Cae avión de espionaje estadounidense

O por qué el pueblo chino odia al imperialismo yanqui

Obrero Revolucionario #1098, 15 de abril, 2001, en rwor.org

"Con su despótica actuación en todas partes, el imperialismo norteamericano se ha convertido en el enemigo de los pueblos del mundo y se ha aislado cada vez más. Nadie que se niegue a ser esclavo se dejará atemorizar por las bombas atómicas y de hidrógeno en manos de los imperialistas norteamericanos".

Mao Tsetung, de Declaraciones de apoyo al pueblo
panameño en su justa lucha patriótica contra
el imperialismo norteamericano,
1964

"Estoy furioso. Nuestro gobierno debía haber derribado el avión. Jiang Zemin [el presidente chino] es muy débil. Si el abuelo Mao estuviera vivo, los estadounidenses no nos podrían mangonear".

Joven trabajador de Pekín, China,
después del accidente del avión
espía yanqui y el avión militar chino

El 1º de abril, un avión de espionaje estadounidense chocó con un avión militar chino cerca de la costa sureste de China. El avión chino cayó al mar y el piloto, Wang Wei, murió. El avión estadounidense, dañado, aterrizó en una base militar china en la isla de Hainán, donde detuvieron a la tripulación de 24 militares.

Desde esa fecha, hemos visto un asqueroso despliegue de chovinismo y prepotencia: un ejemplo más de por qué los pueblos del mundo odian el imperialismo yanqui.

El avión de espionaje EP-3E Aries (lleno de equipo electrónico ultramoderno) espiaba las comunicaciones confidenciales de las fuerzas militares chinas. Dos aviones chinos lo seguían cerca. El piloto del segundo avión dice que el EP-3E viró repentinamente y chocó con el avión de Wang Wei, quien perdió el control y cayó al mar.

La enorme maquinaria propagandística de Estados Unidos entró en acción inmediatamente. Los periódicos y emisoras repitieron la versión oficial del gobierno, cuya meta es que todo mundo vea los sucesos desde el punto de vista de la clase dominante.

Estados Unidos declaró que China tuvo toda la culpa, y que el piloto chino fue imprudente y causó el accidente. Qué hipocresía de boca de un gobierno que se jacta de que sus temerarios pilotos militares, que sueltan bombas y matan a diestra y siniestra por todo el mundo al servicio del imperialismo, son "héroes". Washington pasó por alto cruelmente el hecho de que el piloto chino murió; solo envió el pésame cuatro días después.

Cuando el gobierno chino insistió en que Washington pidiera disculpas, los medios de comunicación sacaron una serie de "expertos" a ofrecer teorías chovinistas y racistas sobre el "carácter enigmático" de los chinos.

Estados Unidos le advirtió a China que no tocara el equipo ultrasecreto del EP-3E. Incluso dijo que el avión tiene "inmunidad soberana", como si fuera una embajada. Con arrogancia, exigió el regreso de la tripulación y el avión, y dijo que el avión espía cumplía una misión "rutinaria" en aguas internacionales y que China no tenía derecho de "entrometerse".

Pero imaginen qué pasaría si Estados Unidos fuera el blanco de esa clase de espionaje, por ejemplo, si un avión militar chino volara cerca de la costa estadounidense en una misión "rutinaria". No lo permitirían; lo derribarían en un dos por tres. Si el avión lograra aterrizar en territorio estadounidense, ¿cabe duda de que detendrían a la tripulación, la tratarían como "intrusos" e inspeccionarían el avión? Los militares yanquis tratann de obtener equipo militar de otros países, entre ellos China, "por todos los medios posibles". En 1976, cuando un piloto soviético desertó y aterrizó su MIG en Japón, Estados Unidos dedicó nueve semanas a desmantelarlo y estudiarlo; luego lo devolvió a Moscú... en cajones.

Además, George Bush amenazó con tomar represalias militares y económicas. Exigió que China devolviera el avión y la tripulación, y dijo--en el lenguaje de la diplomacia--que el incidente podría "socavar" las relaciones entre los dos países. Otros voceros de la clase dominante hablaron más claramente. Dijeron que esto podría empujar a Estados Unidos a proceder con la venta de equipo militar avanzado a Taiwán, algo que el gobierno chino considera amenazante. También mencionaron que podrían aplazar la entrada de China a la Organización Mundial de Comercio, lo que perjudicaría mucho los planes de los dirigentes capitalistas de China.

Esa es la "lógica" de un bravucón arrogante, que declara: "Somos la superpotencia del mundo. Podemos hacer lo que nos dé la gana y nadie debe entrometerse".

Los dirigentes capitalistas de China... y el antiimperialismo

La minicrisis del avión espía ha mostrado cómo es el gobierno de China. Al principio hizo declaraciones muy duras; exigió "disculpas" y un alto a los vuelos de espionaje. Pero al cierre de esta edición, los dos países están negociando un acuerdo para resolver la crisis, sin disculpas.

