Conversación con el Dr. James Pendergraft

Luchador por la mujer, médico de derechos reproductivos

Obrero Revolucionario #1103, 20 de mayo, 2001, en rwor.org

"Practico abortos porque creo que toda mujer debe tener el derecho de abortar en condiciones sanitarias y sin que se considere algo ilegal; sin tener que hacerlo a escondidas; sin críticas y sin tristeza... Me siento orgulloso de lo que hago. Las mujeres deben sentirse orgullosas de controlar su cuerpo y de tomar decisiones. No queremos volver a los días del gancho. Eso fue terrible; muchas mujeres murieron y muchas vidas quedaron destruidas. Para mí es cuestión de que la mujer tenga la libertad de decidir. No me da vergüenza, lo hago con gusto. Me gusta lo que hago y lo voy a seguir haciendo hasta que me paren".

Dr. James Pendergraft, en conversación
con el OR/RW en Movilización Urgente
por la Mujer, 22 de abril, Washington, D.C.

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El 1º de febrero, el Dr. James Pendergraft fue injustamente condenado de extorsión en Ocala, Florida. Lo podrían sentenciar a 30 años de cárcel, multar hasta $750.000 y prohibirle ejercer. El 24 de mayo lo sentenciarán. El "único" crimen del Dr. Pendergraft fue abrir clínicas de aborto en Ocala, a pesar de que un incendio premeditado destruyó una clínica y de que las autoridades del condado le dijeron por carta que no era bienvenido. Aunque los enemigos del aborto a diario hacen protestas frente a su clínica, y lo hostigan a él, a los empleados y a las pacientes, el Dr. Pendergraft siguió practicando abortos (con chaqueta a prueba de balas).

El Dr. Pendergraft es un médico afroamericano que dirige cinco clínicas en Florida y se especializa en abortos tardíos (de 18 a 28 semanas). En todo el país hay muy pocos médicos calificados para hacer ese tipo de aborto. Pone anuncios en las carreteras, y le dijo a la revista Business Week: "No entro a ninguna ciudad a hurtadillas; yo quiero que sepan que soy un médico calificado y legal".

Desde que se legalizó el aborto en 1973, ha estado bajo ataque. Los recortes de fondos federales han hecho más difícil que las mujeres pobres se hagan abortos, y las jóvenes tienen que conseguir el permiso de sus padres. En las clínicas, tienen que pasar por entre una bola de reaccionarios que las asedian a diario. El 86% de los condados del país no ofrecen servicios de aborto. Un importante frente del ataque contra el aborto son los médicos, a quienes han matado y cuyas clínicas han dinamitado. Ocala es uno de los centros de operación de los que se oponen al aborto.

Hablé con el Dr. Pendergraft en Washington, D.C., el 22 de abril durante la Movilización Urgente por la Mujer. Me dijo que a médicos como él los atacan para intimidar a otros, para hacerles pensar: "Eso parece peligroso. Luego vendrán por mis hijos y hasta me podrían matar. ¿Para qué arriesgar tanto?". Le pregunté por qué estaba dispuesto a poner en peligro la vida. "Me encanta, me da satisfacción. Soy plenamente capacitado en obstetricia y ginecología. Soy especialista en medicina maternofetal. Pero esa medicina se quedaba a medio camino, se quedaba en el diagnóstico. En la mayoría de los casos en que detectaba anormalidades en el feto, no podía hacer nada porque los hospitales no lo permiten. ¿Te imaginas? Yo ahí, capacitado para practicar abortos, y no me permiten. No lo acepté. Al principio pensé que iba a viajar a Orlando solo un par de días a la semana, los viernes y sábados. Pero había tantas pacientes que atender que no me quedaba tiempo para nada más. Decidí dedicarme exclusivamente al aborto, a hacer lo que las mujeres necesitaban que hiciera".

En defensa de las mujeres de Ocala

El Departamento de Justicia federal y el condado le tendieron una trampa al Dr. Pendergraft y lo acusaron de extorsionar dinero del condado. El fiscal dijo que en el testimonio el Dr. Pendergraft "fue puro rollo". Pero a mí me dijo: "El gobierno tuvo toda la libertad de inventar un cuento, de principio a fin, sin pruebas... El gobierno quiere arruinar a quienes piensan que el aborto debe hacerse a solicitud. No les caí bien, no les gusta la gente como yo. Además de su oposición al aborto, tenían motivos raciales.

"Es una conspiración de la iglesia, de los pastores, los oponentes del aborto, el principal comisionado del condado y el fiscal del condado. Todos pertenecen a la misma iglesia. Su pastor me dijo en una carta que recurriría a todo su poder, incluso a sus 4500 feligreses, para cerrar mi clínica en Ocala. Y eso es lo que ha hecho.

"Su objetivo, al que quieren llegar paso a paso, piedra sobre piedra, es quitarle a la mujer el derecho de decidir. No las tratan como iguales, nunca las han tratado como iguales, por eso sigue la lucha. La prohibición del aborto es una manera de conservar esa desigualdad. Así que es algo muy arraigado, muy profundo. Es una lucha como las que se dieron en los años 60 por los derechos civiles y la igualdad. A los negros no los trataban como iguales y se decía que no eran dignos de ser ciudadanos de este país. Hoy pasa lo mismo con la mujer; piensan que no son iguales y que no deben tener el derecho de controlar su propio cuerpo. Eso está completamente patas arriba".

Hablamos de lo que está en juego y de que hay que desarrollar un movimiento que tome la ofensiva ante los ataques al derecho al aborto. El Dr. Pendergraft dijo: "Hay mucho en juego y la clave es la organización. La oposición está bien organizada y se centra en las iglesias. Nosotros tenemos que organizarnos mejor, tenemos que estar tan bien organizados como ellos. La situación es grave porque esos reaccionarios no están jugando, su objetivo está bien definido, y es triste porque si salen ganando, muchas, pero muchas mujeres morirán".

Estábamos platicando en una banca y de un parque y a cada rato se acercaban mujeres para darle un abrazo o darle la mano en agradecimiento: ellas, inspiradas por su valentía y él, contento por su apoyo. Dijo: "Esto me hace sentir bien. Porque te diré, a veces las noches son muy difíciles, como también los largos viajes que uno hace solo entre clínicas. Y uno se pone a pensar, bueno, sabe que lo que hace es bueno, pero no siempre se ve tanto aprecio al mismo tiempo, como hoy. Por eso me siento bien hoy. Veo que sí se están defendiendo los derechos de la mujer y, al fin y al cabo, eso es lo importante".

El Dr. Pendergraft dice que las cartas de apoyo le dan mucho ánimo y fuerza. Muchas organizaciones, como Estudiantes de Medicina pro Derecho al Aborto, la Organización Nacional para la Mujer, la activista Gloria Steinem, la Federación Nacional del Aborto (asociación profesional de médicos que practican abortos) y el Center for Reproductive Law & Policy, han condenado el indignante ataque contra el Dr. Pendergraft.

El 13 de noviembre del año pasado, cuando el Dr. Robert Rockwell, secretario nacional de ¡Rehusar & Resistir!, galardonó al Dr. Pendergraft con el premio "Valiente luchador", dijo: "Nos da mucho placer galardonar al Dr. Pendergraft por su audacia al desafiar la intimidación para que dejara de practicar abortos tardíos a mujeres que van de todo el país. A pesar de las amenazas y el hostigamiento, y de acusaciones motivadas por política, se ha mantenido firme y ha perseverado. Si no fuera por médicos como él, la mujer no tendría 'alternativas'".


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