El plan de Bush para Vieques:
Bombardear ahora, retirarse después

Obrero Revolucionario #1109, 1 de julio, 2001, en rwor.org

El 13 de junio, el presidente George Bush anunció que la Marina suspenderá los bombardeos de la isla puertorriqueña de Vieques el año 2003 y que, entretanto, continuará ensayando armas y entrenando soldados. El 19 de junio la Marina empezó una nueva serie de ejercicios en Vieques. Como respuesta, el movimiento de resistencia redobló sus acciones para demostrar claramente que el pueblo puertorriqueño quiere que se ponga fin a los bombardeos ya.

Once buques de guerra y unos 10.000 soldados están participando en los actuales ejercicios militares en Vieques, entre ellos el portaaviones USS Theodore Roosevelt. Además, despacharon centenares de policías y militares para alejar a los manifestantes de las cercas que rodean el campo de pruebas (que la Marina llama "Base de Entrenamiento de Armas de la Flota del Atlántico").

Pero eso no paró las protestas. El 20 de junio, un grupo cortó la cerca y entró en la base justo antes de que los cazas comenzaran un bombardeo. Dispararon una bengala para señalar su presencia y la Marina se vio obligada a cancelar el bombardeo. La Marina dice que está soltando bombas "inertes" (que no estallan), pero de todos modos los manifestantes corren riesgo cuando entran al campo de pruebas. El 22 de junio, salieron de la base seis manifestantes con ropa de camuflaje y anunciaron que llevaban cinco días recorriendo la base y evadiendo las patrullas de la Marina, y que varias veces impidieron que los aviones soltaran bombas. Hasta el 23, ha habido 55 arrestos.

Campo de prueba para la agresión yanqui

Estados Unidos colonizó a Puerto Rico hace más de 100 años y desde entonces lo ha usado para lanzar invasiones por todo el hemisferio occidental. Las corporaciones estadounidenses han explotado duramente la mano de obra puertorriqueña, y las fuerzas armadas han reprimido con saña el movimiento independentista. Estados Unidos tiene bases militares por todo Puerto Rico.

Vieques ha servido de campo de entrenamiento para agresiones por todo el mundo. Ahí se entrenaron los pilotos que bombardeaban Vietnam; ahí perfeccionaron las bombas de napalm (la gelatina incendiaria que regaron sobre Vietnam); ahí se adiestraron los pilotos que bombardearon Irak y Yugoeslavia.

Vieques lleva unos 60 años como campo de prueba de bombardeos. La Marina sostiene que no tiene ningún otro lugar para entrenar las fuerzas navales y aéreas del Atlántico. Así es la lógica de los imperialistas, que piensan que pueden hacer lo que les da la gana.

La verdad es que Vieques no tiene ninguna cualidad especial salvo que es parte de Puerto Rico, una nación oprimida, una colonia con la cual Estados Unidos cree que puede hacer lo que le da la gana. Estados Unidos se apoderó de Vieques por decreto imperialista. La isla, donde viven unas 9000 personas, ahora está salpicada de cráteres por décadas de bombardeos. La industria pesquera, los arrecifes y la fauna han sido devastados. Los cascos de uranio empobrecido han causado mucho cáncer.

Una tormenta de protesta

En 1999, una bomba de un avión militar F-18 mató a David Sanes, un guardia de seguridad, durante un bombardeo. Su muerte provocó un nuevo repunte de lucha contra los bombardeos y la ocupación. Entre mayo y octubre de 2000, unas 480 personas fueron arrestadas en las protestas.

Para apaciguarlas, la administración Clinton anunció un "acuerdo" con el gobernador de Puerto Rico para realizar un referendo en Vieques sobre la presencia de la Marina. Como "incentivo", ofreció $90 millones de "ayuda económica" a cambio de votar a favor de la Marina.

Pero el movimiento de oposición rechazó ese "acuerdo" y las protestas continuaron. Cuando la Marina volvió a soltar bombas en abril de este año, hubo choques diarios con la policía militar frente a las cercas. Centenares de manifestantes lograron infiltrar la base y hubo más de 180 arrestos.

En las protestas de abril y mayo el gobierno cambió de tácticas. Antes solo multaba a los arrestados, pero esa vez empezó a sentenciarlos a la cárcel. Hasta la fecha ha sentenciado a más de 40 personas hasta a cuatro meses de cárcel.

Esa represión, sin embargo, ha prendido más resistencia. A la lucha se han unido amplias fuerzas y personajes conocidos. Los cantantes Marc Anthony, José Feliciano y Ricky Martin; el actor Benicio del Toro; los beisbolistas Roberto Alomar, Carlos Delgado, Juan González e Iván Rodríguez; los boxeadores John Ruiz y Tito Trinidad; y el golfista Chichi Rodríguez sacaron un desplegado en varios periódicos.

Por la amplitud del movimiento y la fuerte oposición de las masas a los bombardeos, esta vez ha sido sumamente difícil que los representantes del gobierno puertorriqueño tomen partido con Washington y la Marina. La gobernadora, Sila Calderón, condenó los bombardeos, y varios funcionarios del gobierno de ascendencia puertorriqueña han sido arrestados en Vieques, junto con el Rdo. Al Sharpton, Jacqueline Jackson (esposa del Rdo. Jesse Jackson) y otros. Además, varios representantes de la clase dominante estadounidense (como el gobernador de Nueva York, George Pataki) se han declarado en contra de los bombardeos. Nadie cree que la Marina gane el referendo, fijado para fines de año.

En ese contexto, Bush anunció la retirada de la Marina en 2003. Las protestas, que han sido noticia en todo el mundo, le han asestado un golpe duro a la Marina y al gobierno, y han dejado ver cuánto odia el pueblo puertorriqueño que los imperialistas yanquis usen su territorio para el tiro al blanco.

Queda por verse si en realidad la Marina se retirará en 2003, pues a muchos representantes de la clase dominante (y del Partido Republicano) no les gustó el anuncio de Bush. El presidente del Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, Bob Stump, republicano por Arizona, dijo que convocará audiencias sobre el plan.

Criticando el anuncio de Bush, Stump dejó escapar algo muy diciente sobre lo extensa que es la oposición a la Marina en otros lugares: "Hay lugares aquí mismo en este país donde se han quejado del entrenamiento en nuestras bases y si cedemos ante ese tipo de acción habrá problemas en otros lugares". Otro representante republicano dijo que teme que retirarse de Vieques eche leña a la oposición a las bases y los ejercicios bélicos en Corea del Sur y Okinawa. Dijo: "¿Qué les decimos? ¿Que no vamos a bombardear nuestro territorio, pero sí el de ustedes?".

Los que luchan contra el bombardeo de Vieques dicen que seguirán protestando hasta que la Marina se vaya. Su justa y correcta demanda es: ¡Marina de Estados Unidos, fuera de Vieques ya!

Visita nuestra página web (rwor.org) y lee lo que dice el Borrador del Programa del PCR sobre la opresión del pueblo puertorriqueño y la liberación de Puerto Rico.


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