negaran el derecho de votar, o que si votaron no contaran sus votos. Muchos nos dijeron que fueron a la protesta porque estas elecciones les recordaron la época de segregación de los estados del Sur. Oficialmente la manifestación fue en defensa de la Ley del Derecho de Votar, pero al hablar con los participantes se vio lo profunda que es la opresión de los negros en este sistema.

Todos saben que esa opresión aumentará con el gobierno de Bush. Una señora nos dijo: "Soy predicadora del evangelio y vine porque le negaron derechos al pueblo. Además, vine para decir que no deben confirmar a Ashcroft. Ya han metido a la cárcel a dos millones de hijos e hijas de la comunidad afroamericana. Ashcroft nos va a privar de muchos más. Pedimos alivio de las sentencias mínimas obligatorias. Ashcroft nos oprimirá más, es racista".

Un grupo de hombres negros con hijos y sobrinos adolescentes coreaba: "¡Bush: Se busca por asesinato!" Un joven nos dijo: "Bush mató a mucha gente con la pena de muerte. No me gusta. Si toma posesión habrá más ejecuciones por todo el mundo".

Un señor dijo: "La única manera de cambiar la situación en este país es unir a gente de diferentes puntos de vista para trabajar juntos. Es importante que estos jóvenes capten eso. Son el futuro. Ellos tienen que seguir nuestra labor. Es importante que participen en el proceso desde jóvenes y que se conecten con gente de diferentes razas, culturas y programas, y las movilicen".

Darnell vino con otros que luchan contra la pena de muerte. Nos dijo que su hermano es uno de lo 10 del Pabellón de la Muerte, un grupo de hombres condenados falsamente en Ilinois por crímenes que no cometieron. "El comandante Burge golpeaba y aplicaba choques hasta que confesaran. A mi hermano lo agarraron cuando tenía 22 años, y ahora tiene 38. El tribunal acaba de programar una audiencia porque demostraron que no es culpable. Estuvo en una fiesta cuando ocurrieron los homicidios".

Dorothy Copp Elliott nos habló de su hijo, Archie Elliott III: "Mi hijo murió a manos de la policía del condado Prince Georges, Maryland, en 1993. Lo esposaron con las manos a la espalda y le dispararon 14 balas. Nunca acusaron a los agentes.... Nuestro caso fue hasta la Suprema Corte, pero no nos oyó.... Creo que todos son pro policía, a todos los niveles.... ¿Se castiga una infracción de tránsito con la muerte? Por eso pararon a mi hijo, por manejar a lo loco. No cometió ningún delito".

No toquen el derecho a escoger

"Es mi decisión. Estoy de acuerdo con el fallo Roe vs. Wade y no creo que un hombre tenga derecho de decir nada. Es derecho de la mujer. No es un privilegio sino nuestro derecho de decidir qué hacer con nuestro cuerpo. Cambia toda la vida y una mujer debe tener el derecho de tomar esa decisión. Ningún burócrata en Washington debe meterse. Todo el programa de Bush es machista y eso me enfurece".

Una señora de New Jersey
que abortó hace poco

"¿Bush `ama la vida' pero ha matado a 152 personas? No me digan".

Una joven

La oposición de Bush al aborto y la casi segura confirmación por el Senado del fascista cristiano John Ashcroft como Secretario de Justicia enfurecieron a muchos. Casi todas las jóvenes con quienes hablé mencionaron eso, y muchos hombres también.

Una señora describió la angustia de un embarazo no deseado y dijo: "Cuanta más gente salga a protestar tanto más se darán cuenta las mujeres comunes y corrientes de que no tienen que sentarse de brazos cruzados, que pueden defenderse, que no tienen que permitir que el gobierno las pisotee más.... Quitarnos el derecho al aborto es como devolvernos a la cocina, a vivir descalzas y embarazadas. Mi prima trabaja en una clínica de aborto y fui con ella para ayudar. Oí llamadas de desesperación porque no saben qué hacer. Si nos quitan el derecho a un aborto seguro y profesional, regresaremos a los legrados clandestinos, que no solo matan al feto sino también a muchas mujeres. ¿Por qué tiene un feto más derechos que un preso?"

Una estudiante me dijo: "En la secundaria conocí a muchas jóvenes que quedaron embarazadas y después se inyectaban droga. No se drogaban antes; lo hacían para abortar. Una chava me pidió que le pegara en el estómago. Si el aborto es ilegal, será mucho más peligroso. Muchas mujeres morirán". Otra me dijo: "El aborto debe ser legal. Todo lo que hizo la generación de mis padres, la generación de los años 60, no lo debe barrer un presidente". Otra añadió: "Tenemos que prepararnos para luchar fuertemente y no ceder ante los que nos dicen que no tenemos el derecho de escoger. Tenemos que decir que vamos a luchar por eso".

Adelante

"Todo el día pensé en la revolución, y no solo en cuánto se necesita. En esas protestas se podía ver el potencial de forjar las alianzas necesarias para llegar al punto en que la revolución sea posible. Veía señoras bien vestidas con letreros en defensa del derecho de escoger al lado de chavos vestidos de negro que pelearon con la policía; familiares de víctimas de la violencia policial al lado de ambientalistas; estudiantes contra la globalización y los talleres de miseria; delegaciones de negros de muchas ciudades, y gente de otras nacionalidades, unidos para protestar contra el tratamiento de los votantes negros en la Florida; oponentes de la pena de muerte; partidarios de Mumia; y la BJCR con una enorme bandera roja: las alianzas que detestan los que detentan el poder. Todos estaban unidos para gritar al unísono al pasar el carro de Bush. Al otro lado estaban los fascistas cristianos opuestos el aborto, los engreídos patriarcas y los superpatriotas. Se vio un vistazo embrionario de dos futuros, y la base de mucho optimismo de nuestro lado".

Mary Lou Greenberg, vocera
de la rama de Nueva York
del Partido Comunista Revolucionario

"Creo que tenemos que tumbar este sistema y construir uno distinto. La gente... se irá de aquí con mucha energía, enterada, encojonada... y eso se regará".

Estudiante latino de Nueva York
que votó por Nader

Casi todos los entrevistados esperan que las protestas lleven a más lucha y resistencia y que esto cambie la sociedad. Muchos sintieron que participaban en algo histórico, en las primeras etapas de algo importante. Un joven señaló a los francotiradores y fotógrafos policiales en los techos cercanos y me dijo: "De niños siempre nos enseñan que en Estados Unidos por lo menos disfrutamos de libertad, pero nunca nos explican cómo. Ahora no me parece posible decir que somos libres. Estoy furioso. Al comienzo me rié, pero luego por poco lloro".

Le dije que la presencia de tan gran diversidad de gente unida en una lucha común es una fuente de optimismo. Otro chavo se sumó a la conversación: "Bueno, Bush dijo que iba a unir; y sí nos unió a todos en su contra".


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