Los imperialistas yanquis dicen que los actuales dirigentes chinos son "comunistas", pero entienden perfectamente que el sistema hoy es totalmente distinto a la sociedad comunista revolucionaria que dirigió Mao Tsetung. Ahora los dirigentes chinos tienen sus propias ambiciones, como pertenecer al "club de las grandes potencias" de explotadores y opresores internacionales. Por eso tienen contradicciones con los imperialistas yanquis, pero de ninguna manera son antiimperialistas. Es una clase burguesa que ascendió al poder con un golpe de estado después de la muerte de Mao Tsetung. Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria de los años 60 y 70, Mao dijo que si los "seguidores del camino capitalista" derrotaban a los revolucionarios proletarios y tomaban el poder, China volvería a ser dominada por el imperialismo. Por eso movilizó al pueblo para librar una "revolución dentro de la revolución" contra Deng Xiaoping y demás seguidores del camino capitalista. Sin embargo, en 1976 los revolucionarios proletarios perdieron la batalla y las palabras de Mao fueron muy proféticas.

El actual gobierno chino ha sido cómplice de Estados Unidos y otras potencias, que ven en China una enorme fuente de mano de obra barata y un mercado para productos capitalistas. El desmantelamiento de la economía socialista y la penetración imperialista han creado un puñado de ricos y hundido a millones en la miseria. Las ciudades están repletas de desempleados y están aumentando las rebeliones campesinas. La opresión de la mujer ha vuelto con furia.

Pero los imperialistas yanquis también quieren "contener" a China. Les preocupa que las ambiciones de los actuales dirigentes de ser una potencia mundial regional desestabilicen Asia y perjudiquen los intereses del imperialismo. Las contradicciones entre el gobierno chino y los imperialistas yanquis se ven en las disputas sobre acuerdos comerciales, Taiwán y acusaciones de espionaje.

Los dirigentes chinos tienen una retórica nacionalista burguesa; le prometen al pueblo que China será un país rico y poderoso que pueda "plantársele" al imperialismo. Pero es un juego peligroso. Sueltan una que otra palabra dura, pero en realidad han vendido al pueblo y el país a los imperialistas. Y el contraste entre sus palabras y sus acciones les causará problemas.

Ahora, con mucho bombo y platillos, el gobierno chino requiere que Estados Unidos ponga fin a los vuelos de espionaje cerca de la costa. Pero esta es la primera vez que millones de chinos se enteran de que esos vuelos son algo diario. Muchos recuerdan el bombardeo de la embajada china en Yugoslavia en 1999. El misil crucero yanqui que mató a tres chinos e hirió a muchos más desató airadas protestas en más de 20 ciudades por todo el país. En Pekín docenas de miles de trabajadores rodearon la embajada estadounidense durante varios días. Muchos siguen indignados por la inacción del gobierno en ese caso.

No cabe duda de que esta vez el gobierno quería impedir protestas parecidas. La policía arrancó afiches y dispersó las protestas frente a la embajada estadounidense. Pero el incidente ha provocado una ola de antiimperialismo e indignación. El New York Times informó sobre mensajes antigubernamentales en la internet. Uno, de una persona que lo firmó "Nueva fuerza de trabajadores despedidos", decía: "Echamos de menos al presidente Mao". Otro decía: "China necesita un líder como el presidente Mao, con una visión estratégica". Un ingeniero de 28 años de Pekín dijo que si el presidente Jiang pone en libertad a la tripulación sin que Estados Unidos pida disculpas, el pueblo "no lo perdonará y yo no lo perdonaré". El Times comentó que el pueblo chino cree que Estados Unidos "piensa que es el policía internacional y se entromete en situaciones por todo el mundo".

El pueblo chino, incluso los jóvenes, sabe que el presidente Mao dirigió una guerra revolucionaria contra las salvajes fuerzas armadas del imperialismo japonés y después una guerra civil que derrotó al ejército del Kuomintang (respaldado por Estados Unidos) y conquistó el poder en 1949. Cuando los imperialistas yanquis amenazaron a China con armas atómicas y maniobras militares, Mao se mantuvo firme. Declaró que el imperialismo yanqui es un "tigre de papel" y que la lucha popular lo derribará. La confianza estratégica que Mao tenía en el pueblo y su valentía revolucionaria contrasta con la de los actuales líderes de China.

La clase dominante yanqui se ha puesto nerviosa ante las protestas antiimperialistas. El Times informó que "en el pasado, el descontento popular con gobiernos débiles ha llevado a rebeliones populares" en China. También le preocupa que las protestas antiimperialistas y antigubernamentales lleven a más inestabilidad y les provoquen problemas en Asia y por todo el mundo.

Pero los maoístas del mundo aplaudimos los problemas de los imperialistas y reaccionarios. Esas protestas--en un país donde vive la cuarta parte de la humanidad--alegran a los proletarios y oprimidos de todas partes.


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